7 de mayo de 2014
5 de mayo de 2014
PERMANECE SOLAMENTE COMO CONCIENCIA.
Sé
consciente de esta persistente sensación de que hay algo más que hacer para
alcanzar el Ser. De alguna forma has sido traído, hasta ahora, a una etapa en
la que estás siendo alentado a dejar de lado todas las intenciones,
proyecciones, fantasías y simplemente mantenerte tranquilo dentro de tu ser. La
mente está inclinada a decir que esto no es suficiente. Está sugiriendo tomar
alguna acción. Sin embargo, el Maestro te dice que te mantengas tranquilo y te
enfoques en el Silencio de tu Corazón y no en el apuro de tu mente. Es
recomendado que evites la trampa de esperar que algo ocurra. Quizás pueda
surgir una pequeña tensión a raíz de este consejo de no ir con el movimiento
proveniente de la mente. Aprende a soportar tu propio Silencio observando las tensiones que lo rodean. Observa
en vez de reaccionar. De nuevo, mantente tranquilo. Permanece
solamente como Conciencia.
Mooji
28 de abril de 2014
EL ETERNO PRESENTE.
Si
nos preguntásemos, ¿qué actividad mental prevalece en todo instante?
Responderíamos de inmediato: el "yo" . Sin embargo, ¿es realmente estable
y continua la presencia egóica del individuo?
Son, estabilidad y continuidad,
los dos elementos fundamentales sobre los cuales ha de sostenerse el equilibrio
mental y psíquico. No tiene sentido afirmar que el "yo" es un ente
real si no manifiesta estas dos características.
Un
"yo" inestable y discontinuo es incapaz de
participar ni de excelsas virtudes ni de los gozos mayores y, está destinado al
caos y a la inexistencia intermitente en los instantes que aparece la ausencia
de continuidad de ser un "yo".
He
aquí la mayor paradoja humana: el "yo" por definición requiere para
poder "ser" manifestar continuidad y estabilidad; sin embargo, en la
práctica no es ni lo uno ni lo otro. El "yo" es tan sólo un concepto
que aparece carente de identidad propia.
Cierre
los párpados y dando media vuelta a su mundo interior intente encontrar al perceptor
del "yo". Ya en su propio mundo mental note como percibe pensamiento
tras pensamiento. Ahora, intente observar desapasionadamente tras su hombro y
hacia atrás. Note si existe un perceptor anterior a usted mismo. No sienta
temor por el inmenso océano de silencio que pueda encontrar, ni por la ausencia
de límites que pueda percibir. Cuando logre esto, apreciará que ondea en un
ilimitado e inconmensurable mar de conciencia viva asociada a no-algo. Este
no-algo fluye por doquier y lo sitúa en "ningún lugar", pero además,
no existe lugar alguno donde usted no esté. Esta extraña pero maravillosa
experiencia le hará entender que usted realmente es participe de la continuidad y
estabilidad eterna de no-algo. Notará la simplicidad de que usted es
no-dual. Pero en cambio, mientras se sitúe bajo la perspectiva mental, para
poder asegurar su propia existencia no tendrá más que la asumida aparente
necesidad de creer en la continua y estable sensación de
existencia de un "yo", que en el fondo, no tiene más realidad que la
de cualquier ente percibido durante el sueño.
Sobre
qué sostienen la Filosofía y la Psicología la creencia de un "yo"
real, si no es desde la perspectiva de su continua apariencia. Sin embargo,
evite cualquier sugerencia o axioma absurdo sobre la perenne realidad del
"yo" e intente por sí mismo indagar qué tipo de existencia aparece
antes del momento mismo del pensamiento. Sea observador concienzudo de su
propia capacidad de conocer y láncese a conocerse. Sitúe la atención en estar
simplemente presente . No se esfuerce por ser o parecer. Diluya toda
tensión. Permanezca libre de todo anhelo y tan sólo permita a la conciencia ser
partícipe de su inherente naturaleza: conocer. Ahora desde allí conozca,
conózcase y siéntase perplejo ante la ilimitada realidad que vive. Verifique
entonces desde su inconmensurable experiencia, esa su ilimitada naturaleza.
Podrá
lograr a satisfacción la vívida experiencia no-dual, siempre y cuando acierte
en permanecer en el Presente. Fuera del Presente la percepción es sólo memoria.
Muy diferente es permanecer en el presente, a pensar en el presente.
¿Cómo
se percibe el universo mientras se experimenta la continuidad del Presente?
¿Qué ocurre con la actividad temporal cuando se fluye en el Presente? ¿Qué le
ocurre al espacio tridimensional cuando lo miramos inmersos en el Presente?
¿Qué ocurre con el "yo", mientras sumido en el Presente fluye éste
sin intervalos?
El
Presente es el acto más auténtico que existe. Fluir en el Presente implica
permanecer atento. Observe apaciblemente su entorno. Contacte con la corriente
de vida inmersa en el Presente y note en qué momento la estabilidad y
continuidad se pierden. Pase de un objeto a otro de su cercanía. Vívalos como
si fuese la primera vez. Permítales ser descubiertos existiendo nuevamente tal
como los conoció la primera vez. ¿Nota el instante en que pierde la capacidad
de estar presente? ¿Qué ocurre en el mismo instante en que lo pierde? Pregúntese
qué pasa con el espacio, el tiempo y el "yo" mientras permanece aún
en ese momento. Ahora no importa lo que los demás piensan respecto a lo que
usted es o debe ser, ni tampoco interesan las ideas de nuestros grandes
pensadores. Usted está sólo con usted. Practique y concluya.
Si
realmente practica y es honesto con su propia experiencia, notará como en el
mismo instante en que aparece un pensamiento su presente se diluye. Además,
podrá concluir la absoluta inexistencia de tiempo, espacio y "yo"
mientras logra permanecer suficiente tiempo en la viva experiencia del
Presente. He aquí lo que diferencia pasado, presente y futuro. Desde el pasado,
el "yo" existe y opera como una actividad exclusiva de la memoria. En
el presente no hay presencia de "yo". En el futuro el "yo"
es una realidad completamente virtual.
En
el pasado, el tiempo diferencia a un "yo" tras otro, tal como una
película de cine se ve en movimiento con la actividad de la superposición de
recuadros. El movimiento que diferencia los recuadros se asimila en nuestro
ejemplo al tiempo y cada recuadro es un "yo". El tiempo aparece
ligando la alternatividad de los pensamientos. En el presente no existe
percepción alguna de actividad temporal, no hay sensación egóica. En el futuro,
el tiempo se acomoda a la voluntad del individuo, allí, el tiempo no es causa,
es consecuencia.
En
el pasado el espacio llena la distancia entre "yo" y
"ello". En el Presente el espacio se integra y une al "yo"
y al "ello" convirtiéndolos en una masa homogénea no-dual. En el futuro
el espacio es un ente mental sin realidad propia.
El
Presente, tal como lo notará, ofrece una circunstancia real sin igual y posee
unos atributos excepcionales. El Presente, por ejemplo, no viene para luego
regresar, es completamente continuo. Fluye sin causa aparente arrastrando
capacidad de existencia en forma estable a todas las cosas. El Presente está en
todas partes siempre siendo el mismo.
El
Presente Es, pero no puede ser definido como algo. El Presente es un flujo
incesante de existencia.
Aparte
de todo esto, el Presente o la capacidad espontánea de presencia tiene una
cualidad maravillosa, y es que el acto del saber sólo opera cuando se está en
él. Sólo es posible conocer en el Presente; en el pasado tan sólo se piensa.
Pensar y conocer son dos cosas diferentes. En el pensar hay razón, movimiento,
actividad, duda; en el Presente hay saber. Saber no es pensar. Pensar es emitir
nombre y forma al Ser opacando su naturaleza no-dual. Así pues, mientras la
mente merodee constantemente en el pasado, la percepción se asociará
exclusivamente a la memoria y a su naturaleza ilusoria y dual.
Pregúntese, ¿cómo se vería
el mundo y cómo se supondría el quehacer cotidiano si permaneciera
constantemente en el Presente? Cuando un individuo opera sin apetencia al fruto
de la acción y a la vez permanece en el Presente realizando la acción, su
voluntad intencionada muere y con ella el "yo" se diluye
homogéneamente en toda la percepción. Esta modalidad de acción se denomina meditación
en la acción.
Sesha
27 de abril de 2014
LA ÚLTIMA REVOLUCIÓN.
Hace
más de cien años, el pintor Paul Cézanne dijo:
"Vendrá un tiempo cuando
una zanahoria, recién observada,
provocará una revolución".
¿Ha
tenido lugar ya esta revolución? ¿Está ocurriendo lentamente o está a punto de
ocurrir? ¿Y cuál es la revolución a la que se refería Cézanne? ¿Cómo puede algo
tan insignificante, intrascendente y ordinario como observar una zanahoria
provocar una revolución?
Cézanne
quería decir que si pudiéramos ver incluso un objeto tan sencillo y cotidiano
como una zanahoria, como realmente es, nuestra experiencia sería revolucionada.
Pero, ¿qué significa ver un objeto como realmente es? La clave está en la frase
"recién observada", lo que significa ver con claridad, sin los
obstáculos de los conceptos que el pensamiento superpone en nuestra
experiencia. En realidad, la mayoría de nosotros somos completamente
inconscientes de que nuestra experiencia es filtrada a través de una fina malla
de pensamiento conceptual que hace que parezca muy diferente de cómo es en
realidad.
Como
el sabio chino Huang Po dijo, hace unos 1.200 años, "La gente descuida la
realidad del mundo ilusorio". ¿El mundo ilusorio? ¡Esto es incluso más radical
que Cezanne! Una cosa es recién mirar una zanahoria, una azada, una casa o el
mundo, pero otra muy distinta es considerarla una ilusión. ¿Qué quiso decir?
A
menudo escuchamos en la enseñanza no-dual frases como: "El mundo es una
ilusión". Pero estas frases pueden crear una rebelión en nosotros, porque
sabemos que nuestra experiencia es muy real. Entonces, ¿cómo conciliar estas
dos posiciones — una, "el mundo ilusorio" y dos, la innegable
realidad de nuestra experiencia?
Todo
lo que aparece debe aparecer en o sobre algo. Por ejemplo,
aparece una imagen en una pantalla; una silla aparece en el espacio de una
habitación, las palabras de una novela aparecen en una página; aparece una nube
en el cielo.
¿Qué
pasa con la mente, el cuerpo y el mundo? Nuestra única experiencia de ellos es
lo que actualmente aparece para nosotros como pensamientos, imágenes,
sentimientos, sensaciones, visiones, sonidos, texturas, sabores y olores. En
otras palabras, todo lo que conocemos de una mente, un cuerpo o un mundo son apariencias,
y todas estas están apareciendo y desapareciendo continuamente. Es posible que
tengamos un concepto de una mente, cuerpo o mundo existiendo
continuamente, pero nunca realmente experimentamos tal objeto.
Como
Cezanne también dijo: "Todo se desvanece, se desmorona". Todo lo que
conocemos del mundo son percepciones que aparecen y desaparecen continuamente.
Sin embargo, todo lo que aparece y desaparece debe hacerlo en o sobre algo.
¿Qué es ese algo?
Comencemos
con los pensamientos: dondequiera que nuestros pensamientos aparecen lo hacen
obviamente en lo que nos referimos como nuestro "ser". ¡Nuestros
pensamientos no aparecen fuera de nuestro ser! Sin embargo, no podemos ver o
encontrar ese "algo" en el que los pensamientos aparecen porque no
tiene cualidades observables. Como tal, es abierto, vacío, transparente. Pero
eso no significa que no sea conocido. No puede ser conocido como un objeto y,
sin embargo, no es desconocido.
Si
estamos leyendo estas palabras estamos, por definición, viendo la pantalla en
la que se escriben, aunque no seamos conscientes de que la estamos
viendo. Si estamos leyendo una novela estamos, del mismo modo, viendo el papel.
Si estamos viendo una película estamos, nos demos cuenta o no, viendo o
experimentando la pantalla. Si estamos viendo las nubes, estamos experimentando
el cielo. No es posible ver las palabras, la novela, la película o las nubes
sin que, al mismo tiempo, experimentemos eso en o sobre lo que aparecen.
Por
lo tanto, si estamos experimentando pensamientos estamos necesariamente
experimentando eso en lo que aparecen. Del mismo modo, si estamos
experimentando una sensación o una percepción —y la única experiencia que
tenemos de un cuerpo o del mundo son sensaciones y percepciones— entonces
estamos también conociendo o experimentando eso en o sobre lo que éstas
aparecen.
¿En
qué aparecen nuestras percepciones del mundo? ¿En qué aparecen las sensaciones
corporales? Las percepciones del mundo no aparecen en el mundo; las
sensaciones del cuerpo no aparecen en un cuerpo. Las percepciones y
sensaciones aparecen exactamente en el mismo "lugar" que los
pensamientos, es decir, aparecen en la apertura, en el vacío de nuestro ser.
Sin embargo, no sólo aparecen en nuestro ser; sino que son conocidas
simultáneamente por nuestro ser, porque nuestro ser no está sólo presente,
sino que también es consciente; no sólo es, sino que también conoce.
De ahí que a veces se le llame Conciencia —la presencia de lo que es
consciente— o la luz del Conocimiento puro.
Ahora,
después de haber descubierto que todo lo que conocemos de la mente, del cuerpo
o del mundo son pensamientos, sensaciones y percepciones, y habiendo visto que
todos estos surgen dentro de nuestro ser, podemos preguntar de dónde vienen y
de qué están hechos. ¿Cuál es su sustancia, su realidad?
Si
dejamos una jarra de agua afuera en una noche helada, se empezará a formar
hielo en ella. El hielo opaco está hecho solamente de agua transparente. Sin
embargo, el hielo parece ser algo separado ydistinto del agua.
Parece tener su propia existencia o realidad independiente.
Asimismo,
el hielo tiene una forma y sin embargo está hecho de algo que no tiene forma.
El hielo da forma a algo que es en sí mismo esencialmente sin forma. ¿Cómo es
posible que algo que no tiene forma propia aparezca como forma, sin que nada se
le añada o se le quite? La no-forma del agua tiene la capacidad dentro de sí
misma de asumir todas las formas posibles. De hecho, es precisamente porque el
agua no tiene forma propia, que es posible que aparezca como esta multiplicidad
y diversidad de formas.
Nuestra
experiencia es muy parecida a esto. La multiplicidad y la diversidad de la
experiencia —pensamientos, sentimientos, sensaciones y percepciones— aparecen
en y están hechos de nuestro ser. Este "ser", Conciencia pura, en la
que aparece toda experiencia, con la que se conoce y de la que está hecha, es
en sí misma vacía, transparente; no puede ser nombrada y no tiene forma, y sin
embargo, es la sustancia o realidad de todos los nombres y formas.
Toda
experiencia surge dentro de nuestro ser, este vacío transparente. Y el único
"material" presente en nuestro ser, del que toda experiencia puede
ser hecha, es nuestro propio ser. Es nuestra experiencia directa, íntima, que
todo lo que conocemos de una mente, un cuerpo o el mundo está hecho y es
idéntico a la transparencia de nuestro propio Ser, la luz del Conocimiento
puro.
¿Y
qué es lo que está presente en nuestro propio ser, antes de la experiencia de
un pensamiento, sentimiento, sensación o percepción? ¡Sólo la Conciencia pura
en sí! Toda experiencia —es decir, todos los pensamientos, sentimientos,
sensaciones y percepciones— es una modulación de la presencia de nuestro propio
Ser, la luz del Conocimiento puro. Toda la multiplicidad y diversidad de
nombres y formas están hechos de una transparente, vacía e indivisible
sustancia.
Al
igual que la pantalla en la que aparecen las imágenes suele pasar inadvertida
debido a nuestro enfoque exclusivo en las imágenes en sí, así también esta
Presencia vacía, abierta y transparente de nuestro propio Ser suele pasar
inadvertida debido a nuestro enfoque exclusivo en los objetos de la mente, el
cuerpo y el mundo — es decir, en los pensamientos, sentimientos, sensaciones y
percepciones.
Sin
embargo, al igual que no es posible ver una imagen sin ver la pantalla, así
también aunque esta Presencia suele pasar inadvertida, nunca es realmente
desconocida. Del mismo modo que todo lo que realmente vemos cuando estamos
viendo una imagen es la pantalla, así también todo lo que realmente
experimentamos es la transparente, abierta y vacía presencia de nuestro propio
Ser, la luz del Conocimiento puro. Siempre todo lo que Ella conoce o
experimenta es Ella misma.
Amor
es el nombre común que damos a la experiencia cuando el "otro" ya no
se experimenta como "otro"; cuando la relación sujeto/objeto
desaparece. Es ver la apariencia de una imagen, pero sabiendo que
sólo es la pantalla. Es atribuir la realidad de la imagen a la
pantalla. Es conocer todo y a todos como nuestro propio ser.
Es
esta Presencia transparente, vacía, la que, refractada a través de la mente,
aparece como una multiplicidad y diversidad de nombres y formas. Sin embargo,
la mente es en sí misma una modulación de esa misma Presencia. En otras
palabras, es la Conciencia pura en sí que, vibrando dentro de sí misma, toma la
forma de la mente y, desde el punto de vista ilusorio de uno de los seres
contenidos en esa mente, parece ver una multiplicidad y diversidad de
objetos y seres separados, cada uno con su propia realidad y existencia
independiente. En otras palabras, el ser o yo separado es sólo un yo separado
desde el punto de vista ilusorio de un yo separado.
Desde
el verdadero y único punto de vista real de la Conciencia pura sólo hay su
infinito ser, refractado en una aparente multiplicidad y diversidad de formas
finitas, pero sin dejar nunca de ser él mismo. Esto es lo que William Blake
quiso decir cuando dijo: "Si se limpiaran las puertas de la percepción,
todo aparecería ante el hombre tal como es, infinito". Esto es lo que los
sufíes quieren decir cuando dicen: "Dondequiera que el ojo mire, está el
rostro de Dios". Esto es lo que Huang Po quiso decir cuando dijo: "La
gente se olvida de la realidad del mundo ilusorio". Esto es lo que Jesús
quiso decir cuando dijo, "El reino del Padre se extiende sobre
la tierra, y los hombres no lo ven". Esto es lo que quería decir
Parménides, haciéndose eco de las palabras del Bhagavad Gita, cuando dijo:
"Lo que es, nunca deja de ser; lo
que no es, nunca llega a existir". Esto es lo que quería decir cuando
Cézanne dijo que el arte debe "darnos una idea de la eternidad de la
naturaleza".
Todos
los grandes sabios y artistas de todos los tiempos y de todos los lugares han
dicho o expresado esto de una manera u otra. Esta es la verdadera revolución.
En la raíz de todo deseo de cambio está este último deseo: conocer sólo la
realidad de toda experiencia; conocer sólo el amor.
A
menos que y hasta que los problemas que enfrenta la humanidad se remonten hasta
su última fuente —la ignorancia de esta realidad— pueden ser temporalmente
aliviados, pero nunca serán verdaderamente resueltos.
Rupert
Spira
Fuente: Advaitainfo
23 de abril de 2014
22 de abril de 2014
LA NEGATIVIDAD ELÉCTRICA.
De
modo natural los organismos vivos producen cargas eléctricas, la alteración del
equilibrio entre cargas positivas y negativas dan lugar a todo tipos de trastornos
y enfermedades. Las patologías se manifiestan en el organismo cuando no es
posible equilibrar o eliminar las cargas eléctricas positivas que provienen del
exterior. La conservación de la electronegatividad de las células vivas es la
que permite mantener el bienestar y no producir un mal funcionamiento
biológico. El insomnio, el stress, así como toda una serie de trastornos
físicos y psicosomáticos se deben a la sobrecarga eléctrica positiva que deben
ser neutralizadas con aportaciones negativas. El principio de la negatividad
eléctrica es el restablecer las cargas eléctricas negativas que por diversos
motivos externos el organismo ha perdido.
Para
explicar el efecto del desequilibrio iónico en los organismos vivos se recurre
a los llamados “radicales libres”. En la naturaleza de modo usual las cargas
negativas de los electrones que giran en torno al núcleo están equilibradas con
la carga positiva del núcleo, por lo que el estado del mismo es neutro; debido
a contaminaciones externas son desprovistos del átomo electrones, por lo que
posee más carga positiva, pasando a ser un “ion positivo”. Si ocurre al revés,
es decir que un átomo neutro adquiere un electrón, este se carga negativamente
y se le denomina “ion negativo”. Al ion positivo se le denomina “radical
libre”, poseyendo efectos nefastos sobre la salud cuando este proceso ocurre a
nivel celular, lo que da lugar a que intente recuperar su equilibrio de forma
agresiva. Los radicales libres son responsables de distintas degeneraciones
celulares, llegando a dañar el núcleo de las mismas, afectando al material
genético. En el envejecimiento, el parkinson, el alzheimer, la artritis
reumatoide y ciertos tipos de cáncer se sabe que tienen un gran papel los
radicales libres.
El
profesor Charles Laville a partir de 1920 realizó estudios que coinciden con
los del profesor Jean Bader en la influencia del entorno en ese equilibrio
eléctrico en el organismo y sus efectos sobre la salud. Otra serie de
investigadores de distintos países confirmaron los hallazgos de Laville, como
K. S. Cole, H. J. Curtiss, A. L. Hodgkin y F. Bohatichek. Laville llegó a sus
conclusiones siguiendo los estudios de D´Arson Val efectuados sobre el músculo
desde 1827, los de Kolliver y Muller en 1856, y los de Lippmann sobre las
corrientes eléctricas del corazón en 1873. Las primeras pruebas experimentales
se realizaron en la escuela veterinaria de Affort, posteriormente los doctores
Leprince y Chevalier, siendo el doctor J. Vanet quien recupera el tratamiento
instrumental de Leville y sobre pacientes el doctor Aubourg en el hospital de
Beaujon, verificó la efectividad de este tipo de tratamiento.
El
dolor y malestar biológico se manifiesta cuando hay una sobrecarga de energía
positiva en un mismo punto, este desequilibrio viene propiciado por la
influencia del entorno, tales como radiofrecuencias, microondas y elementos
similares que contaminan el organismo; así mismo los edificios de acero y
hormigón actúan como un aislante del flujo de energía natural, al modo de
jaulas de “Faraday”. La contaminación eléctrica del aire, los espacios cerrados
donde no hay ventilación, donde hay mucha electricidad estática, hacen que se
produzcan efectos patógenos de la aero-ionización positiva. A partir de
diversas investigaciones se desarrollaron diversos instrumentos que inducen
cargas negativas en el organismo restableciendo el equilibrio eléctrico
celular.
Los
organismos biológicos funcionan como auténticas baterías y están sometidos a un
equilibrio eléctrico que puede ser alterado por múltiples factores, por lo que
un mayor número de iones positivos generan trastornos y el exceso impide
recuperar la salud. No solo el intercambio químico es fundamental en el sistema
inmunológico, sino también el intercambio eléctrico; en la oxidación de las
células la carga de iones negativos disminuye y aumentan las positivas. En el
aire libre del campo la cantidad de iones negativos es más alta que en la
ciudad o en lugares donde la contaminación electromagnética es alta a causa de
las redes eléctricas, radio, wifi las células aumentan su carga iónica
positiva, acelerando la oxidación celular y la degradación orgánica. La
negatividad eléctrica aumenta el efecto de medicamentos, por lo que hay que
tener cuidado cuando se utilizan algunos productos de tipo analgésico,
tranquilizantes o similares.
Charles
Laville desarrolló un instrumento llamado “electropulsator” que introducía en
el organismo pequeñas cantidades de electricidad negativa a una frecuencia fija
por segundo; aunque el aporte de energía que emitía el aparato en los estudios
clínicos que realizaron demostró ser un potente modificador celular, siendo
efectivo en el tratamiento de dolores musculares, cicatrización de heridas y
aceleraba la regeneración celular. Un ejemplo de sus efectos fue la
experimentación con el vaciado del contenido estomacal, que si en un proceso
normal se realiza en 6 horas, con la aplicación de los pulsos eléctricos
negativos esto se producía en hora y media, y si se aplicaba en el segmento de
la séptima vertebra de la columna este proceso se realizaba en media hora.
El
Marion es un desarrollo comercial de las ideas de Laville que en los años 50
fue muy utilizado por naturópatas, acupuntores y homeópatas en Francia, con un
considerable éxito en todo tipo de tratamientos tanto de dolores y
cicatrización de heridas como en todo tipo de dolencias y mejoras de la salud.
Constaba de un electrodo que induce al organismo cargas eléctricas negativas de
bajo voltaje (5, 6, 7, 9 ó 12 voltios) y muy poca intensidad. A través de un
auricular se iba regulando la frecuencia de los pulsos, reajustándolos cada 5
minutos, pues varian las necesidades del pulso a medida que se aplica el
tratamiento. Este tipo de ajuste sonoro es similar al que hacía la doctora
Hulda C. Clark en su instrumento llamado “syncrometro”. Este ajuste requiere por
parte del terapeuta de un cierto entrenamiento, por lo que se puede utilizar un
flujo determinado por segundo de modo fijo.
Se
suelen utilizar dos tipos distintos de electrodos, uno cilíndrico para el
tratamiento en general y otro plano para tratamiento local de dolores o
heridas. El electrodo en una mano se utiliza en sesiones de 3 o 5 veces por
semana durante 15 minutos o una hora para tratamientos de enfermedades
crónicas; en edades comprendidas entre los 15 y 25 años, se aplican sesiones de
una, dos o tres veces al año para regenerar y renovar el equilibro iónico
celular. El electrodo plano se utiliza a nivel local para cicatrizar heridas,
para dolores locales y se ha constatado que aplicados en las vértebras L1 y L2
es útil para el estreñimiento crónico, en las D11 y D12 para el estreñimiento
espástico y en la C7 y D3 para extrasístoles. Siempre se ha de tener en cuenta
que el uso de este instrumento aumenta el efecto de los fármacos. El sujeto
puede estar conectado a tierra, bien a través de un cable o directamente con
los pies en contacto con el suelo, en algunas variaciones de este aparato se
tiene dos electrodos y uno de ellos conectados a la tierra de la red eléctrica;
en los modelos más modernos de los derivados de Marion y Leville no parece necesario
que se tenga conexión a tierra.
Es
indicado el tratamiento con la negatividad eléctrica para fatiga y malestar en
general, prevención de los procesos cancerosos, trastornos endocrinos,
problemas respiratorios y asma, hipertensión, circulación sanguínea, problemas
cardiacos, espasmos diversos, problemas digestivos. También se le adjudica
efectividad en dolores de cabeza, en la depresión, en la ansiedad, en la
neurastenia y en el pesimismo fruto de la ausencia de vitalidad. La negatividad
eléctrica es un modo de equilibra los valores iónicos del organismo, por lo que
facilita la regeneración celular y armoniza la propia energía interior. La
negatividad eléctrica no produce la curación por sí misma, sino que provoca que
el organismo recupere su equilibrio natural y restablezca la salud. Una
variante de la implementación de iones negativos es la llamada “iontophoresis”,
que en vez de un electrodo utiliza dos.
Fuente:
Mente, Energía y Máquinas
LOS BENEFICIOS DE LA MEDITACIÓN.
Media
hora de meditación diaria cambia la estructura cerebral no es necesario
llevar años de práctica para recibir los beneficios de la meditación. Una
reciente investigación publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences
concluyó que no importa si se es novato y escéptico. Si se medita, se
presentarán cambios en el cableado cerebral desde el primer mes. Para
comprobarlo, se revisaron los resultados de dos estudios: uno realizado por la
universidad de oregon (ee.uu.) A 45 estudiantes, y otro a 68 jóvenes
voluntarios de la Dalian University of Technology (china). En ambos casos se le
pedía a un grupo que durante media hora al día tratara de dejar pasar los
pensamientos mientras escuchaban música calmada (esta técnica se conoce como
atención plena, o mindfulness). Al otro grupo, en cambio, se le pedía
simplemente que relajaran los distintos grupos musculares durante el mismo
tiempo.
Los
voluntarios se hicieron una resonancia magnética antes de comenzar el estudio,
en la mitad de él y después de las cuatro semanas. Según explica a "el
mercurio" el jefe de la investigación y profesor de neurociencias de la u.
De Oregon, Michael Posner, "después de dos semanas, entre quienes practicaron
meditación observamos un aumento en el número de conexiones entre las neuronas,
y después de un mes de práctica, también encontramos que los axones (cables que
van entre una neurona y otra) estaban mejor aislados, porque tenían más
mielina".
En
palabras sencillas, "esto significa que la información se transmite más
rápidamente. Ellos vieron que con la meditación, el circuito neuronal se hace
más eficiente y los pacientes mejoran el control cognitivo, que es lo que me
permite acordarme de cambiar la ruta para pasar por el supermercado cuando voy
camino a mi casa, o me hace no gritar cuando veo una araña en público",
explica la neuróloga de la clínica alemana Andrea Slachevsky.
Estudios anteriores realizados por el profesor Posner también habían visto cómo la meditación mejora la atención desde los cinco días de práctica y provoca "grandes cambios en la atención después de 30 días".
Estudios anteriores realizados por el profesor Posner también habían visto cómo la meditación mejora la atención desde los cinco días de práctica y provoca "grandes cambios en la atención después de 30 días".
Pero
éstas no son las únicas investigaciones que demuestran los beneficios de la
meditación. Un estudio noruego a pacientes con artritis demostró que quienes
realizaban ejercicios de meditación y concentración disminuían el estrés y la
fatiga. Otro estudio realizado por expertos de la universidad de Yale concluyó
que quienes meditaban tenían menos riesgo de sufrir algunos trastornos psiquiátricos,
como esquizofrenia. Otros de sus beneficios son ayudar a dejar de fumar y
prevenir la psoriasis.
Nuevos hábitos saludables
de vida son esenciales para el bienestar, belleza y armonía, en donde actividad
física, nutrición de calidad, relajación, vivir con entusiasmo son algunas
claves de la felicidad, anímate al cambio, sólo comienza.
Fuente:
Amalia Torres – El Mercurio
DÍA DE LA TIERRA.
Muchos cuidados, Amor y Conciencia en el Eterno Presente, para nuestra Madre Tierra
21 de abril de 2014
CUENTICILINA, PROYECTO DE UN MÉDICO QUE BUSCA SANAR A TRAVÉS DE LA LITERATURA.
El botiquín de Harry Marín está lleno de ampolletas de colores, que traen historias diferentes. La idea es que el paciente se cure dejando volar su imaginación.
LA ENERGÍA DE LOS ÁRBOLES — ABRAZA UN ÁRBOL.
Recientes
investigaciones encontraron que pasar tiempo en la naturaleza genera vitalidad.
Investigadores de la Universidad de Rochester en Estados Unidos llegaron a la
conclusión de que la naturaleza es una fuente de placer en muchos sentidos, al
punto que las personas que aprovechan el verde y los paisajes se sienten más
vitales que aquellos que permanecen en la ciudad. “La naturaleza es un
combustible para el alma. Cuando estamos cansados generalmente buscamos una taza
de café, pero investigación sugieren que una mejor manera de energizarnos es
conectarse con la naturaleza”, afirmó Richard Ryan, uno de los investigadores. A
través de cinco experimentos se llegó a la conclusión de que sólo hacen falta
20 minutos por día en el verde para que las personas mejoren su vitalidad, este
efecto positivo tuvo más relación frente a la naturaleza que estar al aire
libre. Las personas con más vitalidad no sólo tienen más energía para hacer lo
que desean, sino que además se recuperan mejor de cualquier enfermedad física. Uno
de los caminos hacia la salud podría ser pasar más tiempo en lugares naturales”
Cuando
caminamos entre los árboles en un parque o un bosque, podemos llegar a sentir
la energía que desprenden. Los celtas creían que cada árbol poseía un espíritu
sabio y que sus rostros podían verse en la corteza de sus troncos y sus voces
escucharse en el sonido de las hojas moviéndose con el viento. Los árboles nos
ayudan a establecer contacto con el poder de la naturaleza, nos dan
herramientas para sanarnos, relajarnos, fortalecernos, cargarnos de energía
vital y son portadores de los mensajes de la madre Tierra. Existen cada vez más
personas que han comprobado los beneficios de abrazar los árboles. Al revés que
con las personas que al abrazarlas podemos notar pérdidas de energía debido a
factores emocionales, con un árbol siempre notaremos que nos carga, nunca que
nos descarga.
No
olvidemos que todo ser vivo es energía, y al igual que nosotros, los árboles
tienen la suya propia, muchas veces entramos en sintonía y sentimos como fluye
expresando nuestra sensación de bienestar, tranquilidad, serenidad, etc. Desde
aquí queremos compartir la energía que te aporta cada árbol en concreto, porque
cada uno tiene una característica, determinada por su especie, velocidad de
crecimiento, entorno.
¿Cómo Captar la Energía de
los Árboles?
La
energía que emanan los árboles, al igual que la nuestra, es invisible al ojo
físico, es lo que llamamos el aura, muy perceptible sensitivamente.
El
árbol al igual que las personas está emitiendo vibraciones energéticas
constantemente y son perfectamente asimilables por el ser humano, se pueden
absorber y podemos beneficiarnos de sus efectos.
Existen
dos formas fundamentales de captarla:
1-A través de la emanación
áurica del árbol.
Su
extensión es más o menos grande según las características de cada árbol y su
situación ambiental. Bastará penetrar en su radio de acción. Este tipo de
energía se absorbe con el simple hecho de pasear por un bosque, conscientemente
podemos aumentar su captación regulando nuestra respiración a un ritmo
tranquilo y algo profundo.
En
la práctica, esto es lo podemos hacer:
Camina
entre los árboles y escoge alguno que te llame la atención. Utilizando la espalda
acércate a él, obsérvalo y capta su energía, no trates de analizarlo
mentalmente o de establecer un vínculo emocional. Sólo nota su tono vibratorio.
Tócalo al mismo tiempo que cierras los ojos, con tu mano izquierda. Reconoce su
fuerza y su influencia en el entorno. Observa si es un árbol solitario o un
pastor de árboles que tiene influencia sobre el resto. Capta si su energía es
curativa, o si es protectora y amorosa, o si es sabia, o si es imponente en
todo ese territorio o de cualquier otro tipo. Acepta esa energía sin más y
pregúntate si deseas recargarte a ti mismo con esa fuerza. Establece contacto
con la energía del árbol mediante tu corazón energético. Vacía tu ruido
interno, fluye en el amor y escucha al árbol. Capta su espíritu. Preséntate con
tu nombre y entra en un espacio donde la comunicación es energética y no
sonora. Puedes pedir consejo sobre cualquier situación que necesites, cargarte
de energía, relajarte o aceptar su sabiduría. Escúchala en tu corazón, da las
gracias, levántate y despídete poniendo tu mano derecha sobre su tronco.
2) En contacto directo con
el árbol.
Utilizando
las Manos: A través de ellas podemos realizar una captación más consciente, son
una zona muy sensible a la emisión y captación vibratoria ya que en la palma
existen varios puntos de entrada y salida de energía. La posición más
conveniente es la de seguir las grietas o fisuras de la corteza en el sentido
que las presenta el árbol.
Utilizando
la Espalda: La parte central de la espalda, recorriendo la columna vertebral,
se encuentra el canal energético principal del cuerpo. Apoyando esta zona en el
tronco del árbol absorberemos la energía que emana.
Desde
la antigüedad ya se sabe que cada árbol alberga un espíritu que le confiere una
fuerza determinada, una energía que le da un poder genuino y exclusivo, según a
la clase que pertenezca. En ocasiones podemos buscar la fuerza del árbol para
mitigar el dolor de una enfermedad, para superar las preocupaciones o
simplemente para conseguir alcanzar nuestro propio equilibrio. Este intercambio
energético no afecta negativamente al árbol, ya que este las transmite a la
Madre Tierra y esta las transmuta completamente. En las técnicas orientales, como el chi-kung,
hay una postura que se llama “abrazar el árbol”. Esta posición estática alinea
todos los huesos del modo más eficaz posible. Buddha se iluminó bajo una
higuera. Jesús estuvo en el monte de los olivos. A los cátaros les gustaban las
acacias. Los Druidas preferían la fuerza masculina del roble para usar su
sabiduría. Los jóvenes enamorados buscaban el tilo para confiar sus intimidades
amorosas porque representaba el vigor de Venus. De cualquier modo existen
diferentes clases de árboles y es un ejercicio interesante conocer las
diferentes energías que fluyen a través de ellos. Una buena forma de hacerlo es
abrazándolos al mismo tiempo que nos hacemos uno con él.
CUALIDADES ENERGÉTICAS DE
ALGUNOS ÁRBOLES.
La Encina y el Alcornoque.
Son
primos hermanos de la misma especie, son los árboles de la potencia, su aspecto
firme y algo áspero nos muestran un carácter firme y seguro.
Son
árboles robustos, fuertes y protectores con grandes cualidades energéticas.
Buenos amigos a los que acudir cuando se está en baja forma física o en
situaciones de bajo estado de ánimo, ansiedad o inseguridad ya que su energía
nos ayuda a transformarlos en actitudes más positivas y seguras. Por ello te
proponemos que te acerques a un buen ejemplar, lo abarques con tus brazos, te
fundas con él y luego te relajes sentado a sus pies y dejes fluir su fuerza.
El Olivo.
La
energía del olivo es altamente beneficiosa. Al acercarse a un buen ejemplar
notarás una sensación de paz y serenidad. El olivo es sabio, viejo y amigable y
brinda al que se le acerca un apoyo incondicional. Al sentarnos y recostarnos
en su tronco su contenido energético ira traspasándose lentamente a su cuerpo,
este incide en seis de los centros vitales más importantes que posee el ser
humano, estos centros son los principales reguladores y alimentadores de toda
nuestra estructura energética, pero donde posiblemente notará más su efecto es
en el 4º de ellos, situado a la altura del pecho, sintiendo la necesidad de
respirar profundamente y proporcionándole una sensación de bienestar. El olivo
alimenta los circuitos mentales, permitiendo que estos se equilibren y
recuperen un ritmo natural.
La Ceiba.
Los
antiguos Mayas en México decían que ellos sostenían al mundo. Actualmente
existen ya pocos de estos milenarios árboles en la zona Maya.
En
Centro Ceremonial de Malinalco hay uno todavía. Que puedes abrazar.
Recordemos
que también es importante además de sentir su energía y pedirla, regresarle
amor, ya que ellos también necesitan de nosotros para seguir sosteniendo el
aliento de vida que dan a nuestro planeta. Cada vez que practiques una de estas
técnicas antes de despedirte abrázalo y regálale tu amor, gratitud, respeto y
deséale salud y larga vida!
Fuente:
www.creadess.org
17 de abril de 2014
13 de abril de 2014
11 de abril de 2014
10 de abril de 2014
Suscribirse a:
Entradas (Atom)