22 de junio de 2015

ALGUNAS VECES LAS PÉRDIDAS, SON EN REALIDAD GANANCIAS.

Continuar rodeada de gente equivocada es algo que no te permite avanzar
Aunque la palabra perder signifique desprenderse de algo que se tenía, en realidad su significado es mucho más amplio. Perder no siempre significa literalmente perder, y perder no siempre es algo negativo.
Día a día perdemos desde aretes hasta ilusiones, y eso es simplemente parte del proceso de la vida. Y es que así como perdemos cosas materiales, a lo largo de nuestra vida perdemos también personas que en algún minuto fueron muy importantes para nosotros.
Alguna vez escuché que la vida es como un viaje en tren. Muchas personas se van subiendo a lo largo del camino; algunas se bajan apenas comienza, otras en la mitad y otras llegan contigo hasta tu destino final. A veces te gusta que el tren esté lleno de gente, de ruido, de vida, pero cuando la persona que se sentaba a tu lado se baja a la mitad del camino, te das cuenta de que en realidad es agradable tener un espacio más amplio para poder acomodarte.
Y es que eso es exactamente lo que pasa cuando perdemos a alguien que pensamos era indispensable en nuestra vida. Muchas veces esas pérdidas, son en realidad ganancias, solo hay que detenerse un segundo a pensar.
Piensa en todas esas veces en que esa persona no estuvo ahí cuando la necesitaste, aun cuando tú siempre te preocupaste de estar para ella en las buenas y en las malas.
Piensa en todas las veces en las que fuiste su opción y no su prioridad.
Piensa en cómo te hizo sentir tantas veces. Y es que no deberías estar recordándole a nadie lo valiosa que eres.
Sé que no es fácil dejar ir a gente que nos importa, pero debemos ser capaces de construir nuevas relaciones. Relaciones sanas, profundas, recíprocas. Es hora ya de dejar ir todas esas relaciones que no nos aportan, que nos llenan de sentimientos y energías negativas, que solamente nos hacen querernos menos de lo que deberíamos.
Sigue adelante, porque continuar pegada a la gente equivocada no te hace ningún favor. Déjalos ir, porque esa es la única cosa racional que puedes hacer para salvarte. No mires atrás, porque no tienes nada de lo que arrepentirte.
Porque piensa en todas las personas que hicieron un impacto en tu vida, las que dejaron una huella y las que aún siguen a tu lado para acompañarte. Esas son las que valen la pena, porque la vida no se trata de cantidad, sino de calidad.

Fuente: http://www.upsocl.com/

19 de junio de 2015

SEA CUAL SEA TU SUEÑO...

Aceptar tu vida tal cual, estar presente a todo lo que es inmediato y vivo, enamorarte del aquí y ahora, NO es lo mismo que renunciar a la posibilidad de cambios futuros. Todo lo contrario.
Por favor, no dejes de soñar esos preciosos sueños, no dejes de imaginar un futuro para ti y para el mundo que haga cantar tu corazón.
Pero, en medio de todos esos sueños, nunca olvides Eso que nunca sueña, el espacio abierto que lo abraza todo. No pierdas contacto con tu verdadera naturaleza, ya completa, eternamente plena, que no tiene necesidad de nada y que está profundamente conectada con todo lo que Es. Nunca descuides este momento apresurándote a perseguir 'aquello que sigue'.
Es desde este momento, desde este punto de profunda conexión y descanso donde tu vida florecerá. Estar presente, ser presencia, no significa borrar o negar la posibilidad de un pasado y un futuro, significa recordar tu verdadero suelo, estés donde estés, sea cual sea tu sueño.
Es desde el lienzo de este momento presente que todos tus mañanas serán pintados. No puedes dibujar en el lienzo de mañana, porque el mañana nunca llega. Sólo hoy, sólo hoy - y esta es la preciosa paradoja de la iluminación.
Sueña, y suelta tus sueños, sin contradicción. Porque en este mundo de ensueño... cualquier cosa es posible.
Jeff Foster

Traducción: Tarsila Murguía

18 de junio de 2015

EL COMPAÑERO DE LA MUJER SALVAJE.

Hombres y mujeres se buscan a sí mismos, pero generalmente se distraen con placeres pasajeros y ciertas adicciones. A menudo olvidamos o ni siquiera llegamos a tener presente nuestros sueños y propósitos, nuestro camino espiritual. Nos distraemos, nos entretenemos con relaciones donde perdemos parte de nuestra consciencia, a veces durante demasiado tiempo. Descuidamos los alimentos del alma, aquello que verdaderamente nos nutre. El proceso de estar consciente de continuo sin sucumbir a las distracciones, adicciones y pseudorelaciones no es fácil. Necesitamos recordarlo una y otra vez para reconducirnos al sendero de la consciencia, comprometernos de verdad con nuestro proceso.
Es muy frecuente que las mujeres elijan hombres creyendo que podrán cambiarles con su amor, lo cual nunca sucede. Más bien se enganchan a una dinámica de rechazo y no aceptación que socava la relación. Otras veces sufren muertes lentas detrás de una esplendorosa fachada. Cuando una mujer se da cuenta de lo atrapada que está puede buscar una salida. Atrapada tanto por una fuerza exterior como por una interior, por ella misma. Lo peor es ser la propia “carcelera”, el asumir el desvalimiento y participar en la propia destrucción. Es un momento crítico en el que puede tomar la decisión de poner fin a esa situación, y para ello necesita conectar con su animus, con su energía masculina, una energía con movimiento y dirección que la ayudará a conseguir lo que se proponga.
Según la psicoanalista jungiana Clarissa Pinkola Estés, las mujeres deben esmerarse en elegir y relacionase con sus amigos o amantes. Muchas veces la mujer transfiere su fuerza y poder en nombre del amor, y esa clase de “amor” destruye la conexión con la fuerza femenina. Es preciso entonces recuperar aspectos que se habían depositado en el otro, como la fortaleza o la seguridad. Las mujeres deseamos un encuentro profundo e íntimo, y a menudo nos desgastamos y vaciamos de nosotras mismas. Nos entregamos al amor sin saber que para entregarse primero se ha de ser dueña de sí misma. La mujer necesita un amigo que también esté conectado con su corazón, que la respete profundamente, que preste apoyo a esa fuerza genuina femenina. Un verdadero amigo del alma.
La Mujer Salvaje desea un compañero que sea como ella, que se le pueda igualar. Según Pinkola Estés, si las mujeres quieren que los hombres las conozcan de verdad tienen que enseñarles un poco de sabiduría profunda. Muchas mujeres se han cansado de tratar de enseñar a hombres que no quieren aprender. Ahora bien, cuando ellos están dispuestos es el momento de revelarles porque su alma lo demanda.
Para ganarse el corazón salvaje de una mujer el compañero tiene que comprender la doble naturaleza de ella, sus dos polaridades, el masculino y el femenino, el animus y el ánima. Cuando una mujer desarrolla únicamente uno de las dos polaridades esta desequilibrada, lo que le impide el acceso a su fuerza interior.  Generalmente la mujer busca su parte masculina en el hombre, con lo cual deposita su fuerza y dirección lejos de ella. Ahora bien, esta doble naturaleza de las mujeres cuando están unidas en la conciencia y funcionan de manera integrada proporcionan un enorme poder.
Las mujeres desean encontrar un compañero que tenga la paciencia y el ingenio para comprender su naturaleza profunda. Una mujer que quiera que su compañero la conozca de verdad tiene que conseguir que él le pregunte: “¿Qué es lo que quieres?”, “¿Qué es lo que quiere tu yo profundo?”. Y si realmente se quieren conocer ella habrá de preguntarle a su vez lo mismo. El Hombre Salvaje, el amigo, compañero y amante más estimable es aquel que desea aprender.
El compañero de la Mujer Salvaje es el que posee tenacidad y paciencia espiritual, el que tiene voluntad para atisbar la naturaleza profunda de la mujer, el que regresa para comprender sin alejarse por aquello que le aparta de su propósito, el que no hace uso de ese conocimiento para ejercer su poder sobre ella. Un hombre que capta su auténtica naturaleza, se deja sorprender, atemorizar y siente reverencia por lo que percibe y ve. Y permanece ahí, con ella. Porque amar el placer es muy fácil, para amar verdaderamente se requiere de un “héroe” capaz de manejar su propio miedo.
Además, para crear un amor duradero ambos han de aceptar los ciclos Vida/Muerte/Vida e integrar la transformación en la relación, las sucesivas muertes y renacimientos, la infinidad de finales y comienzos que acontecen a lo largo de la relación. Hay que saber cuándo las cosas tienen que nacer y cuando hay que dejarlas morir. Dejar morir las falsas ilusiones, las expectativas, las fantasías de un amor agradable y romántico. Atravesar las diferentes fases eligiendo amar y permanecer al lado de alguien. Quedarse, cuando lo que se quiere es echar a correr. El Hombre y la Mujer Salvajes pueden conocer y compartir sus naturalezas instintivas con la confianza de que cualquier cosa que ocurra entre ellos será transformativa.
Es preciso comprender al otro y fortalecer la propia capacidad de amar. Amar a pesar de los miedos y las dudas, a pesar de las heridas y anteriores desengaños. Amar las heridas, carencias y partes “feas” del otro también, porque sin una tarea que suponga un reto no puede haber transformación. Es necesario un corazón dispuesto a morir y nacer, y a volver a morir y nacer una y otra vez. Un hombre que prefiera arriesgarse a explorar un territorio desconocido a permanecer en el seco y cómodo espacio conocido, a sabiendas de que aquello que teme es precisamente lo que le ayuda a sanar. Hay un guerrero espiritual en aquellos hombres que en su interior saben que quieren vivir, exponerse, entregarse, arriesgarse a abrir el corazón y amar. Un guerrero sabio que no tiene miedo a la muerte.
Un Hombre Salvaje es aquel que se atreve a curar sus heridas y disolver sus proyecciones, que se atreve a llorar su dolor y toma conciencia de cómo su existencia defensiva le ha protegido del amor. Un hombre que permita que se le rompa la coraza de su corazón y deje que brote un amor tan inmenso como el océano, que es lo que tiene para ofrecer a la mujer, para amarla plenamente, sin reservas. Cuando un hombre entrega su corazón se convierte en una fuerza asombrosa, se vuelve fértil; cuando integra su parte femenina intuitiva se vuelve inspirador. Al enfrentarse a la propia herida con compasión, al entregar su corazón el hombre lo gana todo, se completa. Ya no le teme a la fuerza salvaje de la mujer ni a los ciclos Vida/Muerte/Vida. Cuando integra su espíritu salvaje restituye su lugar de dignidad.
Algunas personas tienen el privilegio, después o mientras realizan un profundo trabajo interior, de crear un amor encarnado, hecho de pasión, confianza, afecto y compromiso. Una relación que se experimenta como una oportunidad de expandir el corazón y aprender a amar más profundamente. El otro es un buen amigo, alguien en quien confiar y ante quien desnudarse emocionalmente para mostrar las heridas y carencias sin temor. Una relación en la que comunicarse íntimamente, sin máscaras ni juegos defensivos. Al dejarse ver, al amarse de esta manera, al vivir una sexualidad sagrada se sanan mutuamente. En el compromiso de crecer juntos se transforman uno al otro y transforman su realidad. Sabiéndose seres completos en proceso de crecimiento se embarcan en un viaje de autoconocimiento en el que descubren en el compañero, en la compañera un “tesoro espiritual”. En la intimidad renuevan su amor mirándose a los ojos, aullando al unísono, dejándose conmover por el alma salvaje del otro. La relación es una vía espiritual para despertar a la totalidad de su Ser. Un vínculo así es una verdadera fuerza de la naturaleza.
A las mujeres que se desesperan al ver que pasa el tiempo y su compañero no aparece les digo: no desistas, sigue nutriendo tu día a día, ten fe, pídeselo al Universo y confía en que la vida lo traerá. Mientras tanto, conecta con tu instinto, vive, disfruta, crea, amate a ti misma, prepárate para abrirte al amor. Todo llega si de verdad creemos que nos lo merecemos. Ellos se están preparando, también. Como está escrito en Mujeres que corren con lobos: “Dicen que todo lo que nosotros estamos buscando nos busca a nosotros y que, si nos quedamos quietos, nos encontrará. Es algo que lleva mucho tiempo esperándonos. En cuanto llegue, no te muevas. Descansa. Ya verás lo que ocurre a continuación”.

Ascención Belart

Fuente: https://ascensionbelart.wordpress.com/

16 de junio de 2015

FEDERICO GARCÍA LORCA PRESENTA A PABLO NERUDA EN ESPAÑA (1934).

Esto que yo hago ahora se llama una presentación en el protocolo convencional de conferencias y lecturas, pero yo no presento, porque a un poeta de la calidad del chileno Pablo Neruda no se le puede presentar, sino que con toda sencillez, y cobijado por mi pequeña historia de poeta, señalo, doy un suave, pero profundo, toque de atención.
Y digo que os dispongáis para oír a un auténtico poeta de los que tienen sus sentidos amaestrados en un mundo que no es el nuestro y que poca gente percibe. Un poeta más cerca de la muerte que de la filosofía, más cerca del dolor que de la inteligencia, más cerca de la sangre que de la tinta. Un poeta lleno de voces misteriosas que afortunadamente él mismo no sabe descifrar; de un hombre verdadero que ya sabe que el junco y la golondrina son más eternos que la mejilla dura de la estatua.
La América española nos envía constantemente poetas de diferente numen, de variadas capacidades y técnicas. Suaves poetas de trópico, de meseta, de montaña; ritmos y tonos distintos, que dan al idioma español una riqueza única. Idioma ya familiar para la serpiente borrada y el delicioso pingüino almidonado. Pero no todos estos poetas tienen el tono de América. Muchos parecen peninsulares y otros acentúan en su voz ráfagas extrañas, sobre todo francesas. Pero en los grandes, no. En los grandes cruje la luz ancha, romántica, cruel, desorbitada, misteriosa de América. Bloques a punto de hundirse, poemas sostenidos sobre el abismo por un hilo de araña, sonrisa con un leve matiz de jaguar, gran mano cubierta de vello que juega delicadamente con un pañuelito de encaje. Estos poetas dan el tono descarnado del gran idioma español de los americanos, tan ligado con las fuentes de nuestros clásicos; poesía que no tiene vergüenza de romper moldes, que no teme el ridículo y se pone a llorar de pronto en mitad de la calle.
Al lado de la prodigiosa voz del siempre maestro Rubén Darío y de la extravagante, adorable, arrebatadoramente cursi y fosforescente voz de Herrera y Reissig y del gemido del uruguayo y nunca francés Conde de Lautreamont, cuyo canto llena de horror la madrugada del adolescente, la poesía de Pablo Neruda se levanta con un tono nunca igualado en América, de pasión, de ternura y sinceridad.
Se mantiene frente al mundo lleno de sincero asombro y le fallan los dos elementos con los que han vivido tantos falsos poetas, el odio y la ironía. Cuando va a castigar y levanta la espada, se encuentra de pronto con una paloma herida entre los dedos.
Yo os aconsejo oír con atención a este gran poeta y tratar de conmoveros con él cada uno a su manera. La poesía requiere una larga iniciación como cualquier deporte, pero hay en la verdadera poesía, un perfume, un acento, un rasgo luminoso que todas las criaturas pueden percibir. Y ojalá os sirva para nutrir ese grano de locura que todos llevamos dentro, que muchos matan para colocarse el odioso monóculo de la pedantería libresca y sin el cual es imprudente vivir.


11 de junio de 2015

UN MUNDO AL REVÉS.

La vida es un gigantesco juego de Serpientes y Escaleras. Crees que estás a punto de alcanzar la cima, cuando de pronto te ves deslizándote nuevamente hacia abajo. A veces llegas hasta el fondo, sólo para darte cuenta que hay una mejor forma de subir. A veces crees que estás yendo hacia arriba, y sin embargo, realmente estás yendo hacia abajo. Las altas son las bajas, y las bajas son las altas en este enrevesado mundo de sueños. El único sufrimiento surge al tratar de alcanzar la cima, ganar el juego, escapar del mundo. Entonces, te pones en guerra constante con cualquier caída, te aterra que las subidas puedan conducirte hacia abajo nuevamente, que la bajada resulte demasiado pronto y que jamás llegues a descansar realmente. Oscilas entre el triunfo y la humillación, entre el éxito y el fracaso mientras te aferras a la ilusión del control.
¿La solución? Relájate mientras juegas, ríndete, entrégate al juego mismo.
Recuerda que a las subidas le siguen las bajadas y que a las bajadas le siguen las subidas, así como la noche sigue al día. Ve más allá de ganar y perder, más allá de las serpientes y las escaleras. Disfruta de las escaladas… pero también de las caídas. Cae para escalar y escala para caer. Y enamórate de estar dentro del juego, abraza la preciosa incertidumbre del juego. Deja de pretender que sabes.
El juego nunca puede salir mal cuando realmente estás jugando.

Jeff Foster

Traducido por Tarsila Murguía

4 de junio de 2015

ESTO ES LO QUE APRENDES CUANDO ERES UNA MUJER DIFÍCIL DE AMAR.

Que no todo el mundo está preparado
para vivir la vida a tu lado.
Empezar la aventura del romance siempre es sencillo pero mantenerlo a lo largo del tiempo es lo complejo. Te das vueltas en círculos, a veces feliz y extasiada, a veces aterrorizada. Una y otra vez te has hecho las mismas preguntas, te has cuestionado lo mismo, has dejado que el amor te invada, que el miedo de inunde, que las dudas no dejen de hacerte preguntas molestas.
La gente se te acerca con rapidez pero pronto deciden que estar cerca de ti es demasiado, que la energía que irradias pronto se transformará en un fuego que los consumirá. Que tu amor no es sencillo, que tu personalidad requiere mucho, que no están preparados para vivir el amor como el amor debe vivirse, que prefieren seguir escapando a esa realidad descolorida y aburrida que día a día los consume un poco más.
Esto te costó entenderlo y por muchos años tan sólo asumiste que eras tú la del defecto. Las cosas han cambiado, no sin lágrimas y sufrimiento de por medio, pero te has hecho más grande, más fuerte, has llegado a la versión más verdadera de ti misma y no permitirás que nadie te lo quite. Estar contigo significa vivir una montaña rusa de emociones y muchas veces sentiste que tu capacidad de sentir demasiado pronto no era un don como tu madre siempre decía, que no era un regalo, que no era una cualidad importante. Pero ahora ves todo con otra luz: amas más fuerte y más intensamente que nadie que hayas conocido y te sientes orgullosa de ello. Porque, verás, contigo las cosas nunca son a medias, nunca son grises, nunca son inciertas. Tú amas u odias y tus sentimientos siempre son tan claros como una explosión de colores en el cielo. No amas a medias, no haces las cosas sólo para cumplir: tú sientes y actúas con la verdad de lo que tu corazón siente.
Eres brillante, eres hermosa y es cierto que en muchas ocasiones estas personas han clamado que los volverás locos, pero ¿acaso no es eso mismo lo que todos buscamos en realidad? Un amor tan intenso que nos haga olvidar la monotonía del día a día y la simpleza de vivir días que se repiten cíclicamente.
Hubo ocasiones en las que intentaste calmarte, en las que intentaste ir más lento en el nombre del supuesto “amor” que se vivía de esa manera. Las cosas no fueron sencillas, porque tu fuerza es una fuerza incontrolable y te mueves cómo un huracán. Nada podrá detenerte. Eres un fenómeno de la naturaleza, impredecible y hermosa y si hay algo que has comprendido, es que no puedes dejar que nada ni nadie extinga tu fuego interior.
Lo que has aprendido siendo una mujer difícil de amar es claro y es algo que sabes que nunca olvidarás. Has aprendido que el amor que te mereces es uno igual de intenso que el tuyo y que aceptarás nada menos, incluso si eso significa que tendrás que quedarte sola por un tiempo. También has aprendido que el amor más importante de todos es el amor propio y que si te aceptas tal y cómo eres nunca más volverás a caer en la tentación de cambiar por alguien que no vale la pena. La última lección que aprendiste fue la más difícil de todas y algunos días aún tienes que mirarte al espejo para convencerte: pero tu locura a la hora de amar es lo que te hace tan bella, es la fuerza que alimenta tu vida, es lo que hace que seas tan tú y tan increíble. Si hay algo que te repites todos los días cuando te levantas, es que no importa lo que suceda, porque todos los días los vives como si fueran el último y realmente, no hay milagro más hermoso en la vida que ese.
Por Emilia García
Fuente: http://www.upsocl.com/



27 de mayo de 2015

ETERNO AMAR.

Y comprendió que hay personas que brillan sin ser estrella, y que hay silencios que separan, sin ser kilómetros. Que la vida es un poquito así, sin sentido, pero que nos desesperamos por darle uno. Un sentido, con nombre y apellidos, a ser posible. Un sentido que nos abrace por las noches y que no se vaya al vernos las cicatrices: que las comparta con nosotros.
Comprendió que enamorarse era una necesidad tan importante como respirar, y que, al igual que moría si no respiraba, también lo hacía, aunque de distinta forma, si no amaba. Pensaba eso del amor. Y también pensaba que las personas se habían acostumbrado a maquillarse los sentimientos, porque tenían miedo de que alguien llegase y les hiciese daño. Y es que no hay nada peor que alguien te rompa lo más bonito que tienes, es decir, las razones de sonreír, los sueños, las esperanzas. Que te quite las ganas. Así que nos vestimos con un poquito de orgullo, y lo miramos todo desde la distancia, tanteando el precipicio antes de saltar, porque si vamos a morir, queremos morir por alguien que sepa llorarnos.
Y sobre el desamor (o cuando sientes cosas bonitas por alguien que ya está sintiendo cosas bonitas por otro) pensaba que, a veces, es inevitable. Y que, ojalá, pudiésemos elegir de quién enamorarnos, y hacerlo de aquella persona que supiese querernos. Pero las cosas, por desgracia, no son así. Y muchas veces (más de las que me gustaría) terminamos padeciendo insomnio por alguien que, además, e irónicamente, nos hace soñar.
Y luego terminó hablando sobre la capacidad de olvidarnos de las personas, y sobre la naturaleza de los recuerdos, diciendo que la mejor forma de olvidar a alguien que nos duele recordar es llegando a la conclusión de que no merecemos eso, de que merecemos algo más. De que merecemos sangrar por alguien que, luego, venga a curarnos. De que la vida no es tan larga, ni dura tanto, como para estar perdiendo el tiempo esperando trenes que ya han pasado. De que hay que sonreírle a los amaneceres, independientemente de que llueva e independientemente de que compartamos cama con la soledad. Que las cosas llegan cuando menos las esperas, y que si siempre las estás esperando, sólo tardan en llegar un poquito más. Pero llegan, tarde o temprano. Y entonces dijo: "Sigo queriendo a toda la gente a la que he querido en mi vida, pero sólo Amo con esa urgencia en la mirada a la esperanza de que, un día, y qué más da cuándo, Amaré a alguien y será para siempre".
Sergio Carrión

19 de mayo de 2015

NO INTROMISIÓN.

Hay algo que tarde o temprano todos llegamos a entender, y a veces por las malas: nunca tratar de ayudar a alguien a menos que esté dispuesto a recibir ayuda. Hasta que se solicite ayuda, hasta que haya una disposición para escuchar y recibir y dejar ir los viejos patrones, tu intento de ayudar será percibido como manipulación y control – es tu problema, tu necesidad, no la de ellos. Las defensas se alertarán, las posturas se endurecerán, terminarás sintiéndote frustrado o superior o impotente y los roles proyectados de ‘víctima’ te harán sentir más desconectado que nunca.
¿Cómo ayudar realmente? quédate con la persona tal y como se encuentra en este momento. Abandona tu sueño de un sanar inmediato. Baja tu ritmo. Reconoce la validez de su experiencia en ese momento. No intentes imponer tu propia agenda o suponer lo que es "mejor" para ella. Quizás ni sepas lo que es "mejor". Tal vez ella sea más fuerte, inteligente, ingeniosa y se encuentre con muchos más recursos y potencial del que te estés imaginando.
¡Tal vez, lo que sea “mejor” para esta persona sea no desear – o necesitartu ayuda!, quizás necesite sufrir o luchar un poco más. Quizás se esté alineando y sanando en su muy particular manera. Quizás lo que este momento requiera sea confianza, un profundo escuchar que identifique en qué punto se encuentra dentro de su camino. Tal vez tú sólo estés intentando ayudarte a ti mismo.
Puede ser que el verdadero cambio provenga no de tratar de imponer un cambio a los demás, sino a través de alinearte con cómo se encuentra la persona en este momento, liberando toda la inteligencia creativa del momento, honrando su único camino y su misterioso proceso para sanar.
Cuando tratas de hacer que alguien cambie, le estás comunicando que no está bien el estado en el que se encuentra en ese momento, que te opones y te resistes a su experiencia presente y que quisieras que fuera diferente. Incluso podrías estar transmitiendo que no lo amas. Cuando abandonas el intento de cambiarle y te sientas con él, tal y como está, y te alineas con la vida conforme se va presentando, entonces, un grandioso e inesperado cambio se hace posible, porque te has convertido en un verdadero amigo y aliado del universo.
Deja de tratar de cambiar a los demás, ellos cambiarán en su propia forma y en su propio tiempo. Quizás ayudes más saliéndote del camino del cambio.
Jeff Foster 
Traducido por Tarsila Murguía

7 de mayo de 2015

TRENZAR LA TRISTEZA.

“Decía mi abuela que cuando una mujer se sintiera triste lo mejor que podía hacer era trenzarse el cabello, de esta manera el dolor quedaría atrapado entre los cabellos y no podría llegar hasta el resto del cuerpo; había que tener cuidado de que la tristeza no se metiera en los ojos pues los haría llover, tampoco era bueno dejarla entrar en nuestros labios pues los obligaría a decir cosas que no eran ciertas. Que no se meta entre tus manos- me decía- porque puedes tostar de más el café o dejar cruda la masa. Y es que a la tristeza le gusta el sabor amargo. Cuando te sientas triste niña, trénzate el cabello; atrapa el dolor en la madeja y déjalo escapar cuando el viento del norte pegue con fuerza. Nuestro cabello es una red capaz de atraparlo todo, es fuerte como las raíces del ahuehuete y suave como la espuma del atole. Que no te agarre desprevenida la melancolía mi niña, aun si tienes el corazón roto o los huesos fríos por alguna ausencia. No la dejes meterse en ti con tu cabello suelto, porque fluirá en cascada por los canales que la luna ha trazado entre tu cuerpo. Trenza tu tristeza, decía, siempre trenza tu tristeza…Y mañana que despiertes con el canto del gorrión la encontrarás pálida y desvanecida entre el telar de tu cabello.” 

Paola Klug, La Pinche Canela

DEPRESIÓN FRÍA.

La Depresión Fría es nuestro más grande desafío conforme nos adentramos en la Era de Acuario. Afecta la vitalidad espiritual y nos conduce a comportarnos de formas que no lo haríamos si estuviéramos equilibrados y sanos. Yogi Bhajan, el maestro de Kundalini Yoga, nos advirtió que con la transición hacia la Era de Acuario, que durará hasta el 2038, la humanidad sufrirá un fenómeno llamado Depresión Fría.
¿Qué es la Depresión Fría?
Es cuando la demanda externa es mayor que la capacidad interna de responder y hemos agotado nuestras reservas. Estamos deprimidos pero estamos tan entumecidos e insensibilizados hacia nuestro propio ser, que no lo sentimos. La depresión por eso se llama “fría”. Esto nos lleva a padecer de enojo interno y aislamiento de nuestra alma. La Depresión Fría es cuando nos desconectamos de nuestro espíritu, fuente, fuerza y guía interior. En su esencia es un profundo sentimiento de soledad, una sensación prevaleciente de ansiedad y una pérdida de significado. Yogi Bhajan lo denominó “el silencio del alma”.
Instintivamente contrarrestamos el entumecimiento causado por la Depresión Fría con un comportamiento que complemente las necesidades de estímulos. Una persona que experimente Depresión Fría no parece estar deprimida para sí misma ni para los otros. Esto es debido a que está ocupada, activa y parece muy llena de energía. Esta persona puede estar trabajando de más, atendiendo “emergencias” constantemente o tomando seis bebidas energéticas al día. Puede estarse involucrando en deportes o actividades extremas, tomando riesgos o abusando de ciertas sustancias. La insensibilidad de la Depresión Fría conduce a la reactividad, la impaciencia y el drama. ¿Conoces a alguien así?
La Depresión Fría no es solo un reto personal; ocurre entre toda la población durante una transición como en la que nos encontramos ahora. Cuando hay un sustancial cambio en la frecuencia energética, la Depresión Fría puede incrementarse a niveles muy profundos, como una marea repentina. Yogi Bhajan dijo que este “periodo gris” del planeta se ha presentado en el pasado, cada vez que hay una transición entre épocas.
¿Qué causa la Depresión Fría?
La sobrecarga de información, el estrés continuo y los cambios radicales contribuyen a la Depresión Fría. Más grande, más rápido, más. Todos estos son los elementos que nos desafían en la vida moderna. Los sistemas glandular y nervioso de la mayoría de la gente en el planeta no están suficientemente desarrollados o afinados para enfrentar este desafío. Cuando no encontramos la energía dentro de nosotros, la buscamos afuera y nos dejamos arrastrar por la prisa.
¿Cómo controlarla?
Todos somos afectados por el impacto de la presión de estos tiempos. Ya no podemos sostenernos únicamente con la energía de nuestro cuerpo. Necesitamos el poder de nuestra frecuencia. ¿Una solución rápida? Obtén tu energía del Prana y no de la adrenalina. El flujo rítmico de las kriyas de Kundalini Yoga restauran los sistemas nervioso y glandular y disuelven de tu cuerpo los antiguos patrones de reacción al estrés. Los mantras acaban con el silencio del alma y fortalecen a tus cuerpos pránico y radiante. Esto te da tanto calma como vitalidad. ¿Una solución todavía más rápida? Respira y canta. Deja que los mantras regulen tu respiración para restaurar tu Prana. Deja que la lengua y los labios se muevan por todos los puntos meridianos para balancear tu cerebro y para lidiar con el estrés. ¿Te sientes tan presionado que no puedes hacer esto? Reproduce y mantén los mantras sonando mientras tú sigues con tus cosas. Hazlos sonar aun mientras duermes. En esta era de cambios, tendremos éxito al dejar que la corriente de sonido trabaje para nosotros.

Por Shanti Shanti Kaur Khalsa/3HO

5 de mayo de 2015

SI TIENES LA POSIBILIDAD DE AMAR A UNA MUJER QUE DANZA CON LA LUNA, ÁMALA.

Es tu oportunidad de vivir un tipo de amor lo más intenso posible. Ámala porque ella así lo hará contigo, te respetara y te brindara la intensidad que hace tiempo no vivías...Con ella no existirán fronteras, tiempos, ni espacio, el tiempo se hará tan relativos que tú mismo te sorprenderás.
Ella es cíclica, y debes ser capaz de amar cada una de sus fases y respetarlas. Ámala con su luna nueva, creando y tejiendo redes de amor hacia los demás, ámala con su luna creciente, emprendiendo cada desafío, ámala con su luna llena, excitante y desbordante de energía, ámala y abrázala con su luna menguante, donde haga catarsis de su ciclo.
Contenla cada vez que lo necesite, la veras tan independiente que se te olvidara que ella es frágil, que una vez al mes necesita llorar y necesita tenerte cerca para sentirte, una mujer así quiere estar con alguien que la proteja, ella no necesita a nadie, ella decide compartir su historia por la evolución de su existencia y ayudarte en la tuya.
Si amas a una mujer que danza con la luna, ámala de verdad porque te sorprenderá la llegada de ella a tu vida, existirá un antes y un después en ti, cambiara cada espacio de tu vida, te hará sentir un éxtasis cada vez que te ame, porque ella cree y siente que nuestras vidas se van entrelazando y sabe que la maravillosa oportunidad de vivir hay que hacerlo con intensidad.
Te pedirá más y más, porque ella no se conforma con poco, ella lo quiere todo, y si no se lo das, lo busca sola. Ella te amara en las noches y en los días y te pedirá que la ames en el balcón, en la cama, en los autos, en la alfombra, en la noche y en el día, te amara en cada lugar que puedas imaginar...
Si amas a una mujer que danza con la luna, ámala de verdad porque te regalará los momentos más conectados con tus sentidos, jugara con los alimentos, brindándote experiencias en sabor inimaginables, creara huertos y plantas, con su creatividad embellecerá todo a su paso, prenderá inciensos y velas, disfrutara del canto, la risa y las largas conversaciones al lado de un vino. Ámala cuando dude y no sepa qué decisión tomar, ámala cuando críe a los niños, cuando trabaje y cuando tome su bicicleta para irse al trabajo. Ámala porque ella es fiel con su esencia. Ella te llevara a lugares que no sabrás que existen, te pondrá de frente con tus mayores miedos, te ayudara con tu propia sombra y te abrazara en medio de la tormenta. Te exigirá que estés a un nivel intelectual, emocional y pasional mucho más alto, y es porque ella quiere que te superes, no por ella, solamente por ti. Ámala y ama cada detalle que exista entre ustedes, disfruta de las tardes por los parques, de las canciones compartidas, de los ataques de llanto y sobretodo...ámala dormida.
Si amas a una mujer que danza con la luna, ámala, pero ámala de verdad, porque ya la han amado antes y todos la recuerdan como la gran mujer de sus vidas, ella pasa por la vida de sus parejas entregándose y entregando lo que más puede. Recordará a cada pareja como sus grandes maestras, las amará y las bendecirá con muchísimo amor, y te sorprenderá la forma en la que las recuerda, siempre con mucho respeto. Ella ha vivido grandes amores y debes saber lidiar con eso.
Si amas a una mujer que danza con la luna, ámala de verdad en la lluvia, y simplemente caminando por la playa, escúchale y plantéale grandes conversaciones, ella trae recuerdos ancestrales y le gusta estar alrededor del fuego, escuchando, conversando. Pasará sus noches viendo la luna, contándote historias, y sobretodo sintiendo la influencia de ella en su vida. Vivirá con los cuatro elementos en su vida constantemente, el fuego ayudándola a trasmutar y comprendiendo el para que de las cosas, el agua enseñándole a fluir, el aire dando energía para no estancarse y purificando, y la tierra recordándole siempre de donde viene. La mujer que danza con la luna, ama su autonomía y debes saber que si ella decide pasar contigo un momento de su vida, ese momento va a ser eterno en la existencia, aprovéchalo, porque ella cuando se da cuenta que su ciclo se cumplió, se pone la mochila y emprende su rumbo. Ella brilla, contigo o sin ti.
Si conoces a una mujer que danza con la luna atrévete a vivir la experiencia más intensa de tu vida, te amaran como muy pocas veces lo viviste, reirás como jamás lo hiciste, sentirás cada espacio de tu cuerpo y te emborracharás de su excitante energía envolvente.
Ella es hermana de todas las mujeres, ama a los niños como propios y respeta cada proceso, si ves una por ahí, la verás haciendo yoga, danza, meditando o simplemente disfrutando, ha viajado por el mundo, sabe que somos una pequeña parte, toma conciencia del planeta, cuida su templo llamado cuerpo, no deja que entren todos, se reúne con las mujeres en cada luna llena, agradece su linaje materno, admira las enseñanzas de su padre, respeta su historia ancestral y sobretodo cree en el amor. Aprendió a perdonar y disfruta de su soledad. Si tienes la posibilidad de amar a una mujer que danza con la luna, piénsalo bien, porque tu vida no será igual después de eso, aunque siendo sincera atrévete, vívelo y siéntete agradecido de esta oportunidad...Si tienes la posibilidad de amar a una mujer que danza con la luna, ámala, pero ámala de verdad.

Fuente: https://mujerdiosaluna.wordpress.com


30 de abril de 2015

SEXO, MEDITACIÓN Y TANTRA.

“Siento como si estuviera en trance, cierro los ojos y me invade un estado gozoso, de ensueño; no estoy dormida ni despierta. Me siento sexual, potente, erótica, viva, terrenal y celestial al mismo tiempo. Olvido todos los problemas y defectos y me sumerjo en este sueño idílico de sudor y humedad, demasiado bueno para creerlo”. Valerie Brooks en su libro “Tantra para mujeres”
La mejor forma de entender el tantra es pensar en la unión del SEXO y la MEDITACIÓN. Meditación como práctica de un estado de profunda concentración y atención focalizada en ese presente. El tantra es estar conscientes de nosotros mismos, presentes y concentrados en ese encuentro sexual.
Vivir la experiencia sexual prestando atención a las sensaciones desencadenará un estado de meditación natural. La búsqueda por potenciar el sentir enlentecerá los movimientos y agudizará los sentidos potenciando la concentración y la vivencia tántrica.
Muchos dicen que introducirse en la MEDITACIÓN a través del sexo suele ser más fácil y accesible gracias al placer físico que facilita el AQUIETAR LA MENTE y así, gustosa la atención, se pierde en ese placer presente que traerá paz interior y relajación.
El “hacer” dará paso al “estar” que propiciará la relajación de la pareja minimizando los pensamientos y toda actividad mental, potenciando así, al cuerpo como punto de partida que generará sensaciones, energía y más concentración.
TANTRA… otra forma de hacer el Amor. Hay encuentros que en sus primeros contactos nos avisan que esa puede ser la ocasión para intentarlo. Probar y disfrutar…, la experiencia nos enseña que aquello que da placer instintivamente se tiende a repetir. Nuevos hábitos saludables también se pueden aprender desde el disfrute y el placer!


Lic. PATRICIA SAFADI, Psicóloga y Especialista en Sexología Clínica
Fuente: www.patriciasafadi.com

27 de abril de 2015

LOS SÍNTOMAS SON EL LENGUAJE DEL ALMA.

A lo largo de nuestra vida tenemos que afrontar determinadas situaciones generadoras de tensiones y conflictos. Además hay una serie de acontecimientos que son especialmente estresantes, como la muerte de la pareja, la separación y el divorcio, el fallecimiento de seres queridos, los despidos o reajustes en el trabajo y la jubilación. Lo que tienen en común todas estas circunstancias es que nos obligan a adaptarnos, nos apremian para que aceptemos los cambios que conllevan, lo que implica, por una parte, incorporar algo nuevo −que de entrada nos da miedo− y, por otra, dejar que se vaya algo que conocemos −que aunque doloroso resulta a la vez tranquilizador.
Frente a los cambios reaccionamos no sólo según nuestra personalidad, más o menos adaptable, flexible y tolerante, sino también a partir de un sistema de creencias que interiorizamos fundamentalmente durante la infancia. Personalidad y creencias constituyen estructuras mentales que a menudo se sienten amenazadas ante los cambios, y como consecuencia se da cierto rechazo y resistencia a ellos. Así, frente a una circunstancia vital especialmente compleja, unida a una falta de recursos internos y ciertas dificultades para adaptarse a ella el ser humano puede generar toda una serie de síntomas, físicos y/o psicológicos, que desde una perspectiva integradora pueden verse como una voz desde el interior que busca ser escuchada.
Por lo general, una persona decide iniciar un proceso terapéutico porque su malestar empieza a ser tan acentuado que se ve «obligada» a pedir ayuda, a buscar a alguien que pueda proporcionarle alivio a sus síntomas y luz en su camino. A veces, esa petición llega incluso mucho después de haber soportado durante un largo período esa oscuridad o sufrimiento existencial. En efecto, taquicardias, temblores, ansiedad, opresión en el pecho, sobrepeso, alergias, problemas digestivos o un estado depresivo son manifestaciones físicas, síntomas que reclaman atención, que se dejan sentir de manera que a la persona cada vez le resulta más difícil vivir haciendo caso omiso de ellos y sin escuchar lo que siente su alma. Porque hay ocasiones en que el alma se queja, protesta y reclama atención. Necesita que la escuchen, aunque algunos intentan hacer lo posible por no tenerla en cuenta.
En verdad no podemos vivir desconociendo nuestras heridas, necesidades y deseos más profundos sin que ello acarree consecuencias. Vivir en la inconsciencia genera sufrimiento. Curiosamente, los síntomas indican la dirección de lo que el alma anhela, pero también aquello de lo que nos defendemos, a lo que nos resistimos con ahínco. Cabría preguntarse entonces: « ¿Qué estoy tratando de evitar?», « ¿De qué me protejo?».
En un sentido amplio del término, los síntomas, sean cuales sean y por extraño que parezca, siempre tienen una intención positiva para quien los sufre. Su sentido es cumplir diferentes funciones para la persona, y así, por ejemplo, sirven para ayudarnos a evitar ciertas cosas y para protegernos de otras, e incluso buscan obtener lo que uno no se atreve a pedir. El entramado de síntomas tiene múltiples significados, pero su finalidad primordial es sernos de utilidad. Porque en última instancia, los síntomas los genera uno mismo, aunque creamos que nos son ajenos y por ello queramos hacerlos desaparecer.
Un síntoma siempre tiene un significado, es un indicador luminoso que atrae nuestra atención y nos informa de que algo está sucediendo. Es tan útil como el pilotillo que se enciende en el coche para avisarnos de que hace falta gasolina o aceite. Los síntomas indican una disfunción, la existencia de cierto malestar interior, dolor y sufrimiento. Podría afirmarse que es la voz del alma que se queja, a la hay que prestar atención y aprender a escuchar. En un plano orgánico, el síntoma es la expresión física de lo que falta en la conciencia, pero la información se halla en la sombra, en el inconsciente, y la persona carece de acceso a ella. Para entender su mensaje y hacerlo consciente es importante analizar el momento de aparición del síntoma, lo que nos proporciona una información relevante: sucesos, sentimientos, pensamientos y fantasías. Y preguntarse: « ¿Qué me impide llevar a cabo este síntoma?», « ¿A qué me obliga?», « ¿Cuál podría ser su intención positiva?», « ¿Qué me quiere hacer ver?».

La depresión es un intento de que se establezca una conexión o comunicación más profunda con el alma, con la totalidad del Ser. Es una bajada a los «infiernos» personales, una parada del ritmo de la vida cotidiana para escucharse, un «no hacer» para enterarse de lo que sucede en el interior. La persona necesita estar en contacto consigo misma, volverse hacia dentro, encapsularse como la crisálida de una mariposa para llegar a tocar fondo. Hasta cierto punto, es necesario aceptar y respetar este proceso, cual animal que lame sus heridas para que sanen.
La depresión proporciona el momento de detenerse y revisar, un espacio para la elaboración de pérdidas y un tiempo para conectar con el alma. Uno se desactiva, se apea de la vida y se entrega a un abandono autocompasivo. La depresión puede desempeñar un papel necesario en el proceso de individuación, un tiempo para madurar, profundizar y reflexionar en pos de la búsqueda de una nueva filosofía de vida. Esa necesidad de aislamiento, silencio y soledad tal vez sea un rito de pasaje, una muerte y resurrección, una transición hacia una reconstrucción interior desde la disolución de viejas perspectivas. El vacío del abismo puede proporcionar sabiduría interior, la aceptación de los propios límites y de la realidad tal cual es, y, como resultado, un sentido de la vida y los valores personales renovados. Un estado depresivo puede verse como un vacío fértil del que puede brotar algo verdaderamente nuevo, o como un proceso de alquimia interior mediante el que llegue a destilarse la propia esencia.
Por su parte, la ansiedad es un estado permanente de miedo que suele aparecer cuando se dan preocupaciones y conflictos no resueltos. Los ataques de ansiedad reflejan miedo al futuro, a los cambios, aunque a la vez sean necesarios. Es sentirse incapaz de lo que la situación requiere. Se acompaña de opresión en el pecho, taquicardia, sudoración, temblores y un nudo en la garganta. La ansiedad es una reacción del organismo ante una situación de peligro, sea éste real o imaginario. En todo caso, es útil porque manifiesta que hay algo que se vive como una amenaza, una alerta ante una situación de peligro o catástrofe. Se trata de hacer consciente e identificar aquello a lo que tenemos miedo, para posteriormente afrontarlo.
Una persona puede quejarse y sentirse víctima de su ansiedad, aunque en realidad es una parte de ella misma la que la genera, es un mensaje dirigido a sí misma. En muchos casos es síntoma de una conducta de evitación: se está eludiendo abordar algún tema que genera dolor o tristeza. Para liberarnos de la ansiedad es necesario ser plenamente consciente de ella, sentirla en profundidad, experimentarla, acogerla e incluso aunque nos suene raro, respirarla. Dejarse llevar por lo que sucede (temblores, estremecimientos…) sin rechazarla ni bloquearla, sintiéndonos responsables de ella. Así, en vez de intentar rehuirla hay que penetrar en ella y preguntarse: « ¿Qué me está pidiendo este síntoma?».
Muchos ataques de ansiedad son una mezcla de emociones, como culpa, rabia, miedo y dolor reprimidos a los que no se les permite la expresión, una «bomba» que si no se exterioriza (eso sí, adecuadamente) causan mucho dolor a la persona. Es posible que requieran un grito, aunque sea a solas, enfadarse, llorar o bien expresar lo que se siente para tomar conciencia de ello. « ¿Qué es lo que me enfada?», « ¿De qué tengo miedo?». Se trata de decodificar el mensaje que quieren trasmitirnos, no de pasarlo por alto o reprimirlo. Porque cuanto más luchemos contra un síntoma más empeorará. Es beneficioso sentirlo, escuchar qué pide, exagerarlo incluso, ya que si podemos exagerarlo también podemos lograr que disminuya. Luchar contra los síntomas sólo sirve para reforzarlos, mientras que abrazar el síntoma nos libera de él.
Otro síntoma bastante común son las cefaleas o migrañas. Si las analizamos con atención podemos darnos cuenta de que suelen aparecer después de períodos de mucha tensión, estrés y una intensa actividad mental, así como de un exceso de estímulos y situaciones en que se está rodeado de mucha gente. El síntoma exige retiro, relajación y descanso, en un espacio en silencio y con poca luz. Si se lo escucha y se le da lo que precisa, remite. Lo interesante sería aprenderlo de una vez por todas, y parar y retirarse antes de que se encienda el piloto rojo de aviso, antes de que empiecen las primeras manifestaciones.
La vida interior nos habla en susurros, y si no somos capaces de escucharla cada vez nos habla más alto. Los síntomas nos comunican una información que está en el inconsciente y pugna por hacerse consciente. El síntoma es la punta del iceberg. De manera que cuanto mayor, más complejo, grave o exagerado sea el síntoma −sea éste físico o psicológico− más inconsciente es, y más sonoro es el grito para que podamos escucharlo, así como mayores son las defensas para que la información pueda acceder a la conciencia. Cuando no nos escuchamos, no nos entendemos o no nos comunicamos con nuestro interior es cuando aparecen los síntomas. Su intención es positiva: en realidad tratan de decirnos algo, darnos una información para que lo inconsciente se vuelva consciente. Los síntomas expresan que una parte nuestra existencia no se puede manifestar, está arrinconada y reclama atención; precisa ser vista, oída, tenida en cuenta. Nuestras creencias nos conforman y limitan. Cuando no estamos en armonía con nuestra propia vida o con la existencia en general, surgen los síntomas e incluso la enfermedad. Desde esta perspectiva integradora, se trata de encontrar aquellos aspectos que han intervenido en el origen y causa de la enfermedad, dar sentido a los mensajes que recibimos y localizar las creencias limitantes y experiencias pasadas que están bloqueando el mensaje y su comprensión.
Aunque a veces no seamos conscientes, en el ser humano existe una necesidad imperiosa de crecimiento interior, de poner fin a lo viejo y gastado. Necesitamos «actualizarnos» constantemente, aceptar y facilitar ese crecimiento tomando conciencia de aquellos aspectos en nosotros que «mueren» y «renacen» sin cesar, que nos hablan de la necesidad de cambio a que tantas veces nos resistimos. La cura está en conectar con el alma y escucharla con amor.

Ascensión Belart
Blog Un viaje hacia el corazón



LA MENSTRUACIÓN DE LAS MUJERES NO ES UN ERROR DE LA NATURALEZA.

"Las mujeres han odiado muchas veces su sangre menstrual en lugar de comprender que ella es la fuente de su poder. La sangre lleva los códigos genéticos y, dado que la Diosa Madre es la fuente de todas las cosas, de ella proceden los códigos. Es ahí donde está escondida la historia.
Se puede utilizar la sangre menstrual para nutrir la vida vegetal, para marcar la Tierra y para hacerle saber a la Tierra que la Diosa está otra vez viva. Generalmente, las mujeres ya no sangran directamente sobre la tierra. Hacerlo supone una transferencia directa de la energía de la Diosa. Cuando las mujeres dan su sangre a la tierra, ésta se nutre. Durante eones se ha dicho a las mujeres que su sangre es una maldición y han empezado a sentir miedo de su propia sangre. No comprenden que es su fuente y su poder. Una vez que abandonéis los viejos tabúes y comencéis a trabajar con vuestra sangre menstrual, os daréis cuenta de que tenéis un efecto diferente sobre los animales y las plantas. . .
Podéis marcar el terreno en el que vivís con vuestra sangre menstrual. Podríais empezar por los puntos cardinales: norte, sur, este y oeste. Y, con el tiempo, impregnaríais la tierra igual que un pintor pone capas de pintura sobre un lienzo. Podéis diluir la sangre con agua y así aumentar la cantidad. Podéis bendecirla y utilizar cristales para que mantenga su vibración. Este proceso supone el marcaje del territorio de la Diosa. Hará que las plantas y los animales tengan una renovada vitalidad y la sensación de ser Uno con la Diosa...
Sugerimos que cuando fundéis nuevas comunidades, que las mujeres se junten durante el período de su menstruación e intenten entender este momento y compartan su poder y su conocimiento con los hombres. Explorad los misterios de la sangre como un proceso natural de la vida comunitaria. Vuestro cuerpo y sus ciclos crean una imagen de la vida. . .
Si queréis tener un jardín más fértil, el más fértil de la ciudad, utilizad vuestra sangre diluida en agua. Vuestro jardín florecerá.
Os daréis cuenta de que vuestra sangre puede acelerar el crecimiento de los alimentos. Acelerará muchas cosas. La menstruación de las mujeres no es un error de la naturaleza. Es uno de los mayores regalos. Es el elixir de los dioses. Las mujeres aborígenes guardan su sangre menstrual en bolsas y luego la utilizan para sanar heridas. Hay muchas cosas que las mujeres pueden hacer con su sangre".
Barbara Marciniak



24 de abril de 2015

QUERIDA MAMÁ QUE TRABAJA.

Sé que muchas veces eres juzgada por otros por dejar a tus hijos al cuidado de otros para poder ir a trabajar. Mucha gente insinúa que no amas a tus hijos tanto como una mamá que se queda en casa y que lo mejor es que las mamás se queden en casa con sus hijos.
¿Cómo pueden decir esto de ti? Sé que amas a tus hijos tanto como cualquier otra mamá. Sé que regresar a trabajar no fue una decisión fácil. Tuviste que medir los pros y los contras desde mucho antes de que naciera tu bebé. Siempre va a ser una de las decisiones más importantes de tu vida. Pensaste esto aún desde que estabas en la escuela y estabas escogiendo tus materias.
Te veo en todas partes. Tú eres la doctora con quien llevo a mis hijos cuando están enfermos. Eres la alergóloga de mi hija, la que le diagnosticó alergia al maní. Tu eres la terapeuta que está tratando el dolor de espalda de mi esposo. Eres la contadora que nos ayuda con los impuestos. La profesora de básica de mi hijo. La directora de la guardería. La profesora de gimnasia de mi hija. La agente de bienes raíces que nos ayudó a vender la casa.  ¿Qué clase de mundo sería este si tu no estuvieras ahí para nosotros? ¿Si hubiera sucumbido a las presiones de los que insistían que el lugar de una mamá es en casa con sus hijos?
Yo sé que mides cada trabajo para ver si queda bien con tu familia. Sé que te despiertas una hora antes que todos los demás solo para poder hacer algo de ejercicio o tener un tiempo para ti. Sé que llegas a reuniones importantes después de haber estado despierta toda la noche con tu pequeño. Sé que cuando llegas a casa en las tardes, tu “segundo trabajo” empieza. La gente no entiende que estás a cargo de tu casa y además tienes un trabajo. Regresas a casa y haces comida, bañas a tus hijos, les lees un libro, los acuestas, y les das beso de buenas noches. Tú pagas las cuentas, vas al súper, lavas la ropa, los platos y todas esas cosas como todas las mamás.
Sé que muy seguido te sientes culpable por tener más tiempo separada de tus hijos y siempre sacrificas tus tiempos de descanso. Sé que no puedes tener un “día libre” cuando tus hijos están en la guardería. Yo sé que aceptas el hecho de que tu trabajo es tu tiempo libre por ahora. Sé que cuando estas en el trabajo no desperdicias ni un minuto. Sé que te comes tu almuerzo en tu escritorio, no sales por café y muestras absoluta dedicación y concentración en tu trabajo. Después de todo tú escogiste estar ahí, tú quieres estar ahí. Sé lo buena que eres para discernir a aquellos que están cuidando a tus hijos y que muchas guarderías ofrecen un excelente cuidado para los niños. Yo sé que sólo dejas a tus hijos en un lugar donde estás segura que van a ser bien cuidados y queridos. Sé que pasas muchos días en casa cuidando a tus hijos cuando están enfermos y sacrificas tu paga por eso. Y además sé que en secreto disfrutas mucho estos días y te revelas para poder estar con ellos. Sé que muchas veces te sientes culpable por no poder estar ahí todo el tiempo. Pero, mamá que trabaja, tengo la certeza de que estás poniendo un excelente ejemplo para tus hijos. Les estas enseñando que una mujer puede tener una carrera y contribuir de alguna manera al mundo fuera de casa y a la vez ser una increíble y amorosa mamá. Le estás enseñando a tus hijas que ellas puedan hacer lo que ellas quieren hacer con sus vidas. Les estás mostrando fuerza, dedicación, tenacidad, durabilidad y además  lo estás haciendo con mucha alegría y amor.

Sólo quería que supieras que entiendo. Porque las dos somos mamás.

Con mucho Amor y admiración,
Mamá Que No Trabaja

Fuente: BioBioChile 
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