Aprendí
estos últimos años sobre la urgente necesidad de desaprender todo lo que he
aprendido.
Aprendí
que las mujeres no somos aquello que yo creí que éramos.
Aprendí
que Dios no era Padre, es decir ese hombre de barba que mete culpa del cual
tanto me hablaron. Si, lo aprendí estos últimos años.
Aprendí
que consumimos para calmar nuestra angustia.
Aprendí
que estamos devastando los ecosistemas de nuestra Tierra de un modo tal que ya
hemos puesto en riesgo de vida inclusive a nosotros mismos.
Aprendí
que los árboles para muchos son una molestia, porque dan trabajo y arruinan
veredas, y que aun entonces falta mucho por aprender.
Aprendí
que personas que nunca vi en persona, pueden darte la mano, y rescatarte en tu
noche oscura del alma.
Aprendí
que esa "gente mala" es gente muerta de miedo y que nunca recibió
Amor.
Aprendí
que las revoluciones si no pasan por uno mismo ante todo, poco van a cambiar el
mundo.
Aprendí
que la realidad que me rodea en mis vínculos más cercanos, es en gran parte
responsabilidad mía.
Aprendí
que los animales no son seres inferiores y que los zoológicos son cárceles.
Aprendí
que está en nosotros y cada uno cambiar la realidad que no nos gusta, porque
esta no existe en el afuera sino en la medida que nosotros mismos permitimos
que exista.
Aprendí
que si no traemos a la conciencia lo vivido y no aceptado, esto reaparecerá
como enfermedad o seguirá repitiéndose indefinidamente. Aprendí que si no me
quiero a mi misma, mis "te quiero" a los otros serán posiblemente
superficiales.
Aprendí
que los niños necesitan otro tipo de educación, especialmente una que involucre
el aprendizaje de sus emociones, y la ecología.
Aprendí
que mucho de lo que DECIMOS son repeticiones de cosas que NOS DIJO ALGÚN OTRO,
y que si no son elegidas a conciencia ahora de adultos, nuestra lengua
simplemente es "movida" por un titiritero que nos dirige
inconscientemente.
Aprendí
que la PALABRA es sagrada y crea realidades.
Aprendí
que tengo permitido perdonarme y que al hacerlo, eventualmente dejare de sentir
la necesidad de criticar.
Aprendí
que la vida no es amenazante sino una danza perfecta en donde cada uno tiene su
lugar y razón de ser.
Aprendí
muchas cosas más que me son imposibles de enumerar aquí, y aprendí que aún
tengo mucho por aprender. Y
por sobre todo aprendí que no podemos arrancar una flor sin perturbar una
estrella.
M
u j e r A r b o l αレεյαηdrα ßαレdrïςh