Todo se está moviendo suavemente al compás con tu ritmo
natural.
Confía en esto. Si empiezas a pensar “Quiero despertar rápido”, entonces
esto viene de la mente. No intentes forzar la vida o te harás daño. Cuando te
subes al avión para encontrar a tu amado, que te está esperando en otro país,
quizás sean ocho horas de vuelo. No le dirías al piloto: “Llévame allí rápido,
necesito urgentemente un beso y una caricia”. Porque que lo que va a pasar si
dices esto: no disfrutaras del viaje y además, el piloto tampoco. Ya estás a
bordo. Simplemente relájate y disfruta del vuelo y todos los entretenimientos
de este. No te vayas a dormir, pero tampoco te apresures. Solo relájate.
Permanece en la quietud natural interior y déjate llevar por la vida.
Mooji