"Nadie viene al Padre
sino por Mí". Así habló Jesús. Aunque muchos escucharon, pocos
entendieron, así que buscaron al Padre a través de creer en un hombre que vivió
por un corto tiempo en esta tierra. Pero ningún hombre es "Yo" [Mí], porque
el hombre es un objeto, mientras YO SOY siempre es el sujeto. Por tanto,
traduciendo la cita anterior en el sentido de, "nadie viene al Padre sino
por Jesús", cambia completamente el significado. El Padre es la Divinidad,
Dios, Brahman, la Realidad Trascendente final. Ahora bien, esta Realidad es la
Consciencia en la que sujeto y objeto ya no están divididos sino que juntos
forman un Mar de Consciencia unido. La tendencia general de la humanidad es
buscar a Dios como un objeto, es decir, Dios es adorado como un objeto que se
representa como algo aparte del adorador. Lo que Jesús quería decir es que el
éxito no se puede alcanzar por esta vía. Es sólo a través del "Yo"
que el Padre puede ser alcanzado.
Mientras que tanto los
factores subjetivos como los objetivos se mezclan en la Conciencia Absoluta,
sin embargo la cualidad se realiza en el momento subjetivo. No hay más que un
solo "Yo" o sujeto. Una vez más, este es la más inmediato e íntimo de
todos los hechos. Por lo tanto, sólo a través del "Yo" se realiza la
identidad. Abordado de cualquier otra manera, Dios es siempre algo aparte del
buscador y, por lo tanto, se encuentra en la distancia. Venir al Padre es ser
uno con el Padre, y esto sólo puede lograrse a través del Sujeto puro o el YO
[el Ser o Sí mismo].
Con la interpretación más
común de la cita anterior hay un claro enfrentamiento entre la enseñanza de
Jesús y el de las otras luces espirituales más importantes del mundo. Pero con
la interpretación presentada aquí se da una casi, si no total, completa
reconciliación, no solo con las enseñanzas de los otros grandes fundadores de
religiones, sino también con los aforismos espontáneos de casi todas las almas
espiritualmente iluminadas. Se ajusta perfectamente con el "YO SOY el que
SOY" del Antiguo Testamento. Es idéntico en significado a la doctrina
central del budismo y el brahmanismo, donde encontramos la formulación más
clara y más completa de todas.
El "Cristo" de San Pablo es un Cristo
místico y no una persona distinta. Es un nivel de Consciencia del que Jesús el
Cristo era el símbolo para él. Este nivel de Consciencia es idéntico con aquel
desde el que Jesús habló. Esta concordancia además se puede observar leyendo
las obras de una serie de Hombres Realizados en Dios, como Jacob Boehme,
Spinoza, Whitman, Hegel, Rama Tirtha y Inayat Khan. No es necesario elaborar
más aquí.
Franklin Merrell Wolff
Fuente: Advaita info