El otro amigo dijo: «iMaravilloso! y hablan de tu segundo hijo, Benny. ¿Cómo está?».
El amigo dijo: «Estoy muy contento con mi segundo hijo. Es un líder, un gran líder político. Tiene miles y miles de seguidores, y estoy seguro de que tarde o temprano va a ser el primer ministro de este país».
Entonces el amigo dijo: «¡Caray! ¡Qué afortunado eres! ¿Y qué hay de tu tercer hijo, Izzie?».
El padre se puso muy triste y dijo: «¿Izzie? Izzie no ha cambiado. Es sastre pero te aseguro que si no fuera por Izzie estaríamos muriéndonos de hambre».
Pero el padre estaba triste porque Izzie es sólo un sastre. Y el poeta y el gran político, el gran líder... son sueños. Izzie es la realidad: el sastre. ("Pero si no fuera por Izzie, estaríamos muriéndonos de hambre").
No podrías existir si no fuera por este momento. Eso es real. Pero nunca estás contento con él. Eres feliz en tus sueños del futuro sobre premio Nobel, primeros ministros... Ahora mismo, «Izzie, es sólo un sastre». Tu realidad está donde estás enraizado; tus sueños no son tu base. Son falsos.
Acepta tu realidad en el momento presente. Percíbela afróntala sea la que sea, y no dejes que la mente se vaya al futuro. El futuro es deseo.Y tendrás que volver, porque los sueños no pueden llevarte a ninguna parte. Sólo pueden llevarte a la esperanza y la frustración, pero nada real sucede mediante ellos.
Cuando más consciente eres, menos lleno de deseos estás. Si eres perfectamente consciente, no sucede ningún deseo, y la meditación no es otra cosa que consciencia perfecta.
Osho.