Continuar rodeada de gente
equivocada es algo que no te permite avanzar.
Aunque
la palabra perder signifique desprenderse de algo que se tenía, en realidad su
significado es mucho más amplio. Perder no siempre significa literalmente
perder, y perder no siempre es algo negativo.
Día a día perdemos desde
aretes hasta ilusiones, y eso es simplemente parte del proceso de la vida. Y es
que así como perdemos cosas materiales, a lo largo de nuestra vida
perdemos también personas que en algún minuto fueron muy importantes para
nosotros.
Alguna
vez escuché que la vida es como un viaje en tren. Muchas personas se
van subiendo a lo largo del camino; algunas se bajan apenas comienza, otras en
la mitad y otras llegan contigo hasta tu destino final. A veces te gusta que el
tren esté lleno de gente, de ruido, de vida, pero cuando la persona que se sentaba
a tu lado se baja a la mitad del camino, te das cuenta de que en realidad es
agradable tener un espacio más amplio para poder acomodarte.
Y
es que eso es exactamente lo que pasa cuando perdemos a alguien que pensamos
era indispensable en nuestra vida. Muchas veces esas pérdidas, son en realidad ganancias, solo hay que
detenerse un segundo a pensar.
Piensa
en todas esas veces en que esa persona no estuvo ahí cuando la necesitaste,
aun cuando tú siempre te preocupaste de estar para ella en las buenas y en las
malas.
Piensa
en todas las veces en las que fuiste su opción y no su prioridad.
Piensa
en cómo te hizo sentir tantas veces. Y es que no deberías estar
recordándole a nadie lo valiosa que eres.
Sé que no es fácil dejar
ir a gente que nos importa, pero debemos ser capaces de construir nuevas
relaciones. Relaciones sanas, profundas, recíprocas. Es hora ya de dejar ir
todas esas relaciones que no nos aportan, que nos llenan de sentimientos y
energías negativas, que solamente nos hacen querernos menos de lo que
deberíamos.
Sigue adelante, porque
continuar pegada a la gente equivocada no te hace ningún favor. Déjalos ir, porque
esa es la única cosa racional que puedes hacer para salvarte. No mires atrás,
porque no tienes nada de lo que arrepentirte.
Porque
piensa en todas las personas que hicieron un impacto en tu vida, las que
dejaron una huella y las que aún siguen a tu lado para acompañarte. Esas
son las que valen la pena, porque la vida no se trata de cantidad, sino de
calidad.
Fuente:
http://www.upsocl.com/
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