Que
no todo el mundo está preparado
para
vivir la vida a tu lado.
Empezar
la aventura del romance siempre es sencillo pero mantenerlo a lo largo del
tiempo es lo complejo. Te das vueltas en círculos, a veces feliz y extasiada, a
veces aterrorizada. Una y otra vez te has hecho las mismas preguntas, te has
cuestionado lo mismo, has dejado que el amor te invada, que el miedo de inunde,
que las dudas no dejen de hacerte preguntas molestas.
La
gente se te acerca con rapidez pero pronto deciden que estar cerca de ti es
demasiado, que la energía que irradias pronto se transformará en un fuego que
los consumirá. Que tu amor no es
sencillo, que tu personalidad requiere mucho, que no están preparados para
vivir el amor como el amor debe vivirse, que prefieren seguir escapando a esa
realidad descolorida y aburrida que día a día los consume un poco más.
Esto
te costó entenderlo y por muchos años tan sólo asumiste que eras tú la del
defecto. Las cosas han cambiado, no
sin lágrimas y sufrimiento de por medio, pero te has hecho más grande, más
fuerte, has llegado a la versión más verdadera de ti misma y no permitirás que
nadie te lo quite. Estar contigo significa vivir una montaña rusa de
emociones y muchas veces sentiste que tu capacidad de sentir demasiado pronto
no era un don como tu madre siempre decía, que no era un regalo, que no
era una cualidad importante. Pero ahora ves todo con otra luz: amas más fuerte
y más intensamente que nadie que hayas conocido y te sientes orgullosa de ello. Porque, verás, contigo las cosas nunca son
a medias, nunca son grises, nunca son inciertas. Tú amas u odias y tus
sentimientos siempre son tan claros como una explosión de colores en el cielo.
No amas a medias, no haces las cosas sólo para cumplir: tú sientes y actúas con
la verdad de lo que tu corazón siente.
Eres
brillante, eres hermosa y es cierto que en muchas ocasiones estas personas
han clamado que los volverás locos, pero
¿acaso no es eso mismo lo que todos buscamos en realidad? Un amor tan
intenso que nos haga olvidar la monotonía del día a día y la simpleza de vivir
días que se repiten cíclicamente.
Hubo
ocasiones en las que intentaste calmarte, en
las que intentaste ir más lento en el nombre del supuesto “amor” que se vivía
de esa manera. Las cosas no fueron sencillas, porque tu fuerza es una
fuerza incontrolable y te mueves cómo un huracán. Nada podrá detenerte. Eres un fenómeno de la naturaleza,
impredecible y hermosa y si hay algo que has comprendido, es que no puedes
dejar que nada ni nadie extinga tu fuego interior.
Lo que has aprendido
siendo una mujer difícil de amar es claro y es algo que sabes que nunca
olvidarás. Has aprendido que el amor que te mereces es uno igual de intenso que
el tuyo y que aceptarás nada menos, incluso si eso significa que tendrás que
quedarte sola por un tiempo. También has
aprendido que el amor más importante de todos es el amor propio y que si
te aceptas tal y cómo eres nunca más volverás a caer en la tentación de cambiar
por alguien que no vale la pena. La
última lección que aprendiste fue la más difícil de todas y algunos días aún
tienes que mirarte al espejo para convencerte: pero tu locura a la hora de
amar es lo que te hace tan bella, es la fuerza que alimenta tu vida, es lo que
hace que seas tan tú y tan increíble. Si hay algo que te repites todos los
días cuando te levantas, es que no
importa lo que suceda, porque todos los días los vives como si fueran el
último y realmente, no hay milagro más hermoso en la vida que ese.
Por Emilia
García
Fuente:
http://www.upsocl.com/