31 de enero de 2015

EL OTRO COMO ESPEJO.

Resulta que estamos en el camino hacia adentro, donde la atención, la observación, la constancia y disciplina son fundamentales en el instante de conocernos.
La distracción va disminuyendo, cada vez estamos menos alejados de nosotros, sabemos, queremos y podemos darnos cuenta de las cosas que nos suceden y para que nos suceden.
En los momentos que con mayor facilidad nos distraemos es con los allegados en todas las áreas y mucho más distraídos con aquellos que decimos amar.
Es que el Otro, en este proceso de saber sobre uno mismo, de  re- conocerse, puede ser acertadamente tenido en cuenta como un valioso Maestro que está inconscientemente enseñándonos y mostrándonos muchísimas facetas nuestras.
Cada reacción que tenemos en toda relación es un indicativo de cómo somos y como estamos.
Las emociones que afloran en todo momento son solo estimuladas por los demás y nos muestran cuán automáticamente nos afectan, si estamos distraídos ya que atentos son espejos de nuestro estado interno.
Dicen los maestros que la Paz es la reina de los estados, el perder la Paz por algo “externo” no hace responsable al Otro ya que solo es una manera para revelar  que nuestra Paz no es Real y nos señala hacia donde podemos orientar nuestra atención. Ejemplo: estamos en paz e ingresamos al banco y descubrimos una fila impresionante, o vamos en el carro y alguien se nos cruza y hecha encima en alguna maniobra agresiva,  o alguien no guarda un secreto. El cómo reaccionamos será una muestra de cuán genuina es la observación, adaptación y aplicación emotiva de nuestra paz  en esas situaciones.
En casos muy cercanos como parejas y familiares o amigos muy amigos, somos más vulnerables a perder el foco en el interior y nos permitimos aceptar con facilidad que ese Otro, no es yo, aunque lo etiquete yo, lo juzgue yo y lo condicione yo.

Tarea:
Empecemos a considerar que el otro es el reflejo de la ignorancia y la cualidad (cualquiera sea) de la que puedes aprender  y crecer. Considera minuciosamente, cada intercambio con el otro, como una multiplicidad de reflejos que te describen. Es decir, observa que hay de ti en cada juicio valorativo que haces sobre otro(es una: envidiosa, fea, interesado, ordinaria, presumida, hermosa, sencilla, etc.)  Sobre tu profesión y los demás (comunicación, secretariado, recicladora, ecologista, ama de casa, bancaria, etc.). Suma en toda situación integrando al otro. Nada es casual. Todo lo que no compadecemos  en los demás es lo que más trabajo nos da aceptar en nosotros. 
A propósito una vez leí una historia en la que un individuo  había recurrido con urgencia a un Maestro, diciéndole  que le habían dicho algo que lo agredía y ofendía mucho, entonces le preguntó que comportamiento era indicado seguir.
El Maestro le dijo que siempre meditara 24 horas acerca de una ofensa ya que solo dos cosas eran posibles. La primera, que fuera acertado lo que le habían dicho y en ese caso debía regresar con el agresor y agradecerle aquellas palabras. La segunda, que de no haber algo cierto de eso en él entonces, no tenía de que ocuparse.

Marcelo Dos Santos



30 de enero de 2015

APRENDIENDO

Alguien me dijo que un río se hace poco a poco.
Gota a gota,
agua más agua en manojos,
en ramos pequeños de rocío.
Abriéndose camino
entre las caderas de la tierra
hasta el vientre del mar.
Alguien me dijo que lo humano nunca llega a ser humano,
que somos un disfraz de minutos
abrochado lentamente
al quehacer de cada día.
Que buscamos el amor
como definición suprema.
Pero que el amor es una etiqueta elegante
que envuelve la ignorancia de lo que somos.
Cuando decimos amor
hay un fondo de sangre erecta
y una vagina disconforme con su soledad.
Que somos una colección de neuronas
con estímulos eléctricos, químicos.
Enchufes somos
manejados desde una central
no sé dónde radicada.
Sinapsis, dicen, cuando se rozan tu piel y mi piel,
tus labios y mis labios,
mi sexo con tu sexo.
Yo desprecio la ciencia
cuando estoy frente a ti,
cuando tengo tu cuerpo cubriendo mi cuerpo
cuando se llena tu boca
de la locura más hermosa
y tomo conciencia
de que bebo el zumo  sabroso
del manantial  limpio de tu vida.
Prohibido a la ciencia que se acerque
a tu piel y mi piel para explicarme
la composición de las células enamoradas.
Que nadie me despierte de este sueño,
con la luna latiendo entre las sábanas
y una noche dormida en nuestra almohada.

Rafael Fernando Navarro



29 de enero de 2015


LA BÚSQUEDA DE RESPUESTAS A TUS PREGUNTAS ES SÓLO UNA BÚSQUEDA MÁS.

¿No te das cuenta de que a la mente le encanta hacer preguntas? Porque mientras pueda hacer preguntas tiene asegurada su continuidad: porque existe un concepto de pasado, de futuro, de individualidad, porque hay una persona que es la que hace preguntas y que acabará encontrando respuestas. 
¿No crees que si realmente hubiera respuestas ya las habrías encontrado? ¿Acaso no te han dado ya bastantes respuestas? ¿Acaso no tienes las estanterías repletas de libros con respuestas, repletas de ellas? 
¿Sabes qué ocurre? Que este hacerse más y más preguntas debe continuar porque la mente deber continuar, no quiere tirar la toalla, no quiere morir. Las respuestas a tus preguntas surgen una y otra vez, pero la mente no puede aceptar que sean reales porque eso aniquilaría las preguntas y, con ellas, a quien se las plantea. El sujeto que se plantea las preguntas nace y muere con ellas. Ambos son interdependientes. 
Por tanto la mente debe continuar para poder hacer preguntas y esperar respuestas. ¡Su propia existencia está en juego! Y así es como continúa la gran búsqueda: ¡Algún día me liberaré! ¡Algún día me habré liberado!
¿Y por qué no hoy? ¿Y por qué no ahora? Y si ahora no, ¿cuándo? 
¿Qué respuesta estás esperando? 
¿Qué preguntas te estás planteando? 
Quizás desenmascares todo esto y empieces a reírte a carcajadas de los tremendos enredos en los que nos metemos al intentar ser libres, al intentar liberarnos. Uno se muere de risa cuando se desenmascara la falsedad de sueño de la individualidad y de la lucha por ser libre, libera mucho buen humor. Y puede que esto suceda y puede que no, aunque tú no puedes hacer nada al respecto porque, ya de por si, ese “tu” no es más que una ficción, no es más que un cuento, no es más que un pensamiento. Toda esa lucha es un sueño maravilloso, un cuento que se está desarrollando en la conciencia, una película fantástica que te entretiene y que te hipnotiza. Es una película que se proyecta sola, exactamente tal y como debe ser. La causa de todo tu sufrimiento y tu frustración reside en tu convencimiento de que puede interferir en ella de alguna manera. El único sufrimiento es el concepto de opción. 
Esta noche cuando te acuestes y te quedes dormido, la búsqueda se dormirá contigo. Así de maravillosamente frágil e ilusorio es todo este montaje. Es un sueño maravilloso, un espejismo maravilloso. Todo él es maya…  
Jeff Foster

28 de enero de 2015

SOMOS LA PELÍCULA.

La próxima vez que vayas a ver una película, detente cuando vayas a abandonar el cine y piensa acerca de lo que acabas de ver. Cuando comiences a describir la película, te pediré que pares. Puede que vieras la película, pero no era eso lo que estaba allí. Estuviste en el cine cerca de dos horas, y durante casi todo ese tiempo estuviste mirando fijamente una pantalla que había delante; pero si te pidiera que me la describieras, me mirarías perplejo incapaz de responder. Debido a los rayos de luz coloreada que estuvieron proyectándose todo el tiempo sobre ella, no viste la pantalla; ni siquiera a pesar de que estaba allí y de que no dejaste de mirarla. No había gente «real» ni paisajes o eventos allí, en la pantalla, aunque probablemente la historia y la emoción de la película te atraparon como si todo ello fuera real, y precisamente por eso vas al cine; y si en algún momento de la película piensas «esto no es real», probablemente se debe a que no es una buena película. La proyección de la luz sobre la pantalla causó que aparecieran personas y lugares y sucesos que parecían reales y que evocaban en ti respuestas mentales y emocionales; pero en ningún momento viste la pantalla, que era lo que realmente estuviste mirando durante dos horas y sin la cual la luz proyectada no hubiera impactado sobre nada y, por tanto, no habrías sido capaz de ver la película. «Tú» y «yo» somos la película.
David Carse

LA COTIDIANIDAD.

La mejor universidad de la vida es la cotidianidad; el día a día es el mayor maestro que existe. No necesitas el título de ingeniero, filósofo, médico ni abogado para ser mejor; no necesitas ser nada de ello. Basta que reacciones ante el suceso que está aconteciendo en este instante en que te encuentras presencial; tan sólo eso. Es necesario impedir que la mente, que el prana, que el cuerpo y los sentidos reaccionen ante algo que no existe. Sin embargo, en el género humano la reacción suele ser infortunadamente al revés, es decir, se vive en el pasado. Siempre estás reaccionando ante lo que no existe; debido a esa manera errónea de reacción, enfermas el cuerpo, agotándolo con tensión psicológica y energética que no existen más que en la imaginaria mente del perceptor. Nos inmoviliza el temor, la timidez de hacer algo. No hemos realizado la acción y ya nos inmoviliza. Nuestro sistema mental, nuestro sistema dialéctico es una actividad que reacciona ante acontecimientos que no son parte del presente. De ahí entonces que a la mente le es fácil siempre asociarse, comparar, representar una realidad que no es la que está aconteciendo. Y metidos allí, en un mundo inexistente, y sumergidos en ese caos de informaciones, creyendo que conocemos cosas por el hecho de que podemos asociarlas, asumimos que ese tipo de conocimiento, ese tipo de comprensión es la válida. Y ese es el esfuerzo erróneo que hacemos para poder subsistir.

Sesha

27 de enero de 2015

AMA AL CISNE SALVAJE.

No intentes posar tus manos sobre su inocente cuello (hasta la más suave caricia le parecería el brutal manejo del verdugo).
No intentes susurrarle tu amor o tus penas (tu voz lo asustaría como un trueno en mitad de la noche).
No remuevas el agua de la laguna no respires.
Para ser tuyo tendría que morir.
Confórmate con su salvaje lejanía
Con su ajena belleza
(si vuelve la cabeza escóndete en la hierba).
No rompas el hechizo de esta tarde de verano.
Trágate tu amor imposible.
Ámalo libre.
Ama el modo en que ignora que tú existes.
Ama al cisne salvaje.

Luis Rogelio Nogueras

PD: Gracias por descubrir para mi esta preciosidad de poema.

ATENDER CON HUMANIDAD.

A veces es mucho más terapéutica una escucha que una palabra, pero también muchas veces es más terapéutico un abrazo que la distancia.
Durante principios del siglo XX Freud fue desarrollando su práctica analítica, para ello fue determinando maneras de comportarse, y de abordar la terapia. Posteriormente otros terapeutas tomaron el modelo y lo fueron llevando por diferentes lugares estableciendo nuevas corrientes.
No importa definir quién fue el primero, sino entender que "el formato" tiene su genealogía y su razón de ser. Pero que ha influido en la forma en que hoy se hace terapia. El lugar del analista, el lugar del psicólogo como un encuadre que la experiencia fue llevando a sobre determinar, estableciendo las pautas necesarias para que la terapia llegue a buen puerto. Pensándolo en base a intelectualizaciones, explicaciones profundas pero por sobre todas las cosas, en base a temores, por lo general, exagerados.
Bajo este criterio, entonces, podríamos definir ciertas condiciones en las que tradicionalmente se ha colocado al terapeuta y la terapia.
El trato, por ejemplo, suele ser formal, algunas veces incluso paciente y terapeuta se tratan de usted. En los más tradicionales el psicólogo debe estar fuera de la vista del paciente, pero si está presente, su semblante no debe demostrar repercusión alguna de lo que escucha, para no influir en la persona que está tratando. El lugar debe ser presentable, ordenado, limpio, y no debe haber información adicional que le proporcione al paciente indicación sobre quién es el terapeuta fuera del consultorio, porque esta información tal vez pueda influir en su discurso. El terapeuta debe tener mucha conciencia y cuidado de decir algo que esté influido por su vida, por sus experiencias y debe funcionar de manera ecuánime a los postulados del paciente. No debe compartirse con el paciente mates ni tampoco utilizar la información que el paciente da para beneficio propio.
Estas y un sin fin de ecuaciones "éticas" han marcado la psicología y la forma de hacer terapia durante mucho tiempo.
Más allá de los fundamentos teóricos, en las últimas décadas, hay una marcada tendencia a modificar estos aspectos rígidos de las terapias. Por mi parte, entendí que tenía mejores resultados cuando no intentaba imponer esa distancia, ni esa formalidad clásica. Me di cuenta que al tomar un mate con mis pacientes, por ejemplo, no estaba interfiriendo en su proceso de sanación y que, al contrario, la curación y el vínculo se establecía de manera más efectiva. Y también pude darme cuenta que hubo veces que el paciente comenzaba a mejorar después de un abrazo de despedida. En definitiva, el trato más humanitario, menos restringido, y sobretodo EMPÁTICO me facilitó el trabajo. Hoy en día creo, confío y entiendo que desde mi manera de abordar la cuestión, el contacto visual con el paciente es menester, que es necesario poder establecer un contacto visual, tal vez el contacto visual que le faltó o a veces para abordar esa dificultad que siente la persona cuando es mirado. La lectura gestual, y también la resonancia en mi propio cuerpo de lo que dice.
En este sentido ofrezco mi cuerpo como una caja de resonancia, un laboratorio en donde trato de trabajar con lo que la persona trae para poder devolver algo que a ella le permita atar los hilos necesarios y establecer su proceso de curación.
Hoy en día me parecen absurdos ciertos códigos de ética, ciertos formalismos innecesarios, aunque, obviamente, hay que tener en cuenta el caso por caso, y poder identificar cuándo esta manera de abordar puede llegar a ser un impedimento. Por lo pronto puedo decir que en mi experiencia fue un impedimento en un porcentaje ínfimo de tratamientos y que atender desde el amor y la compasión fue la mejor herramienta que pude adoptar como terapeuta. Muchas veces me he encontrado con personas que llegan y me comentan que sintieron los silencios, o la inexpresividad de sus anteriores psicólogos como algo doloroso. No es mi intención criticar a nadie, sino poder pensar sobre estos aspectos, y observar qué en nosotros nos lleva a tomar posturas a veces extremas.

Lic Rodolfo Falcón. 
Fuente: http://eligiendocamino.blogspot.com/

25 de enero de 2015

LA DEPRESIÓN: ¿UN REINICIO ESPIRITUAL?.

En retrospectiva me doy cuenta de que hubo gran inteligencia en mis más de veinte años de depresión. En realidad era la gracia inherente a la vida 
la que me estaba haciendo caer de rodillas. (¡A veces, la vida te pone de rodillas para que por fin estés presente para tus propias rodillas!). 
Ahí había sanación, justo en el corazón de mi pérdida de interés para ir al trabajo o ver a mis amigos, en mi abandono de toda esperanza para mi futuro, en mi completa desilusión sobre cualquier significado que fuera externo o de segunda mano, en mis náuseas hacia todo lo que fuera 'espiritual'. Incluso mi falta de interés para levantarme de la cama guardaba verdaderas maravillas. A través de una depresión suicida, 
la vida me estaba despojando de todas mis ilusiones, de todas las distracciones, de todo aquello que no era real, forzándome a mantenerme 
muy, muy cerca de mí mismo, haciéndome recordar aquello que queda después de que todo lo externo ha sido retirado. 
La depresión me obligó a recordar mi propia presencia, esencial y libre, un milagro estallando de vida. Mi propia presencia, ¡sí! - tan simple, y sin embargo tan pasada por alto, que siempre había estado aquí, más cerca que la respiración...¡más indudable que la duda! Mi propia y simple presencia - la presencia de la vida misma - era el regalo...¡Lo que siempre había anhelado! Toda la búsqueda se había revertido, ya que un 'yo' jamás puede encontrar lo que busca mientras lo sigue buscando. El falso 'yo' necesitaba fracasar en su búsqueda de la presencia para ser revelado como el suelo y la esencia de todas las cosas. La ola no puede encontrar el océano - sólo puede ser el océano. ¡Yo soy aquí. Yo existo. Yo soy! Y este es el más grande de los milagros. 
A veces es desde ahí donde tenemos que empezar, en el comienzo mismo. Tenemos que volver al origen de la vida, al lugar que está antes de incluso el 'Yo Soy'. La depresión fue el más grande fracaso del 'yo', y su rendición final. Fue un reinicio espiritual, un despertar, ciertamente. 
Mi anhelo por morir había sido, en secreto, mi anhelo por vivir, por romper mi frágil corazón para que entrara un universo sagrado... para poder contactarme con mi propio poder. Estoy consciente de que éste no es un punto de vista muy común ni popular acerca de la depresión: pero contiene inteligencia y una medicina muy poderosa, tan necesaria en nuestro cansado mundo. Así que vamos a iniciar una nueva conversación... Honrando el modelo médico de la depresión, pero llegando hasta lo más profundo. ¡Jamás alejándonos de los susurros que nos ofrece la vida!


Jeff Foster

22 de enero de 2015

ESTABLECIENDO LÍMITES EMOCIONALES.

¿Qué es un límite?
Una de las muchas definiciones posibles es que se trata de una línea o un borde que nos separa de los demás seres humanos. Un ejemplo claro de límite es la piel, que recubre y contiene todo ser físico. Podemos observar que la integridad puede perderse a partir de una lesión o por la acción de organismos invasores, si dicha brecha es extensa o el organismo invasor es fuertemente hostil, el invadido puede llegar a perder la vida.
Al igual que existen los límites físicos, también están los límites emocionales. Todos tenemos una frontera, que nos separa del resto del mundo y que contiene dentro de sus límites a nuestro propio ser, eso que somos y que nos distingue de los demás.
Los límites sin duda ponen en orden nuestra vida. Nos permiten tener una idea más clara de nosotros mismos y nos ayudan increíblemente a mejorar nuestras relaciones con los demás. Saber reconocer y establecer límites nos permite ubicar a los demás en su TRATO HACIA NOSOTROS.
Los límites SANOS nos protegen de la agresión indiscriminada, la mezquindad y la falta de consideración de los demás, todas situaciones a las que podemos vernos enfrentados en el duro y largo trayecto de la Existencia.
Permitir que alguien abuse de nosotros o nos hiera, aunque sólo sea verbalmente, no implica que esa persona sea superior a nosotros. El único modo de lograr relaciones de respeto mutuo es establecer LÍMITES CLAROS, que marquen hasta donde puede una persona penetrar en NUESTRO TERRITORIO, y en qué punto esto pasa a ser una invasión.
RECUERDE: El mundo respetará nuestros límites si les indicamos dónde están. Los límites emocionales son menos evidentes que los físicos (la piel) pero no por eso menos importantes. Al igual que pasa si nos herimos en la piel y no tomamos las medidas adecuadas contraemos una infección, cuando nuestros límites emocionales son agredidos, quedamos expuestos al sufrimiento espiritual.
Algunas personas no dejan de intentar una y otra vez invadir nuestra soberanía, y es nuestra obligación mantenerlas a distancia, en un ejercicio práctico de defensa de nuestros intereses.
La salud emocional está íntimamente relacionada con la salud de nuestros límites. Crecer en el seno de una familia conflictiva dificulta el aprendizaje de estos valiosos instrumentos. Sin embargo, a medida que nos convertimos en adultos, en seres independientes, comenzamos a vernos como individuos separados de los demás y necesitamos límites claros, que nos proporcionen el bienestar que todo ser humano requiere para enfrentar los desafíos básicos de su existencia.
Los límites emocionales pueden ser establecidos determinando CÓMO QUEREMOS QUE LOS DEMÁS NOS TRATEN. Al no poder influir sobre las reacciones de los demás, deberemos TRABAJAR SOBRE NUESTRA PROPIA CONDUCTA, alejándonos de aquellas situaciones que consideramos lesivas para nuestra persona e instalándonos en las que nos generan bienestar y respeto por nosotros mismos.
¿Cómo hacer, pues, para reforzar los límites emocionales?
Aprendiendo a ejercer nuestro derecho a decir "NO" sin sentirnos culpables y a decir “SI” cuando el sí refleja lo que en realidad estamos sintiendo. Comprenda que su piel y su cuerpo le pertenecen y que solamente usted puede determinar cómo tratarlos. Siéntase libre de decidir sobre sí de acuerdo con lo que piensa y siente. Habrá hecho sin duda la mejor elección.
¿Qué es lo que destruye los límites emocionales?
Pretender manejar posturas que no nos pertenecen, o cuando callamos en vez de expresar libremente nuestras opiniones para “MANTENER EL BUEN CLIMA DE LA RELACIÓN” o para que los demás “NO SE MOLESTEN”, estamos ocultando nuestros límites ante nosotros mismos y ante los demás.
Sufrir el desprecio, la burla, el ridículo, el desdén y el menosprecio por nuestros sentimientos, sumado a la necesidad de reprimir lo que queremos comunicar, por temor a la arbitrariedad y a los juicios severos y devaluatorios de nuestra persona. Fingir constantemente lo que no somos, expresar opiniones contrarias a las que en realidad sustentamos, simulando ante determinadas circunstancias que somos alguien diferente, perdiendo contacto con nuestro ser real, hasta terminar ignorando lo que realmente deseamos y necesitamos. Sonreír a afirmaciones que nos parecen ofensivas.
Solo hay una única ocasión en que estas actitudes se justifican y es cuando nuestra supervivencia está amenazada en algún sentido. Ante una violación de límites, que tiene lugar cuando alguien, inconscientemente o deliberadamente (por malicia o por ignorancia SIGUE SIENDO una violación) atraviesa las fronteras emocionales o físicas de otra persona, nos encontramos en una situación que nos causa mucho daño.
Aún en las circunstancias más adversas, siempre estamos a tiempo de establecer límites que nos permitan no solamente sobrevivir sino también vivir de acuerdo con nuestros principios y valores.
Aprender a establecer límites sanos y claros nos ayudará a mejorar la calidad de nuestra vida. El secreto para lograr el equilibrio que tanto buscamos es lograr construir barreras precisas.

Walter Dresel (Libro “Toma un café contigo mismo”)

20 de enero de 2015

LA MENTE ES UN ÁRBOL DADOR DE DESEOS.

Una vez un hombre estaba viajando y entró al paraíso por error. En el concepto indio del paraíso, hay árboles que conceden los deseos. Simplemente te sientas bajo uno de estos árboles, deseas cualquier cosa e inmediatamente se cumple no hay espacio alguno entre el deseo y su cumplimiento. El hombre estaba cansado, así que se durmió bajo un árbol dador de deseos. Cuando despertó, tenía hambre, entonces dijo: "¡Tengo tanta hambre! Ojalá pudiera tener algo de comida". E inmediatamente apareció la comida de la nada simplemente flotando en el aire, una comida deliciosa. Tenía tanta hambre que no prestó atención de dónde había venido la comida. Cuando tienes hambre, no estás para filosofías. Inmediatamente empezó a comer y la comida estaba tan deliciosa! Una vez que su hambre estuvo saciada, miró a su alrededor. Ahora se sentía satisfecho. Otro pensamiento surgió en él: "Si tan sólo pudiera tomar algo!" Y por ahora no hay ninguna prohibición en el paraíso, de modo que de inmediato apareció un vino estupendo. Mientras bebía este vino tranquilamente y soplaba una suave y fresca brisa bajo la sombra del árbol, comenzó a preguntarse: "Qué está pasando? ¿Estoy soñando o hay fantasmas que están jugándome una broma?" Y aparecieron fantasmas feroces, horribles, nauseabundos. Comenzó a temblar y pensó: "Seguro que me matan!" Y lo mataron. 
Esta es una antigua parábola, de inmensa significación. Tu mente es un árbol dador de deseos: pienses lo que pienses, tarde o temprano se verá cumplido. A veces, la brecha es tan grande que te olvidas por completo que lo deseaste, de modo que no puedes reconocer la fuente. Pero si observas profundamente, hallarás que todos tus pensamientos te están creando a ti y a tu vida. Crean tu infierno, crean tu cielo. Crean tu desgracia y tu alegría, lo negativo y lo positivo... Cada uno es aquí un mago. Cada uno está hilando y tejiendo un mundo mágico en torno de sí mismo... y luego es atrapado. La araña misma es atrapada en su propia tela. No hay nadie que te torture excepto tú mismo. Y cuando se comprende esto, las cosas comienzan a cambiar. Entonces puedes modificarlo, transformar tu infierno en cielo; sólo se trata de pintarlo con una visión diferente... Toda la responsabilidad es tuya. Y entonces surge una nueva posibilidad: puedes dejar de crear el mundo. No hay necesidad de crear ni en el cielo ni en el infierno, no hay ninguna necesidad de crear nada. El creador puede descansar, jubilarse. Y la jubilación de la mente es la meditación.

Osho

19 de enero de 2015

YO NO SOY CHARLIE, YO SOY YO.

“Por la paz no se lucha.
Por la paz se transita.”
Itziar Azkona
Durante todos estos días y tras el atroz y brutal atentado en Francia a la revista Charlie Hebdo, he estado escuchando muchos de los comentarios que se han retransmitido a través de numerosos medios de comunicación.
Una vez más, todo el mundo somos testigos de la violencia que nos acompaña en este mundo como Humanidad. Y es desolador y desesperanzador. Yo, al menos, me pregunto cuándo vamos a superar esto.
Ahora bien, mientras los políticos dicen “estar en guerra contra el Yihadismo”, mientras el sistema prepara una batería mayor de leyes para controlar a sus ciudadanos y mientras los medios de comunicación han dejado ya de hablar de los problemas internos para llenarse la boca, las pantallas y las páginas de un problema global como el terrorismo…., a mí me cuesta cada día más aceptar esta dualidad con la que no me identifico.
Me identifico mucho más con aquellos que están alzando la voz y diciendo “yo no soy Charlie”. Hasta ahora, hasta hace muy poco, la dualidad era tan tan férrea que decir “Yo no soy Charlie” nos ubicaba directamente en “Soy Yihadista”. Así es, o eres “nosotros” o eres “ellos”, o eres “bueno” o “malo”. Y no había lugar para más.
Pero ahora no, señores gestores del mundo global. ¡Esto ya se acabó! Entre “Charlie” y “Asesino” hay tanto espacio libre que algunos ya hemos empezado a ocuparlo. Porque ¿quién es el Estado Islamista? ¿De dónde sacan el dinero? ¿Quién les vende las armas? ¿Y de verdad creen que me voy a creer que luchan contra nosotros y nos matan sólo porque Alá es grande? ¿Es que de verdad “ellos” no somos también “nosotros”?
¿Hasta cuándo vamos a seguir negando “nuestra” parte en todo esto? Cuando ciudadanos de urbes y localidades cercanas se unen a una lucha armada, a una guerra ¿nos van a hacer creer que es por religión? Que pasa ¿que ahora la religión asesinatiza? Y aún más si Francia o cualquier otro país occidental entrara en guerra y sus ciudadanos se alistaran para combatir, ¿por qué ellos no serían terroristas y estos sí? ¿No será que “ellos” están en guerra con nosotros por algo y aún no nos hemos querido enterar”?
Yo apuesto por hacer una revisión de todo el sistema, por mirar dentro y no fuera, por hacer un debate y un análisis serio de lo que está fallando y en vez de controlar y cerrar fronteras mirar lo que está ocurriendo dentro de ellas. Observar y tratar de averiguar qué ocurre para que aún se desarrolle el instinto asesino de las personas, vivan donde vivan y sean de la religión que sean.
Mientras no interioricemos que todos somos TODOS, no sólo Charlie, entonces no llegaremos a la solución real del problema sino que tan sólo estaremos siguiendo el juego a todos aquellos que ahora mismo se están frotando las manos, en sus despachos, porque esta noticia les da aún más tregua para sus corruptelas, fechorías y desatinos varios. Desatinos como el que ahora son dos organizaciones las que se disputan el protagonismo de la barbarie. Y espero que sepan ustedes de quien hablo porque no lo voy a escribir no vaya a ser que quien me vigila ahora por Internet derribe la puerta de mi casa y me detenga.
Y eso por no hablar de la incoherencia permanente en la que vivimos, ya que somos capaces de dar cobertura a escala multinacional al asesinato de varias personas en Francia y ni nos inmutamos por las de miles de muertes por hambre en África, ni por las de miles de muertes de Ébola en África ni por las de miles de muertes por esclavitud en las minas de África. Bueno, ya, pero es que África está tan lejos! Y cómo no lo vemos!
Pues va a ser que esto está cambiando, porque yo personalmente, al ver hoy a todos los franceses ir a comprar en masa su “revista de la libertée” después de haber visto el programa de Tierra Hostil sobre el Coltán en África como que he tenido que sujetarme el corazón porque se me encogía y quería desaparecer.
Y eso por no mencionar el pulso tan estúpido entre vecinos, ese que ha existido siempre en los pueblos, tan frecuente, por las lindes, o vaya usted a saber por qué otra cuestión. Yo, si un vecino me dice que algo le molesta, dejo de hacerlo, o mejor aún, uso mi enorme creatividad para buscar la manera de seguir haciendo aquello en lo que creo, pero sin molestar al vecino. Eso en mi planeta se llama RESPETO. Y además, si la creatividad no está para eso ¿para qué sirve?
Desde aquí animo a los Charlie Hebdo de todo el mundo a que usen su enorme creatividad para ser libremente artistas y humoristas respetando los límites razonables, esas líneas rojas, esas cuestiones que molestan a algunos vecinos. Con creatividad se supera todo, incluso ofender al contrario. Para eso es el arte.
Para mí, donde hay orgullo no hay libertad. Sin embargo donde hay respeto y tolerancia sí, hay incluso una libertad más elevada. La libertad de expresión es muchas cosas, y para mí, también incluye saber callarme aquello que no toca decir. El silencio que nace del alma, ese, el auténtico, el profundo, el meditado, ese, el que nace del amor, del respeto y de la tolerancia, ese silencio forma parte de la mayor libertad de expresión del mundo.
Sé que lo que digo es sólo mío y no pretendo convencer a nadie. Tan sólo defender mi espacio, ese que sólo ocupo yo y nadie más, el mío. Si de paso inspiro a más personas a replantearse un pensamiento alternativo al:”ellos malos”  -   “nosotros buenos”, pues mejor que mejor.

Autora: Itziar Azkona
Analista Política, Socióloga. Coach Transpersonal. Creadora de www.mundobocabajo.com, una iniciativa para dar la vuelta a cada idea, a cada pensamiento, para ver qué aspecto tiene desde otra perspectiva, abriendo puertas y ventanas, logrando un mundo diferente.

Fuente: www.elblogalternativo.com



16 de enero de 2015

EL BOSQUE.

Por algún desconocido motivo tendemos a hablar, opinar (y filosofar) acerca de la vida como si estuviéramos viéndola desde fuera. Tal vez nuevamente nuestro ego nos hace creer que somos capaces de ver el bosque de la esencia humana, que sigue oculto a nuestros ojos por los árboles de la cotidianidad Tal vez alguna vez dejaremos de lado nuestro ego y nos preocuparemos simplemente de vivir aquello que somos ciertamente incapaces de analizar. Tal vez alguna vez podamos simplemente disfrutar de los árboles, aunque no sepamos que forman parte del bosque.
Fuente: falsephilosophy.wordpress.com



7 de enero de 2015

ACOMPAÑAR.

...Simplemente estar ahí, presente, al lado de quien te necesita. No es indispensable hablar, ni hacer algo especial. Lo importante es comunicar al otro que uno está unido con la alegría, o la tristeza; que está viviendo el ser querido. Lo que vale es respetar siempre el pedido, verbal o silencioso, latente o manifiesto, de compañía o de soledad. Acompañar es intuir la carencia del otro: es cuidar, proteger, sin molestar o dañar. Es tarea de amigos, de amantes, de seres que se sostienen en la hermandad de los afectos. Es un servicio de lealtad. Es un punto de contacto, más cerca de los sentimientos invisibles que de la mera proximidad física, ostensible.
Se puede estar "cerca" de alguien. También es posible estar unidos por la distancia, pero próximos en el corazón. A veces los sentimientos se filtran por las fronteras inventadas por los mismos protagonistas.
Acompañar no es pared sino puente, unión de almas. Existen paredes de vidrio, no visibles, que impiden la unidad de los sentimientos, que asfixian el surgimiento generoso y espontáneo de la compasión. Hay proximidades que agobian y aíslan mucho más que la soledad misma. "¿Y qué le digo"?, preguntó alguien, temeroso de sus propias emociones ante el dolor de un conocido..."No digas nada, absolutamente nada", respondió la sensibilidad.
Lo que importa es estar ahí en el momento justo. Tal vez no exista nada mejor que la elocuencia del silencio. En determinadas circunstancias, las palabras sólo consiguen incomunicar. Como se recuerda el sabor del vino aún después que su olor se haya desvanecido, y que su copa haya desaparecido. "Cállate por favor...quiero estar contigo", suplicó el poeta necesitado de compañía...
Walter Riso



UN AÑO MÁS...

Un año más que terminó...un nuevo año que comienza.
Época de balances para muchos y tal vez este sea el tiempo donde surjan preguntas como: ¿Qué logré en éste año que se fue? ¿Qué me queda por lograr en este año que comenzó? Y entre logros y objetivos por cumplir, todos encasillados en nuestras concepciones terrenales para acotar el "tiempo" (año que se viene, año que se va), es que muchas veces nos extraviamos en pensamientos y deseos olvidando que el momento presente, el ETERNO E INFINITO “AHORA”, es, en definitiva, lo único que existe, lo único que importa. Porque el “AHORA” es ese momento que viviéndolo de forma única, intensa, estando presente, "CIERRA" el balance con resultado siempre NEUTRO; y es que en el “AHORA” no existen dualidades, no hay logros ni fracasos, no hay apego a los resultados obtenidos (buenos o malos) que ya fueron, por eso mismo, porque FUERON y YA NO SON, así como tampoco hay apego a resultados por obtener porque tampoco existen, porque EL FUTURO TODAVÍA NO “ES”. El “AHORA” es lo único que “ES”. Si quieren fijarse un objetivo para este nuevo año no se apeguen a pensarlo siempre en un futuro, sólo basta con que suelten esa “INTENCIÓN” hacia el universo en el “AHORA” y trabajen luego firme y concienzudamente en el presente, en cada momento del “AHORA”, en el ETERNO PRESENTE para lograrlo, pero siempre sin apegarse a la presión de la ilusoria concepción de tiempo ni de resultados. Si realmente aspiran a algo y trabajan a conciencia por ello en cada momento, más tarde o más temprano, lo conseguirán.
Con estas simples palabras les deseo todo lo que esté auspiciado por el Universo para cada uno de ustedes, recuerden que siempre será perfecto todo tal como sucede.
¡Feliz y amoroso 2015! 
NAMASTE



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