ESTE ESTADO DE CRISIS ¿SERÁ SUFICIENTE PARA PROVOCAR UNA TRANSFORMACIÓN?
Hace un tiempo, leí algo acerca de Ilya Prigonine, químico y físico belga nacido en Rusia que ganó el Premio Nobel de química por descubrir que cuando los sistemas se hacen más complejos y alcanzan un cierto estado de tensión se transforman en un sistema de un orden superior.
¡Sí!, pensé cuando leí eso por primera vez. Había visto en mi propia vida que las revelaciones más significativas llegaban después de algún tipo de crisis. Normalmente, tras haber estado pensando en algo que no coseguía comprender, por mucho que lo intentara. Entonces, cuando menos lo esperaba, la revelación/respuesta me llegaba en un instante.
Nosotros, todos los que nos encontramos en la Tierra, estamos en crisis en estos momentos. El proceso del ego nos ha llevado a un punto de absoluta locura. No tienes más que observar lo que está ocurriendo en nuestro gobierno, y en todos los demás, y verás crisis. En el mundo de los negocios, hay demasiadas empresas que han puesto la obtención de beneficios por encima de todas las demás consideraciones y están destruyendo nuestro medio ambiente. Únicamente un ego puede ser tan inconsciente. Estamos echando millones de toneladas de sustancias tóxicas al aire que respiramos, al agua que bebemos y a la tierra en la que sembramos nuestros alimentos. Todos nuestros cuerpos llevan sustancias tóxicas, incluso los de nuestros bebés. Ningún rincón de la Tierra está libre de los derivados de nuestra codicia. Nuestro gobierno protege a quienes contaminan y, a su vez, contaminan tanto, o más, que las empresas.
Hemos estado usando residuos empobrecidos para fabricar las cabezas nucleares que se han utilizado en Irak y Afganistán, residuos que tienen una vida media de cuatro mil quinientos millones de años. Hemos usado esas mismas armas en pruebas realizadas frente a las costas de California y del estado de Washington. Luego nos comemos los mariscos de esas mismas aguas. Si esto no es locura, ¿qué es?
También hemos perdido contacto con la realidad en nuestro entorno social. Hemos permitido que las religiones creadas por el ego nos convirtieran en máquinas de matar, llenas de odio, para defender nuestras creencias frente a las creencias religiosas, igualmente insensatas, de otras personas. Tenemos una raza odiando a otra sin ninguna razón, excepto la inseguridad y las imágenes del ego. Vivimos en medio de mentiras, hasta tal punto que tenemos una idea muy vaga, o ninguna, de cuál es la verdad. Nuestros supuestos líderes nos mienten todo el tiempo. Incluso sabemos que lo hacen; sin embargo no hacemos nada al respecto. La mayoría de nosotros nos hemos convertido en mentirosos. Nuestros hijos ven a los adultos mentir y hacen lo mismo. No estamos educando a nuestros hijos para que piensen libremente y sean veraces. ¿Cómo podríamos enseñarles lo que no sabemos y tampoco honramos? Les estamos enseñando a ser robots indiferentes para que formen parte de las masas de máquinas económicas que están matando la vida en este planeta. La religión está enseñando a nuestros hijos a confiar en DIOS, pues ÉL nos salvará. Eso no va a ocurrir. Nosotros somos los únicos que podemos salvar este planeta. Mientras mantengamos esta apatía y acudamos a otros en busca de ayuda, estaremos permitiendo que la destrucción continúe, hasta que sea demasiado tarde, si no lo es ya.
Nos encontramos claramente, en un estado de crisis. Si no sientes que es así, o estás mal informado, o estás en un estado de negación total. La pregunta es: este estado de crisis ¿será suficiente para provocar una transformación en el mundo capaz de hacernos despertar a tiempo para detener la locura y hacer lo posible por poner fin a la destrucción de nuestro hogar? El despertar espiritual es un despertar total. No tiene nada que ver con dioses, salvadores, danzas cósmicas, ni con ninguna otra cosa. Es ver la realidad de la vida de una forma clara y honesta, y descubrir que somos, verdaderamente, un solo Ser. ¿Tendremos que ver morir en vano a millones de personas más antes de llegar a una crisis lo bastante profunda para producir un verdadero cambio? ¿Es necesario que veamos cómo mueren los océanos? ¿Es necesario que veamos cómo desaparecen las aves? ¿O que nuestros recién nacidos sean tan deformes que ni siguiera parezcan humanos? ¿O que todo el mundo tenga cáncer? Todo esto está ocurriendo en estos momentos, en mayor o menor grado. Y sin embargo, nos sentamos a ver nuestros deportes y nuestras series en la tele, y a beber una cerveza más, mientras cada día mueren de desnutrición más de cuarenta mil niños. Hay millones de personas en este país que no reciben atención médica, mientras nosotros gastamos miles de millones de dólares en guerras contra otros países en busca de beneficios económicos. ¿Qué podra sacudirnos lo suficiente para que actuemos?
¿Qué puedes hacer tú? ¡Observa! Observa cómo funcionas, en qué piensas durante todo el día. Intenta comprender y ver directamente cómo funciona el ego dentro de ti. Fíjate por qué no sientes realmente amor, aunque dices amar. Mira qué es lo que te hace sentir tan inseguro mientras construyes una fachada para aparentar ser fuerte y poderoso. Averigua por qué sientes odio. Por qué sientes que tienes que controlarlo todo y a todos los que participan en tu vida. Observa todo eso. No te limites a pensar en ello; observa directamente tus actos, tus pensamientos y tus miedos. Si realmente empiezas a ver lo que está ocurriendo, puede producirse una transformación. Cuando te hayas transformado, habla con cualquier persona que quiera escuchar e indícale el camino para que ella también pueda ver. Habla con todos los miembros de tu familia y, sobre todo, ¿sé veraz!
La crisis está aquí. ¿Cambiaremos las cosas o permaneceremos echados como tontos apáticos viendo cómo se desmorona todo a nuestro alrededor? ¿Buscaremos juegos mentales religiosos o espirituales, o veremos las realidades de la vida con claridad? El estado más iluminado espiritualmente que puedes lograr es el de ver la realidad. Está a tu alcance, porque eso es lo que en verdad eres. Tienes integridad, quieres entender (de lo contrario, no estarías leyendo esto) y conoces el amor. Aplica ese amor y esa integridad, y deja que esta crisis te haga descubrir el siguiente paso en la evolución de la humanidad.
Melvyn Wartella
29 de octubre de 2009
EL HIJO DEL INSTANTE...
El hijo del instante es, pues, el que vive en un tiempo sin divisiones, en un perpetuo ahora, fluyendo con él y adaptándose como el agua a todos los accidentes del río. Vive en un tiempo rigurosamente simultáneo, en un tiempo que no pasa porque la intuición y la impresión de la omnipresencia divina, constante y sin fisuras, es más fuerte que el vértigo de la sucesión y el cambio sin fin. Vive, pues, relajado, abandonado por completo a la voluntad divina y todo cuanto le ocurre dentro de ese abandono, lo interpreta tan solo como símbolos y aspectos relativos de su maqam (estación) actual. Su nacimiento, su muerte y su resurrección no los ve separados y sabe que el verdadero nacimiento es espiritual y no ocurre en el tiempo. Es al despertar de su letargo, de su sueño temporal, que conoce que todo es ahora, todo es simultaneo, el principio y el fin, la caída y la redención, la lejanía y la proximidad, la vida y la muerte, el conocimiento y la ignoracia. Y que la única y verdadera realidad, el único y verdadero ser, la única y verdadera existencia, no podrían tener ni comienzo ni fin, ni entrar en contradicción con nada, ni ser esclava del fragor de los días, pues todo es una sola y misma cosa en Allah.
Autor: Manuel Shuhud
Lecturas Advaitas
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