¿Cómo
le ayudó su maestro?
Yo no he tenido nunca un
maestro ni he visto a nadie como un maestro. Yo sabía, cuando aún era un
muchacho, que la vida debe ser el maestro. Prefiero la palabra invitación. Esto
fue confirmado cuando caminaba por el parque.
Seguramente,
usted necesitó comprender algo por los escritos de otras gentes.
¡Oh sí! Mi primera
comprensión realmente profunda, que vino de la lectura, fue una interpretación
de las palabras de Cristo en el libro El hombre nuevo, de Maurice Nicholl.
Explicaba que la palabra "arrepentimiento" no significaba
"apesadumbrarse por los pecados y proponerse no pecar nunca de
nuevo". La palabra, en la lengua nativa de Cristo, significa "girar
180 grados y ver de una manera nueva". Esto fue para mí una revelación que
llegó más profundamente que la comprensión intelectual. A una edad temprana, yo
sabía que había un secreto, y sentía que Cristo sabía y vivía este secreto, y
que mucho de lo que dijo se refería a él. Después de caminar por el parque, los
escritos de otras gentes sobre este tema fueron para mí como una confirmación,
y también aprendí de estas gentes cómo comunicar de una manera más clara.
¿Qué
más aprendió usted con sus lecturas sobre Cristo?
En aquella época, llegué a
comprender también el significado del simbolismo de la cruz cristiana. La vida
es aparentemente un viaje horizontal a través de algo que nosotros
llamamos tiempo. Parece oscilar entre experiencias negativas y positivas, y
mientras creemos que somos individuos separados, tratamos de hacer nuestras
vidas tan positivas como sea posible. Sin embargo, como veo ahora, todo el
mundo tiene exactamente las experiencias que necesita de una y otra polaridad,
independientemente de sus esfuerzos para influenciar ese equilibrio. El
aparente viaje horizontal sólo tiene un propósito, que es invitarnos a ver otra
posibilidad. Esa otra posibilidad es la realización de la verticalidad.
Nosotros somos la línea vertical que intersecta la línea horizontal. Nosotros
somos la luz que vive dentro de la experiencia de la vida ordinaria. Y esto es
lo que significa el crucifijo.
¿Algo
más?
Sí, el perdón de los
pecados. Siento que Cristo hablaba directamente a sus discípulos sobre estas
cosas, pero lo que decía a las gentes a menudo estaba oculto en parábolas.
Cuando decía a las gentes que sus pecados estaban perdonados, estaba diciéndoles
realmente que nunca habían tenido un pasado del que pudieran ser tenidos por
responsables. Simplemente habían sido personajes vividos por lo infinito, sin
haber tenido nunca ninguna elección ni libre albedrío.
¿Siente
usted que cualquier tentativa de organizar cualquiera de estos conceptos
inmediatamente los devalúa?
El secreto que está
disponible, y que usted de todos modos ya es, no puede ser devaluado nunca. La
palabra escrita no puede revelar el secreto porque un secreto es un tesoro
vivo, vital y atemporal. Pero la mente se protegerá a sí misma aparentando
apoyar la comunicación que se está produciendo. La evitación de lo que más se
teme, se crea convirtiendo en un método o un sistema lo que está siendo
comunicado; método o sistema que puede ser formulado, empaquetado y distribuido
a grupos de gentes. Esto ha acontecido a través de la historia y está
aconteciendo hoy con maestros que desean controlar a grupos de gentes.
Por ejemplo, algunos
maestros dan a las gentes nombres nuevos; y, por supuesto, esto refuerza más el
sentido de individualidad ligado a una identidad nueva, pero todavía separada.
Se forman grupos, y o bien las gentes viven juntas en ashrams o pertenecen
vagamente a una organización. Como resultado de esto, se crea una sensación de
singularidad y de exclusión del resto del mundo. Esto atrae mucho a la mente
guruísta. Es también una manera muy efectiva de que el secreto permanezca
oculto hasta que pueda emerger, cuando sea apropiado.
A mí me parece que usted
tiene algo que yo no tengo, y quiero obtenerlo tan rápidamente como sea
posible.
Primeramente, usted no
puede ir rápidamente a donde usted ya está [risas]. Pero comprenda esto
realmente. Viva con ello y trate de ver profundamente lo que se está diciendo
realmente.
El problema es que usted
piensa que debe acontecer algo. Usted está esperando que acontezca algo. De
hecho, acontece continuamente, y usted simplemente no lo ve. Yo no tengo nada
que usted no tenga. La diferencia es que yo ya no espero nada. Esto es ello, y
eso es el fin de ello. Abandone la búsqueda de que acontezca algo y enamórese,
enamórese íntimamente del don de la presencia en "lo que es".
Aquí, justamente aquí,
está la sede de todo lo que usted ha anhelado siempre. Es simple, ordinario y
magnífico. Vea, usted ya está en casa.
Tony Parsons (Diálogo
extraido de 'Lo que Es')