Le dije: ahora estás madura, cual manzana.
Una parte de ti es una mujer y la otra algo indescriptible:
las palabras huyen de mí y yo huyo de ellas.
Ambos fluimos hacia la infancia de este rostro trigueño
y este cuerpo cálido y lozano.
Ahora suplico y, sediento, acerco mi rostro a esta fuente rebosante.
El último día, le dije:
Eres el fuego de los bosques, el agua del río y el secreto del fuego.
Eres el fuego de los bosques, el agua del río y el secreto del fuego.
Una parte de ti es indescriptible y la otra: sacerdotisa en el templo de Ishtar.
Abd Al Wahhab Albayati
Abd Al Wahhab Albayati
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