Si algo te supone un
problema, entonces eso significa simplemente que no quieres aceptar lo que es.
Hace unos días alguien me
decía: "Yo quiero cambiar todo. Ahora, ¿qué debo hacer para llevarlo a
cabo?" Yo le dije: "He estado escuchando ese mantra los últimos dos
años y se ha convertido en un mantra para ti: Yo quiero hacer esto, quiero hacer lo otro. Mientras tanto nada ocurre
en absoluto". Todos estos
deseos de cambiar no conducen a nada. Puedo aceptar que esta es tu forma de
actuar, pero yo no voy a apoyarla. Hay un océano de diferencia entre la forma
en que vives y todas las ideas que tienes. Tanto
el desear como el no-desear son meras ideas. La realización es actualización.
Una vez escuché una
historia interesante. En Corea hay un monje Zen, que es llamado "el monje
loco". Es totalmente no ortodoxo. Tan no ortodoxo es que, de hecho, es muy
ortodoxo. Se podría decir que él es una paradoja andante. Él va en dirección
contraria de cualquier tradición que, de nuevo, en realidad es bastante
tradicional. Está acostumbrado a beber alcohol, y no sólo una pequeña copa de
vino durante las comidas - No, ¡bebe en exceso y bebidas fuertes! Hace dibujos
Zen, pero única y exclusivamente cuando está borracho. Sólo cuando está
totalmente ebrio, hace sus "creaciones Zen". Sus cuadros se venden
bien por un buen precio. Y a pesar de que no se parecen a los antiguos dibujos
tradicionales, hay algo original, algo auténtico, algo refrescante en ellos. El
monje loco duerme con mujeres y hombres de todas las edades, con cabras, perros
y gatos, así como con pollos y ovejas. Duerme con todo lo que ha conseguido la
"naturaleza de Buda". Así que es bastante coherente en su realización.
Él no hace ninguna diferencia entre mujeres hermosas o feas, o entre la edad,
sexo o color. No mata a los mosquitos, porque tienen la "naturaleza de
Buda". No le importa si es devorado por los mosquitos o no.
Entonces, un día este
"monje loco" llegó a un bello monasterio Zen particular con el fin de
asegurarse un lugar para dormir. Hay que saber que, para que te permitan pasar
la noche en un monasterio Zen, en primer lugar hay que llevar a cabo un cierto
ritual. Hay que ganarse un lugar para dormir entrando en una corta discusión
filosófica y así mostrar tu comprensión. Ahora en aquellos monasterios eso se
ha convertido gradualmente en un ritual muerto y, hasta cierto punto, todo el
asunto se acaba dando por sentado. Sin embargo, el monje loco es un loco
original. Normalmente uno llegaría a una hora fijada y llamaría a la puerta.
Entonces la puerta se abre, y una breve discusión tiene lugar. El resto se da
por sentado. A continuación se te permite permanecer tres noches en uno de los
hermosos monasterios zen, después de lo cual tendrás que seguir adelante tu
camino.
En lugar de llegar a las
seis de la tarde, como era la costumbre, el monje loco llegó a las tres y media
de la mañana, que, incluso para un monje Zen, es una hora intempestiva. Así que
llamó a la puerta y como no le abrían empezó a hacerlo a voz en grito:
"¡Ustedes calvos imbéciles, despierten, despierten! ¡Estoy de pie en la
puerta!" El monje que estaba de servicio de guardia despertó de su cómoda
siesta y sacó su cabeza calva adormilada por la escotilla, preguntando:
"¿Por qué gritas así? ¿No tienes un reloj? ¿Sabes qué hora es? La gente
está tratando de dormir!" Pero el monje loco contestó: "estado de
vigilia - estado de sueño - sueño profundo: ¿no son todos lo mismo?"
iniciando así el ritual de discusión en medio de la noche. El otro monje de
inmediato replicó: "¡Si son lo mismo para ti, entonces voy a volverme a
dormir otra vez!" Con lo cual el monje loco contestó: "¡Y yo voy a
empezar a gritar de nuevo!"
¿Ves
la diferencia entre la cháchara de un libro, un ritual muerto o una formalidad
y la verdadera realidad? Lo verdadero es inevitable.
En este caso, el griterío era la situación real, mientras que la filosofía
estaba muerta y no tenía sentido. Esa
era la realidad de la situación. Y el monje loco era consciente de ello.
Por tanto, la pregunta es:
¿Vives la verdad o no? Si no vives
realmente la verdad, entonces todo ese filosofar sólo es una cháchara. En ese
caso, simplemente y únicamente estás desplazando aire. Y eso no es gran cosa.
(Extracto de: Consciousness: Talks About That
Which Never Changes, por Alexander Smit).
Fuente: www.advaitainfo.com