¿A qué se refiere la
palabra "no-dualidad"?
El
mundo creado por el pensamiento, el mundo de las palabras, el lenguaje y los
conceptos, es el mundo de los opuestos. "Arriba y abajo", "esto
o aquello", "dentro y fuera", "bien y el mal",
"blanco y negro", "verdadero y falso", "positivo y
negativo", "tú y yo" y así sucesivamente. El mundo de las
palabras, el lenguaje, los pensamientos, los conceptos, es un mundo dualista de
opuestos aparentes. Pero, en realidad, ¿existen los opuestos?
Lo
que realmente queremos decir cuando usamos la palabra "no-dualidad"
es algo que va más allá de todos estos opuestos creados por la mente. Pero
¿cómo podemos hablar de algo que va más allá de los opuestos, que incluso
nuestro intento de hablar de la no-dualidad es dualista?
Por
lo tanto, lo que la palabra no-dualidad significa es realmente muy difícil de
describir o explicar con palabras. De hecho, se podría decir que es imposible.
Porque no estamos hablando de la no-dualidad como opuesto a algo que se llama dualidad,
no estamos hablando de pro-dualidad en oposición a anti-dualidad. En realidad
la no-dualidad de la que hablamos no es opuesta a nada. Esto es imposible de
comprender lógica o racionalmente. Para ver de lo que estamos hablando, tenemos
que ir más allá de nuestra manera ordinaria de pensar y de ver.
La
"no-dualidad" es en realidad una traducción de la palabra sánscrita
"Advaita", que significa simplemente "no dos" y apunta a la
unidad esencial (totalidad, plenitud, unicidad) de la vida, una totalidad que
existe aquí y ahora, antes de cualquier aparente separación. Es una palabra que
indica una intimidad, un amor más allá de las palabras, justo en el corazón de
la experiencia del momento presente. Es una palabra que nos señala la vuelta a
casa. Y a pesar de la apariencia fascinante de la separación y la diversidad sólo
hay una esencia universal, una realidad. La unidad es todo lo que hay — y
estamos incluidos.
Lo
que realmente estamos tratando de hacer cuando decimos "no-dualidad"
es señalar a la vida como es justo ahora, antes de la aparición de los
conceptos y las etiquetas; antes de que el pensamiento cree un mundo de cosas: mesa,
silla, mano, pie, miedo, yo, tú, pasado, futuro. ¿Qué es la vida antes del
pensamiento? ¿Podemos siquiera hablar de eso? ¿Es posible capturar la
no-dualidad en palabras?
Cuando
hablamos de no-dualidad puede parecer a veces que queremos decir "anti-dualidad",
que estamos en contra de la dualidad o que es incorrecta o falsa, o incluso
peligrosa. Esto puede llevar a un pensamiento y religiosidad dogmáticos y a la
proclamación de la rectitud: "¡Tú eres dualista y yo soy no-dualista! ¡Soy
más no-dual que tú!" Esa es la religión de la no-dualidad. Nosotros
estamos más interesados en la verdad de la
no-dualidad.
¿Es la no-dualidad una
religión o un sistema de creencias?
La
no-dualidad no es un nuevo sistema de creencias, una religión o una guía de
"cómo" vivir. No hace promesas de futuro. Por supuesto, puede llegar
a ser un sistema de creencias o una religión, como cualquier otra cosa. Usted
podría comenzar a creer que "no hay yo, no hay 'mí', ni tiempo ni espacio
y que todo es una ilusión" — y la no-dualidad podría convertirse en su
nuevo sistema de creencias.
Eso
es lo que me sucedió hace unos años por propia experiencia, la no-dualidad se
había convertido en mi nuevo sistema de creencias, ¡aunque en ese momento yo
realmente creía que estaba libre de todos los sistemas de creencias! Cuando
alguien se suscribe a la no-dualidad como un sistema de creencias, hay
precisamente alguien ahí —una persona separada— ¡creyendo que ya no es una
persona separada! Y entonces tal vez va por ahí diciendo a todos que no es una
persona separada. Secretamente se experimenta a sí mismo como un individuo
separado, pero ha adquirido una serie de conceptos, está viviendo con una nueva
imagen de sí mismo como más allá de todas las imágenes.
Puedes
creer que no estás separado, pero todavía puedes sentirte separado, y
experimentarte a ti mismo como separado. Hay un mundo de diferencia entre
simplemente creer que no estás separado, es decir, tener intelectualmente
conceptos de no-dualidad como un nuevo sistema de creencias, y ver realmente lo
que esas palabras están señalando de una manera muy profunda. Aquí, estamos
interesados en la visión de la no-dualidad, no sólo en hablar y discutir sobre ella.Podemos hablar y
discutir sobre conceptos de la no-dualidad hasta que se nos ponga la cara azul,
podemos discutir sobre quién tiene razón y quién está equivocado y quién es más
"no-dualista", pero en realidad estaríamos perdiendo la perspectiva
de todo esto.
¿Es posible alcanzar un
estado no-dual o llegar a estar espiritualmente despierto?
¿No
es fascinante cómo el pensamiento (o la mente) automáticamente trata de
convertir lo que estamos hablando en una especie de estado especial o
experiencia? El pensamiento oye hablar sobre la "no-dualidad" y la quiere.
Y se pregunta: "¿Cómo la consigo? ¿Cómo la alcanzo? ¿Cómo la veo? ¿Quién
me puede llevar allí? ¿Quién puede transmitírmela? ¿Quién puede enseñármela o
dármela? ¿Dónde la voy a encontrar?" Entonces empieza a buscar algo que se
llama "no-dualidad". Empieza a esperar por ella. Vive con esa
esperanza.
Esto
inevitablemente ocurrirá porque la persona es siempre un buscador. Una persona
separada siempre está buscando algo. Podríamos buscar riqueza, éxito, poder,
fama, o podríamos buscar cosas "espirituales" — pero en realidad es
todo la misma búsqueda. El buscador espiritual podría buscar el despertar, la
iluminación o un estado no-dual en lugar de dinero, poder y éxito — pero en el
fondo, es el mismo movimiento.
El
tiempo siempre está involucrado en la búsqueda. Lo que buscamos está siempre en
el futuro. Decimos: "Un día encontraré la no-dualidad. Entraré en el
estado no-dual o tendré una experiencia de despertar o mi persona se
desvanecerá por arte de magia". ¡Así que párate ahí! Ya has convertido la
no-dualidad en una meta futura. Para y mira a ver dónde comienza esta búsqueda.
Entonces, ¿esta incesante
búsqueda toma diferentes formas?
Sí.
Pregunta a cualquiera en la calle lo que están buscando, y probablemente te
dirán que están buscando la paz, la felicidad, el éxito, la popularidad, el
poder, el amor, la aceptación, la comprensión, la fama, la gloria. Alguien que
se identifica como una "persona espiritual" podría estar buscando un
estado alterado de conciencia, o algún tipo de transformación o una experiencia
de iluminación, o ¡pueden estar buscando no buscar ya nada más!
Todo
el mundo está buscando algo. Esta búsqueda toma muchas formas, pero en realidad
es todo la misma búsqueda. Parece como si cada uno estuviera en busca de cosas diferentes,
pero en realidad lo que estamos buscando, en el fondo, es lo mismo.
Básicamente, todos están en busca de la misma totalidad (o unidad o integridad,
o como quieras llamarlo) — una totalidad que ya está aquí, pero pasa
desapercibida en nuestra búsqueda de una realización futura. Ahí es donde todo
comienza: en la búsquela de algo mejor en el futuro. Buscando el momento
siguiente que será un momento mejor, un momento más pleno, un momento más
completo. Y, por supuesto, la no-dualidad sólo podría convertirse en algo más
de lo que se busca. Podríamos convertir la no-dualidad en nuestra nueva meta.
Pero la palabra "No-dualidad" en realidad apunta a lo que ya está presente
aquí y ahora, dentro de esta experiencia presente, como esta experiencia. No
estamos hablando de una nueva meta para el buscador. Estamos hablando de la
vida como lo que ya es. La no-dualidad no está en el tiempo.
Si
la vida "como es" ya es perfecta, ¿por qué seguimos buscando?
La
verdadera pregunta es: "¿Quién está buscando?" ¿Qué es este buscador?
¿Dónde está? ¿Puedo encontrarlo ahora? Y ¿es este buscador quien yo soy
realmente? Parece que soy un individuo separado que está buscando algo para
completarse a sí mismo, pero ¿es eso lo que realmente soy? ¿Esta búsquela
realmente me define? ¿Soy realmente algo que está incompleto, algo que busca
completarse en el futuro? Pasas a través de todas estas diferentes capas de
preguntas y, finalmente, llegas a la pregunta fundamental: "¿Quién soy
yo?" Ahí es a donde todo conduce al final.
Entonces, ¿quién soy yo?
Si
haces esa pregunta a la mayoría de la gente, probablemente te responderían con
una historia acerca de lo que piensan que son. Podrían darte una descripción de
lo que han hecho en el pasado y tal vez de lo que sueñan hacer en el futuro.
Podrían contarte una historia acerca de su rol en la vida —que son un padre o
una madre, o una persona de negocios o un panadero— dónde trabajan y viven, y
el número de hijos que tienen. Ellos, literalmente, te contarán una historia
sobre el pasado y el futuro. Ellos, básicamente, te contarán una historia
acerca de lo que eran en el pasado y lo que piensan que van a ser en el futuro
—no quiénes son en este momento. Pero la pregunta es: "¿Quién eres ahora?"
Normalmente esta pregunta se responde con la descripción del pasado o un futuro
imaginado.
Vivimos
con una historia de nosotros mismos creada por el pensamiento. Soy un encargado
de la tienda, un médico, un abogado, un artista, una persona espiritual.
(Alguien que se llama a sí mismo una "persona espiritual" podría
incluso contar una historia acerca de cómo no es una persona, que ha
trascendido el tiempo y el espacio y que no tiene relaciones porque no tiene un
yo y no hay otros. A pesar del contenido de la historia "yo soy",
¡sigue siendo una historia! Quizás, si te ves como un "iluminado" te
has convencido a ti mismo de que no estás contando una historia, que estás más
allá de las historias. ¿Pero no es eso tan sólo otra historia? Todos parecemos
vivir con una imagen de lo que somos.)
¿Se trata de un caso de identidad
errónea?
Exactamente.
¿Es la imagen de ti mismo lo que realmente eres? ¿Te define? Y aquí está el
problema. Cuando se vive con una imagen de uno mismo, esa imagen siempre se
puede mejorar; siempre se puede tener una mejor historia. Si tienes la identidad
de que eres una mujer de negocios de éxito y que estás haciendo un montón de
dinero, tal vez tienes la esperanza de que algún día vas a hacer una fortuna y
ser una famosa millonaria. O la historia podría ser que eres una persona
espiritual y un día te convertirás en un iluminado.
¿Entonces, ¿estás diciendo
que la iluminación es sólo otra historia?
Bueno,
siempre se trata de "yo" completándome a mí mismo en el tiempo, ¿no
es así? La historia de la iluminación es igual a la historia de "un día
voy a ganar la lotería". Dentro de la historia estás siempre incompleto y
moviéndote siempre hacia una realización futura.
En
algún nivel nos sentimos incompletos ahora — hay una sensación de carencia, o
de no ser íntegro. Cada uno vive con eso, aunque no todo el mundo lo admite o
se da cuenta de ello. Así es como empieza la búsqueda: el sentido de ser
incompleto ahora, que me falta algo ahora. Luego está el deseo de un futuro de
plenitud, una realización futura. Algo quiere completarse en el futuro, pero
comienza con un sentido actual de incompletud, un sentido de carencia. Eso va
directamente a la raíz de todo — una sensación de carencia de la que todo el
mundo está tratando de escapar de algún modo.
La
sensación de carencia no parece que se vaya, podría irse por un tiempo, pero
pronto vuelve.
Pues
sí, este es el problema. Incluso cuando consigues lo que se quieres y piensas
que estás satisfecho, muy rápidamente la insatisfacción empieza de nuevo: "Por
fin he conseguido lo que quería, pero no me llena". Después de veinte años
de búsqueda espiritual finalmente tienes la experiencia del despertar que
siempre has querido, pero todavía no te sientes completo. Has conseguido un
millón de dólares y luego te das cuenta de que todavía sientes una sensación de
carencia. Finalmente has encontrado al hombre o la mujer de tus sueños, y
todavía quiere más. Este es el problema con intentar completarte a ti mismo en
el tiempo, intentar completarte ti mismo por medio de conseguir cosas y tener
experiencias. Siempre hay más. Siempre hay un futuro.
¿Por qué la búsqueda, o la
sensación de carencia finalmente comienza de nuevo?
Los
budistas ven que todo es impermanente. Por muy increíble, dichoso, o
aparentemente completo que algo sea, pasará. Lo que tienes puedes perderlo. Si
finalmente tienes todo el dinero que querías, no sería suficiente, porque
siempre se puede tener más dinero. Puedes tener más éxito, ser más famoso, más
amado, más espiritual, y así sucesivamente. Logras el décimo nivel de
consciencia (sea lo que sea) y luego quieres estar en el nivel once. ¡Quieres
llegar a la cima! El yo quiere ser más grande, más rápido, más fuerte, más.
Básicamente, queremos ser especiales de alguna manera — el yo quiere destacar
frente a otros yoes, y completarse. Quiere ser algo, no nada. Queremos estar
seguros de lo que somos y tener una historia fija y completa acerca de nosotros
mismos. Pero la naturaleza de las historias es que nunca pueden ser completas.
Y así, la búsqueda sigue y sigue — siempre esperando un sentido permanente de
total plenitud, que nunca llega.
¡Qué
agotador!
¡No
creo que la gente se dé cuenta de lo agotados que están! Vivimos con el piloto
automático y no cuestionamos nuestra búsqueda hasta que esta forma de vida se
descompone, y lo llamamos sufrimiento. Cuando todo marcha según tus deseos y
estás recibiendo todo lo que quieres —si el mecanismo de la búsqueda te funciona—
¿por qué ibas a cuestionar su realidad? Pero lo que suele suceder es que tarde
o temprano, ¡la vida deja de seguir tus deseos! Entonces nos damos cuenta de
que no controlamos la vida y que no podemos tener lo que queremos. Todo este
mecanismo de búsqueda empieza a descomponerse y sufrimos. Cuando estás
sufriendo puedes empezar a preguntarte, "¿Es esto lo que realmente soy?
¿Realmente necesito todo esto que creo que necesito?
Por lo tanto, ¿todos
sufrimos de alguna manera?
Sí.
Algunas personas parecen sufrir de forma extrema y otros parecen sufrir menos,
pero todo el mundo está sufriendo a su manera, incluso si no se dan cuenta.
Como hemos dicho, en última instancia, la vida te lleva a la pregunta:
"¿Quién soy yo?" Cada uno llega a esta pregunta a su manera. Con el
tiempo puedes comenzar a preguntarte por qué estás sufriendo y cuestionarte
todas estas presunciones fundamentales que hemos estado hablando. A menudo la
gente llega al mensaje de la no-dualidad a través del sufrimiento, el dolor o
la angustia. En otras palabras, cuando la búsqueda comienza a fallar en algún
nivel, otra posibilidad puede empezar a abrirse.
¿Qué tiene que ofrecer el
mensaje de la no-dualidad al buscador que sufre?
La
totalidad o plenitud que estás buscando no se puede encontrar en el futuro. La
totalidad que cada uno busca ya está realmente aquí en esta experiencia
presente, en este momento presente. La plenitud que estás buscando — es lo que
eres. Parece una total paradoja cuando tratas de entenderlo con el pensamiento
y va realmente en contra de todo lo que estamos condicionados a creer. No se
trata de entender esto con la mente, con el pensamiento — se trata realmente de
ver esto por ti mismo, en tu propia experiencia. En cierto modo, esto no ofrece
nada al buscador — es en primer lugar la experiencia de ser un buscador, lo que
es una ilusión. Y es esa ilusión la que este mensaje expone.
Entrevista
con Jeff Foster, por Nic Higham de Nonduality Network
Fuente: www.advaitainfo.com