¿No
te das cuenta de que a la mente le encanta hacer preguntas? Porque mientras
pueda hacer preguntas tiene asegurada su continuidad: porque existe un concepto
de pasado, de futuro, de individualidad, porque hay una persona que es la que
hace preguntas y que acabará encontrando respuestas.
¿No
crees que si realmente hubiera respuestas ya las habrías encontrado? ¿Acaso no
te han dado ya bastantes respuestas? ¿Acaso no tienes las estanterías repletas
de libros con respuestas, repletas de ellas?
¿Sabes
qué ocurre? Que este hacerse más y más preguntas debe continuar porque la mente
deber continuar, no quiere tirar la toalla, no quiere morir. Las respuestas a
tus preguntas surgen una y otra vez, pero la mente no puede aceptar que sean
reales porque eso aniquilaría las preguntas y, con ellas, a quien se las
plantea. El sujeto que se plantea las preguntas nace y muere con ellas. Ambos
son interdependientes.
Por
tanto la mente debe continuar para poder hacer preguntas y esperar
respuestas. ¡Su propia existencia está en juego! Y así es como continúa la gran
búsqueda: ¡Algún día me liberaré! ¡Algún día me habré liberado!
¿Y
por qué no hoy? ¿Y por qué no ahora? Y si ahora no, ¿cuándo?
¿Qué
respuesta estás esperando?
¿Qué
preguntas te estás planteando?
Quizás
desenmascares todo esto y empieces a reírte a carcajadas de los tremendos
enredos en los que nos metemos al intentar ser libres, al intentar liberarnos.
Uno se muere de risa cuando se desenmascara la falsedad de sueño de la
individualidad y de la lucha por ser libre, libera mucho buen humor. Y puede
que esto suceda y puede que no, aunque tú no puedes hacer nada al
respecto porque, ya de por si, ese “tu” no es más que una ficción, no es
más que un cuento, no es más que un pensamiento. Toda esa lucha es un sueño
maravilloso, un cuento que se está desarrollando en la conciencia, una película
fantástica que te entretiene y que te hipnotiza. Es una película que se
proyecta sola, exactamente tal y como debe ser. La causa de todo tu sufrimiento
y tu frustración reside en tu convencimiento de que puede interferir en ella de
alguna manera. El único sufrimiento es el concepto de opción.
Esta
noche cuando te acuestes y te quedes dormido, la búsqueda se dormirá contigo.
Así de maravillosamente frágil e ilusorio es todo este montaje. Es un sueño
maravilloso, un espejismo maravilloso. Todo él es maya…
Jeff
Foster
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