15 de octubre de 2010
A PROPÓSITO DEL GURÚ.
"Ahora hay que decir una cosa muy importante a propósit o del gurú, y es que el gurú no es alguien que conoce unos ejercicios, las leyes de psicología o que comprende bien la enseñanza de los Upanishads o del Vedanta y que puede transmitir dicha enseñanza; decir "tápese la nariz, respire durante unos segundos, concentre su atención en tal parte del cuerpo". Es alguien cualificado para tener una visión total, completa, del discípulo que se encuentra frente a él, qué ejercicios son los más indicados para él ahora y cuáles no se le debe aconsejar todavía, hasta dónde puede forzar al discípulo en sus temores, en sus miedos, en sus rechazos, en sus resistencias, sin matarlo, por supuesto. Como un cirujano que sabe hasta dónde puede cortar, amputar, cercenar, abrir, hacer sangrar a su paciente en la mesa de operaciones, sin matarlo. Por consiguiente, un maestro que se contenta con enseñar unos ejercicios no sería en ningún caso un gurú. El gurú debe poseer esa visión total, completa sobre todos los planos, de quein está frente a él. Verlo con una lucidez absoluta, una visión despierta, ser absolutamente uno con sus problemas. Seguirlo paso a paso y atreverse a hacerle superar etapas interiores que contienen algo- todas las enseñanzas lo dicen- que, en un momento dado es terrorífico. Algo terrible. Donde se siente verdaderamente que se trata de una muerte y de una resurrección como el grano que sucumbe para convertirse en retoño o incluso es un árbol inmenso. La oruga muere para convertirse en mariposa. La transformación se produce a través de una agonía. Una parte del discípulo acepta y el resto lucha, resiste, forcejea, por lo que el gurú debe haber resuelto completamente todos sus problemas individuales. Ser absolutamente neutro, objetivo, imparcial. Que nada lo conmueva. Que nada lo afecte. Es simplemente alguien que ve absolutamente claro, que desciende con el discípulo a las tinieblas de éste para obligarlo a que proyecte su propia luz. Por consiguiente, vemos hasta qué punto el empleo de la palabra gurú a tontas y a locas tiene algo, con relación a la auténtica tradición, absolutamente abusivo, falso, engañoso, donde todo es cuento".
Arnaud Desjardins
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