En la medida que vayas realizando tu alquimia personal será más importante para ti el rumbo que estás dándole a tu vida,que los logros materiales a los que llegas.
Serás realmente generoso con los demás, sin sacrificarte por ellos solo porque te amen y te valoren, porque no te amas ni te valoras a ti mismo.
Mantendrás siempre la cabeza ergida, la mirada hacia adelante y convertirás tus "fracasos" en triunfos.
Te amarás y te valorarás a tí mismo, sin importar cuánto te valoren y te amen los demás, aunque sean tus padres, tus hermanos, o tus amigos más cercanos.
Vivirás solo en el Eterno Presente que es la única realidad, porque el pasado que produce culpa, resentimiento, frustración o cólera, y el futuro que genera temor, ansiedad y angustia, solo existen en tu mente.
Amarás libremente a los demás porque amándote a ti mismo, no necesitas depender de nadie que te de lo que tu ya posees dentro de ti.
Te perdonarás y dejarás de sentirte culpable por tus errores, pues solo hiciste lo que tu ignorancia te permitía.
Serás capaz de hablar, pero siempre amorosamente, diciendo solo la verdad y sin palabras que hieran, pues cada encuentro puede ser el último.
Perdonarás a quienes por muy bondadosos que sean, son tan humanos como tú y pueden herirte de vez en cuando.
Buscarás estar más a solas contigo mismo, en vez de vivir "drogándote" de mil formas para huir de tí mismo y no enfrentar tus conflictos.
Te haras siempre responsable de tu vida, y dejarás de culpar a otros por lo que piensas, sientes o haces, pues aunque las circunstancias, las experiencias y los demás te influencien, tú eres el único responsable.
Te compararás con lo mejor que tu mismo ERES, en vez de crear violencia comparándote siempre con los demás.
Le darás importancia a lo que ERES y no a lo que tienes, porque todo lo que tienes te será arrebatado cuando llegue tu muerte.
No tendrás miedo de abrirle el corazón a quien amas, porque eres interiormente fuerte, y puedes darte el lujo de ser vulnerable.
Serás valiente y heróico, pues a pesar de que aún exista algo de miedo, harás siempre lo que es preciso hacer y enfrentarás las consecuencias.
Buscarás siempre tus aspiraciones, compitiendo solo contigo mismo, en vez de engañarte haciéndolo con los demás.
Poseerás la verdadera madurez, que viene de la sabiduría que has logrado a través de la vivencia directa, y no de los cumpleaños que has celebrado.
Manifestarás tus emociones y sentimientos, pero sin descargarlos sobre los demás.
Cultivarás el jardín de tu alma, en vez de pedir que te traigan flores.
Esto es muy importante: Aprenderás a respetar y a aceptar la forma en que los demás te aman, sabiendo que te aman con todo lo que pueden, aunque no lo hagan de la manera que tú quisieras.
Y por último...aunque tu corazón sea partido en mil pedazos, seguirás adelante en vez de sentarte a lamentarte.
Namaste.