El
hombre y la mujer son mundos diferentes; por eso es difícil que se comprendan
mutuamente. Y el pasado ha estado lleno de malentendidos, pero esto no tiene
que continuar así necesariamente en el futuro. Nosotros podemos aprender una
lección del pasado, y la única lección es que el hombre y la mujer tienen que
volverse más comprensivos uno respecto al otro y aceptar mejor sus diferencias.
Estas diferencias son valiosas, no es necesario que generen ningún conflicto;
de hecho, son las causas de la atracción entre ellos.
Si
todas las diferencias entre los hombres y las mujeres desaparecieran, si ambos
tuvieran el mismo tipo de psicología, también desaparecería el amor, porque ya
no existiría la polaridad. El hombre y la mujer son como los polos negativo y
positivo de la electricidad: se atraen entre sí magnéticamente. Son polos
opuestos; por eso el conflicto es natural. Pero mediante la comprensión,
mediante la compasión, mediante el amor, mirando el mundo del otro y tratando
de adoptar una actitud favorable hacia él, todos los problemas se pueden
resolver. No hay necesidad de crear más conflicto, ya basta.
El
hombre necesita la liberación tanto como la mujer. Ambos necesitan la
liberación, liberación respecto a la mente. Deberían cooperar mutuamente y
ayudar al otro a que se libere de la mente. Ese será un verdadero movimiento de
liberación.
Osho
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