VIVIR, luego de las lecturas anteriores, es un tema bien diferente.
Para empezar, las creencias, son construcciones humanas en ausencia de Saber qué es la Realidad. Son sustitutas de realidad ya que no coinciden con ella.
Creencias como:
“La vida es dura”, “Los hombres son todos iguales”, “Los espirituales son bichos raros”, “El cielo no está en la tierra”, “Para amar hay que sufrir”, “Mi vida es perfecta”, “Siempre me va mal”, “Cuando el hambre entra por la puerta, el amor sale por la ventana”, “Mi vida son mis hijos”.
Las creencias son básicamente ilógicas y la gran mayoría se forman en los primeros años de vida, y nadie se comporta contrariamente a lo que cree.
Si uno se preguntara insistentemente cómo y por qué cree que su creencia es real, al final se diría: “ ¡Es así…porque sí!”
Las creencias determinan nuestra relación con todo lo externo e interno. Son sólo un sustento y dan significado variable a nuestra existencia, digo variable porque las creencias cambian y hasta se pueden cambiar con técnicas.
Pasemos a los pensamientos. Son la actividad y ocupación principal del raciocinio, suelen convertirse en todo ese ruido que no puede mantenerse ni ordenado, ni quieto y mucho menos en silencio, porque los pensamientos fluctúan y varían llegando incluso a ser diametralmente opuestos de un momento a otro.
Los pensamientos inciden en nuestras emociones y en nuestras acciones, dicen los orientales: “de acuerdo a como pienses será tu realidad”. ¡Ojo, cualquier similitud entre tus pensamientos y tu realidad ya NO es mera coincidencia!
Cada quién piensa a su manera y eso innegablemente marca diferencias y distancias insalvables.
¡Atención! La vida siempre ES, lo que cambia es la manera de vivirla. ¿Qué aportes reales pueden darle a la vida los pensamientos y las creencias?
Creer o pensar en algo en definitiva es más un tema personal, que sólo exterioriza facetas propias. Ejemplo: “Decir no creo en extraterrestres, no aclara nada respecto a ese tema, solo la persona está diciendo que no se ocupará de ese misterio”.
¿Para qué afianzarse entonces tanto a las creencias y los pensamientos?
La vida fluye con todo y para todos de igual manera. Es como una actitud de entrega, de confianza, de simple profundidad y misterio que no necesita ser pensada o creída para existir, poética, amorosa e infinita.
¿Cómo vives tu vida? Con dramas, penurias, crisis, con alegrías impostoras y falsos “Estar bien”. Los fantasmas son creados y alimentados en nosotros y por nosotros, son sólo aparentemente “reales”. Hay miles de personas que han salido de donde podamos estar nosotros ahora e incluso en situaciones “peores” en todos los aspectos.
Ahora el Saber. Saber es certeza, ¡es vivir sin dudar!
Entonces ¿cómo “sabemos” la vida, sin pensarla o creerla? Atendiéndola, prestándole atención.
La atención es el tema de nuestra siguiente lectura.
Tarea: Soltar. Soltarse es precisamente dejar de definirse, pensarse, creerse y crearse desde un único punto limitado y sin otra posibilidad.
Suelta tanto pensamiento ruidoso, tanta creencia separatista y confía en la vida desde cada latido de tu corazón. Fluye, que nadie se ahoga en EL AMOR.
No eres la única persona que esta soltando, ¿sabes? ¡Hagamos las cosas simples!
Marcelo dos Santos