11 de enero de 2011

TAL VEZ NO SEPAS NUNCA CUÁNDO Y CÓMO...

Tal vez no sepas nunca cuándo y cómo
quise salvar mi amor, tu amor. El nuestro.
Una vez será tarde.
Yo presiento
esa herida que avanza,
ese cierto dolor de no querernos.
Cómo decirte ahora:
mírame aún, así, trata de verme
como soy, duramente.
Con mi ternura. Claro, y mis tormentas.
Cómo decirte: sálvalo, si quieres
y cuídalo. Se te ha ido de las manos,
se me va de la sangre y no regresa.
Cómo decirte que te quiero menos
y que quiero quererte como entonces.
Y que entiendas
y no te encierres más.
Y me dejes creer en ti, de nuevo.
Cómo decirte nada.
Un día será tarde. Tarde y lejos.

Julia Prilutzki

PLACERES Y DOLORES

Los placeres y los dolores son percibidos por la mente y en el cuerpo.
Lo agradable y lo desagradable, traen las siguientes reacciones: me quedo o me voy. En el primer caso es como un suplente temporal y pobre de la felicidad en el que me voy durmiendo, ya que el placer es fácil de detectar y de obtener. Para el segundo, como algo que nos despierta y sacude, ejecutamos acciones rápidas alejándolo de nosotros, rindiéndonos a él solo cuando la mente se torna perezosa hasta el punto de considerar la vida como algo carente de amor y sin un lugar en el mundo.
Resulta imposible quebrar la sociedad SUFRIMIENTO, invisible y eterna que estos placeres y dolores llevan implícita, si uno se somete a sus requerimientos que atan y devalúan cualquier emprendimiento serio para reconocer, al Ser.
Los placeres llevan al sufrimiento, porque no hay ninguno que dure toda la vida. Nadie quiere mucho y siempre de la misma cosa, eso lleva al experimentador, al hartazgo.
El dolor experimentado por el cuerpo, puede subir o bajar sus umbrales y aunque algunos pocos busquen en ello la propia trascendencia del cuerpo y lo convierten prácticas dolorosas de su camino de liberación, para cualquier otro humano pueden significar otras formas de auto castigos, desembocando en sufrimiento psicológico.
Tarde o temprano, cualquier cosa que llega de afuera así como llega se irá. Todo lo que empieza también termina.
Vivir huyendo del dolor o acercándonos al placer que nos producen los objetos, las personas y las sensaciones, son el modelo que tiene el 98% de la población mundial. Porque la mayoría lo practique no podemos afirmar que sea el correcto.
Lo que sí podemos afirmar es que ese modelo nos convierte en personas que deseamos realmente poco y cosas o causas irrelevantes, porque deseamos acumular mucho de lo mismo y todo eso se dejará al final de este camino. El modelo del placer y del dolor solo refleja una sociedad que se queda en sus estados inferiores de conciencia ya que unos pocos luchan por tener aquello que no podrá serle arrebatado por la -muerte-. Solo el miedo es el denominador común entre los habitantes de la tierra.
El 80% de los videojuegos y series de televisión es gente buena peleando con gente mala. Gente que vive con miedo, con fantasmas auto creados para justificar sus luchas y así ignorar a los necesitados o acabar con los pacíficos, que siempre son muy silenciosos.

¡Los hijos del mundo pueden descubrir otro modelo a través nuestro!

Práctica :
Mantén cierta distancia del dolor y del placer ya que ese -tu- que los experimenta, siempre es el mismo e indiferente. Primero y más allá del sentir agrado o desagrado hay algo que lo siente. No es nuestra mente y no se haya preso en un cuerpo. Dicen que se lo conoce con la conciencia, preguntando, indagando...
¿Quién siente dolor o placer?
Solo los que aman, los que viven en el amor, no tienen miedo. Son personas que también tuvieron un deseo. El deseo Supremo, el de entregarse a la Verdad y Realizarse en el Ser, allí obtuvieron todo lo que no puede ser arrebatado por nadie, ni por la muerte, permaneciendo más allá del dolor y del placer.
Afrontando todo aquello que no eres y persistiendo en lo que eres (más allá de la mente y el cuerpo) se traza un camino seguro.

Siempre Juntos. Siempre positivos.
Marcelo dos Santos
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