20 de octubre de 2014

LOS INVITO A ESTA FOGATA.

Todos están invitados a esta fogata.
Arroja todas tus preguntas.
Arroja todas las respuestas también.
Arroja todas tus preocupaciones.
Ten ese suficiente coraje.
Di "No tengo más tiempo para respuestas".
Pon todo en este fuego. Y hazlo ahora también.
Ésta es la forma instantánea.
Arroja todo ahora. Sin prácticas. Sin filosofías.
Pero, ¿quién puede hacerlo, ves?
Estate dispuesto a estar completamente vacío.
No seas ni siquiera una mujer.
No seas un buscador. No seas nada.
No digas más oraciones. No recites más mantras.
No vayas en más peregrinaciones.
Deja todo, pues hasta ahora, incluso tu búsqueda es una evasión, 
otra excusa de tu mente para no descubrir la siempre-presente verdad.
Nuestras mentes quieren decir mucho acerca de la verdad.
Pero nada de lo que dice es verdad.
Tú estás aquí antes que la mente. Tú conoces sus caminos.
Por esto digo arroja todo en el fuego ahora mismo.
Parecen muy drásticas, mis palabras,
pero son totalmente poderosas.
¿Por qué seguir paseando con la mente a tu espalda?
Descárgatelo y márchate en libertad.
Mooji

17 de octubre de 2014

EL HIPOCAMPO, LA ESTRUCTURA DE LA RESILIENCIA.

El hipocampo, se encuentra en la zona medial de nuestro lóbulo temporal. Es una estructura no muy grande pero delicada, una sutil maravilla de la que disponemos muchos mamíferos donde se esconde nuestra habilidad para aprender, para emocionarnos e incluso para comunicarnos.
Es ahí donde se inscriben nuestros recuerdos de infancia, por ejemplo, esa memoria a largo plazo que recuperamos a menudo impregnada de emociones más o menos positivas. Recuerdos que nos han definido en lo que somos hoy en día y que, de algún modo, rigen nuestro comportamiento. Es por ello que muchos expertos, centran su interés en esta área donde las personas, ponemos en marcha ese maravilloso engranaje que es la resiliencia. Esa capacidad por hacer frente a las situaciones adversas. Por hacer una valoración de todo lo ocurrido y afinar valentía y estrategias con las que avanzar con fuerza y optimismo hacia delante, habiendo obtenido un aprendizaje de dicho pasado.
El hipocampo recibe su nombre por una semejanza casi exquisita con el caballito de mar. Una criatura delicada pero fuerte a la vez, que reina en el océano por ser uno de los animales más especiales y singulares.
EL SISTEMA NERVIOSO EMOCIONAL
El hipocampo, forma parte de lo que conocemos como sistema límbico, donde se incluyen la amigada y el hipotálamo. Todo este sofisticado entramado neuronal está fuertemente implicado en el aprendizaje emocional. Un aspecto interesante también de nuestro "caballito de mar" particular es que, si se dañara o si tuvieran que extirpárnoslo, seríamos incapaces de formar nuevos aprendizajes.   Lo que hace esta estructura es asentar nuevas experiencias y conocimientos recientes en esa memoria a largo plazo que irá configurando lo que somos. Nuestro baúl particular, nuestra verdadera esencia. También perderíamos nuestro lenguaje declarativo, es decir, la facultad para poder explicarnos o evocar datos pasados. La importancia del hipocampo en el tema emocional radica sobre todo en que las personas, además de almacenar hechos y recuerdos en nuestro baúl de memoria a largo plazo, los revestimos también de emociones. Una infancia feliz dotada por escenas y momentos que nos dan seguridad para seguir creciendo con autonomía, se almacena ahí, en el hipocampo. Una juventud con triunfos y desilusiones que nos han hecho aprender, mejorar como personas, reside también ahí. O puede, que nuestra infancia estuviera falta de vínculos afectivos con los que desarrollarnos adecuadamente, vacíos que aún recordamos con dolor y sufrimiento... todo ello, todas estas escenas las almacena el hipocampo, junto a otras estructuras, esas que nos ayudan - o no -  a gestionar nuestras emociones relacionadas siempre con nuestras experiencias pasadas.
HIPOCAMPO Y RESILIENCIA
Llegados a este punto, seguro que te estarás preguntando cuál es la relación entre nuestro hipocampo y la resiliencia. Bien, hay un dato muy ilustrativo a tener en cuenta. Se ha averiguado que aquellas personas que han sufrido de estrés postraumático, y que han llevado una vida complicada y desgraciada, disponen de un hipocampo mucho más reducido. Mucho más pequeño. El estrés, y sobre todo el cortisol, acaba dañando muchas de nuestras estructuras cerebrales, matándolas. De ahí que el hipocampo, unido íntimamente a las emociones, acabe siendo gravemente dañado. Por el contrario, si aprendemos a gestionar nuestras emociones, si logramos conseguir apoyo y orientamos nuestras vidas adecuadamente aprendiendo de la adversidad, el hipocampo se mantiene fuerte y bien desarrollado.
Es él quien sufre, es él quien aprende, quien siente felicidad y desgracia...él "nuestro músculo cerebral" que hay que ejercitar para desarrollar nuestra resiliencia.
Pero ¿uno nace con la resiliencia o la desarrollamos con el tiempo? Esta es sin duda una pregunta muy habitual que ha originado algún que otro debate. Hay quien dice que la resiliencia es algo innato que se hereda. Pero pensar eso es ponernos una venda en los ojos. Es ver por ejemplo que si nuestros padres no han podido afrontar un determinado hecho, tampoco lo haremos nosotros. En absoluto. Es un error pensar esto. Todos, absolutamente todos disponemos de nuestra propia capacidad para ser resilientes. Es más, el ser humano está programado genéticamente para sobrevivir. Todos podemos afrontar limitaciones, riesgos, tragedias y traumas con fuerza si nos lo proponemos. Y es más, aprenderemos de ello. Saldremos fortalecidos. Pero ¿cómo conseguirlo?  No es fácil, sin duda, pero para superar una desgracia, una traición, una pérdida, o un abandono, se requiere valentía. Valentía, fuerza y ganas por ilusionarnos de nuevo por la vida.
Porque todos somos fuertes y capaces, a pesar de que nuestro exterior aparente la delicadeza de un caballito de mar...


Fuente: http://lamenteesmaravillosa.com/

7 de octubre de 2014

SI QUIERES CAMBIAR EL MUNDO AMA A UN HOMBRE.

Si quieres cambiar el mundo AMA A UN HOMBRE y acepta su mano y guíala suavemente hacia el fondo de tu corazón donde él pueda sentir tu calidez y descansar y quemar su pesada carga en tu fuego. Míralo a los ojos encuentra a sus padres y abuelos y esas guerras donde sus espíritus lucharon en tierras lejanas en tiempos remotos. Encuentra sus dolores y peleas y tormentos y culpas sin juicio y déjalo todo ir suéltalo, siente su carga ancestral, lo que busca es un refugio seguro en ti, déjalo derretirse en su firme mirada sabiendo que no necesitas espejar esa furia, porque tienes útero, una puerta profunda y dulce para lavar y renovar viejas heridas. Si quieres cambiar el mundo ama a un hombre; realmente ámalo.
Siéntate delante de él en la plena majestuosidad de tu femineidad en el aliento de tu vulnerabilidad, en el juego de tu infantil inocencia, en las profundidades de tu muerte.
Invítalo a florecer, suavemente entregada y permite que su poder masculino de un paso hacia ti y nadar juntos en el útero de la tierra en silencioso saber y cuando se retire porque lo hará, escapando asustado a su cueva, reúne a tus abuelas en torno a ti, envueltas en su sabiduría, escucha sus tiernos susurros calmando tu asustado corazón infantil, invitándote a la quietud y esperar pacientemente su retorno, siéntate y canta junto a su puerta, una canción de remembranza, de que puede calmarse una vez más.
Si quieres cambiar el mundo ama un hombre realmente amalo. No engañes a su pequeño niño con astucias y artimañas y seducción y brujería, sólo para dejarlo atrapado en una red destructiva de caos y odio más terrible que todas las guerras que pelearon sus hermanos, eso no es femenino, es venganza, es el veneno del linaje corrupto del abuso de las eras, de la violación de nuestro mundo, eso no le da poder a la mujer, sino que la reduce mientras lo castra y nos mata a todos y si su madre no lo pudo sostener muéstrale una verdadera mujer ahora dale sostén y guíalo con tu gracia y profundidad ardiendo en el centro mismo de la Tierra.
No lo castigues por sus heridas que no responden a tus necesidades o a tus criterios, llora dulces ríos por él, lleva toda esa sangre de regreso a casa.
Amalo hasta desnudarte y sentirte libre Amalo hasta abrir tu cuerpo y alma al ciclo de nacimiento y muerte. Y agradécele la oportunidad. Mientras danzan juntos a través de furiosos vientos y bosques silenciosos. Sé tan valiente como para ser frágil y déjalo beber de los suaves y embriagadores pétalos de tu ser.
Déjale saber que puede sostenerte, pararse y protegerte. Déjale caer en sus brazos confiando que puede tomarte. Aún si te han dejado caer miles de veces antes, enséñale a rendirse…rindiéndote y únete al dulce vacío del corazón del mundo.
Si quieres cambiar el mundo… Ama a un hombre; realmente AMALO.
Anímalo, nútrelo, permítele, escúchalo, dale sostén, dale sanación y tú a cambio serás nutrida, sostenida y protegida. Sé brazos fuertes y pensamientos claros y flechas apuntadas. Porque él puede, si lo dejas ser todo lo que sueñas.

Si quieres AMAR a un hombre, ÁMATE a ti misma, AMA a tu padre, AMA a tu hermano, a tu hijo, a tu ex pareja, AMA desde el niño a quien has besado por primera vez…

Lauren Wilce

2 de octubre de 2014

CONOCIMIENTO Y AMOR.

El verdadero conocimiento es la comprensión experiencial de que sólo hay la Conciencia siempre presente, ilimitada. Nada más que esta (Conciencia) es conocida siempre incluso cuando parece que la mente, el cuerpo y el mundo son conocidos. Esta Conciencia ilimitada, siempre presente, que es simplemente la intimidad de nuestro propio ser, es la naturaleza fundamental del aparente yo interior y su corolario, el objeto aparentemente exterior, el otro o el mundo.
Todas las religiones están fundabas sobre esta comprensión. En el cristianismo se expresa como: "Yo y el Padre somos uno". Es decir, yo, la Conciencia y la realidad última del universo son una y la misma realidad. En el budismo, "Nirvana y Samsara son idénticos". Es decir, la luz de la Conciencia abierta, transparente y vacía que no está hecha de ninguna cosa ―nada― es la sustancia de todas las apariencias ―todo―. La nada tomando la forma de todo. En el hinduismo, "Atman y Param-Atman son uno". Es decir, el yo individual, cuando se despoja de las creencias y sentimientos de limitación superpuestos, se revela como el yo verdadero y único de la eterna Conciencia infinita. Y en el sufismo, "Dondequiera que el ojo cae, está el rostro de Dios". Todo lo que se ve es el rostro de Dios y Dios es el que ve.
Todas estas frases están condicionadas por la cultura en la que se presentaron, pero todas apuntan hacia la misma verdad incondicional ― la realidad de toda experiencia.
La realización de esta verdad disuelve las creencias en la distancia, la separación y la otredad. El nombre común que le damos a esta ausencia de distancia, separación y otredad es amor y belleza. Esto es lo que todo el mundo anhela ― no sólo aquellos de nosotros que están interesados ​​en la no-dualidad, sino todos los siete mil millones de personas.
En esta realización el verdadero conocimiento y amor se revelan como uno y lo mismo ― la realización experiencial de que la verdadera naturaleza del yo aparentemente interior y el mundo aparentemente exterior son una sola realidad hecha de la luz transparente de la Conciencia, es decir, hecha de la intimidad de nuestro propio ser.
Esta revelación de comprensión y amor golpea en el corazón de la presunción fundamental sobre la que se fundamenta nuestra cultura mundial, la presunción de la dualidad ― Yo, el yo interior separado, y usted o ello, el objeto exterior separado, el otro o el mundo. Todos los conflictos dentro de nosotros mismos y entre individuos, comunidades y naciones se basan en esta sola presunción y todo el sufrimiento psicológico que de ella se deriva.
Cualquier acercamiento a estos conflictos que no vaya a la raíz del asunto pospondrá pero no resolverá el problema de los conflictos y el sufrimiento. Tarde o temprano, como individuos y como cultura tenemos que tener el coraje, la humildad, la honestidad y el amor para hacer frente a este hecho.
El propósito más elevado de todo arte, filosofía, religión y ciencia es el de revelar esta verdad de una manera experiencial, aunque todas estas disciplinas lo han olvidado temporalmente en nuestra cultura. Sin embargo, no puede durar. Como dijo el pintor Paul Cézanne, "Vendrá un tiempo cuando una sola zanahoria, recién observada, provocará una revolución".
Esta es la única revolución verdadera, la revolución en la que nuestra visión de la realidad se volverá patas arriba. La Conciencia ―puro Conocimiento― no es sólo el testigo de la experiencia. Es su sustancia, su propia naturaleza. Todo cambia cuando empezamos a vivir desde este punto de vista. Nos damos cuenta de que lo que siempre hemos anhelado en la vida estaba presente todo el tiempo en las profundidades de nuestro propio ser. Está siempre disponible, nunca velada realmente. Para empezar, a menudo se siente como la paz en el fondo de la experiencia, pero no puede ser contenida y en poco tiempo comienza a fluir por el mundo como alegría, libertad, amor y creatividad.

Rupert Spira


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