¿La conciencia es innata al ser humano?
Sí, es una red de interacción en la que el ser humano está integrado y que produce en sí misma una condición profundamente inteligente. Desde este prisma no tienes que echar mano de un ser más inteligente, de un creador.
Ese es su tema: la no dualidad.
Cuando interpretas el mundo con el marco de la dualidad, determinas que una cosa es el que percibe y otra lo percibido.
Yo, y todo lo demás.
Exacto. Pero en Oriente hay otras formas de percepción, que se establecen creando nuevos estados de conciencia en los que la relación observador y observado cambia.
Tradúzcamelo a lo práctico.
Cuando conduces, si no reaccionas a cada curva te estrellas. De igual manera, en la práctica, estos estados de percepción se traducen en no estar en Babia, en no estar en las nubes, en estar presente, en vivir acorde con la intensidad de cada instante, en convertir cada momento en único.
Bueno, todos lo pretendemos.
El problema no es pretenderlo, sino lograrlo. Cuando ves una película y estás absorto en ella, no te das cuenta de que tú estás ahí, estás sin pensarlo. La atención constante a un objeto diluye tu sentido del yo; entonces surge una percepción diferente que se traduce en estar atento, vivo. Eso se llama no dualidad, y aflora la sabiduría y la intuición.
Nos lo han explicado muchas veces, pero en la práctica se escapa.
La mente, tal como funciona, está constituida de hábitos, y esos hábitos producen condicionamientos. Le es muy difícil a una persona salirse de esa forma habitual de percibir e interpretar las cosas. Intente por un instante no ser consciente de nada.
Imposible, ¿verdad? Incluso se es consciente de que se está distraído. Hay una condición en usted que es permanente: la conciencia. La conciencia es un don que poseemos, una fuerza inherente de saber. Su capacidad de cognición está siempre presente y se puede experimentar de manera diferente.
Bien, ¿de qué manera?
Siendo simultáneamente objeto y sujeto de percepción, eso le hará libre.
No entiendo nada.
Cuando usted percibe el mundo, lo percibe desde usted; lo que no es usted lo llama mundo. El mundo es su objeto y usted el sujeto, y desde ahí interpreta el mundo: yo y todo lo demás. Bien, pues le haré una pregunta.
Cuando lee un libro y está absorta en él, ¿dónde está usted en ese instante?
Leyendo el libro.
Sí, de acuerdo, ¿pero Ima reconoce que es Ima la que lee el libro?
No, Ima está absorta en el libro.
Exacto, si estás absorto en algo interesante o bello, estás perdido en ese momento en la percepción misma, en el presente. Y en ese instante no puedes catalogarte como yo, ya que no tienes conciencia de ti mismo.
De acuerdo, ¿y?
Cuando estás absorto, concentrado, ocurre algo mágico y misterioso: no tienes conciencia de ti pero sí del mundo que percibes, y reaccionas ante él. ¡Eso es tan grato!
Pasa el tiempo volando, cierto.
Es la pérdida del sentido de dualidad, pero no ocurre voluntariamente. Ahora plantéese otra cuestión: ¿cómo prefiere vivir: así o pensando?... Si pudiera vivir como cuando está absorta, desde ese estado de sabia percepción, si pudiera caminar, cocinar, sentir, dormir, querer así, sería todo diferente.
¿Qué hay en esa entrega total?
Está el mundo. Casi lo entiendo.
La mente trata siempre de replegarse a cosas que ya ha pensado o sentido porque así se siente segura, e invade el presente con esos sentimientos y pensamientos. Cuando aprendes a estar presente, gozas de la condición de permitir a las cosas nacer y darles tiempo a morir, y gozarlas con intensidad.
Simplemente, estar presente.
Sí, y esto que parece una simpleza descarga la psique y el sistema nervioso y permite una calidad de vida superior. La presencia es conciencia, y te permite ver el mundo como es. Se trata de convertir lo que vives en lo fundamental, en el momento válido.
¿Y cómo se consigue?
Estamos acostumbrados a que las cosas se consiguen con esfuerzo, pero ¿qué esfuerzo hace usted para existir?
Ninguno.
El problema es que usted quiere conseguir algo que con los atributos que ya conoce es imposible alcanzar. Entonces, lo que yo le digo es: atrévase, simplemente experimente el mundo, atrévase a estar presente sin saber si eso la lleva a otro sitio o no; la suma de esos pequeños momentos la conducirá a esa forma de percepción libre.
¿Coleccionar instantes de presente?
Cuando alguien tiene el don de la escritura, escribe sin dudar, como si alguien le dictara, y eso provoca que el lector se pierda en ese mundo, se convierta en eso. Si tu don es ese, resta en esa perspectiva y fluye en ella, eso te arrastra al presente de manera innata.
Y cada persona tiene un don.
Sí, aproveche su don, aquello en que no duda. A lo mejor es amar, cuidar, trabajar, pescar, cocinar; advierta aquello que por don tiene de natural y en ello sumérjase, la ayudará. Aunque existir en sí ya es un don.
Iván Oliveros (Sesha), maestro de vedanta advaita
8 de febrero de 2011
EL SECRETO DEL FUEGO
Le dije: ahora estás madura, cual manzana.
Una parte de ti es una mujer y la otra algo indescriptible:
las palabras huyen de mí y yo huyo de ellas.
Ambos fluimos hacia la infancia de este rostro trigueño
y este cuerpo cálido y lozano.
Ahora suplico y, sediento, acerco mi rostro a esta fuente rebosante.
El último día, le dije:
Eres el fuego de los bosques, el agua del río y el secreto del fuego.
Eres el fuego de los bosques, el agua del río y el secreto del fuego.
Una parte de ti es indescriptible y la otra: sacerdotisa en el templo de Ishtar.
Abd Al Wahhab Albayati
Abd Al Wahhab Albayati
UNA ACTITUD ALEGRE.
Escuchamos una máxima como: mantén siempre una actitud alegre y nos pasamos las dos semanas siguientes dándonos golpes en la cabeza porque núnca estamos alegres. Este tipo de testigo es un poco duro. Así que suavicémoslo un poco, que la cosa no es para tanto. La clave para sentirnos a gusto con nuestro cuerpo, mente y emociones, para sentir que merecemos vivir en este planeta, radica en la capacidad de suavizarse. Esta gravedad, esta seriedad acerca de todo en nuestras vidas - incluyendo la práctica -, esta actitud orientada a conseguir algo, de " vamos a hacerlo porque si no...", es el mayor aguafiestas del mundo.
Como somos tan solemnes acerca de todo, no hay posibilidad de apreciar nada. Por el contrario, una mente alegre es muy ordinaria y relajada".
Pema Chodron.
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