1 de marzo de 2015

NUESTRO PILOTO AUTOMÁTICO.

¿Cuándo vas a ese sitio sueles ir por el mismo camino sin planificarlo? ¿Alguna vez has salido de casa, has cerrado la puerta y no te acuerdas de haberlo hecho? ¿En ocasiones has ido conduciendo y has seguido adelante y te has dado cuenta de te habías pasado la salida? Pues te presento al piloto automático.
Este piloto automático consiste en realizar acciones sin que nos demos cuenta de ello. Cuando este “piloto” se activa no tenemos la atención puesta en lo que hacemos, incluso a veces ni de lo que pasa a nuestro alrededor.
¿Por qué se activa? Este “piloto automático” se activa cuando estamos tan inmersos en la rutina que simplemente parece un día más y hacemos lo de siempre. Es por ello que suele ocurrirnos en acciones automáticas como caminar, ir en coche, comer, etc. Cuerpo y mente se acostumbran a seguir el mismo camino, con las mismas sensaciones, de modo que en lugar de ser una persona emocionalmente activa y abierta a la experiencia, sin darnos cuenta nos convertimos en una persona pasiva, como una máquina que realiza los mismos gestos día tras día, que sigue un camino fijo. De modo que nos quedamos en nuestra zona de confort. ¿Qué es la zona de confort? La zona de confort es la burbuja en la que vivimos. Cada persona tiene su burbuja, en dónde se incluye la forma de vivir, la forma de experimentar, su entorno, etc. Cuando nos quedamos dentro de nuestra burbuja parece que se experimente día tras día “lo mismo”, sobre todo si la persona realiza un trabajo repetitivo, llegándose a sentir que el tiempo pasa muy deprisa e incluso llegar a desorientarse en qué día se encuentra de la semana. Es importante destacar que cada zona de confort es distinta de una persona a otra. Por ejemplo, una persona que viva en el centro de Madrid estará acostumbrada a los atascos, al tráfico, al ir y venir de la gente, etc., mientras que una persona que viva en un pueblo pequeño estará acostumbrada a envolverse de un clima tranquilo, sin apenas coches y tumultos.
¿Qué tengo que hacer para que no se active el piloto automático?
Aprende a tolerar la incertidumbre: en ocasiones nos quedamos en nuestra burbuja porque nos da miedo arriesgar, nos dan miedo los cambios, lo desconocido, la incertidumbre de no saber qué va a pasar, de modo que preferimos quedarnos en un sitio controlado, en nuestra zona de confort, donde podemos intuir qué es lo que nos va a deparar el día
Improvisa: Solo cuando pasa algo extraordinario nos traslada al presente. Un atasco, un accidente, una noticia… El llamado efecto sorpresa, por el cual nos acordamos de ese día, un momento, una frase, una lección, cuando ocurre algo fuera de lo habitual que nos sorprende. No dejes que algo externo te devuelva al presente, todo día es bueno para hacer algo extraordinario, ¿por qué no?.
Explora: Coge el ordenador, el móvil, un mapa, lo que tengas a mano para poder mirar nuevas rutas para ir al trabajo, a la escuela, a coger el tren, el bus, etc. Busca una nueva ruta por otra parte para llegar al mismo lugar. Explorando nuevas calles, nuevos ambientes, te hará volver al presente.
Siente: Una comida, una tela, un perfume, un paisaje…Todo puedes sentirlo, y puedes hacer de tu acción algo diferente. Cuando comas si no sabes que lleva intenta adivinar qué ingredientes podría contener, cuando camines, observa tu entorno, qué olores te vienen en ese momento.
Cuídate:  cuando activamos el piloto automático es que en ocasiones estamos tan cansados que nuestra atención se disminuye. Por ello es importante descansar bien y comer bien, sin comidas pesadas antes de ir a trabajar. La rutina es parte de nuestra vida, pero no por ello hay que descuidar cosas tan importantes como el sueño y la alimentación.
Brain-off: a veces desconectamos del presente a través de nuestros pensamientos. Prorrogar esos pensamientos preocupantes para otro momento, quedándose el cerebro “Off” apagado nos ayudará a centrarnos en el ahora.

Raquel Ribes
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