19 de diciembre de 2013

Véalo en exclusiva en:  http://www.youtube.com/user/SamadhiPictures 
Viernes 20 de Diciembre de 2013.






13 de diciembre de 2013

NUEVO LENGUAJE DEL ESPÍRITU.

Medicina energética e intuición, cuando hablo de la intuición suelo decepcionar a algunas personas, porque estoy firmemente convencida de que la visión simbólica no es un don sino una habilidad, una habilidad que tiene su base en la propia estima. Desarrollar esa habilidad, y un sano sentido de sí mismo, resulta más fácil cuando se piensa con las palabras, los conceptos y los principios de la medicina energética. Así pues, mientras lee este capítulo piense que aprender a utilizar la intuición es aprender a interpretar el lenguaje de la energía. El campo energético humano Todo lo que vive late de energía, y toda esa energía contiene información. Si bien no es sorprendente que quienes practican medicinas alternativas o complementarias acepten este concepto, lo cierto es que incluso algunos físicos cuánticos reconocen la existencia de un campo electromagnético generado por los procesos biológicos del cuerpo. Los científicos aceptan que el cuerpo humano genera electricidad, porque el tejido vivo genera energía. El cuerpo físico está rodeado por un campo energético que abarca el espacio que ocupan los brazos extendidos y todo el largo del cuerpo. Este campo es a la vez un centro de información y un sistema perceptivo muy sensible. Mediante este sistema estamos en constante «comunicación» con todo lo que nos rodea, ya que es una especie de electricidad consciente que transmite y recibe mensajes hacia y desde los cuerpos de los demás. Estos mensajes que entran y salen del campo energético son los que percibimos los intuitivos. Quienes practican la medicina energética creen que el campo energético humano contiene y refleja la energía de cada persona. Nos rodea y lleva con nosotros la energía emocional generada por nuestras experiencias interiores y exteriores, tanto las positivas como las negativas. Esta fuerza emocional influye en el tejido físico interno del cuerpo. De esta manera, la biografía de una persona, es decir, las experiencias que conforman su vida, se convierte en su biología. Entre las experiencias que generan energía emocional en el sistema energético están las relaciones pasadas y actuales, tanto personales como profesionales, (las experiencias y recuerdos profundos o traumáticos, y todas las actitudes y creencias, sean de tipo espiritual o supersticioso. Las emociones generadas por estas experiencias quedan codificadas en el organismo y los sistemas biológicos y contribuyen a la formación de tejido celular, el cual genera a su vez, una calidad de energía que refleja esas emociones. Estas impresiones energéticas forman un lenguaje energético que contiene una información literal y simbólica. Una persona intuitiva médica puede leer dicha información. He aquí un ejemplo del tipo de mensaje que podría comunicar el campo energético. Supongamos que una persona tenía dificultades para aprender matemáticas en la escuela de primera enseñanza. Normalmente, saber que doce hacen una docena no supone una carga emocional susceptible de alterar la salud del tejido celular. Pero si el profesor o la profesora humillaba a esa persona porque no sabía eso, entonces la experiencia tendría una carga emocional que generaría lesión celular, sobre todo si la persona insiste en ese recuerdo en la edad adulta, o lo utiliza a modo de piedra de toque para determinar la forma de hacer frente a las críticas, las figuras de autoridad, la educación o el fracaso. Un intuitivo podría captar la imagen literal de la relación de esa persona con su profesor o cualquier otro símbolo negativo ligado a esa experiencia. Las imágenes positivas y la energía de las experiencias positivas también están contenidas en el campo energético. Piense en alguna ocasión en que alguien le elogiara un trabajo bien hecho, un acto de bondad o la ayuda que prestó a una persona. Sentirá una energía positiva, una oleada de poder personal dentro del cuerpo. Las experiencias positivas y negativas dejan registrado un recuerdo en el tejido celular y en el campo energético. La neurobióloga Candace Pert ha demostrado que los neuropéptidos, sustancias químicas activadas por las emociones, son pensamientos convertidos en materia. Las emociones residen físicamente en el cuerpo y se interrelacionan con las células y los tejidos. De hecho, la doctora Pert dice que ya no puede separar la mente del cuerpo, porque el mismo tipo de células que producen y reciben esas sustancias químicas emocionales en el cerebro están presentes en todo el cuerpo. A veces el cuerpo reacciona emocionalmente y fabrica sustancias químicas emocionales incluso antes de que el cerebro haya registrado un problema. Recuerde, por ejemplo, lo rápido que reacciona su cuerpo ante un ruido fuerte, antes de que haya tenido tiempo de pensar. En su libro Healing and the Mina, Bill Moyers cita las palabras de la doctora Pert: «Ciertamente hay otra forma de energía que aún no hemos entendido. Por ejemplo, hay una forma de energía que parece abandonar el cuerpo cuando éste muere. [...] La mente está en todas las células del cuerpo.» «¿Quiere decir que las emociones están almacenadas en el cuerpo?», le pregunta Moyers. «Por supuesto. ¿No se había dado cuenta? [...]. Hay muchos fenómenos que no podemos explicar sin referirnos a la energía.»

Caroline Myss (Anatomía del Espíritu)

4 de diciembre de 2013

¿QUÉ RITUALES O EJERCICIOS PODRÍAS OFRECERNOS PARA ABRIRNOS A NUEVOS NIVELES DE CONCIENCIA?”.



“Para llegar a uno mismo, al Ser esencial, primero que nada debemos domar a esa ilusión tatuada en nuestra mente por la familia, la sociedad y la cultura, que llamamos Ego. Ilusión con la que nos identificamos y que nos retiene en una especie de cárcel mental. Se logra esto, observando objetivamente hasta donde nos es posible, la cotidiana conducta de ese personaje que nos posee. He aquí una lista, no exhaustiva, de los defectos de carácter que debemos vencer para llegar a actuar como un ser de un alto nivel de conciencia. Quien añade conciencia, añade felicidad a su vida.
El Ego se alaba sin cesar. El Ego se maltrata, pero en el fondo quiere que le digan que sus defectos no son tan graves o que lo admiren por su franqueza y “humildad”.El Ego habla sin entender lo que está diciendo porque, en verdad, no puede conocer nada pues gira alrededor de sí mismo, el Ego proyecta su imagen en todo el mundo. Si tiene miedo, el mundo es feo. Si está eufórico, el mundo es bello. Si tiene deseos perversos, ve pervertidos en todas partes. El Ego cree que él es lo que piensa, siente, hace. Si critican algo de él, se ofende. El Ego no ve diferencia entre lo que tiene y lo que es él. Los objetos son su continuación. Es capaz de matar si le dañan, por ejemplo, su automóvil. El Ego goza de su propia violencia, como también goza de su insatisfacción e incultura. Como el tiempo es su enemigo porque lo acerca a la muerte, el Ego se preocupa de la edad, es decir, de sus cambios físicos. Cambios que oculta con tatuajes, piercings, adornos. El Ego siempre enjuicia a los demás poniéndose él como medida: son mejores, peores o iguales a él. El Ego tiene buenas razones para justificar sus errores: son culpa de las circunstancias o de los otros. El Ego discute para demostrarse a sí mismo que es más inteligente que los otros. Su táctica es decir “¡No!”. El Ego es codicioso: no ama sino que desea poseer. El Ego dice que le suceden cosas “extraordinarias”: ha visto un platillo volador, ha tenido una visión, conoce a un personaje famoso, etc. Lo que le “sucede” lo cuenta para ponerse en valor y sentirse superior a los que lo escuchan. Cuando alguien muere, el Ego se alegra porque no es él quien expiró.  El Ego oculta un mordisco detrás de cada alabanza que concede. Al Ego le gusta agradar y se coloca máscaras de diferentes personalidades para caer bien. Se hace el honesto o el fuerte o el delicado o el niño, según con quien está. El Ego se preocupa por dejar sus huellas en algún lado: firma paredes, pone sus fotografías en marcos, funda escuelas, lucha por obtener medallas y premios, etc… Al Ego le gusta mandar a otros y goza apoderándose de voluntades ajenas. Sufre cuando otro lo manda. Detesta a cualquier clase de maestro. Al Ego le gusta vivir junto a los que tienen poder o fama y es servil con ellos por envidia. El Ego no sabe escuchar: supone lo que le van a decir y reacciona según sus suposiciones sin dejar hablar al otro. El Ego es un vampiro de energía: cuando visita a alguien es capaz de hablarle de sí mismo durante horas sin preguntarle ni siquiera si está bien de salud.
La auto-observación de nuestro Ego debe ser constante: es la básica y esencial primera lucha para acceder a planos de conciencia más elevados.

¿POR QUÉ EL EGO TEME CAMBIAR?
Para responder a esta pregunta debo contar una pequeña historia:
“Un cazador, que buscaba la pista de un león, preguntó a un leñador si había visto huellas del felino. Este le respondió: “Conozco el sitio donde se cobija. ¡Voy a mostrarte al león mismo!” El cazador se puso blanco y, entre castañeteos de dientes, confesó: “Sólo busco la pista y no al león”.
Esta historia puede ser aplicada a aquellos que buscan el Conocimiento. Para aprender se necesita, primero, saber que se puede aprender; segundo, ser maestro de sí mismo para poder aprender; y tercero, estar dispuesto a aceptar el cambio que provocará el Conocimiento. Gran parte de la falta de aprendizaje es la creencia de que no se tienen capacidades para aprender. Luego, la pereza de creer que todo se recibirá de un Maestro. Y por fin, el miedo al cambio que hace que el discípulo luche contra aquello mismo que quiere aprender.
¿Por qué el cambio aterroriza? Nuestro Ser esencial es ilimitado y participa de la eternidad universal. Nuestro limitado Ego, con angustia quiere perdurar, quedándose dentro de sus límites para siempre, igual a sí mismo. Mas, para ser inmortal, tiene que conocer y eso lo llena de terror, pues si le dice a su Esencia: “Tengo miedo de morir, ¿qué debo hacer para impedirlo?” Ella le contestará: “Si quieres alcanzar la eternidad, debes primero morir. Sólo cambiando radicalmente, eliminando tus amarras al pasado, abandonando los intereses que te atan a lo que posees, perdiendo tu “personalidad”, tu nombre, tu rostro, tus ideas, muriendo en vida para otra vez nacer, es decir mutando, podrás salvarte.

Así como el cazador sigue las huellas pero rehúye enfrentarse al león, el Ego teme enfrentarse al Conocimiento. Para perdurar, debe dejar de ser tal cual es. Para cazar al león debe dejar que este se lo coma. El Ego debe disolverse en el Ser esencial. La bestia duerme en su caverna. Él tiene que entrar en la oscuridad y despertarla. "Cuando el león se despierta, el cazador se esfuma.” 
Alejandro Jodorowsky

27 de noviembre de 2013

¿QUÉ ES LA NO-DUALIDAD? (PARTE 1)


¿A qué se refiere la palabra "no-dualidad"?
El mundo creado por el pensamiento, el mundo de las palabras, el lenguaje y los conceptos, es el mundo de los opuestos. "Arriba y abajo", "esto o aquello", "dentro y fuera", "bien y el mal", "blanco y negro", "verdadero y falso", "positivo y negativo", "tú y yo" y así sucesivamente. El mundo de las palabras, el lenguaje, los pensamientos, los conceptos, es un mundo dualista de opuestos aparentes. Pero, en realidad, ¿existen los opuestos?
Lo que realmente queremos decir cuando usamos la palabra "no-dualidad" es algo que va más allá de todos estos opuestos creados por la mente. Pero ¿cómo podemos hablar de algo que va más allá de los opuestos, que incluso nuestro intento de hablar de la no-dualidad es dualista?
Por lo tanto, lo que la palabra no-dualidad significa es realmente muy difícil de describir o explicar con palabras. De hecho, se podría decir que es imposible. Porque no estamos hablando de la no-dualidad como opuesto a algo que se llama dualidad, no estamos hablando de pro-dualidad en oposición a anti-dualidad. En realidad la no-dualidad de la que hablamos no es opuesta a nada. Esto es imposible de comprender lógica o racionalmente. Para ver de lo que estamos hablando, tenemos que ir más allá de nuestra manera ordinaria de pensar y de ver.
La "no-dualidad" es en realidad una traducción de la palabra sánscrita "Advaita", que significa simplemente "no dos" y apunta a la unidad esencial (totalidad, plenitud, unicidad) de la vida, una totalidad que existe aquí y ahora, antes de cualquier aparente separación. Es una palabra que indica una intimidad, un amor más allá de las palabras, justo en el corazón de la experiencia del momento presente. Es una palabra que nos señala la vuelta a casa. Y a pesar de la apariencia fascinante de la separación y la diversidad sólo hay una esencia universal, una realidad. La unidad es todo lo que hay — y estamos incluidos.
Lo que realmente estamos tratando de hacer cuando decimos "no-dualidad" es señalar a la vida como es justo ahora, antes de la aparición de los conceptos y las etiquetas; antes de que el pensamiento cree un mundo de cosas: mesa, silla, mano, pie, miedo, yo, tú, pasado, futuro. ¿Qué es la vida antes del pensamiento? ¿Podemos siquiera hablar de eso? ¿Es posible capturar la no-dualidad en palabras?
Cuando hablamos de no-dualidad puede parecer a veces que queremos decir "anti-dualidad", que estamos en contra de la dualidad o que es incorrecta o falsa, o incluso peligrosa. Esto puede llevar a un pensamiento y religiosidad dogmáticos y a la proclamación de la rectitud: "¡Tú eres dualista y yo soy no-dualista! ¡Soy más no-dual que tú!" Esa es la religión de la no-dualidad. Nosotros estamos más interesados ​​en la verdad de la no-dualidad.

¿Es la no-dualidad una religión o un sistema de creencias?
La no-dualidad no es un nuevo sistema de creencias, una religión o una guía de "cómo" vivir. No hace promesas de futuro. Por supuesto, puede llegar a ser un sistema de creencias o una religión, como cualquier otra cosa. Usted podría comenzar a creer que "no hay yo, no hay 'mí', ni tiempo ni espacio y que todo es una ilusión" — y la no-dualidad podría convertirse en su nuevo sistema de creencias.
Eso es lo que me sucedió hace unos años por propia experiencia, la no-dualidad se había convertido en mi nuevo sistema de creencias, ¡aunque en ese momento yo realmente creía que estaba libre de todos los sistemas de creencias! Cuando alguien se suscribe a la no-dualidad como un sistema de creencias, hay precisamente alguien ahí —una persona separada— ¡creyendo que ya no es una persona separada! Y entonces tal vez va por ahí diciendo a todos que no es una persona separada. Secretamente se experimenta a sí mismo como un individuo separado, pero ha adquirido una serie de conceptos, está viviendo con una nueva imagen de sí mismo como más allá de todas las imágenes.
Puedes creer que no estás separado, pero todavía puedes sentirte separado, y experimentarte a ti mismo como separado. Hay un mundo de diferencia entre simplemente creer que no estás separado, es decir, tener intelectualmente conceptos de no-dualidad como un nuevo sistema de creencias, y ver realmente lo que esas palabras están señalando de una manera muy profunda. Aquí, estamos interesados ​​en la visión de la no-dualidad, no sólo en hablar y discutir sobre ella.Podemos hablar y discutir sobre conceptos de la no-dualidad hasta que se nos ponga la cara azul, podemos discutir sobre quién tiene razón y quién está equivocado y quién es más "no-dualista", pero en realidad estaríamos perdiendo la perspectiva de todo esto.

¿Es posible alcanzar un estado no-dual o llegar a estar espiritualmente despierto?
¿No es fascinante cómo el pensamiento (o la mente) automáticamente trata de convertir lo que estamos hablando en una especie de estado especial o experiencia? El pensamiento oye hablar sobre la "no-dualidad" y la quiere. Y se pregunta: "¿Cómo la consigo? ¿Cómo la alcanzo? ¿Cómo la veo? ¿Quién me puede llevar allí? ¿Quién puede transmitírmela? ¿Quién puede enseñármela o dármela? ¿Dónde la voy a encontrar?" Entonces empieza a buscar algo que se llama "no-dualidad". Empieza a esperar por ella. Vive con esa esperanza.
Esto inevitablemente ocurrirá porque la persona es siempre un buscador. Una persona separada siempre está buscando algo. Podríamos buscar riqueza, éxito, poder, fama, o podríamos buscar cosas "espirituales" — pero en realidad es todo la misma búsqueda. El buscador espiritual podría buscar el despertar, la iluminación o un estado no-dual en lugar de dinero, poder y éxito — pero en el fondo, es el mismo movimiento.
El tiempo siempre está involucrado en la búsqueda. Lo que buscamos está siempre en el futuro. Decimos: "Un día encontraré la no-dualidad. Entraré en el estado no-dual o tendré una experiencia de despertar o mi persona se desvanecerá por arte de magia". ¡Así que párate ahí! Ya has convertido la no-dualidad en una meta futura. Para y mira a ver dónde comienza esta búsqueda.
Entonces, ¿esta incesante búsqueda toma diferentes formas?
Sí. Pregunta a cualquiera en la calle lo que están buscando, y probablemente te dirán que están buscando la paz, la felicidad, el éxito, la popularidad, el poder, el amor, la aceptación, la comprensión, la fama, la gloria. Alguien que se identifica como una "persona espiritual" podría estar buscando un estado alterado de conciencia, o algún tipo de transformación o una experiencia de iluminación, o ¡pueden estar buscando no buscar ya nada más!
Todo el mundo está buscando algo. Esta búsqueda toma muchas formas, pero en realidad es todo la misma búsqueda. Parece como si cada uno estuviera en busca de cosas diferentes, pero en realidad lo que estamos buscando, en el fondo, es lo mismo. Básicamente, todos están en busca de la misma totalidad (o unidad o integridad, o como quieras llamarlo) — una totalidad que ya está aquí, pero pasa desapercibida en nuestra búsqueda de una realización futura. Ahí es donde todo comienza: en la búsquela de algo mejor en el futuro. Buscando el momento siguiente que será un momento mejor, un momento más pleno, un momento más completo. Y, por supuesto, la no-dualidad sólo podría convertirse en algo más de lo que se busca. Podríamos convertir la no-dualidad en nuestra nueva meta. Pero la palabra "No-dualidad" en realidad apunta a lo que ya está presente aquí y ahora, dentro de esta experiencia presente, como esta experiencia. No estamos hablando de una nueva meta para el buscador. Estamos hablando de la vida como lo que ya es. La no-dualidad no está en el tiempo.
Si la vida "como es" ya es perfecta, ¿por qué seguimos buscando?
La verdadera pregunta es: "¿Quién está buscando?" ¿Qué es este buscador? ¿Dónde está? ¿Puedo encontrarlo ahora? Y ¿es este buscador quien yo soy realmente? Parece que soy un individuo separado que está buscando algo para completarse a sí mismo, pero ¿es eso lo que realmente soy? ¿Esta búsquela realmente me define? ¿Soy realmente algo que está incompleto, algo que busca completarse en el futuro? Pasas a través de todas estas diferentes capas de preguntas y, finalmente, llegas a la pregunta fundamental: "¿Quién soy yo?" Ahí es a donde todo conduce al final.
Entonces, ¿quién soy yo?
Si haces esa pregunta a la mayoría de la gente, probablemente te responderían con una historia acerca de lo que piensan que son. Podrían darte una descripción de lo que han hecho en el pasado y tal vez de lo que sueñan hacer en el futuro. Podrían contarte una historia acerca de su rol en la vida —que son un padre o una madre, o una persona de negocios o un panadero— dónde trabajan y viven, y el número de hijos que tienen. Ellos, literalmente, te contarán una historia sobre el pasado y el futuro. Ellos, básicamente, te contarán una historia acerca de lo que eran en el pasado y lo que piensan que van a ser en el futuro —no quiénes son en este momento. Pero la pregunta es: "¿Quién eres ahora?" Normalmente esta pregunta se responde con la descripción del pasado o un futuro imaginado.
Vivimos con una historia de nosotros mismos creada por el pensamiento. Soy un encargado de la tienda, un médico, un abogado, un artista, una persona espiritual. (Alguien que se llama a sí mismo una "persona espiritual" podría incluso contar una historia acerca de cómo no es una persona, que ha trascendido el tiempo y el espacio y que no tiene relaciones porque no tiene un yo y no hay otros. A pesar del contenido de la historia "yo soy", ¡sigue siendo una historia! Quizás, si te ves como un "iluminado" te has convencido a ti mismo de que no estás contando una historia, que estás más allá de las historias. ¿Pero no es eso tan sólo otra historia? Todos parecemos vivir con una imagen de lo que somos.)

¿Se trata de un caso de identidad errónea?
Exactamente. ¿Es la imagen de ti mismo lo que realmente eres? ¿Te define? Y aquí está el problema. Cuando se vive con una imagen de uno mismo, esa imagen siempre se puede mejorar; siempre se puede tener una mejor historia. Si tienes la identidad de que eres una mujer de negocios de éxito y que estás haciendo un montón de dinero, tal vez tienes la esperanza de que algún día vas a hacer una fortuna y ser una famosa millonaria. O la historia podría ser que eres una persona espiritual y un día te convertirás en un iluminado.
¿Entonces, ¿estás diciendo que la iluminación es sólo otra historia?
Bueno, siempre se trata de "yo" completándome a mí mismo en el tiempo, ¿no es así? La historia de la iluminación es igual a la historia de "un día voy a ganar la lotería". Dentro de la historia estás siempre incompleto y moviéndote siempre hacia una realización futura.
En algún nivel nos sentimos incompletos ahora — hay una sensación de carencia, o de no ser íntegro. Cada uno vive con eso, aunque no todo el mundo lo admite o se da cuenta de ello. Así es como empieza la búsqueda: el sentido de ser incompleto ahora, que me falta algo ahora. Luego está el deseo de un futuro de plenitud, una realización futura. Algo quiere completarse en el futuro, pero comienza con un sentido actual de incompletud, un sentido de carencia. Eso va directamente a la raíz de todo — una sensación de carencia de la que todo el mundo está tratando de escapar de algún modo.
La sensación de carencia no parece que se vaya, podría irse por un tiempo, pero pronto vuelve.
Pues sí, este es el problema. Incluso cuando consigues lo que se quieres y piensas que estás satisfecho, muy rápidamente la insatisfacción empieza de nuevo: "Por fin he conseguido lo que quería, pero no me llena". Después de veinte años de búsqueda espiritual finalmente tienes la experiencia del despertar que siempre has querido, pero todavía no te sientes completo. Has conseguido un millón de dólares y luego te das cuenta de que todavía sientes una sensación de carencia. Finalmente has encontrado al hombre o la mujer de tus sueños, y todavía quiere más. Este es el problema con intentar completarte a ti mismo en el tiempo, intentar completarte ti mismo por medio de conseguir cosas y tener experiencias. Siempre hay más. Siempre hay un futuro.

¿Por qué la búsqueda, o la sensación de carencia finalmente comienza de nuevo?
Los budistas ven que todo es impermanente. Por muy increíble, dichoso, o aparentemente completo que algo sea, pasará. Lo que tienes puedes perderlo. Si finalmente tienes todo el dinero que querías, no sería suficiente, porque siempre se puede tener más dinero. Puedes tener más éxito, ser más famoso, más amado, más espiritual, y así sucesivamente. Logras el décimo nivel de consciencia (sea lo que sea) y luego quieres estar en el nivel once. ¡Quieres llegar a la cima! El yo quiere ser más grande, más rápido, más fuerte, más. Básicamente, queremos ser especiales de alguna manera — el yo quiere destacar frente a otros yoes, y completarse. Quiere ser algo, no nada. Queremos estar seguros de lo que somos y tener una historia fija y completa acerca de nosotros mismos. Pero la naturaleza de las historias es que nunca pueden ser completas. Y así, la búsqueda sigue y sigue — siempre esperando un sentido permanente de total plenitud, que nunca llega.
¡Qué agotador!
¡No creo que la gente se dé cuenta de lo agotados que están! Vivimos con el piloto automático y no cuestionamos nuestra búsqueda hasta que esta forma de vida se descompone, y lo llamamos sufrimiento. Cuando todo marcha según tus deseos y estás recibiendo todo lo que quieres —si el mecanismo de la búsqueda te funciona— ¿por qué ibas a cuestionar su realidad? Pero lo que suele suceder es que tarde o temprano, ¡la vida deja de seguir tus deseos! Entonces nos damos cuenta de que no controlamos la vida y que no podemos tener lo que queremos. Todo este mecanismo de búsqueda empieza a descomponerse y sufrimos. Cuando estás sufriendo puedes empezar a preguntarte, "¿Es esto lo que realmente soy? ¿Realmente necesito todo esto que creo que necesito?

Por lo tanto, ¿todos sufrimos de alguna manera?
Sí. Algunas personas parecen sufrir de forma extrema y otros parecen sufrir menos, pero todo el mundo está sufriendo a su manera, incluso si no se dan cuenta. Como hemos dicho, en última instancia, la vida te lleva a la pregunta: "¿Quién soy yo?" Cada uno llega a esta pregunta a su manera. Con el tiempo puedes comenzar a preguntarte por qué estás sufriendo y cuestionarte todas estas presunciones fundamentales que hemos estado hablando. A menudo la gente llega al mensaje de la no-dualidad a través del sufrimiento, el dolor o la angustia. En otras palabras, cuando la búsqueda comienza a fallar en algún nivel, otra posibilidad puede empezar a abrirse.

¿Qué tiene que ofrecer el mensaje de la no-dualidad al buscador que sufre?
La totalidad o plenitud que estás buscando no se puede encontrar en el futuro. La totalidad que cada uno busca ya está realmente aquí en esta experiencia presente, en este momento presente. La plenitud que estás buscando — es lo que eres. Parece una total paradoja cuando tratas de entenderlo con el pensamiento y va realmente en contra de todo lo que estamos condicionados a creer. No se trata de entender esto con la mente, con el pensamiento — se trata realmente de ver esto por ti mismo, en tu propia experiencia. En cierto modo, esto no ofrece nada al buscador — es en primer lugar la experiencia de ser un buscador, lo que es una ilusión. Y es esa ilusión la que este mensaje expone.
Entrevista con Jeff Foster, por Nic Higham de Nonduality Network
Fuente: www.advaitainfo.com
 

20 de noviembre de 2013

LA LIBERACIÓN DEL ANHELO DE LIBERARSE.


Hay una forma más profunda de liberación, que sólo sobreviene cuando se ha dado la dolorosa percepción de que liberarse del mundo proporciona resultados nulos en cuanto a felicidad personal. Cuando sucede esa percepción, lo que mengua es el deseo de liberarse. Y eso proporciona una de las mayores experiencias de integración. ¡Y eso sí que es liberación!
La energía, tan fragmentada en pedacitos que se odian entre sí, se reunifica. Y ese excedente de energía, como no va a ser destinado hacia el afuera, provoca una implosión que energetiza cada célula de tu cuerpo. Es curioso, entonces se comprueba cómo todo lo que explosiona suele ser un sucedáneo de algo que por el momento se nos escapa. Si la motivación hacia actuar en el afuera queda destruida y si por alguna clase de milagro no caes debido a ello en una depresión, entonces se produce esa bendita implosión integradora. Y cuando algo así sucede, sólo puedes bendecir a los iluminados de todas las épocas, quienes actualizaron en grado superlativo esa otra clase de liberación, la liberación del anhelo de liberarse.

Gunther Emde - www.elblogintegral.com

7 de noviembre de 2013

LOS 83 MANDAMIENTOS DE ALEJANDRO JODOROWSKY.

1.- Cuando te enfermes, en lugar de odiar ese mal, considéralo tu maestro.
2.- No mires con disimulo, mira fijamente.
3.- No olvides a tus muertos, pero dales un sitio limitado, que les impida invadir toda tu vida.
4.- En el lugar donde habites, consagra siempre un sitio a lo sagrado.
5.- Fija tu atención en ti mismo, se consciente en cada instante de lo que piensas, sientes, deseas y haces.
6.- Termina siempre lo que comenzaste.
7.- Haz lo que estás haciendo lo mejor posible.
8.- No te encadenes a nada que a la larga te destruya.
9.- Desarrolla tu generosidad sin testigos.
10.- Trata a cada persona como si fuera un pariente cercano.
11.- Ordena lo que has desordenado.
12.- Aprende a recibir, agradece cada don.
13.- Cesa de autodefinirte.
14.- No mientas ni robes, si lo haces te mientes y robas a ti mismo.
15.- No desees ser imitado.
16.- Haz planes de trabajo y cúmplelos.
17.- No ocupes demasiado espacio.-
18.- No hagas ruidos ni gestos innecesarios.
19.- Si no la tienes imita la fe.
20.- No te dejes impresionar por personalidades fuertes.
21.- No te apropies de nada ni de nadie.
22.- Reparte equitativamente.
23.- No seduzcas.
24.- Come y duerme lo estrictamente necesario.
25.- No hables de tus problemas personales.
26.- No emitas juicios ni criticas cuando desconozcas la mayor parte de los hechos.
27.- No establezcas amistades inútiles.
28.- No sigas modas.
29.- No te vendas.
30.- Respeta los contratos que has firmado.
31.- Sé puntual.
32.- No envidies los bienes o los éxitos del prójimo.
33.- Habla sólo lo necesario.
34.- No pienses en los beneficios que te va a procurar tu obra.
35.- Nunca amenaces.
36.- Realiza tus promesas.
37.- En una discusión ponte en el lugar del otro.
38.- Admite que alguien te supere.
39.- No elimines, sino transforma.
40.- Vence tus miedos, cada uno de ellos es un deseo que se camufla.
41.- Ayuda al otro a ayudarse a sí mismo.
42.- Vence tus antipatías y acércate a las personas que deseas rechazar.
43.- No actúes por reacción a lo que digan bueno o malo de ti.
44.- Transforma tu orgullo en dignidad.
45.- Transforma tu cólera en creatividad.
46.- Transforma tu avaricia en respeto por la belleza.
47.- Transforma tu envidia en admiración por los valores del otro.
48.- Transforma tu odio en caridad.
49.- No te alabes ni te insultes.
50.- Trata lo que no te pertenece como si te perteneciera.
51.- No te quejes.
52.- Desarrolla tu imaginación.
53.- No des órdenes solo por el placer de ser obedecido.
54.- Paga los servicios que te dan.
55.- No hagas propaganda de tus obras o ideas.
56.- No trates de despertar en los otros emociones hacia ti como piedad, admiración, simpatía, complicidad.
57.- No trates de distinguirte por tu apariencia.
58.- Nunca contradigas, solo calla.
59.- No contraigas deudas, adquiere y paga enseguida.
60.- Si ofendes a alguien, pídele perdón.
61.- Si lo has ofendido públicamente, excúsate en público.
62.- Si te das cuenta de que has dicho algo erróneo, no insistas por orgullo en ese error y desiste de inmediato de tus propósitos.
63.- No defiendas tus ideas antiguas sólo por el hecho de que fuiste tú quien las enunció.
64.- No conserves objetos inútiles.
65.- No te adornes con ideas ajenas.
66.- No te fotografíes junto a personajes famosos.
67.- No rindas cuentas a nadie, sé tu propio juez.
68.- Nunca te definas por lo que posees.
69.- Nunca hables de ti sin concederte la posibilidad de cambiar.
70.- Acepta que nada es tuyo.
71.- Cuando te pregunten tu opinión sobre algo o alguien, di solo sus cualidades.
72.- Cuando realices un servicio, no resaltes tus esfuerzos.
73.- Si decides trabajar para los otros, hazlo con placer.
74.- Si dudas entre hacer y no hacer, arriésgate y haz.
75.- No trates de ser todo para tu pareja, admite que busque en otros, lo que tú no puedes darle.
76.- Cuando alguien tenga su público no acudas para contradecirlo y robarle la audiencia.
77.- Vive de un dinero ganado por ti mismo.
78.- No te jactes de aventuras amorosas.
79.- No te vanaglories de tus debilidades.
80.- Nunca visites a alguien sólo por llenar tu tiempo.
81.- Obtén para repartir.
82.- Ayuda a tu prójimo sin hacerlo dependiente.
83.- Si estás meditando y llega un diablo, pon ese diablo a meditar.....

9 de octubre de 2013

SOBRE LA MERCANTILIZACIÓN DEL CONTEXTO TERAPÉUTICO.


"La palabra terapeuta se está convirtiendo en un eufemismo tautológico que viene a sustituir a una manera de ganarse fácilmente la vida trabajando pocas horas por más dinero del que trabaja cualquiera de los mortales, en virtud a la cantidad de trabajo y esfuerzo que cuestan las formaciones tanto académicas como alternativas. 
Si bien esto último no deja de ser cierto, no es menos cierto que la carrera de terapeuta se está convirtiendo en algo elitista que muy pocas personas pueden afrontar. Para costearse una verdadera formación interdisciplinar uno tiene que donar un par de órganos, sacrificarse casi como cristo, o emprender el camino fácil que es coleccionar talleres de fines de semana y seminarios dispersos para llamarse a si mismo acompañante o profesional de algo que solo se aprende haciendo. 
Que la mayor parte de los así llamados terapeutas emprendan este atajo es comprensible. Un puede tener realmente un don especial, quiere disponibilizarlo, y no está dispuesto a pasarse la vida trabajando en cosas que no son su vocación, ganando un sueldo miserable, o haciendo algo para lo que vale pero viendo como otros más listos se llevan sin despeinarse todo el esfuerzo de su trabajo (eso si trabaja por ejemplo dando masajes en un spa). Pero la cosa no es tan sencilla. 
Fuera de la disyuntiva de trabajar por cuenta ajena o tomar la decisión de convertirse en tu propio jefe, la tarea de ser empresario a la vez que terapeuta crea una contradicción muy difícil de solventar. Casi imposible, porque el objeto de la empresa (que es hacer dinero) y el de la terapia (que es ofrecer un servicio, según yo lo veo, que para ser impecable ha de ser incondicional) es muy difícil de armonizar.  Uno de los hechos que ejemplifica muy bien esta contradicción, es que existe demasiada oferta (que aumenta exponencialmente cada día) de terapeutas para la poca demanda que hay. Y no es que no exista una demanda terapéutica con la que pudiera machihembrar, es que esta demanda se hace la mayor parte de las veces irrealizable, y jamás se convierte en hechos. 
Esto lo he sufrido yo y lo sigo sufriendo en mis propias carnes. Creo -es un juicio personal- que esto se debe al tremendo abismo que hay entre las posibilidades actuales de la gente y nuestra necesidad (la de los terapeutas) de compensar la inversión que hacemos en energía, dinero y tiempo tanto para nuestra formación, como para promocionar y mover nuestro trabajo en sí. Esto crea una dependencia económica (necesidad de encontrar y fidelizar clientes) que condiciona inevitablemente el lugar incondicional desde el que deberíamos hacer la terapia. Las figuras o los roles de paciente y el cliente coinciden en una misma persona, y esto crea un conflicto de intereses. 
Este conflicto suele apañarse, en la mayor parte de los casos, extendiendo procesos innecesariamente, vendiendo un servicio de naturaleza espiritual como un producto, o dando tal libertad al "paciente", que uno pierde al cliente potencial o de hecho que hay en él. Se produce, inevitablemente, por exceso o por defecto, una capitalización de la terapia. Una mercantilización del espíritu (aunque Giegerich no estaría de acuerdo con este término, nos sirve para este caso en concreto).
Habría, por lo tanto, que buscar otras alternativas a las "alternativas" que supuestamente ya ofrecemos, para liberar un mundo terapéutico que esta sufriendo la misma capitalización y elitización que el mercado de los productos ecológicos: algo exclusivamente para ricos, o gente en situación de superávit o bienestar económico. 
Las necesidades de la gente, no sólo de tener acceso al mundo de las terapias alternativas, sino, sobre todo, de ser debidamente acompañado en momentos difíciles y de crisis, para poder atravesarlos más digna y humanamente, y poder crecer en conciencia, se ve colapsada por los tremendos esfuerzos que costear un proceso terapéutico requiere para alguien normal, con un sueldo que apenas le llegue para llegar a fin de mes.  Hay que pensar alternativas a las alternativas, y ofrecerlas. No podemos crear más paraísos espirituales antes de habernos vuelto realmente éticos. La espiritualidad que florece de allí huele a chamusquina y no está completa. La ética va primero, la espiritualidad auténtica sólo puede nacer de ella". 
César Bacale
http://rehacersehombres.blogspot.com/

 

EL PODER DE LA SENCILLEZ.


Lo sencillo es poderoso. Lo sencillo se conquista desde la síntesis de la experiencia y de la sabiduría. Lo sencillo es natural, es fácil, es amable, no tiene pretensiones. Ocurre a menudo que grandes lecciones de vida, plenas de sabiduría, nacen de conceptos sencillos pero a los que, paradójicamente, cuesta llegar y aún más comprender cabalmente. Para ilustrar este principio,  reproduzco aquí un fragmento del libro que co-escribí con mi queridísimo y admirado amigo Francesc Miralles, y debo decir que la parte que se relata en las próximas líneas corresponde a la creatividad de Francesc y a la actitud que tomaba él cuando, de joven para poder ganarse la vida, trabajaba como camarero. Precisamente el capítulo del libro del que surge este extracto es “El Secreto del Camarero” y relata uno de los momentos más especiales que vive la protagonista, Ariadna, perdida en el Laberinto de la Felicidad. Dice así:

Con la lección aprendida sobre los obstáculos reales y postizos, Ariadna golpeó el muro con las palmas de las manos hasta derribar una columna de ladrillos. Se había abierto una brecha suficientemente ancha para que pudiera pasar al otro lado, donde para su sorpresa encontró la calle donde había dormido tres días atrás.
Al pasar nuevamente junto al CAFÉ DEL LABERINTO, recordó que el camarero le había prometido explicarle cuál es el sentido de la vida.
Ariadna se sentó en el único taburete vacío junto a la barra y se sorprendió al encontrar ante sí las tres tazas vacías, como la primera vez que había entrado en el café. Eso la convenció de que la estaban esperando.

El camarero confirmó esa certeza al dirigirse hacia ella muy risueño y decir:

-Bueno, ¿qué desea la señora?
-Ya lo sabe: vengo a que me explique cuál es el sentido de la vida.
-Eso haré. Pero no olvide que el sentido de la vida es diferente para cada persona y es usted misma quien debe descubrirlo. Yo sólo puedo contarle lo que he descubierto después de trabajar cuarenta años como camarero.

Ariadna contempló expectante las tres tazas vacías mientras el hombre se ponía bien la armilla antes de iniciar, feliz y sonriente, su explicación:

-He calculado que el contacto de un camarero con cada cliente que pide un café no supera de media un minuto escaso. Es el tiempo que suman el saludo y la pregunta: “¿qué desea tomar?”, lo que te pide el cliente, cuando pones la taza sobre la mesa, la hora de pasar la cuenta y la despedida cuando se marcha. Son muchos momentos diferentes, pero el verdadero contacto entre el camarero y el cliente no supera en conjunto el minuto.
-¿Y qué significa eso?
-¡Significa que es una oportunidad! Independientemente de la calidad del café, que es lo de menos, en ese minuto el camarero tiene ante sí tres opciones o, mejor dicho, tres posibles resultados que dependen de su actitud.
Tras decir eso, el camarero hizo una breve pausa para buscar las palabras más adecuadas. Luego explicó:
-En ese minuto puedes conseguir que la persona se marche peor de lo que ha llegado, si eres grosero. O bien puede irse igual que ha venido, si le tratas con indiferencia. Pero también tienes la oportunidad de que salga del café mejor de lo que ha entrado, si le regalas un poco de amabilidad.
-¿Y eso es todo? -dijo Ariadna sin ocultar su decepción- Pero ¿qué tiene que ver eso con el sentido de la vida?
-¡Este ES justamente el SENTIDO DE LA VIDA!, y no sólo para los camareros. Todos tenemos cada día decenas de pequeños y grandes contactos con los demás. Nuestro reto es conseguir el tercer resultado: que su vida sea un poco mejor después de estar con nosotros. ¡Ese es el desafío, el premio gordo de cada encuentro! Al escuchar esto, Ariadna se quedó muy pensativa. El camarero entonces le guiñó el ojo y se despidió así:
-Y ahora debo irme: tenemos muchas vidas que mejorar.

Y así es. Nada es menor en nuestra vida. Nada es pequeño en el encuentro con el otro. Precisamente la mayor muestra de grandeza de un ser humano se observa en su sencillez, en su humildad, en su calidez, en su amabilidad, en su ternura, en la capacidad de mejorar el momento presente del otro desde la entrega que busca regalar una brizna de alegría a quien tenemos enfrente. Porque en efecto, tenemos muchas vidas que mejorar, empezando con la propia y la de quienes tenemos cerca.
Alex Rovira Oficial
www.alexrovira.com

7 de octubre de 2013

LOS AMOROSOS.

Los amorosos callan.
El amor es el silencio más fino,
el más tembloroso, el más insoportable.
Los amorosos buscan,
los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan.

Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran, buscan.
Los amorosos andan como locos
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.

Les preocupa el amor. Los amorosos
viven al día, no pueden hacer más, no saben.
Siempre se están yendo,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.

Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son los insaciables,
los que siempre -¡que bueno!- han de estar solos.
Los amorosos son la hidra del cuento.

Tienen serpientes en lugar de brazos.
Las venas del cuello se les hinchan
también como serpientes para asfixiarlos.
Los amorosos no pueden dormir
porque si se duermen se los comen los gusanos.
En la oscuridad abren los ojos
y les cae en ellos el espanto.
Encuentran alacranes bajo la sábana
y su cama flota como sobre un lago.

Los amorosos son locos, sólo locos,
sin Dios y sin diablo.
Los amorosos salen de sus cuevas
temblorosos, hambrientos,
a cazar fantasmas.
Se ríen de las gentes que lo saben todo,
de las que aman a perpetuidad, verídicamente,
de las que creen en el amor
como una lámpara de inagotable aceite.

Los amorosos juegan a coger el agua,
a tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del amor.
Nadie ha de resignarse.
Dicen que nadie ha de resignarse.
Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.
Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,
la muerte les fermenta detrás de los ojos,
y ellos caminan, lloran hasta la madrugada
en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.

Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,
a mujeres que duermen con la mano en el sexo,
complacidas,
a arroyos de agua tierna y a cocinas.
Los amorosos se ponen a cantar entre labios
una canción no aprendida,
y se van llorando, llorando,
la hermosa vida.

Jaime Sabines

26 de septiembre de 2013

EL AMOR NO DUERME.

Donde hay amor no hay deseos. Y por eso no existe ningún miedo. Si amas de verdad a tu amigo, tendrías que poder decirle sinceramente: "Así, sin los cristales de los deseos, te veo como eres, y no como yo desearía que fueses, y así te quiero ya, sin miedo a que te escapes, a que me faltes, a que no me quieras." Porque en realidad, ¿qué deseas? ¿Amar a esa persona tal cual es, o a una imagen que no existe? En cuanto puedas desprenderte de esos deseos-apegos, podrás amar; a lo otro no se lo debe llamar amor, pues es todo lo contrario de lo que el amor significa.
El enamorarse tampoco es amor, sino desear para ti una imagen que te imaginas de una persona. Todo es un sueño, porque esa persona no existe. Por eso, en cuanto conoces la realidad de esa persona, como no coincide con lo que tú te imaginabas, te desenamoras. 
La esencia de todo enamoramiento son los deseos. Deseos que generan celos y sufrimiento porque, al no estar asentados en la realidad, viven en la inseguridad, en la desconfianza, en el miedo a que todos los sueños se acaben, se vengan abajo.
El enamoramiento proporciona cierta emoción y exaltación que gusta a las personas con una inseguridad afectiva y que alimentan una sociedad y una cultura que hacen de ello un comercio. Cuando estás enamorado no te atreves a decir toda la verdad por miedo a que el otro se desilusione porque, en el fondo, sabes que el enamoramiento sólo se alimenta de ilusiones e imágenes idealizadas.
El enamoramiento supone una manipulación de la verdad y de la otra persona para que sienta y desee lo mismo que tú y así poder poseerla como un objeto, sin miedo a que te falle. El enamoramiento no es más que una enfermedad y una droga del que, por su inseguridad, no está capacitado para amar libre y gozosamente.
La gente insegura no desea la felicidad de verdad; porque teme el riesgo de la libertad y, por ello, prefiere la droga de los deseos. Con los deseos vienen el miedo, la ansiedad, las tensiones y..., por descontado, la desilusión y el sufrimiento continuos. Vas de la exaltación al desespero.
¿Cuánto dura el placer de creer que has conseguido lo que deseabas? El primer sorbo de placer es un encanto, pero va prendido irremediablemente al miedo a perderlo, y cuando se apoderan de ti las dudas, llega la tristeza. La misma alegría y exaltación de cuando llega el amigo, es proporcional al miedo y al dolor de cuando se marcha... o cuando lo esperas y no viene... ¿Vale la pena?  Donde hay miedo no hay amor, y podéis estar bien seguros de ello. Cuando despertamos de nuestro sueño y vemos la realidad tal cual es, nuestra inseguridad termina y desaparecen los miedos, porque la realidad es y nada la cambia. Entonces puedo decirle al otro: "Como no tengo miedo a perderte, pues no eres un objeto de propiedad de nadie, entonces puedo amarte así como eres, sin deseos, sin apegos ni condiciones, sin egoísmos ni querer poseerte." Y esta forma de amar es un gozo sin límites.
¿Qué haces cuando escuchas una sinfonía? Escuchas cada nota, te deleitas en ella y la dejas pasar, sin buscar la permanencia de ninguna de ellas, pues en su discurrir está la armonía, siempre renovada y siempre fresca. Pues, en el amor, es igual. En cuanto te agarras a la permanencia destruyes toda la belleza del amor. No hay pareja ni amistad que esté tan segura como la que se mantiene libre. El apego mutuo, el control, las promesas y el deseo, te conducen inexorablemente a los conflictos y al sufrimiento y, de ahí, a corto o largo plazo, a la ruptura. Porque los lazos que se basan en los deseos son muy frágiles. Sólo es eterno lo que se basa en un amor libre. Los deseos te hacen siempre vulnerable.

Tony de Mello

ALEJANDRO JODOROWSKY - LA DANZA DELLA REALTA' - CONSAPEVOLMENTE 2013 LERICI

17 de septiembre de 2013

Dos cuerpos frente a frente 
son a veces dos olas
y la noche es océano.

Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos piedras
y la noche desierto.

Dos cuerpos frente a frente
son a veces raíces
en la noche enlazadas.

Dos cuerpos frente a frente
son a veces navajas
y la noche relámpago.

Dos cuerpos frente a frente
son dos astros que caen
en un cielo vacío.

Octavio Paz

Imágen: Nicoletta Thomas

LA CONSCIENCIA LO ES TODO.

Este Advaita, del que hablo, no es en realidad una filosofía porque no se aferra a ningún principio. Es simplemente una recopilación de directrices y conceptos, y declara que ninguno de ellos es verdadero en un sentido absoluto. Se trata de indagar dentro de las limitaciones y los conceptos erróneos sobre cómo son las cosas. Por ello más que una verdad absoluta es un proceso. Sus enseñanzas contienen una serie de herramientas.
La herramienta primordial es que todo es Consciencia; todo es Uno. O, para ser más precisos, Advaita, si se traduce literalmente, significa "no dos". Ésa es la directriz más esencial. No es una verdad. Y una directriz se debe utilizar como medio para averiguar qué es verdaderamente válido; para indagar dentro de uno mismo y descubrir la propia naturaleza. Es un proceso que, cuando ocurre, se entiende como una parte natural del fluir de la vida.
Así que la Enseñanza como ocurre ahora, ya está surtiendo efecto en este momento. Si hay un "yo" autor presente, dirá: "Mira lo que he hecho. He pensado, me he dado cuenta, hoy he visto y he prestado atención, y por ello he obtenido tantos beneficios y resultados". El entendimiento es que es la Enseñanza misma la que te ha hecho reaccionar de la forma que ha querido. Es la Enseñanza misma la que, por su propia fuerza, tiene un impacto sobre ti.
A lo que esta enseñanza apunta es a que la Consciencia es la autora de todas las acciones y la que da vida a todo. Actúa a través de estos instrumentos humanos de la misma manera que actúa a través de los árboles, los pájaros o las cataratas. Los humanos están estructurados de tal forma que cuando la fuerza de la vida fluye a través de ellos reaccionan de acuerdo a su programación. Por lo tanto, hay organismos asesinos, organismos trabajadores, organismos perezosos; todos están creados para efectuar diferentes acciones. Hay organismos de perros, organismos de ardillas, organismos de peces, cada uno de los cuales actúa de acuerdo a su naturaleza biológica y a su programación. La Consciencia actúa a través de todo. Cada organismo humano está programado genéticamente para producir una amplia variedad de acciones y reacciones. Tiene instintos y necesidades físicas. El organismo reacciona a esta programación de forma orgánica. Necesita aire y luchará para conseguirlo. Necesita agua; necesita comida; necesita calor y cobijo; tiene necesidad de sexo; tiene necesidad de todo tipo de cosas. Las necesidades del organismo le llevan a la acción, de forma completamente independiente a cualquier "yo" egóico. Tus propias investigaciones te mostrarán que no se necesita la presencia de un "yo" egóico para que la acción ocurra.
Es el ego o la mente pensante la que falsamente reivindica la autoría de la Consciencia como "mi" acción. Vocifera y amenaza, sugiriendo que si "yo" me voy no se hace nada. Lo que, por supuesto, ¡es ridículo! Está claro que ése no es el caso. En la ausencia de este "yo" egóico, se crea todo el universo. Todo forma parte del mecanismo de la Consciencia, porque Consciencia es todo lo que hay. Ésa es la directriz fundamental de la Enseñanza. Todo es Consciencia, por lo tanto, todo lo que ocurre es Consciencia. Pero la Consciencia no es una cosa que pueda ser absorbida por la mente humana. Cuando utilizamos la palabra "Consciencia" no estamos hablando de una cosa. Si fuese una cosa, entonces podría ser comprendida por la mente humana; si fuese un objeto, podría ser conocido. En esta enseñanza, la palabra "Consciencia" es usada para señalarlo todo —la fuente y la sustancia de todo— y, sin embargo, no es una cosa, no es un objeto. No puede ser conocida en su totalidad porque no hay un "ello" que conocer. La Consciencia sólo puede ser conocida por sus aspectos, y éstos son la manifestación del mundo entero.
Wayne Liquorman 


8 de septiembre de 2013

ME TIENES EN TUS MANOS.

Me tienes en tus manos
y me lees lo mismo que un libro.
Sabes lo que yo ignoro
y me dices las cosas que no me digo.
Me aprendo en ti más que en mi mismo.
Eres como un milagro de todas horas,
como un dolor sin sitio.
Si no fueras mujer fueras mi amigo.
A veces quiero hablarte de mujeres
que a un lado tuyo persigo.
Eres como el perdón
y yo soy como tu hijo.
¿Qué buenos ojos tienes cuando estás conmigo?
¡Qué distante te haces y qué ausente
cuando a la soledad te sacrifico!
Dulce como tu nombre, como un higo,
me esperas en tu amor hasta que arribo.
Tú eres como mi casa,
eres como mi muerte, amor mío.

Jaime Sabines
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