Este
Advaita, del que hablo, no es en realidad una filosofía porque no se aferra a
ningún principio. Es simplemente una recopilación de directrices y conceptos, y
declara que ninguno de ellos es verdadero en un sentido absoluto. Se trata de
indagar dentro de las limitaciones y los conceptos erróneos sobre cómo son las
cosas. Por ello más que una verdad absoluta es un proceso. Sus enseñanzas
contienen una serie de herramientas.
La
herramienta primordial es que todo es Consciencia; todo es Uno. O, para ser más
precisos, Advaita, si se traduce literalmente, significa "no dos".
Ésa es la directriz más esencial. No es una verdad. Y una directriz se debe
utilizar como medio para averiguar qué es verdaderamente válido; para indagar
dentro de uno mismo y descubrir la propia naturaleza. Es un proceso que, cuando
ocurre, se entiende como una parte natural del fluir de la vida.
Así
que la Enseñanza como ocurre ahora, ya está surtiendo efecto en este momento.
Si hay un "yo" autor presente, dirá: "Mira lo que he hecho. He
pensado, me he dado cuenta, hoy he visto y he prestado atención, y por ello he
obtenido tantos beneficios y resultados". El entendimiento es que es la Enseñanza
misma la que te ha hecho reaccionar de la forma que ha querido. Es la Enseñanza
misma la que, por su propia fuerza, tiene un impacto sobre ti.
A
lo que esta enseñanza apunta es a que la Consciencia es la autora de todas las
acciones y la que da vida a todo. Actúa a través de estos instrumentos humanos
de la misma manera que actúa a través de los árboles, los pájaros o las
cataratas. Los humanos están estructurados de tal forma que cuando la fuerza de
la vida fluye a través de ellos reaccionan de acuerdo a su programación. Por lo
tanto, hay organismos asesinos, organismos trabajadores, organismos perezosos;
todos están creados para efectuar diferentes acciones. Hay organismos de
perros, organismos de ardillas, organismos de peces, cada uno de los cuales
actúa de acuerdo a su naturaleza biológica y a su programación. La Consciencia
actúa a través de todo. Cada organismo humano está programado genéticamente
para producir una amplia variedad de acciones y reacciones. Tiene instintos y
necesidades físicas. El organismo reacciona a esta programación de forma
orgánica. Necesita aire y luchará para conseguirlo. Necesita agua; necesita
comida; necesita calor y cobijo; tiene necesidad de sexo; tiene necesidad de
todo tipo de cosas. Las necesidades del organismo le llevan a la acción, de
forma completamente independiente a cualquier "yo" egóico. Tus
propias investigaciones te mostrarán que no se necesita la presencia de un
"yo" egóico para que la acción ocurra.
Es
el ego o la mente pensante la que falsamente reivindica la autoría de la
Consciencia como "mi" acción. Vocifera y amenaza, sugiriendo que si
"yo" me voy no se hace nada. Lo que, por supuesto, ¡es ridículo! Está
claro que ése no es el caso. En la ausencia de este "yo" egóico, se
crea todo el universo. Todo forma parte del mecanismo de la Consciencia, porque
Consciencia es todo lo que hay. Ésa es la directriz fundamental de la Enseñanza.
Todo es Consciencia, por lo tanto, todo lo que ocurre es Consciencia. Pero la
Consciencia no es una cosa que pueda ser absorbida por la mente humana. Cuando
utilizamos la palabra "Consciencia" no estamos hablando de una cosa.
Si fuese una cosa, entonces podría ser comprendida por la mente humana; si
fuese un objeto, podría ser conocido. En esta enseñanza, la palabra
"Consciencia" es usada para señalarlo todo —la fuente y la sustancia
de todo— y, sin embargo, no es una cosa, no es un objeto. No puede ser conocida
en su totalidad porque no hay un "ello" que conocer. La Consciencia
sólo puede ser conocida por sus aspectos, y éstos son la manifestación del
mundo entero.
Wayne Liquorman