La mente humana está todo el tiempo cambiando, esa es su función permanente, cambiar. Al cambiar, su alimento es todo aquello que pueda modificarse, mejorarse, por lo tanto no es sorpresivo darse cuenta que las situaciones desagradables son las recomendadas para grabarse con mucha fuerza en la película mental ya que el deseo de ser feliz es el motor que hace rodar la cámara que filma la película.
La mecánica es sencilla cada vez que hay un momento de felicidad, la mente se aquieta, el pensamiento se suspende porque es imposible ser feliz y pensar que se es feliz al mismo tiempo. De allí que la felicidad dure tan poco.
El truco mental es el siguiente, cada vez que algo en el interior indica felicidad (como un estado más que un sentimiento), la mente siente que se desvanece y busca el primer instante disponible para ubicar un pensamiento que empiece a alejarte ese estado y así más tarde fundamentar toda su actividad en el logro de -otro- estado de felicidad como el anterior.
Las personas siempre tendemos a tener más presente las impresiones, emociones o recuerdos de que estamos incompletos (mal) y que depende de lo que resulte de aquello que hagamos estaremos bien.
Distinguir esta mecánica automática de la mente, este círculo vicioso, es importante a la hora de ser positivos. Dijimos que la energía es neutral y que se vuelve negativa o positiva de acuerdo a nuestra interpretación o elección personal.
En el caso de un duelo o pérdida por ejemplo, la memoria juega siempre su papel. Recuerda ese alguien o algo que ya no está. Podemos decir que el recuerdo en sí mismo es neutral, nos recordamos junto con aquello -persona u objeto- en alguna situación agradable, pero en lugar de registrar eso agradable, la mente lo empaña instantáneamente con el pensamiento: ya no está más. Digamos basta a esta mecánica concientemente y gradualmente transformarla en la percepción, impresión y establecimiento de aquello que es agradable y nos satisface. Inicialmente, como todo, es de perseverar y de a poco nos sorprende la elección positiva sobre todo lo que nos acontece.
Práctica : Desafío Satisfactorio.
Cada vez que hagas o busques hacer algo que revela interiormente satisfacción, déjalo fluir sin opacarlo con pensamientos negativos. Permite que la viveza de ese momento despliegue toda la gama de energía positiva en tí. Trae al presente cada vez que recuerdes toda situación agradable, el estado agradable, no las personas, cosas o lugares que ya no están porque en el presente solo cuenta el estado.
Por lo que sea que sientas satisfacción pequeña o grande, en ese instante es total. Alimenta, valora, ese estar satisfecho, ese espacio de estar pleno y no necesitar recordar nada más, mucho menos algo negativo. Esa plenitud implacable y amorosa que es fluir cuando todo está en su lugar. El mundo es el mismo, los que elegimos y cambiamos somos nosotros. Ser positivos, eso transforma la manera de vivir.
Siempre Juntos. Siempre positivos.
Marcelo dos Santos