Interlocutor:
Enamorarse de un hombre o una mujer ¿puede ser un peldaño hacia la iluminación
última?
Francis Lucille:
Puede ser un peldaño pero también puede ser el peldaño que nos haga caer.
Cuando estamos enamorados de un hombre o una mujer, tenemos que ver que estamos
enamorados de la consciencia en ese hombre o mujer. O para decirlo de otra
forma, estamos enamorados de la verdadera esencia de ese hombre o mujer, que es
también nuestra propia esencia.
Si estamos enamorados de un cuerpo
hermoso, sepámoslo o no, realmente estamos enamorados de la propia belleza,
hacia la que apunta este cuerpo hermoso. Si estamos enamorados de
cualidades bellas, tales como la inteligencia o la sensibilidad, entonces
verdaderamente estamos enamorados de la inteligencia suprema, de la
receptividad, de la consciencia última. La sensibilidad apunta a la
condición de lo vivo, a la consciencia, a la vida. Es eso de lo que estamos
enamorados. A través de la aparentemente limitada forma individual, tanto burda
como sutil, estamos enamorados de la esencia. En una relación la experiencia
del objeto nos devuelve a la esencia. De esta forma se mantiene viva. Esto solo
es posible si nuestra pareja también comparte este amor conscientemente.
En una relación necesitamos esta
comunicación profunda, y esto es posible solo si hay verdadero amor. Puede que en nuestra pareja este amor no se
haya revelado específicamente como amor por la verdad, por lo último, pero
tiene que estar allí y con el tiempo se revelará a sí mismo. De otra
forma, podemos todavía seguir enamorados de una forma hermosa o de alguna
característica hermosa y, como resultado, si no tenemos esta comunión profunda,
no habrá forma de encontrar un lugar en el que poder resolver conflictos y
enfrentamientos.
La verdadera función de las relaciones es la misma que la función de cualquier
otra cosa en esta manifestación. Es la de llevarnos a la verdad, crecer en
comprensión, amor y belleza y celebrar esto. Las relaciones están perfectamente
diseñadas para ofrecer continuas oportunidades para conducirnos a la verdad.
También están perfectamente diseñadas para celebrar esta comprensión, amor y
belleza; igual que en la música es bueno tocar duetos, tríos, y sinfonías así
como tocar solos. Por lo tanto si en una relación surgen dificultades, usa
estas dificultades como tu ejercicio de yoga. ¡Son muy efectivos! Si no hay
dificultades, entonces simplemente celebra la felicidad.
Francis Lucille