He
aquí las malas noticias:
No
puedes “superar” un sentimiento. No puedes “pasar” de él. No puedes
liberarlo. No puedes dejarlo ir. No lo puedes transformar o
transmutar. Ni siquiera puedes sanarlo. Todas esas ideas vienen de la mente, no del cuerpo, no del Corazón.
Todas ellas son formas sutiles de
violencia, sigilosas formas de decirle “no” a un sentimiento, con el
fin de hacerlo desaparecer, de llevarlo a la muerte. Aprendemos a
dejar ir ese “dejar ir”. Olvidamos el intento de liberar. Ponemos fin
al agotador esfuerzo de sanar. En su
lugar, estamos presentes. Ofrecemos al sentimiento nuestra simple
presencia. Nuestra atención libre de resistencia. Nuestro amor.
He
aquí las buenas noticias:
En
este campo de presencia el sentimiento deja de ser un problema, un
enemigo, una aberración, una mancha, un obstáculo para la libertad. Ya no es “algo malo”. Ya no es “negativo”. Ya
no es una amenaza. Ya no es un hijo no deseado. Ahora eres su guardián,
su protector, su amoroso padre, su Hogar. Y es acogido con gran ternura,
en un apacible espacio de aceptación, el sentimiento se queda por un rato,
o se va, o regresa, o nunca regresa, pero de cualquier manera, estás
sanado de la necesidad de encontrar sanación en algún otro lado. No sanas sentimientos, ellos te sanan,
cuando les permites guiarte de vuelta a tu Completud original, a
tu amorosa naturaleza, a tu respiración, a tu lugar en esta Tierra.
Jeff
Foster
Fuente:
Facebook: Jeff Foster en español