5 de mayo de 2014

PERMANECE SOLAMENTE COMO CONCIENCIA.

Sé consciente de esta persistente sensación de que hay algo más que hacer para alcanzar el Ser. De alguna forma has sido traído, hasta ahora, a una etapa en la que estás siendo alentado a dejar de lado todas las intenciones, proyecciones, fantasías y simplemente mantenerte tranquilo dentro de tu ser. La mente está inclinada a decir que esto no es suficiente. Está sugiriendo tomar alguna acción. Sin embargo, el Maestro te dice que te mantengas tranquilo y te enfoques en el Silencio de tu Corazón y no en el apuro de tu mente. Es recomendado que evites la trampa de esperar que algo ocurra. Quizás pueda surgir una pequeña tensión a raíz de este consejo de no ir con el movimiento proveniente de la mente. Aprende a soportar tu propio Silencio observando las tensiones que lo rodean. Observa en vez de reaccionar. De nuevo, mantente tranquilo. Permanece solamente como Conciencia.
Mooji


28 de abril de 2014

EL ETERNO PRESENTE.

Si nos preguntásemos, ¿qué actividad mental prevalece en todo instante? Responderíamos de inmediato: el "yo" . Sin embargo, ¿es realmente estable y continua la presencia egóica del individuo?
Son, estabilidad y continuidad, los dos elementos fundamentales sobre los cuales ha de sostenerse el equilibrio mental y psíquico. No tiene sentido afirmar que el "yo" es un ente real si no manifiesta estas dos características.
Un "yo" inestable y discontinuo es incapaz de participar ni de excelsas virtudes ni de los gozos mayores y, está destinado al caos y a la inexistencia intermitente en los instantes que aparece la ausencia de continuidad de ser un "yo".
He aquí la mayor paradoja humana: el "yo" por definición requiere para poder "ser" manifestar continuidad y estabilidad; sin embargo, en la práctica no es ni lo uno ni lo otro. El "yo" es tan sólo un concepto que aparece carente de identidad propia.
Cierre los párpados y dando media vuelta a su mundo interior intente encontrar al perceptor del "yo". Ya en su propio mundo mental note como percibe pensamiento tras pensamiento. Ahora, intente observar desapasionadamente tras su hombro y hacia atrás. Note si existe un perceptor anterior a usted mismo. No sienta temor por el inmenso océano de silencio que pueda encontrar, ni por la ausencia de límites que pueda percibir. Cuando logre esto, apreciará que ondea en un ilimitado e inconmensurable mar de conciencia viva asociada a no-algo. Este no-algo fluye por doquier y lo sitúa en "ningún lugar", pero además, no existe lugar alguno donde usted no esté. Esta extraña pero maravillosa experiencia le hará entender que usted realmente es participe de la continuidad y estabilidad eterna de no-algo. Notará la simplicidad de que usted es no-dual. Pero en cambio, mientras se sitúe bajo la perspectiva mental, para poder asegurar su propia existencia no tendrá más que la asumida aparente necesidad de creer en la continua y estable sensación de existencia de un "yo", que en el fondo, no tiene más realidad que la de cualquier ente percibido durante el sueño.
Sobre qué sostienen la Filosofía y la Psicología la creencia de un "yo" real, si no es desde la perspectiva de su continua apariencia. Sin embargo, evite cualquier sugerencia o axioma absurdo sobre la perenne realidad del "yo" e intente por sí mismo indagar qué tipo de existencia aparece antes del momento mismo del pensamiento. Sea observador concienzudo de su propia capacidad de conocer y láncese a conocerse. Sitúe la atención en estar simplemente presente . No se esfuerce por ser o parecer. Diluya toda tensión. Permanezca libre de todo anhelo y tan sólo permita a la conciencia ser partícipe de su inherente naturaleza: conocer. Ahora desde allí conozca, conózcase y siéntase perplejo ante la ilimitada realidad que vive. Verifique entonces desde su inconmensurable experiencia, esa su ilimitada naturaleza.
Podrá lograr a satisfacción la vívida experiencia no-dual, siempre y cuando acierte en permanecer en el Presente. Fuera del Presente la percepción es sólo memoria. Muy diferente es permanecer en el presente, a pensar en el presente.
¿Cómo se percibe el universo mientras se experimenta la continuidad del Presente? ¿Qué ocurre con la actividad temporal cuando se fluye en el Presente? ¿Qué le ocurre al espacio tridimensional cuando lo miramos inmersos en el Presente? ¿Qué ocurre con el "yo", mientras sumido en el Presente fluye éste sin intervalos?
El Presente es el acto más auténtico que existe. Fluir en el Presente implica permanecer atento. Observe apaciblemente su entorno. Contacte con la corriente de vida inmersa en el Presente y note en qué momento la estabilidad y continuidad se pierden. Pase de un objeto a otro de su cercanía. Vívalos como si fuese la primera vez. Permítales ser descubiertos existiendo nuevamente tal como los conoció la primera vez. ¿Nota el instante en que pierde la capacidad de estar presente? ¿Qué ocurre en el mismo instante en que lo pierde? Pregúntese qué pasa con el espacio, el tiempo y el "yo" mientras permanece aún en ese momento. Ahora no importa lo que los demás piensan respecto a lo que usted es o debe ser, ni tampoco interesan las ideas de nuestros grandes pensadores. Usted está sólo con usted. Practique y concluya.
Si realmente practica y es honesto con su propia experiencia, notará como en el mismo instante en que aparece un pensamiento su presente se diluye. Además, podrá concluir la absoluta inexistencia de tiempo, espacio y "yo" mientras logra permanecer suficiente tiempo en la viva experiencia del Presente. He aquí lo que diferencia pasado, presente y futuro. Desde el pasado, el "yo" existe y opera como una actividad exclusiva de la memoria. En el presente no hay presencia de "yo". En el futuro el "yo" es una realidad completamente virtual.
En el pasado, el tiempo diferencia a un "yo" tras otro, tal como una película de cine se ve en movimiento con la actividad de la superposición de recuadros. El movimiento que diferencia los recuadros se asimila en nuestro ejemplo al tiempo y cada recuadro es un "yo". El tiempo aparece ligando la alternatividad de los pensamientos. En el presente no existe percepción alguna de actividad temporal, no hay sensación egóica. En el futuro, el tiempo se acomoda a la voluntad del individuo, allí, el tiempo no es causa, es consecuencia.
En el pasado el espacio llena la distancia entre "yo" y "ello". En el Presente el espacio se integra y une al "yo" y al "ello" convirtiéndolos en una masa homogénea no-dual. En el futuro el espacio es un ente mental sin realidad propia.
El Presente, tal como lo notará, ofrece una circunstancia real sin igual y posee unos atributos excepcionales. El Presente, por ejemplo, no viene para luego regresar, es completamente continuo. Fluye sin causa aparente arrastrando capacidad de existencia en forma estable a todas las cosas. El Presente está en todas partes siempre siendo el mismo.
El Presente Es, pero no puede ser definido como algo. El Presente es un flujo incesante de existencia.
Aparte de todo esto, el Presente o la capacidad espontánea de presencia tiene una cualidad maravillosa, y es que el acto del saber sólo opera cuando se está en él. Sólo es posible conocer en el Presente; en el pasado tan sólo se piensa. Pensar y conocer son dos cosas diferentes. En el pensar hay razón, movimiento, actividad, duda; en el Presente hay saber. Saber no es pensar. Pensar es emitir nombre y forma al Ser opacando su naturaleza no-dual. Así pues, mientras la mente merodee constantemente en el pasado, la percepción se asociará exclusivamente a la memoria y a su naturaleza ilusoria y dual.
Pregúntese, ¿cómo se vería el mundo y cómo se supondría el quehacer cotidiano si permaneciera constantemente en el Presente? Cuando un individuo opera sin apetencia al fruto de la acción y a la vez permanece en el Presente realizando la acción, su voluntad intencionada muere y con ella el "yo" se diluye homogéneamente en toda la percepción. Esta modalidad de acción se denomina meditación en la acción.

Sesha



27 de abril de 2014

LA ÚLTIMA REVOLUCIÓN.

Hace más de cien años, el pintor Paul Cézanne dijo: 
"Vendrá un tiempo cuando una zanahoria, recién observada, 
provocará una revolución".
¿Ha tenido lugar ya esta revolución? ¿Está ocurriendo lentamente o está a punto de ocurrir? ¿Y cuál es la revolución a la que se refería Cézanne? ¿Cómo puede algo tan insignificante, intrascendente y ordinario como observar una zanahoria provocar una revolución?
Cézanne quería decir que si pudiéramos ver incluso un objeto tan sencillo y cotidiano como una zanahoria, como realmente es, nuestra experiencia sería revolucionada. Pero, ¿qué significa ver un objeto como realmente es? La clave está en la frase "recién observada", lo que significa ver con claridad, sin los obstáculos de los conceptos que el pensamiento superpone en nuestra experiencia. En realidad, la mayoría de nosotros somos completamente inconscientes de que nuestra experiencia es filtrada a través de una fina malla de pensamiento conceptual que hace que parezca muy diferente de cómo es en realidad.
Como el sabio chino Huang Po dijo, hace unos 1.200 años, "La gente descuida la realidad del mundo ilusorio". ¿El mundo ilusorio? ¡Esto es incluso más radical que Cezanne! Una cosa es recién mirar una zanahoria, una azada, una casa o el mundo, pero otra muy distinta es considerarla una ilusión. ¿Qué quiso decir?
A menudo escuchamos en la enseñanza no-dual frases como: "El mundo es una ilusión". Pero estas frases pueden crear una rebelión en nosotros, porque sabemos que nuestra experiencia es muy real. Entonces, ¿cómo conciliar estas dos posiciones — una, "el mundo ilusorio" y dos, la innegable realidad de nuestra experiencia?
Todo lo que aparece debe aparecer en o sobre algo. Por ejemplo, aparece una imagen en una pantalla; una silla aparece en el espacio de una habitación, las palabras de una novela aparecen en una página; aparece una nube en el cielo.
¿Qué pasa con la mente, el cuerpo y el mundo? Nuestra única experiencia de ellos es lo que actualmente aparece para nosotros como pensamientos, imágenes, sentimientos, sensaciones, visiones, sonidos, texturas, sabores y olores. En otras palabras, todo lo que conocemos de una mente, un cuerpo o un mundo son apariencias, y todas estas están apareciendo y desapareciendo continuamente. Es posible que tengamos un concepto de una mente, cuerpo o mundo existiendo continuamente, pero nunca realmente experimentamos tal objeto.
Como Cezanne también dijo: "Todo se desvanece, se desmorona". Todo lo que conocemos del mundo son percepciones que aparecen y desaparecen continuamente. Sin embargo, todo lo que aparece y desaparece debe hacerlo en o sobre algo. ¿Qué es ese algo?
Comencemos con los pensamientos: dondequiera que nuestros pensamientos aparecen lo hacen obviamente en lo que nos referimos como nuestro "ser". ¡Nuestros pensamientos no aparecen fuera de nuestro ser! Sin embargo, no podemos ver o encontrar ese "algo" en el que los pensamientos aparecen porque no tiene cualidades observables. Como tal, es abierto, vacío, transparente. Pero eso no significa que no sea conocido. No puede ser conocido como un objeto y, sin embargo, no es desconocido.
Si estamos leyendo estas palabras estamos, por definición, viendo la pantalla en la que se escriben, aunque no seamos conscientes de que la estamos viendo. Si estamos leyendo una novela estamos, del mismo modo, viendo el papel. Si estamos viendo una película estamos, nos demos cuenta o no, viendo o experimentando la pantalla. Si estamos viendo las nubes, estamos experimentando el cielo. No es posible ver las palabras, la novela, la película o las nubes sin que, al mismo tiempo, experimentemos eso en o sobre lo que aparecen.
Por lo tanto, si estamos experimentando pensamientos estamos necesariamente experimentando eso en lo que aparecen. Del mismo modo, si estamos experimentando una sensación o una percepción —y la única experiencia que tenemos de un cuerpo o del mundo son sensaciones y percepciones— entonces estamos también conociendo o experimentando eso en o sobre lo que éstas aparecen.
¿En qué aparecen nuestras percepciones del mundo? ¿En qué aparecen las sensaciones corporales? Las percepciones del mundo no aparecen en el mundo; las sensaciones del cuerpo no aparecen en un cuerpo. Las percepciones y sensaciones aparecen exactamente en el mismo "lugar" que los pensamientos, es decir, aparecen en la apertura, en el vacío de nuestro ser. Sin embargo, no sólo aparecen en nuestro ser; sino que son conocidas simultáneamente por nuestro ser, porque nuestro ser no está sólo presente, sino que también es consciente; no sólo es, sino que también conoce. De ahí que a veces se le llame Conciencia —la presencia de lo que es consciente— o la luz del Conocimiento puro.
Ahora, después de haber descubierto que todo lo que conocemos de la mente, del cuerpo o del mundo son pensamientos, sensaciones y percepciones, y habiendo visto que todos estos surgen dentro de nuestro ser, podemos preguntar de dónde vienen y de qué están hechos. ¿Cuál es su sustancia, su realidad?
Si dejamos una jarra de agua afuera en una noche helada, se empezará a formar hielo en ella. El hielo opaco está hecho solamente de agua transparente. Sin embargo, el hielo parece ser algo separado ydistinto del agua. Parece tener su propia existencia o realidad independiente.
Asimismo, el hielo tiene una forma y sin embargo está hecho de algo que no tiene forma. El hielo da forma a algo que es en sí mismo esencialmente sin forma. ¿Cómo es posible que algo que no tiene forma propia aparezca como forma, sin que nada se le añada o se le quite? La no-forma del agua tiene la capacidad dentro de sí misma de asumir todas las formas posibles. De hecho, es precisamente porque el agua no tiene forma propia, que es posible que aparezca como esta multiplicidad y diversidad de formas.
Nuestra experiencia es muy parecida a esto. La multiplicidad y la diversidad de la experiencia —pensamientos, sentimientos, sensaciones y percepciones— aparecen en y están hechos de nuestro ser. Este "ser", Conciencia pura, en la que aparece toda experiencia, con la que se conoce y de la que está hecha, es en sí misma vacía, transparente; no puede ser nombrada y no tiene forma, y sin embargo, es la sustancia o realidad de todos los nombres y formas.
Toda experiencia surge dentro de nuestro ser, este vacío transparente. Y el único "material" presente en nuestro ser, del que toda experiencia puede ser hecha, es nuestro propio ser. Es nuestra experiencia directa, íntima, que todo lo que conocemos de una mente, un cuerpo o el mundo está hecho y es idéntico a la transparencia de nuestro propio Ser, la luz del Conocimiento puro.
¿Y qué es lo que está presente en nuestro propio ser, antes de la experiencia de un pensamiento, sentimiento, sensación o percepción? ¡Sólo la Conciencia pura en sí! Toda experiencia —es decir, todos los pensamientos, sentimientos, sensaciones y percepciones— es una modulación de la presencia de nuestro propio Ser, la luz del Conocimiento puro. Toda la multiplicidad y diversidad de nombres y formas están hechos de una transparente, vacía e indivisible sustancia.
Al igual que la pantalla en la que aparecen las imágenes suele pasar inadvertida debido a nuestro enfoque exclusivo en las imágenes en sí, así también esta Presencia vacía, abierta y transparente de nuestro propio Ser suele pasar inadvertida debido a nuestro enfoque exclusivo en los objetos de la mente, el cuerpo y el mundo — es decir, en los pensamientos, sentimientos, sensaciones y percepciones.
Sin embargo, al igual que no es posible ver una imagen sin ver la pantalla, así también aunque esta Presencia suele pasar inadvertida, nunca es realmente desconocida. Del mismo modo que todo lo que realmente vemos cuando estamos viendo una imagen es la pantalla, así también todo lo que realmente experimentamos es la transparente, abierta y vacía presencia de nuestro propio Ser, la luz del Conocimiento puro. Siempre todo lo que Ella conoce o experimenta es Ella misma.
Amor es el nombre común que damos a la experiencia cuando el "otro" ya no se experimenta como "otro"; cuando la relación sujeto/objeto desaparece. Es ver la apariencia de una imagen, pero sabiendo que sólo es la pantalla. Es atribuir la realidad de la imagen a la pantalla. Es conocer todo y a todos como nuestro propio ser.
Es esta Presencia transparente, vacía, la que, refractada a través de la mente, aparece como una multiplicidad y diversidad de nombres y formas. Sin embargo, la mente es en sí misma una modulación de esa misma Presencia. En otras palabras, es la Conciencia pura en sí que, vibrando dentro de sí misma, toma la forma de la mente y, desde el punto de vista ilusorio de uno de los seres contenidos en esa mente, parece ver una multiplicidad y diversidad de objetos y seres separados, cada uno con su propia realidad y existencia independiente. En otras palabras, el ser o yo separado es sólo un yo separado desde el punto de vista ilusorio de un yo separado.
Desde el verdadero y único punto de vista real de la Conciencia pura sólo hay su infinito ser, refractado en una aparente multiplicidad y diversidad de formas finitas, pero sin dejar nunca de ser él mismo. Esto es lo que William Blake quiso decir cuando dijo: "Si se limpiaran las puertas de la percepción, todo aparecería ante el hombre tal como es, infinito". Esto es lo que los sufíes quieren decir cuando dicen: "Dondequiera que el ojo mire, está el rostro de Dios". Esto es lo que Huang Po quiso decir cuando dijo: "La gente se olvida de la realidad del mundo ilusorio". Esto es lo que Jesús quiso decir cuando dijo, "El reino del Padre se extiende sobre la tierra, y los hombres no lo ven". Esto es lo que quería decir Parménides, haciéndose eco de las palabras del Bhagavad Gita, cuando dijo: "Lo que es, nunca deja de ser; lo que no es, nunca llega a existir". Esto es lo que quería decir cuando Cézanne dijo que el arte debe "darnos una idea de la eternidad de la naturaleza".
Todos los grandes sabios y artistas de todos los tiempos y de todos los lugares han dicho o expresado esto de una manera u otra. Esta es la verdadera revolución. En la raíz de todo deseo de cambio está este último deseo: conocer sólo la realidad de toda experiencia; conocer sólo el amor.
A menos que y hasta que los problemas que enfrenta la humanidad se remonten hasta su última fuente —la ignorancia de esta realidad— pueden ser temporalmente aliviados, pero nunca serán verdaderamente resueltos. 
Rupert Spira
Fuente: Advaitainfo

DEL MIEDO A LA QUIETUD.




22 de abril de 2014


LA NEGATIVIDAD ELÉCTRICA.

De modo natural los organismos vivos producen cargas eléctricas, la alteración del equilibrio entre cargas positivas y negativas dan lugar a todo tipos de trastornos y enfermedades. Las patologías se manifiestan en el organismo cuando no es posible equilibrar o eliminar las cargas eléctricas positivas que provienen del exterior. La conservación de la electronegatividad de las células vivas es la que permite mantener el bienestar y no producir un mal funcionamiento biológico. El insomnio, el stress, así como toda una serie de trastornos físicos y psicosomáticos se deben a la sobrecarga eléctrica positiva que deben ser neutralizadas con aportaciones negativas. El principio de la negatividad eléctrica es el restablecer las cargas eléctricas negativas que por diversos motivos externos el organismo ha perdido.
Para explicar el efecto del desequilibrio iónico en los organismos vivos se recurre a los llamados “radicales libres”. En la naturaleza de modo usual las cargas negativas de los electrones que giran en torno al núcleo están equilibradas con la carga positiva del núcleo, por lo que el estado del mismo es neutro; debido a contaminaciones externas son desprovistos del átomo electrones, por lo que posee más carga positiva, pasando a ser un “ion positivo”. Si ocurre al revés, es decir que un átomo neutro adquiere un electrón, este se carga negativamente y se le denomina “ion negativo”. Al ion positivo se le denomina “radical libre”, poseyendo efectos nefastos sobre la salud cuando este proceso ocurre a nivel celular, lo que da lugar a que intente recuperar su equilibrio de forma agresiva. Los radicales libres son responsables de distintas degeneraciones celulares, llegando a dañar el núcleo de las mismas, afectando al material genético. En el envejecimiento, el parkinson, el alzheimer, la artritis reumatoide y ciertos tipos de cáncer se sabe que tienen un gran papel los radicales libres.
El profesor Charles Laville a partir de 1920 realizó estudios que coinciden con los del profesor Jean Bader en la influencia del entorno en ese equilibrio eléctrico en el organismo y sus efectos sobre la salud. Otra serie de investigadores de distintos países confirmaron los hallazgos de Laville, como K. S. Cole, H. J. Curtiss, A. L. Hodgkin y F. Bohatichek. Laville llegó a sus conclusiones siguiendo los estudios de D´Arson Val efectuados sobre el músculo desde 1827, los de Kolliver y Muller en 1856, y los de Lippmann sobre las corrientes eléctricas del corazón en 1873. Las primeras pruebas experimentales se realizaron en la escuela veterinaria de Affort, posteriormente los doctores Leprince y Chevalier, siendo el doctor J. Vanet quien recupera el tratamiento instrumental de Leville y sobre pacientes el doctor Aubourg en el hospital de Beaujon, verificó la efectividad de este tipo de tratamiento.
El dolor y malestar biológico se manifiesta cuando hay una sobrecarga de energía positiva en un mismo punto, este desequilibrio viene propiciado por la influencia del entorno, tales como radiofrecuencias, microondas y elementos similares que contaminan el organismo; así mismo los edificios de acero y hormigón actúan como un aislante del flujo de energía natural, al modo de jaulas de “Faraday”. La contaminación eléctrica del aire, los espacios cerrados donde no hay ventilación, donde hay mucha electricidad estática, hacen que se produzcan efectos patógenos de la aero-ionización positiva. A partir de diversas investigaciones se desarrollaron diversos instrumentos que inducen cargas negativas en el organismo restableciendo el equilibrio eléctrico celular.
Los organismos biológicos funcionan como auténticas baterías y están sometidos a un equilibrio eléctrico que puede ser alterado por múltiples factores, por lo que un mayor número de iones positivos generan trastornos y el exceso impide recuperar la salud. No solo el intercambio químico es fundamental en el sistema inmunológico, sino también el intercambio eléctrico; en la oxidación de las células la carga de iones negativos disminuye y aumentan las positivas. En el aire libre del campo la cantidad de iones negativos es más alta que en la ciudad o en lugares donde la contaminación electromagnética es alta a causa de las redes eléctricas, radio, wifi las células aumentan su carga iónica positiva, acelerando la oxidación celular y la degradación orgánica. La negatividad eléctrica aumenta el efecto de medicamentos, por lo que hay que tener cuidado cuando se utilizan algunos productos de tipo analgésico, tranquilizantes o similares.
Charles Laville desarrolló un instrumento llamado “electropulsator” que introducía en el organismo pequeñas cantidades de electricidad negativa a una frecuencia fija por segundo; aunque el aporte de energía que emitía el aparato en los estudios clínicos que realizaron demostró ser un potente modificador celular, siendo efectivo en el tratamiento de dolores musculares, cicatrización de heridas y aceleraba la regeneración celular. Un ejemplo de sus efectos fue la experimentación con el vaciado del contenido estomacal, que si en un proceso normal se realiza en 6 horas, con la aplicación de los pulsos eléctricos negativos esto se producía en hora y media, y si se aplicaba en el segmento de la séptima vertebra de la columna este proceso se realizaba en media hora.
El Marion es un desarrollo comercial de las ideas de Laville que en los años 50 fue muy utilizado por naturópatas, acupuntores y homeópatas en Francia, con un considerable éxito en todo tipo de tratamientos tanto de dolores y cicatrización de heridas como en todo tipo de dolencias y mejoras de la salud. Constaba de un electrodo que induce al organismo cargas eléctricas negativas de bajo voltaje (5, 6, 7, 9 ó 12 voltios) y muy poca intensidad. A través de un auricular se iba regulando la frecuencia de los pulsos, reajustándolos cada 5 minutos, pues varian las necesidades del pulso a medida que se aplica el tratamiento. Este tipo de ajuste sonoro es similar al que hacía la doctora Hulda C. Clark en su instrumento llamado “syncrometro”. Este ajuste requiere por parte del terapeuta de un cierto entrenamiento, por lo que se puede utilizar un flujo determinado por segundo de modo fijo.
Se suelen utilizar dos tipos distintos de electrodos, uno cilíndrico para el tratamiento en general y otro plano para tratamiento local de dolores o heridas. El electrodo en una mano se utiliza en sesiones de 3 o 5 veces por semana durante 15 minutos o una hora para tratamientos de enfermedades crónicas; en edades comprendidas entre los 15 y 25 años, se aplican sesiones de una, dos o tres veces al año para regenerar y renovar el equilibro iónico celular. El electrodo plano se utiliza a nivel local para cicatrizar heridas, para dolores locales y se ha constatado que aplicados en las vértebras L1 y L2 es útil para el estreñimiento crónico, en las D11 y D12 para el estreñimiento espástico y en la C7 y D3 para extrasístoles. Siempre se ha de tener en cuenta que el uso de este instrumento aumenta el efecto de los fármacos. El sujeto puede estar conectado a tierra, bien a través de un cable o directamente con los pies en contacto con el suelo, en algunas variaciones de este aparato se tiene dos electrodos y uno de ellos conectados a la tierra de la red eléctrica; en los modelos más modernos de los derivados de Marion y Leville no parece necesario que se tenga conexión a tierra.
Es indicado el tratamiento con la negatividad eléctrica para fatiga y malestar en general, prevención de los procesos cancerosos, trastornos endocrinos, problemas respiratorios y asma, hipertensión, circulación sanguínea, problemas cardiacos, espasmos diversos, problemas digestivos. También se le adjudica efectividad en dolores de cabeza, en la depresión, en la ansiedad, en la neurastenia y en el pesimismo fruto de la ausencia de vitalidad. La negatividad eléctrica es un modo de equilibra los valores iónicos del organismo, por lo que facilita la regeneración celular y armoniza la propia energía interior. La negatividad eléctrica no produce la curación por sí misma, sino que provoca que el organismo recupere su equilibrio natural y restablezca la salud. Una variante de la implementación de iones negativos es la llamada “iontophoresis”, que en vez de un electrodo utiliza dos.

Fuente: Mente, Energía y Máquinas

LOS BENEFICIOS DE LA MEDITACIÓN.

Media hora de meditación diaria cambia la estructura cerebral no es necesario llevar años de práctica para recibir los beneficios de la meditación. Una reciente investigación publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences concluyó que no importa si se es novato y escéptico. Si se medita, se presentarán cambios en el cableado cerebral desde el primer mes. Para comprobarlo, se revisaron los resultados de dos estudios: uno realizado por la universidad de oregon (ee.uu.) A 45 estudiantes, y otro a 68 jóvenes voluntarios de la Dalian University of Technology (china). En ambos casos se le pedía a un grupo que durante media hora al día tratara de dejar pasar los pensamientos mientras escuchaban música calmada (esta técnica se conoce como atención plena, o mindfulness). Al otro grupo, en cambio, se le pedía simplemente que relajaran los distintos grupos musculares durante el mismo tiempo.
Los voluntarios se hicieron una resonancia magnética antes de comenzar el estudio, en la mitad de él y después de las cuatro semanas. Según explica a "el mercurio" el jefe de la investigación y profesor de neurociencias de la u. De Oregon, Michael Posner, "después de dos semanas, entre quienes practicaron meditación observamos un aumento en el número de conexiones entre las neuronas, y después de un mes de práctica, también encontramos que los axones (cables que van entre una neurona y otra) estaban mejor aislados, porque tenían más mielina".  
En palabras sencillas, "esto significa que la información se transmite más rápidamente. Ellos vieron que con la meditación, el circuito neuronal se hace más eficiente y los pacientes mejoran el control cognitivo, que es lo que me permite acordarme de cambiar la ruta para pasar por el supermercado cuando voy camino a mi casa, o me hace no gritar cuando veo una araña en público", explica la neuróloga de la clínica alemana Andrea Slachevsky.
Estudios anteriores realizados por el profesor Posner también habían visto cómo la meditación mejora la atención desde los cinco días de práctica y provoca "grandes cambios en la atención después de 30 días".
Pero éstas no son las únicas investigaciones que demuestran los beneficios de la meditación. Un estudio noruego a pacientes con artritis demostró que quienes realizaban ejercicios de meditación y concentración disminuían el estrés y la fatiga. Otro estudio realizado por expertos de la universidad de Yale concluyó que quienes meditaban tenían menos riesgo de sufrir algunos trastornos psiquiátricos, como esquizofrenia. Otros de sus beneficios son ayudar a dejar de fumar y prevenir la psoriasis.
Nuevos hábitos saludables de vida son esenciales para el bienestar, belleza y armonía, en donde actividad física, nutrición de calidad, relajación, vivir con entusiasmo son algunas claves de la felicidad, anímate al cambio, sólo comienza.
Fuente: Amalia Torres – El Mercurio


DÍA DE LA TIERRA.

Muchos cuidados, Amor y Conciencia en el Eterno Presente, para nuestra Madre Tierra

21 de abril de 2014

CUENTICILINA, PROYECTO DE UN MÉDICO QUE BUSCA SANAR A TRAVÉS DE LA LITERATURA.

El botiquín de Harry Marín está lleno de ampolletas de colores, que traen historias diferentes. La idea es que el paciente se cure dejando volar su imaginación.

LA ENERGÍA DE LOS ÁRBOLES — ABRAZA UN ÁRBOL.

Recientes investigaciones encontraron que pasar tiempo en la naturaleza genera vitalidad. Investigadores de la Universidad de Rochester en Estados Unidos llegaron a la conclusión de que la naturaleza es una fuente de placer en muchos sentidos, al punto que las personas que aprovechan el verde y los paisajes se sienten más vitales que aquellos que permanecen en la ciudad. “La naturaleza es un combustible para el alma. Cuando estamos cansados generalmente buscamos una taza de café, pero investigación sugieren que una mejor manera de energizarnos es conectarse con la naturaleza”, afirmó Richard Ryan, uno de los investigadores. A través de cinco experimentos se llegó a la conclusión de que sólo hacen falta 20 minutos por día en el verde para que las personas mejoren su vitalidad, este efecto positivo tuvo más relación frente a la naturaleza que estar al aire libre. Las personas con más vitalidad no sólo tienen más energía para hacer lo que desean, sino que además se recuperan mejor de cualquier enfermedad física. Uno de los caminos hacia la salud podría ser pasar más tiempo en lugares naturales”
Cuando caminamos entre los árboles en un parque o un bosque, podemos llegar a sentir la energía que desprenden. Los celtas creían que cada árbol poseía un espíritu sabio y que sus rostros podían verse en la corteza de sus troncos y sus voces escucharse en el sonido de las hojas moviéndose con el viento. Los árboles nos ayudan a establecer contacto con el poder de la naturaleza, nos dan herramientas para sanarnos, relajarnos, fortalecernos, cargarnos de energía vital y son portadores de los mensajes de la madre Tierra. Existen cada vez más personas que han comprobado los beneficios de abrazar los árboles. Al revés que con las personas que al abrazarlas podemos notar pérdidas de energía debido a factores emocionales, con un árbol siempre notaremos que nos carga, nunca que nos descarga.
No olvidemos que todo ser vivo es energía, y al igual que nosotros, los árboles tienen la suya propia, muchas veces entramos en sintonía y sentimos como fluye expresando nuestra sensación de bienestar, tranquilidad, serenidad, etc. Desde aquí queremos compartir la energía que te aporta cada árbol en concreto, porque cada uno tiene una característica, determinada por su especie, velocidad de crecimiento, entorno.
¿Cómo Captar la Energía de los Árboles?
La energía que emanan los árboles, al igual que la nuestra, es invisible al ojo físico, es lo que llamamos el aura, muy perceptible sensitivamente.
El árbol al igual que las personas está emitiendo vibraciones energéticas constantemente y son perfectamente asimilables por el ser humano, se pueden absorber y podemos beneficiarnos de sus efectos.
Existen dos formas fundamentales de captarla:
1-A través de la emanación áurica del árbol.
Su extensión es más o menos grande según las características de cada árbol y su situación ambiental. Bastará penetrar en su radio de acción. Este tipo de energía se absorbe con el simple hecho de pasear por un bosque, conscientemente podemos aumentar su captación regulando nuestra respiración a un ritmo tranquilo y algo profundo.
En la práctica, esto es lo podemos hacer:
Camina entre los árboles y escoge alguno que te llame la atención. Utilizando la espalda acércate a él, obsérvalo y capta su energía, no trates de analizarlo mentalmente o de establecer un vínculo emocional. Sólo nota su tono vibratorio. Tócalo al mismo tiempo que cierras los ojos, con tu mano izquierda. Reconoce su fuerza y su influencia en el entorno. Observa si es un árbol solitario o un pastor de árboles que tiene influencia sobre el resto. Capta si su energía es curativa, o si es protectora y amorosa, o si es sabia, o si es imponente en todo ese territorio o de cualquier otro tipo. Acepta esa energía sin más y pregúntate si deseas recargarte a ti mismo con esa fuerza. Establece contacto con la energía del árbol mediante tu corazón energético. Vacía tu ruido interno, fluye en el amor y escucha al árbol. Capta su espíritu. Preséntate con tu nombre y entra en un espacio donde la comunicación es energética y no sonora. Puedes pedir consejo sobre cualquier situación que necesites, cargarte de energía, relajarte o aceptar su sabiduría. Escúchala en tu corazón, da las gracias, levántate y despídete poniendo tu mano derecha sobre su tronco.
2) En contacto directo con el árbol.
Utilizando las Manos: A través de ellas podemos realizar una captación más consciente, son una zona muy sensible a la emisión y captación vibratoria ya que en la palma existen varios puntos de entrada y salida de energía. La posición más conveniente es la de seguir las grietas o fisuras de la corteza en el sentido que las presenta el árbol.
Utilizando la Espalda: La parte central de la espalda, recorriendo la columna vertebral, se encuentra el canal energético principal del cuerpo. Apoyando esta zona en el tronco del árbol absorberemos la energía que emana.
Desde la antigüedad ya se sabe que cada árbol alberga un espíritu que le confiere una fuerza determinada, una energía que le da un poder genuino y exclusivo, según a la clase que pertenezca. En ocasiones podemos buscar la fuerza del árbol para mitigar el dolor de una enfermedad, para superar las preocupaciones o simplemente para conseguir alcanzar nuestro propio equilibrio. Este intercambio energético no afecta negativamente al árbol, ya que este las transmite a la Madre Tierra y esta las transmuta completamente.  En las técnicas orientales, como el chi-kung, hay una postura que se llama “abrazar el árbol”. Esta posición estática alinea todos los huesos del modo más eficaz posible. Buddha se iluminó bajo una higuera. Jesús estuvo en el monte de los olivos. A los cátaros les gustaban las acacias. Los Druidas preferían la fuerza masculina del roble para usar su sabiduría. Los jóvenes enamorados buscaban el tilo para confiar sus intimidades amorosas porque representaba el vigor de Venus. De cualquier modo existen diferentes clases de árboles y es un ejercicio interesante conocer las diferentes energías que fluyen a través de ellos. Una buena forma de hacerlo es abrazándolos al mismo tiempo que nos hacemos uno con él.
CUALIDADES ENERGÉTICAS DE ALGUNOS ÁRBOLES.
La Encina y el Alcornoque.
Son primos hermanos de la misma especie, son los árboles de la potencia, su aspecto firme y algo áspero nos muestran un carácter firme y seguro.
Son árboles robustos, fuertes y protectores con grandes cualidades energéticas. Buenos amigos a los que acudir cuando se está en baja forma física o en situaciones de bajo estado de ánimo, ansiedad o inseguridad ya que su energía nos ayuda a transformarlos en actitudes más positivas y seguras. Por ello te proponemos que te acerques a un buen ejemplar, lo abarques con tus brazos, te fundas con él y luego te relajes sentado a sus pies y dejes fluir su fuerza.
El Olivo.
La energía del olivo es altamente beneficiosa. Al acercarse a un buen ejemplar notarás una sensación de paz y serenidad. El olivo es sabio, viejo y amigable y brinda al que se le acerca un apoyo incondicional. Al sentarnos y recostarnos en su tronco su contenido energético ira traspasándose lentamente a su cuerpo, este incide en seis de los centros vitales más importantes que posee el ser humano, estos centros son los principales reguladores y alimentadores de toda nuestra estructura energética, pero donde posiblemente notará más su efecto es en el 4º de ellos, situado a la altura del pecho, sintiendo la necesidad de respirar profundamente y proporcionándole una sensación de bienestar. El olivo alimenta los circuitos mentales, permitiendo que estos se equilibren y recuperen un ritmo natural.
La Ceiba.
Los antiguos Mayas en México decían que ellos sostenían al mundo. Actualmente existen ya pocos de estos milenarios árboles en la zona Maya.
En Centro Ceremonial de Malinalco hay uno todavía. Que puedes abrazar.
Recordemos que también es importante además de sentir su energía y pedirla, regresarle amor, ya que ellos también necesitan de nosotros para seguir sosteniendo el aliento de vida que dan a nuestro planeta. Cada vez que practiques una de estas técnicas antes de despedirte abrázalo y regálale tu amor, gratitud, respeto y deséale salud y larga vida!

Fuente: www.creadess.org


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