4 de abril de 2014
EL ESTADO NATURAL -1-.
Antes
de comenzar, permítanme agradecer a las autoridades de este Instituto por darme
la posibilidad de reunirme aquí con todos ustedes. Yo era muy renuente a
aceptar la invitación del señor Venkataramaiah. Pero, de alguna forma, fui
atrapado y aquí estamos.
Tal
como lo indicó el señor Kothari, no me gusta dar charlas en absoluto. Todos
ustedes parecen ser aficionados a escuchar conferencias, charlas,
disertaciones, discusiones, discursos, conversaciones, etc, etc. No sé si en algún momento se dieron cuenta
por ustedes mismos de que nunca escuchan a nadie ni a nada en este mundo.
Siempre se escuchan ustedes mismos. Yo realmente no sé qué decir. No sé qué
es lo que quieren escuchar ni qué es lo que esperan que yo haga.
Se
supone que esto sería un discurso y un diálogo. Yo les indico muy seguido a
quienes vienen a verme y a conversar que no hay diálogo posible y que no hay
necesidad de ningún diálogo tampoco. Esto puede sonarles muy extraño a todos
ustedes, pero, más allá de eso, el hecho sigue siendo que no hay diálogo
posible y que no hay necesidad tampoco de ningún diálogo. Si me lo permiten,
diré algunas palabras, como para "poner la pelota en movimiento". Esa
es una expresión muy común y rebuscada, pero servirá para nuestro propósito.
Voy
a decir algunas palabras sobre el estado de "no-saber". ¿Cómo puede
alguien decir algo sobre el estado de no-saber? Debo necesariamente utilizar
palabras. ¿Podemos utilizar las palabras sin caer en conceptos abstractos? Yo
digo que sí podemos. Pero con eso no estoy indicando que esta sea una
conceptualización no verbal. Eso es algo muy gracioso — no existe absolutamente
ninguna conceptualización no verbal. No obstante, tal vez, unas pocas palabras
como estas puedan ayudarlos a que se den cuenta que los métodos de pensamiento
impiden que comprendan las limitaciones del pensamiento como un medio para
experimentar de manera directa la vida y sus movimientos.
Este
estado de "no conocer", o estado natural, no es tan sólo mi estado
particular. Es vuestro estado natural también y no sólo el mío. No es el estado
de un hombre que ha "realizado" a Dios; no es el estado de alguien
auto-realizado. No es el estado de un hombre santo. Es el estado natural de
cada uno de ustedes. Pero debido a que están pendientes de alguien más y a que
están buscando alguna clase de liberación, o moksha —no sé qué
palabras usarán ustedes— por eso están perdidos.
Pero,
¿cómo puede uno entender las limitaciones del pensamiento? Naturalmente, el
único instrumento que tenemos es el instrumento del pensar. ¿Pero qué es el
pensamiento? Yo puedo darles muchas definiciones, y ustedes conocen muchas
otras también. Yo podría decirles que el pensamiento es tan sólo materia; el
pensamiento es una vibración; y todos nosotros estamos funcionando en esta
esfera del pensamiento. Y recogemos ciertos pensamientos porque el organismo
humano es un campo electromagnético. Y este campo electromagnético es el
producto de la cultura. Quizás sea
inapropiado para la ocasión decir que para estar en el estado natural, todo lo
que el ser humano ha pensado y sentido antes debe ser completamente eliminado y
descartado. Y eso significa que la cultura en la cual han crecido debe irse
por la alcantarilla y ser tirada por la ventana. ¿Es eso posible? Es posible. Pero, al mismo tiempo, es tan difícil,
porque uno es el producto de esa cultura y uno es eso. Uno no es diferente a
eso. No nos podemos separar de la
cultura. Y no obstante, esta cultura es lo que nos mantiene fuera de nuestro
estado natural.
¿Puede
este estado natural ser capturado, contenido y expresado con palabras? No
puede. No es un estado de consciencia de la existencia. Nunca puede convertirse
en parte del pensamiento consciente. ¿Y entonces por qué hablo de este estado
de no conocer? Para todos los propósitos prácticos este estado no existe en
absoluto. Nunca podrá ser parte de vuestro pensar consciente.
En
este punto, tendría que explicar lo que entiendo por "consciencia".
Ustedes y yo quizás le demos diferente significado, probablemente — no lo sé.
¿Cuándo se vuelven conscientes de algo? Tan
solo cuando el pensamiento aparece entre lo que está allí frente a ustedes y lo
que se supone está aquí dentro de ustedes. Eso es consciencia. De manera
que, tienen necesariamente que utilizar el pensamiento para ser conscientes de
las cosas y las personas a su alrededor. De otra forma, no son conscientes de
ellas en absoluto. Y, al mismo tiempo, uno no está inconsciente. Existe un área
en la que no se es ni consciente ni inconsciente. Pero esa
"consciencia" —si puedo utilizar esa palabra— se expresa a su manera;
y lo que impide que esa consciencia se
exprese es el movimiento del pensar.
¿Qué
puede hacer uno respecto de este movimiento del pensar? Tiene el impulso de
millones y millones de años. ¿Puede uno hacerle algo a ese pensamiento? ¿Puede
uno detenerlo? ¿Puede uno amoldarlo? ¿Darle forma? ¿Hay algo que uno pueda
hacer? Y, no obstante, nuestra cultura, nuestra civilización, nuestra educación
— todo eso nos ha forzado a utilizar ese instrumento para obtener algo para
nosotros. Así que, ¿puede ese instrumento ser usado para comprender su propia
naturaleza? Eso no es posible. Y, sin embargo, cuando uno ve la tremenda
naturaleza de este movimiento del pensar, y ve que no hay nada que uno pueda
hacer al respecto, naturalmente pierde velocidad y entra en su ritmo natural.
Cuando
digo eso, por supuesto, no me refiero a esto de lo cual están hablando las
personas en la India — que el pensamiento debe ser utilizado para alcanzar un
estado de ausencia de pensamiento o un estado meditativo. No existe absolutamente ningún estado de no pensamientos. Los
pensamientos están allí; lo estarán siempre. Desaparecerán tan sólo cuando
uno sea un cuerpo sin vida —permítanme utilizar estas palabras— "cuerpo
sin vida". De otra manera, los pensamientos están allí y seguirán estando.
Si todos los instructores espirituales
dijeran que uno debe entrar en un estado sin pensamientos, nos estarían tomando
el pelo. Ellos pueden prometerles que en ese estado sin pensamientos —en
ese estado de silencio, de quietud, o al tener una "mente
silenciosa", o cualquier frase que quieran usar— existirá una verdadera
"dicha", "beatitud", "amor", "alegría
religiosa", y un "extático estado del ser". Todo eso es una
tontería. Porque, ese estado —si existe un estado de dicha como ese— nunca
puede convertirse en parte de vuestra consciencia. Nunca puede venir a formar
parte de vuestra existencia consciente. Así que, ya pueden volver a guardar en
la chistera —si puedo utilizar esa jerga americana— todo ese asunto, todas esas
ideas, conceptos y abstracciones estúpidas acerca de estados de dicha.
Entonces,
¿qué puede hacer uno? ¿Puede alguien ayudarlo? Ningún agente externo puede ayudarlo. Eso significa un rechazo
completo y total, tal y como dije al principio, de todo lo que el hombre ha
pensado y sentido antes de uno. Mientras
quede rastro en la consciencia, de algún conocimiento, en cualquier forma, de
cualquier manera, usted está viviendo en un estado de consciencia en el cual
existe una separación. Yo me refiero a mi entrada en un estado de "no
saber" como "la calamidad". ¿Qué sucedió? No lo sé. De repente
el pensamiento entró en su estado natural. La continuidad ha terminado. De
manera que lo que estoy diciendo no es producto del pensamiento. No es algo
fabricado en el interior por mi estructura de pensamientos. No es tampoco una
premisa producto de la lógica. Más bien, lo que está sucediendo aquí es tan
sólo la expresión de ese estado del ser en el cual uno no sabe lo que está
sucediendo. Uno no sabe cómo está funcionando este organismo. Este es un simple
y puro estado físico y fisiológico del ser. No tiene connotaciones religiosas
de ningún tipo. No tiene contenido místico en ningún nivel. Y, al mismo tiempo,
esta cosa extraordinaria, la extraordinaria inteligencia que hay aquí, la cual
es un producto de siglos de evolución humana, es capaz de expresarse por sí
misma y encargarse de cualquier dificultad y cualquier situación sin crearnos más
problemas.
Interlocutor:
¿Me permite que lo interrumpa? Las personas que lo conocen me han comentado que
cuando esta calamidad le sucedió, usted no podía reconocer ni siquiera los
objetos más comunes. Usted preguntaba como un recién nacido, "¿Qué es
esto?" Incluso si había una flor frente a usted, no sabía que eso era una
flor. Entonces preguntaba, "¿Qué es eso?" Y la mujer suiza que vivía
con usted, Valentine, [ella está aquí con nosotros ahora], le decía "Es
una flor". Y usted preguntaba de nuevo, "¿Qué es eso?" ¿Trata de
decir que cuando la calamidad le sucedió, todo reconocimiento desapareció?
UG:
No sólo entonces, sino incluso ahora, como dije, este es un estado de
"no-saber". Como la memoria permanece en el trasfondo, comienza a
operar cuando existe una demanda. Esa demanda es creada por un agente externo,
porque aquí [dentro] no hay ninguna entidad. No hay ningún centro. No hay un
yo. No hay ningún Atman. No hay absolutamente ningún alma aquí. Pueden no
estar de acuerdo. Pueden no aceptarlo, pero desafortunadamente sucede que eso
es un hecho. La totalidad de los pensamientos y los sentimientos no están aquí.
Pero [en ustedes] se da una ilusión de que existe la totalidad de sus
pensamientos y sentimientos. Este organismo físico está respondiendo a los
desafíos que provienen del exterior. Uno está funcionando en la esfera — así
que, miles y miles, quizás millones y millones de sensaciones están
bombardeando este cuerpo. Como no hay un centro aquí, como no hay una mente
aquí, como no hay nada aquí, ¿qué es lo que está sucediendo? Lo que sucede es
que este organismo humano está respondiendo a los desafíos, o a los estímulos,
si puedo ponerlo de esa forma. Así que, no hay nadie aquí que esté traduciendo
esas sensaciones en términos de las experiencias pasadas. Pero hay un vívido contacto con las cosas. Eso es todo lo que hay. Una
sensación tras otra golpea al organismo. Y al mismo tiempo no hay un
coordinador aquí.
Este
estado de no-saber no tiene relación con vuestro Brahman, o vuestro Brahman
Nirguna o Brahman Saguna o cosas por el estilo. Este estado de
no-saber lo es en relación con las cosas que están aquí a nuestro alrededor.
Uno puede estar mirando una flor. Pueden pensar que esto es un estado de
locura. Quizás lo sea — yo no lo sé. Uno no sabe qué es lo que está mirando.
Pero cuando surge la necesidad —y eso siempre viene de afuera— de saber qué es
eso, entonces el conocimiento, la información que hay allí encerrada en este
organismo aparece y dice que esto es una rosa, que eso es un micrófono, eso un
hombre, eso una mujer, etc., etc. Esto
no se debe a que haya una intención desde el interior, sino que el agente
externo provoca la respuesta. Por esto, yo digo que esta acción siempre está
sucediendo fuera del organismo, no en el interior.
¿Cómo
sé que esas sensaciones están bombardeando o golpeando al organismo todo el
tiempo? Eso es tan sólo porque hay una consciencia que es consciente de sí
misma y no hay nadie que esté consciente de las cosas que suceden alrededor.
Este es un organismo viviente y ese estado viviente está funcionando a su
manera, en su forma natural.
Kothari:
U.G., me parece que esto de Brahman Nirguna, Atman, o lo que sea —
cuando alguien usa la palabra "Bhuma" [el Infinito incondicional],
otro usa la palabra "Desconocido", el tercero le llama "Akal"
[lo Intemporal], el cuarto lo llama de otra forma — todos ellos dicen que eso
no puede ser descrito. Probablemente todos quieren significar lo mismo; no lo
sé. Creo que quizás ellos quieran referirse a lo que usted llama
"Totalidad". De la forma en que yo lo entiendo, Brahman significa
"Totalidad". Si tuviera que traducir ese estado en los términos de
aquellos días, quizás sea el equivalente al estado de Brahman y es el
pensamiento el que está limitando al Akal, el que está limitando al Bhuma,
el que está limitando a lo Intemporal, pues no funciona de esa manera, creando
una individualidad en su interior. Tal vez me equivoque, tal vez esté
traduciendo, pero digo que es posible que la persona que lo escucha no conozca
la terminología antigua. Usted no utilizará esos términos, porque los términos
nuevos son sus términos. Y cada instructor, cada persona que ha alcanzado un
estado como ese por lo general ha utilizado un término distinto, una palabra
diferente, de acuerdo a su trasfondo. Pero personalmente pienso que usted se
refiere a lo mismo. Es tan sólo un comentario a lo que está diciendo.
UG:
¿Qué espera que diga? [Risas] Si ustedes
comprendieran lo que es, no estarían aquí. Ustedes no irían a escuchar a nadie.
No harían esta clase de preguntas en absoluto. Si traducen lo que estoy
diciendo, en los términos de sus particulares fantasías o de su trasfondo, esa
es su tragedia; sería su miseria. Eso no los ha ayudado. Esta es mi pregunta:
¿Le ha ayudado? ¿Por qué sigue atado a esas frases? Son frases después de todo.
Cuando se dé cuenta, cuando comprenda —cómo está operando este mecanismo, cuán automático
es, cuán mecánico— usted entenderá que
todas esas frases no tienen ningún sentido. Puede que se pregunte por qué
las estoy utilizando yo: es debido a que
ustedes y yo hemos creado esta desafortunada situación en la cual me han puesto
aquí en esta tarima y me han pedido que hable, y naturalmente, tal como lo he
dicho al principio, tengo que usar palabras. Así que, al momento en que
dejo de hablar, todo se detiene en el interior. ¿Es así? Así es aquí [en mi
caso], debido a que no hay continuidad de pensamiento.
Volvamos
al asunto al cual el Sr. Kothari se refirió, al tema de las cosas a mí
alrededor. Allí hay una mesa. No sé lo que es. Y, al mismo tiempo, si me
pregunta, "¿Qué es eso?" Inmediatamente le diría, "Es una
silla". El conocimiento está en el trasfondo. Reaparece automáticamente,
como una flecha. Pero de otra forma, esto [lo que yo percibo] es tan sólo el
reflejo de esto [lo que está frente a mí]. No lo traduzco como "una
imagen" [bimbavatu] en absoluto. Pero tengo que usar esa palabra: está
reflejando al objeto exactamente tal cual es. No quiero utilizar esas frases
metafísicas porque inmediatamente las traducirán trazando vuestro particular
paralelo. No hay aquí absolutamente ningún sujeto independiente del objeto. De
manera que no hay nada aquí [dentro de mí]. Tan sólo existe lo que hay allí, y
uno no sabe lo que es. Así que, ahora uno se da la vuelta, y ese objeto
simplemente desapareció, y ahora hay otra cosa. El anterior objeto ha desaparecido
total y completamente, y el nuevo objeto se ve exactamente como es. Pero uno no
sabe qué es. Por eso digo que este es un estado de no-saber. Probablemente
ustedes encontrarán paralelos para estas cosas. Lo que estoy tratando de indicar es la total ausencia de lo que todos
ustedes están haciendo en este momento; ese es el estado que estoy
describiendo, y no es tan sólo mi estado sino que también es la forma en que
ustedes están funcionando.
Podría
darles un ejemplo de cómo funciona en el campo de la fotografía. Yo no leo
libros, pero a veces leo revistas. Me interesan esas cosas. Han desarrollado
lentes muy poderosos para fotografiar objetos. Ahora hablan de micro segundos,
nano segundos y pico segundos. Eso no significa nada para nosotros — es todo lenguaje
técnico. Pero ahora son capaces de tomar fotos de objetos, por ejemplo, de esta
mesa, cada pico segundo. Cada toma es diferente. Así es como funciona esto
también. Pero no lo traduzcan con términos como "la cualidad de lo
nuevo" y "lo viejo". Es absolutamente imposible comunicárselo a
ustedes. No puede nunca ser parte de vuestra estructura de experiencias.
Les
estoy dando muchas conclusiones. Pero no obstante algo como esto no puede ser
experimentado por ustedes. No sé si comprenden esto. Tienen necesariamente que
abstraer esto para poder experimentar algo. Así que, lo que estoy tratando de
decirles es que nunca pueden experimentar su estado natural. Nunca puede pasar
a formar parte de la estructura que utilizan para experimentar. Y eso es lo que todo el tiempo todos
ustedes están tratando de hacer, están tratando de que esto se vuelva parte de
la estructura de experiencias. Pero esa estructura y el estado natural no
pueden coexistir al mismo tiempo.
Kothari: [Veamos
si lo entiendo] Lo que quiere decir es que todo fluye de manera continua todo
el tiempo. El ojo, el oído y los demás sentidos humanos, teniendo limitaciones,
no pueden responder a los rápidos movimientos de la existencia. No responden,
no capturan. Lo que dice es que, a menos que exista la necesidad de reconocer,
este pensamiento, esta verbalización, esta palabra — es tan sólo una forma de
afectar la vida dentro de uno, y eso es todo. No hay necesidad de verbalizar, o
traducir, si fuera posible. ¿Estoy describiendo más o menos su estado?
UG:
Eso es lo que usted entiende. [Se ríe]
Kothari:
Lo que sucede es, me parece, que todos los que vivieron en ese estado han
tratado de expresarlo en términos de lo que alguien más había dicho. Pero esto
es todo el tiempo nuevo, todo el tiempo algo puro, todo el tiempo
indescriptiblemente bello. Cuando se enfrentaron con el mundo tuvieron que
decir algo sobre eso. Él dice que no es ni nuevo ni viejo. Nunca es viejo
porque nunca lo hace parte de sus experiencias pasadas. No se traduce, a menos
que, como él dice, exista la necesidad. De otra forma, la vida es
indescifrable, todo lo que hay afuera es extraordinariamente nuevo, fresco y
puro, aunque él no use esas palabras. Así es como lo entiendo.
UG:
Debo dejar bien claro esto: que la
necesidad para que el pensamiento opere, o para que aparezcan los movimientos
del pensamiento, siempre depende de algo exterior a este organismo. Cuándo,
cómo y por qué esta traducción aparece es algo determinado por algún evento del
exterior. Las acciones suceden siempre en el exterior. Cuando existe la
necesidad, el movimiento del pensar probablemente se separa por un momento para
cubrir lo que la situación demanda, y luego otra vez está dentro del movimiento
de la vida. Así que, el pensamiento tiene un valor funcional, y ningún otro
valor.
Es
más, la continuidad del pensamiento está destruyendo la sensibilidad de sus
sentidos. Cuando el movimiento del pensar ya no es continuo, los sentidos
comienzan a funcionar de una manera extraordinaria. Cuando uso la palabra
sensibilidad, me refiero a la sensibilidad de los sentidos y no a la de la
mente. La sensibilidad de la mente es un
truco de la mente, y se puede crear un estado mental en donde uno se vuelve
sensible a los sentimientos de todo el mundo, a todas las cosas alrededor, y
uno se sumerge en ese estado enfermizo y comienza a pensar que está llegando a
alguna parte.
No hay nada que alcanzar,
no hay nada que lograr, nada que obtener, y ningún destino al cual arribar. Y
lo que está impidiendo que lo que hay ahí, ese estado pleno de vida, se exprese
a sí mismo con su particular manera es el movimiento del pensar que debería
existir tan sólo para poder funcionar en este mundo. Cuando el movimiento del
pensar no está ahí, tengo que expresarlo en términos de tiempo, pero el tiempo
es pensamiento. Cuando hay pensamiento, hay tiempo. Cuando el pensamiento está
presente, está presente el sexo, cuando el pensamiento está presente, está
presente Dios. Cuando el pensamiento no está ahí, no hay Dios, no hay sexo, no
hay nada ahí. Puede resultarles difícil aceptar esto [Kothari: "No, en
absoluto."], pero vuestra droga de
practicar virtudes, la práctica de virtudes, no es de ninguna manera la base de
esto. Y la práctica de la abstinencia, la continencia, y el celibato no son
caminos hacia esto. Pero si de todas formas quieren involucrarse con eso y
sentir que son muy superiores, es asunto suyo. Yo no estoy aquí para
reformarlos. No estoy aquí para guiarlos a ninguna parte. Pero esto es un
hecho. Tienen que comprender un hecho como un hecho. No es algo que surja de la
lógica, no es algo racional para comprenderlo racionalmente.
Un hecho es un movimiento.
La Verdad es un movimiento. La Realidad es un movimiento.
Pero yo no quiero usar esos términos, porque son palabras demasiado cargadas.
Ya saben todo acerca de ellas. Lo
lamentable de toda la cuestión es que saben mucho de estas cosas, y esa es la
miseria de todos ustedes. Esto es algo que desconocen totalmente. Yo no
estoy reclamando que lo conozco. Yo mismo no lo conozco. Por eso es que digo
que no sé. Es un estado de no-saber. No me refiero a Dios, no me refiero a la
realidad, última o penúltima, yo no sé qué es eso que estoy mirando — la
persona que ha estado conmigo todo el tiempo, día y noche. Esa es mi situación.
Si le dijera esto a un psiquiatra,
probablemente me sentaría en un sillón y me diría que algo está definitivamente
mal en mí. Probablemente, yo esté funcionando como cualquier otro ser humano.
Él no comprende eso. Ese es su problema, ya no es más mi problema. Así que,
toda vuestra búsqueda —de la verdad, Dios, la Realidad— usen la frase que más
les guste, es una cosa falsa. Todos ustedes están subidos en un tiovivo, y
quieren dar vueltas y vueltas y vueltas.
¿Cómo
pueden preguntar por algo que no conocen? ¿Cómo pueden buscar algo que no conocen?
Todos ustedes parecen conocerlo. Tienen una imagen de este estado. Partiendo de
la descripción de este estado probablemente ya hayan creado una imagen de él.
¿Qué estado? Alguien me preguntó: "¿En qué estado se halla usted?"
¿Qué Estado? Yo estoy en el Estado de Karnataka [un estado de la India]
"¿De qué estado está hablando?" Esa es mi respuesta. ¿De qué estado está
hablando? Este es su estado natural. Usted no quiere entender eso. No quiere
estar en su estado natural. Se necesita
una inteligencia extraordinaria para estar en el estado natural, para ser usted
mismo.
Ustedes
siempre quieren ser alguien más; quieren imitar la vida de otro — quieren
imitar la vida de Jesús, la vida de Buda, o la vida de Shankara. No pueden
hacer eso, porque desconocen lo que está detrás de todo esto. Terminarán cambiando sus túnicas, rosa por
azafrán, azafrán por amarillo, o amarillo por rosa, dependiendo de vuestra
fantasía particular. ¿Cómo pueden preguntar por algo que no conocen? Esa es
mi pregunta. Entonces, la búsqueda no tiene sentido. Sólo cuando la búsqueda termina, lo que es se expresa por sí mismo, con
su particular manera. Usted no puede interferir con eso. No puede manipularlo.
No puede manipular la actividad de lo que hay ahí, lo cual posee una
extraordinaria inteligencia.
Ser
uno mismo es la cosa más fácil. Y aun así usted no quiere permanecer en su
estado natural. En vez de eso imitará a alguien más, imitará la vida de otra
persona. Ese es su problema. Ser uno
mismo no demanda ningún tiempo. Pero usted habla de lo intemporal, lo cual
es una burla. Para ser usted mismo, ¿necesita tiempo? Para ser un buen hombre, para ser un hombre maravillosamente religioso,
para estar en un estado de paz o de dicha, naturalmente necesita tiempo. Eso
siempre sucederá mañana. Cuando el mañana llega, usted dice, "De acuerdo,
será pasado mañana". Eso es el tiempo. No estoy hablando de esa
cuestión metafísica o filosófica. No me refiero al asunto metafísico del tiempo
y lo intemporal. No existe tal cosa como "lo intemporal".
Estoy
haciendo aseveraciones, afirmaciones y conclusiones — ustedes las objetarán.
Tómenlo o déjenlo. No espero que acepten
lo que estoy diciendo. No están en una posición como para aceptarlo o
rechazarlo. Puede que lo rechacen porque no encaja en el esquema de su
filosofía — Shankara, Gaudapada, Ramanuja, Madhvacharya, o Dios sabe cuál —
tenemos tantas aquí... Así que ¿cómo pueden comprender esto? La única cosa por hacer es tirar la toalla.
Olvídense de todo el asunto. Es por eso, que esto requiere de un coraje extraordinario,
no el coraje o la valentía de esa gente que escala el monte Everest o trata
de cruzar nadando el Canal de la Mancha, o cruzar el Pacífico o el Atlántico en
una balsa — según sean sus caprichos. No me refiero a eso. Me refiero al
coraje. Ustedes citan su Bhagavad Gita, o sus Brahma Sutras. Todas
esas frases. ¿Qué significan? "Abhayam Brahma" [Brahman es
audaz]. ¿Por qué todos ustedes repiten esas frases? No tiene sentido. Es algo
mecánico. "¿Cómo estás?" "Estoy muy bien, no podría estar mejor".
En América, dicen "¿Cómo estás esta mañana?" "Estoy mejor que
nunca". De la misma forma, ustedes les arrojan esas frases a todo el
mundo. Si comprendieran la forma en que
esta estructura mecánica está funcionando dentro de ustedes, verían lo absurdo
de todo esto, de discutir eternamente sobre estas cuestiones. ¿Pueden tirar
todo el asunto por la ventana e irse?
U.G.
Krishnamurti
(Primera y última charla
pública dada en 1972 en el Instituto de la Cultura del Mundo en Bangalore.)
Fuente:
InnerQuest
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