"La práctica de la bendición es una forma privilegiada de desarrollar conciencia espiritual constantemente centrada.Es también un instrumento muy eficáz para crecer en amor universal y no juzgar a nadie.Cuando derramas bendición sobre la felicidad de todas las personas con las que te cruzas o relacionas, sin fijarte para nada en sus apariencias, en su porte o en su expresión, deseando de verdad la felicidad para cada uno de ellos, sinceramente, con todo tu corazón, es imposible que tu corazón no se ensanche. Podría ser un pequeño cajón: se convertirá en un gran templo".
Pierre Pradervand