21 de diciembre de 2013
13 de diciembre de 2013
NUEVO LENGUAJE DEL ESPÍRITU.
Medicina energética e
intuición, cuando hablo de la intuición suelo decepcionar a algunas personas,
porque estoy firmemente convencida de que la visión simbólica no es un don sino
una habilidad, una habilidad que tiene su base en la propia estima. Desarrollar
esa habilidad, y un sano sentido de sí mismo, resulta más fácil cuando se
piensa con las palabras, los conceptos y los principios de la medicina
energética. Así pues, mientras lee este capítulo piense que aprender a utilizar
la intuición es aprender a interpretar el lenguaje de la energía. El campo
energético humano Todo lo que vive late de energía, y toda esa energía contiene
información. Si bien no es sorprendente que quienes practican medicinas
alternativas o complementarias acepten este concepto, lo cierto es que incluso
algunos físicos cuánticos reconocen la existencia de un campo electromagnético
generado por los procesos biológicos del cuerpo. Los científicos aceptan que el
cuerpo humano genera electricidad, porque el tejido vivo genera energía. El
cuerpo físico está rodeado por un campo energético que abarca el espacio que
ocupan los brazos extendidos y todo el largo del cuerpo. Este campo es a la vez
un centro de información y un sistema perceptivo muy sensible. Mediante este
sistema estamos en constante «comunicación» con todo lo que nos rodea, ya que
es una especie de electricidad consciente que transmite y recibe mensajes hacia
y desde los cuerpos de los demás. Estos mensajes que entran y salen del campo
energético son los que percibimos los intuitivos. Quienes practican la medicina
energética creen que el campo energético humano contiene y refleja la energía
de cada persona. Nos rodea y lleva con nosotros la energía emocional generada
por nuestras experiencias interiores y exteriores, tanto las positivas como las
negativas. Esta fuerza emocional influye en el tejido físico interno del
cuerpo. De esta manera, la biografía de una persona, es decir, las experiencias
que conforman su vida, se convierte en su biología. Entre las experiencias que
generan energía emocional en el sistema energético están las relaciones pasadas
y actuales, tanto personales como profesionales, (las experiencias y recuerdos
profundos o traumáticos, y todas las actitudes y creencias, sean de tipo
espiritual o supersticioso. Las emociones generadas por estas experiencias
quedan codificadas en el organismo y los sistemas biológicos y contribuyen a la
formación de tejido celular, el cual genera a su vez, una calidad de energía
que refleja esas emociones. Estas impresiones energéticas forman un lenguaje
energético que contiene una información literal y simbólica. Una persona
intuitiva médica puede leer dicha información. He aquí un ejemplo del tipo de
mensaje que podría comunicar el campo energético. Supongamos que una persona
tenía dificultades para aprender matemáticas en la escuela de primera
enseñanza. Normalmente, saber que doce hacen una docena no supone una carga
emocional susceptible de alterar la salud del tejido celular. Pero si el
profesor o la profesora humillaba a esa persona porque no sabía eso, entonces
la experiencia tendría una carga emocional que generaría lesión celular, sobre
todo si la persona insiste en ese recuerdo en la edad adulta, o lo utiliza a
modo de piedra de toque para determinar la forma de hacer frente a las
críticas, las figuras de autoridad, la educación o el fracaso. Un intuitivo
podría captar la imagen literal de la relación de esa persona con su profesor o
cualquier otro símbolo negativo ligado a esa experiencia. Las imágenes
positivas y la energía de las experiencias positivas también están contenidas
en el campo energético. Piense en alguna ocasión en que alguien le elogiara un
trabajo bien hecho, un acto de bondad o la ayuda que prestó a una persona.
Sentirá una energía positiva, una oleada de poder personal dentro del cuerpo.
Las experiencias positivas y negativas dejan registrado un recuerdo en el
tejido celular y en el campo energético. La neurobióloga Candace Pert ha
demostrado que los neuropéptidos, sustancias químicas activadas por las
emociones, son pensamientos convertidos en materia. Las emociones residen
físicamente en el cuerpo y se interrelacionan con las células y los tejidos. De
hecho, la doctora Pert dice que ya no puede separar la mente del cuerpo, porque
el mismo tipo de células que producen y reciben esas sustancias químicas
emocionales en el cerebro están presentes en todo el cuerpo. A veces el cuerpo reacciona
emocionalmente y fabrica sustancias químicas emocionales incluso antes de que
el cerebro haya registrado un problema. Recuerde, por ejemplo, lo rápido que
reacciona su cuerpo ante un ruido fuerte, antes de que haya tenido tiempo de
pensar. En su libro Healing and the Mina, Bill Moyers cita las palabras de la
doctora Pert: «Ciertamente hay otra forma de energía que aún no hemos
entendido. Por ejemplo, hay una forma de energía que parece abandonar el cuerpo
cuando éste muere. [...] La mente está en todas las células del cuerpo.»
«¿Quiere decir que las emociones están almacenadas en el cuerpo?», le pregunta
Moyers. «Por supuesto. ¿No se había dado cuenta? [...]. Hay muchos fenómenos que
no podemos explicar sin referirnos a la energía.»
Caroline Myss (Anatomía
del Espíritu)
4 de diciembre de 2013
¿QUÉ RITUALES O EJERCICIOS PODRÍAS OFRECERNOS PARA ABRIRNOS A NUEVOS NIVELES DE CONCIENCIA?”.
“Para llegar a uno mismo,
al Ser esencial, primero que nada debemos domar a esa ilusión tatuada en
nuestra mente por la familia, la sociedad y la cultura, que llamamos Ego.
Ilusión con la que nos identificamos y que nos retiene en una especie de cárcel
mental. Se logra esto, observando objetivamente hasta donde nos es posible, la
cotidiana conducta de ese personaje que nos posee. He aquí una lista, no
exhaustiva, de los defectos de carácter que debemos vencer para llegar a actuar
como un ser de un alto nivel de conciencia. Quien añade conciencia, añade
felicidad a su vida.
El Ego se alaba sin cesar. El Ego se maltrata, pero en el fondo quiere que le digan que sus defectos no
son tan graves o que lo admiren por su franqueza y “humildad”.El Ego habla sin
entender lo que está diciendo porque, en verdad, no puede conocer nada pues
gira alrededor de sí mismo, el Ego proyecta su imagen en todo el mundo. Si
tiene miedo, el mundo es feo. Si está eufórico, el mundo es bello. Si tiene
deseos perversos, ve pervertidos en todas partes. El Ego cree que él es lo que
piensa, siente, hace. Si critican algo de él, se ofende. El Ego no ve
diferencia entre lo que tiene y lo que es él. Los objetos son su continuación.
Es capaz de matar si le dañan, por ejemplo, su automóvil. El Ego goza de su
propia violencia, como también goza de su insatisfacción e incultura. Como el
tiempo es su enemigo porque lo acerca a la muerte, el Ego se preocupa de la
edad, es decir, de sus cambios físicos. Cambios que oculta con tatuajes,
piercings, adornos. El Ego siempre enjuicia a los demás poniéndose él como
medida: son mejores, peores o iguales a él. El Ego tiene buenas razones para
justificar sus errores: son culpa de las circunstancias o de los otros. El Ego
discute para demostrarse a sí mismo que es más inteligente que los otros. Su
táctica es decir “¡No!”. El Ego es codicioso: no ama sino que desea poseer. El
Ego dice que le suceden cosas “extraordinarias”: ha visto un platillo volador,
ha tenido una visión, conoce a un personaje famoso, etc. Lo que le “sucede” lo
cuenta para ponerse en valor y sentirse superior a los que lo escuchan. Cuando
alguien muere, el Ego se alegra porque no es él quien expiró. El Ego oculta un
mordisco detrás de cada alabanza que concede. Al Ego le gusta agradar y se coloca
máscaras de diferentes personalidades para caer bien. Se hace el honesto o el
fuerte o el delicado o el niño, según con quien está. El Ego se preocupa por
dejar sus huellas en algún lado: firma paredes, pone sus fotografías en marcos,
funda escuelas, lucha por obtener medallas y premios, etc… Al Ego le gusta
mandar a otros y goza apoderándose de voluntades ajenas. Sufre cuando otro lo
manda. Detesta a cualquier clase de maestro. Al Ego le gusta vivir junto a los
que tienen poder o fama y es servil con ellos por envidia. El Ego no sabe
escuchar: supone lo que le van a decir y reacciona según sus suposiciones sin
dejar hablar al otro. El Ego es un vampiro de energía: cuando visita a alguien
es capaz de hablarle de sí mismo durante horas sin preguntarle ni siquiera si
está bien de salud.
La auto-observación de
nuestro Ego debe ser constante: es la básica y esencial primera lucha para
acceder a planos de conciencia más elevados.
¿POR QUÉ EL EGO TEME
CAMBIAR?
Para responder a esta
pregunta debo contar una pequeña historia:
“Un cazador, que buscaba la pista de un león, preguntó a un leñador si había visto huellas del felino. Este le respondió: “Conozco el sitio donde se cobija. ¡Voy a mostrarte al león mismo!” El cazador se puso blanco y, entre castañeteos de dientes, confesó: “Sólo busco la pista y no al león”.
“Un cazador, que buscaba la pista de un león, preguntó a un leñador si había visto huellas del felino. Este le respondió: “Conozco el sitio donde se cobija. ¡Voy a mostrarte al león mismo!” El cazador se puso blanco y, entre castañeteos de dientes, confesó: “Sólo busco la pista y no al león”.
Esta historia puede ser
aplicada a aquellos que buscan el Conocimiento. Para aprender se necesita,
primero, saber que se puede aprender; segundo, ser maestro de sí mismo para
poder aprender; y tercero, estar dispuesto a aceptar el cambio que provocará el
Conocimiento. Gran parte de la falta de aprendizaje es la creencia de que no se
tienen capacidades para aprender. Luego, la pereza de creer que todo se
recibirá de un Maestro. Y por fin, el miedo al cambio que hace que el discípulo
luche contra aquello mismo que quiere aprender.
¿Por qué el cambio
aterroriza? Nuestro Ser esencial es ilimitado y participa de la eternidad
universal. Nuestro limitado Ego, con angustia quiere perdurar, quedándose
dentro de sus límites para siempre, igual a sí mismo. Mas, para ser inmortal,
tiene que conocer y eso lo llena de terror, pues si le dice a su Esencia:
“Tengo miedo de morir, ¿qué debo hacer para impedirlo?” Ella le contestará: “Si
quieres alcanzar la eternidad, debes primero morir. Sólo cambiando
radicalmente, eliminando tus amarras al pasado, abandonando los intereses que
te atan a lo que posees, perdiendo tu “personalidad”, tu nombre, tu rostro, tus
ideas, muriendo en vida para otra vez nacer, es decir mutando, podrás salvarte.
Así como el cazador sigue
las huellas pero rehúye enfrentarse al león, el Ego teme enfrentarse al
Conocimiento. Para perdurar, debe dejar de ser tal cual es. Para cazar al león
debe dejar que este se lo coma. El Ego debe disolverse en el Ser esencial. La
bestia duerme en su caverna. Él tiene que entrar en la oscuridad y despertarla. "Cuando el león se despierta, el cazador se esfuma.”
Alejandro Jodorowsky
27 de noviembre de 2013
¿QUÉ ES LA NO-DUALIDAD? (PARTE 1)
¿A qué se refiere la
palabra "no-dualidad"?
El
mundo creado por el pensamiento, el mundo de las palabras, el lenguaje y los
conceptos, es el mundo de los opuestos. "Arriba y abajo", "esto
o aquello", "dentro y fuera", "bien y el mal",
"blanco y negro", "verdadero y falso", "positivo y
negativo", "tú y yo" y así sucesivamente. El mundo de las
palabras, el lenguaje, los pensamientos, los conceptos, es un mundo dualista de
opuestos aparentes. Pero, en realidad, ¿existen los opuestos?
Lo
que realmente queremos decir cuando usamos la palabra "no-dualidad"
es algo que va más allá de todos estos opuestos creados por la mente. Pero
¿cómo podemos hablar de algo que va más allá de los opuestos, que incluso
nuestro intento de hablar de la no-dualidad es dualista?
Por
lo tanto, lo que la palabra no-dualidad significa es realmente muy difícil de
describir o explicar con palabras. De hecho, se podría decir que es imposible.
Porque no estamos hablando de la no-dualidad como opuesto a algo que se llama dualidad,
no estamos hablando de pro-dualidad en oposición a anti-dualidad. En realidad
la no-dualidad de la que hablamos no es opuesta a nada. Esto es imposible de
comprender lógica o racionalmente. Para ver de lo que estamos hablando, tenemos
que ir más allá de nuestra manera ordinaria de pensar y de ver.
La
"no-dualidad" es en realidad una traducción de la palabra sánscrita
"Advaita", que significa simplemente "no dos" y apunta a la
unidad esencial (totalidad, plenitud, unicidad) de la vida, una totalidad que
existe aquí y ahora, antes de cualquier aparente separación. Es una palabra que
indica una intimidad, un amor más allá de las palabras, justo en el corazón de
la experiencia del momento presente. Es una palabra que nos señala la vuelta a
casa. Y a pesar de la apariencia fascinante de la separación y la diversidad sólo
hay una esencia universal, una realidad. La unidad es todo lo que hay — y
estamos incluidos.
Lo
que realmente estamos tratando de hacer cuando decimos "no-dualidad"
es señalar a la vida como es justo ahora, antes de la aparición de los
conceptos y las etiquetas; antes de que el pensamiento cree un mundo de cosas: mesa,
silla, mano, pie, miedo, yo, tú, pasado, futuro. ¿Qué es la vida antes del
pensamiento? ¿Podemos siquiera hablar de eso? ¿Es posible capturar la
no-dualidad en palabras?
Cuando
hablamos de no-dualidad puede parecer a veces que queremos decir "anti-dualidad",
que estamos en contra de la dualidad o que es incorrecta o falsa, o incluso
peligrosa. Esto puede llevar a un pensamiento y religiosidad dogmáticos y a la
proclamación de la rectitud: "¡Tú eres dualista y yo soy no-dualista! ¡Soy
más no-dual que tú!" Esa es la religión de la no-dualidad. Nosotros
estamos más interesados en la verdad de la
no-dualidad.
¿Es la no-dualidad una
religión o un sistema de creencias?
La
no-dualidad no es un nuevo sistema de creencias, una religión o una guía de
"cómo" vivir. No hace promesas de futuro. Por supuesto, puede llegar
a ser un sistema de creencias o una religión, como cualquier otra cosa. Usted
podría comenzar a creer que "no hay yo, no hay 'mí', ni tiempo ni espacio
y que todo es una ilusión" — y la no-dualidad podría convertirse en su
nuevo sistema de creencias.
Eso
es lo que me sucedió hace unos años por propia experiencia, la no-dualidad se
había convertido en mi nuevo sistema de creencias, ¡aunque en ese momento yo
realmente creía que estaba libre de todos los sistemas de creencias! Cuando
alguien se suscribe a la no-dualidad como un sistema de creencias, hay
precisamente alguien ahí —una persona separada— ¡creyendo que ya no es una
persona separada! Y entonces tal vez va por ahí diciendo a todos que no es una
persona separada. Secretamente se experimenta a sí mismo como un individuo
separado, pero ha adquirido una serie de conceptos, está viviendo con una nueva
imagen de sí mismo como más allá de todas las imágenes.
Puedes
creer que no estás separado, pero todavía puedes sentirte separado, y
experimentarte a ti mismo como separado. Hay un mundo de diferencia entre
simplemente creer que no estás separado, es decir, tener intelectualmente
conceptos de no-dualidad como un nuevo sistema de creencias, y ver realmente lo
que esas palabras están señalando de una manera muy profunda. Aquí, estamos
interesados en la visión de la no-dualidad, no sólo en hablar y discutir sobre ella.Podemos hablar y
discutir sobre conceptos de la no-dualidad hasta que se nos ponga la cara azul,
podemos discutir sobre quién tiene razón y quién está equivocado y quién es más
"no-dualista", pero en realidad estaríamos perdiendo la perspectiva
de todo esto.
¿Es posible alcanzar un
estado no-dual o llegar a estar espiritualmente despierto?
¿No
es fascinante cómo el pensamiento (o la mente) automáticamente trata de
convertir lo que estamos hablando en una especie de estado especial o
experiencia? El pensamiento oye hablar sobre la "no-dualidad" y la quiere.
Y se pregunta: "¿Cómo la consigo? ¿Cómo la alcanzo? ¿Cómo la veo? ¿Quién
me puede llevar allí? ¿Quién puede transmitírmela? ¿Quién puede enseñármela o
dármela? ¿Dónde la voy a encontrar?" Entonces empieza a buscar algo que se
llama "no-dualidad". Empieza a esperar por ella. Vive con esa
esperanza.
Esto
inevitablemente ocurrirá porque la persona es siempre un buscador. Una persona
separada siempre está buscando algo. Podríamos buscar riqueza, éxito, poder,
fama, o podríamos buscar cosas "espirituales" — pero en realidad es
todo la misma búsqueda. El buscador espiritual podría buscar el despertar, la
iluminación o un estado no-dual en lugar de dinero, poder y éxito — pero en el
fondo, es el mismo movimiento.
El
tiempo siempre está involucrado en la búsqueda. Lo que buscamos está siempre en
el futuro. Decimos: "Un día encontraré la no-dualidad. Entraré en el
estado no-dual o tendré una experiencia de despertar o mi persona se
desvanecerá por arte de magia". ¡Así que párate ahí! Ya has convertido la
no-dualidad en una meta futura. Para y mira a ver dónde comienza esta búsqueda.
Entonces, ¿esta incesante
búsqueda toma diferentes formas?
Sí.
Pregunta a cualquiera en la calle lo que están buscando, y probablemente te
dirán que están buscando la paz, la felicidad, el éxito, la popularidad, el
poder, el amor, la aceptación, la comprensión, la fama, la gloria. Alguien que
se identifica como una "persona espiritual" podría estar buscando un
estado alterado de conciencia, o algún tipo de transformación o una experiencia
de iluminación, o ¡pueden estar buscando no buscar ya nada más!
Todo
el mundo está buscando algo. Esta búsqueda toma muchas formas, pero en realidad
es todo la misma búsqueda. Parece como si cada uno estuviera en busca de cosas diferentes,
pero en realidad lo que estamos buscando, en el fondo, es lo mismo.
Básicamente, todos están en busca de la misma totalidad (o unidad o integridad,
o como quieras llamarlo) — una totalidad que ya está aquí, pero pasa
desapercibida en nuestra búsqueda de una realización futura. Ahí es donde todo
comienza: en la búsquela de algo mejor en el futuro. Buscando el momento
siguiente que será un momento mejor, un momento más pleno, un momento más
completo. Y, por supuesto, la no-dualidad sólo podría convertirse en algo más
de lo que se busca. Podríamos convertir la no-dualidad en nuestra nueva meta.
Pero la palabra "No-dualidad" en realidad apunta a lo que ya está presente
aquí y ahora, dentro de esta experiencia presente, como esta experiencia. No
estamos hablando de una nueva meta para el buscador. Estamos hablando de la
vida como lo que ya es. La no-dualidad no está en el tiempo.
Si
la vida "como es" ya es perfecta, ¿por qué seguimos buscando?
La
verdadera pregunta es: "¿Quién está buscando?" ¿Qué es este buscador?
¿Dónde está? ¿Puedo encontrarlo ahora? Y ¿es este buscador quien yo soy
realmente? Parece que soy un individuo separado que está buscando algo para
completarse a sí mismo, pero ¿es eso lo que realmente soy? ¿Esta búsquela
realmente me define? ¿Soy realmente algo que está incompleto, algo que busca
completarse en el futuro? Pasas a través de todas estas diferentes capas de
preguntas y, finalmente, llegas a la pregunta fundamental: "¿Quién soy
yo?" Ahí es a donde todo conduce al final.
Entonces, ¿quién soy yo?
Si
haces esa pregunta a la mayoría de la gente, probablemente te responderían con
una historia acerca de lo que piensan que son. Podrían darte una descripción de
lo que han hecho en el pasado y tal vez de lo que sueñan hacer en el futuro.
Podrían contarte una historia acerca de su rol en la vida —que son un padre o
una madre, o una persona de negocios o un panadero— dónde trabajan y viven, y
el número de hijos que tienen. Ellos, literalmente, te contarán una historia
sobre el pasado y el futuro. Ellos, básicamente, te contarán una historia
acerca de lo que eran en el pasado y lo que piensan que van a ser en el futuro
—no quiénes son en este momento. Pero la pregunta es: "¿Quién eres ahora?"
Normalmente esta pregunta se responde con la descripción del pasado o un futuro
imaginado.
Vivimos
con una historia de nosotros mismos creada por el pensamiento. Soy un encargado
de la tienda, un médico, un abogado, un artista, una persona espiritual.
(Alguien que se llama a sí mismo una "persona espiritual" podría
incluso contar una historia acerca de cómo no es una persona, que ha
trascendido el tiempo y el espacio y que no tiene relaciones porque no tiene un
yo y no hay otros. A pesar del contenido de la historia "yo soy",
¡sigue siendo una historia! Quizás, si te ves como un "iluminado" te
has convencido a ti mismo de que no estás contando una historia, que estás más
allá de las historias. ¿Pero no es eso tan sólo otra historia? Todos parecemos
vivir con una imagen de lo que somos.)
¿Se trata de un caso de identidad
errónea?
Exactamente.
¿Es la imagen de ti mismo lo que realmente eres? ¿Te define? Y aquí está el
problema. Cuando se vive con una imagen de uno mismo, esa imagen siempre se
puede mejorar; siempre se puede tener una mejor historia. Si tienes la identidad
de que eres una mujer de negocios de éxito y que estás haciendo un montón de
dinero, tal vez tienes la esperanza de que algún día vas a hacer una fortuna y
ser una famosa millonaria. O la historia podría ser que eres una persona
espiritual y un día te convertirás en un iluminado.
¿Entonces, ¿estás diciendo
que la iluminación es sólo otra historia?
Bueno,
siempre se trata de "yo" completándome a mí mismo en el tiempo, ¿no
es así? La historia de la iluminación es igual a la historia de "un día
voy a ganar la lotería". Dentro de la historia estás siempre incompleto y
moviéndote siempre hacia una realización futura.
En
algún nivel nos sentimos incompletos ahora — hay una sensación de carencia, o
de no ser íntegro. Cada uno vive con eso, aunque no todo el mundo lo admite o
se da cuenta de ello. Así es como empieza la búsqueda: el sentido de ser
incompleto ahora, que me falta algo ahora. Luego está el deseo de un futuro de
plenitud, una realización futura. Algo quiere completarse en el futuro, pero
comienza con un sentido actual de incompletud, un sentido de carencia. Eso va
directamente a la raíz de todo — una sensación de carencia de la que todo el
mundo está tratando de escapar de algún modo.
La
sensación de carencia no parece que se vaya, podría irse por un tiempo, pero
pronto vuelve.
Pues
sí, este es el problema. Incluso cuando consigues lo que se quieres y piensas
que estás satisfecho, muy rápidamente la insatisfacción empieza de nuevo: "Por
fin he conseguido lo que quería, pero no me llena". Después de veinte años
de búsqueda espiritual finalmente tienes la experiencia del despertar que
siempre has querido, pero todavía no te sientes completo. Has conseguido un
millón de dólares y luego te das cuenta de que todavía sientes una sensación de
carencia. Finalmente has encontrado al hombre o la mujer de tus sueños, y
todavía quiere más. Este es el problema con intentar completarte a ti mismo en
el tiempo, intentar completarte ti mismo por medio de conseguir cosas y tener
experiencias. Siempre hay más. Siempre hay un futuro.
¿Por qué la búsqueda, o la
sensación de carencia finalmente comienza de nuevo?
Los
budistas ven que todo es impermanente. Por muy increíble, dichoso, o
aparentemente completo que algo sea, pasará. Lo que tienes puedes perderlo. Si
finalmente tienes todo el dinero que querías, no sería suficiente, porque
siempre se puede tener más dinero. Puedes tener más éxito, ser más famoso, más
amado, más espiritual, y así sucesivamente. Logras el décimo nivel de
consciencia (sea lo que sea) y luego quieres estar en el nivel once. ¡Quieres
llegar a la cima! El yo quiere ser más grande, más rápido, más fuerte, más.
Básicamente, queremos ser especiales de alguna manera — el yo quiere destacar
frente a otros yoes, y completarse. Quiere ser algo, no nada. Queremos estar
seguros de lo que somos y tener una historia fija y completa acerca de nosotros
mismos. Pero la naturaleza de las historias es que nunca pueden ser completas.
Y así, la búsqueda sigue y sigue — siempre esperando un sentido permanente de
total plenitud, que nunca llega.
¡Qué
agotador!
¡No
creo que la gente se dé cuenta de lo agotados que están! Vivimos con el piloto
automático y no cuestionamos nuestra búsqueda hasta que esta forma de vida se
descompone, y lo llamamos sufrimiento. Cuando todo marcha según tus deseos y
estás recibiendo todo lo que quieres —si el mecanismo de la búsqueda te funciona—
¿por qué ibas a cuestionar su realidad? Pero lo que suele suceder es que tarde
o temprano, ¡la vida deja de seguir tus deseos! Entonces nos damos cuenta de
que no controlamos la vida y que no podemos tener lo que queremos. Todo este
mecanismo de búsqueda empieza a descomponerse y sufrimos. Cuando estás
sufriendo puedes empezar a preguntarte, "¿Es esto lo que realmente soy?
¿Realmente necesito todo esto que creo que necesito?
Por lo tanto, ¿todos
sufrimos de alguna manera?
Sí.
Algunas personas parecen sufrir de forma extrema y otros parecen sufrir menos,
pero todo el mundo está sufriendo a su manera, incluso si no se dan cuenta.
Como hemos dicho, en última instancia, la vida te lleva a la pregunta:
"¿Quién soy yo?" Cada uno llega a esta pregunta a su manera. Con el
tiempo puedes comenzar a preguntarte por qué estás sufriendo y cuestionarte
todas estas presunciones fundamentales que hemos estado hablando. A menudo la
gente llega al mensaje de la no-dualidad a través del sufrimiento, el dolor o
la angustia. En otras palabras, cuando la búsqueda comienza a fallar en algún
nivel, otra posibilidad puede empezar a abrirse.
¿Qué tiene que ofrecer el
mensaje de la no-dualidad al buscador que sufre?
La
totalidad o plenitud que estás buscando no se puede encontrar en el futuro. La
totalidad que cada uno busca ya está realmente aquí en esta experiencia
presente, en este momento presente. La plenitud que estás buscando — es lo que
eres. Parece una total paradoja cuando tratas de entenderlo con el pensamiento
y va realmente en contra de todo lo que estamos condicionados a creer. No se
trata de entender esto con la mente, con el pensamiento — se trata realmente de
ver esto por ti mismo, en tu propia experiencia. En cierto modo, esto no ofrece
nada al buscador — es en primer lugar la experiencia de ser un buscador, lo que
es una ilusión. Y es esa ilusión la que este mensaje expone.
Entrevista
con Jeff Foster, por Nic Higham de Nonduality Network
Fuente: www.advaitainfo.com20 de noviembre de 2013
LA LIBERACIÓN DEL ANHELO DE LIBERARSE.
Hay
una forma más profunda de liberación, que sólo sobreviene cuando se ha dado la
dolorosa percepción de que liberarse del mundo proporciona resultados nulos en cuanto a felicidad
personal. Cuando sucede esa percepción, lo que mengua es el deseo de liberarse.
Y eso proporciona una de las mayores experiencias de integración. ¡Y eso sí que
es liberación!
La energía, tan fragmentada en pedacitos que se odian entre sí, se reunifica. Y
ese excedente de energía, como no va a ser destinado hacia el afuera, provoca
una implosión que energetiza cada célula de tu cuerpo. Es curioso, entonces se
comprueba cómo todo lo que explosiona suele ser un sucedáneo de algo que por el
momento se nos escapa. Si la motivación hacia actuar en el afuera queda
destruida y si por alguna clase de milagro no caes debido a ello en una
depresión, entonces se produce esa bendita implosión integradora. Y cuando algo
así sucede, sólo puedes bendecir a los iluminados de todas las épocas, quienes
actualizaron en grado superlativo esa otra clase de liberación, la liberación del
anhelo de liberarse.
Gunther Emde
- www.elblogintegral.com
7 de noviembre de 2013
LOS 83 MANDAMIENTOS DE ALEJANDRO JODOROWSKY.
1.- Cuando te enfermes, en lugar de odiar ese mal,
considéralo tu maestro.
2.- No mires con disimulo, mira fijamente.
3.- No olvides a tus muertos, pero dales un sitio
limitado, que les impida invadir toda tu vida.
4.- En el lugar donde habites, consagra siempre un
sitio a lo sagrado.
5.- Fija tu atención en ti mismo, se consciente en cada
instante de lo que piensas, sientes, deseas y haces.
6.- Termina siempre lo que comenzaste.
7.- Haz lo que estás haciendo lo mejor posible.
8.- No te encadenes a nada que a la larga te destruya.
9.- Desarrolla tu generosidad sin testigos.
10.- Trata a cada persona como si fuera un pariente
cercano.
11.- Ordena lo que has desordenado.
12.- Aprende a recibir, agradece cada don.
13.- Cesa de autodefinirte.
14.- No mientas ni robes, si lo haces te mientes y
robas a ti mismo.
15.- No desees ser imitado.
16.- Haz planes de trabajo y cúmplelos.
17.- No ocupes demasiado espacio.-
18.- No hagas ruidos ni gestos innecesarios.
19.- Si no la tienes imita la fe.
20.- No te dejes impresionar por personalidades
fuertes.
21.- No te apropies de nada ni de nadie.
22.- Reparte equitativamente.
23.- No seduzcas.
24.- Come y duerme lo estrictamente necesario.
25.- No hables de tus problemas personales.
26.- No emitas juicios ni criticas cuando desconozcas
la mayor parte de los hechos.
27.- No establezcas amistades inútiles.
28.- No sigas modas.
29.- No te vendas.
30.- Respeta los contratos que has firmado.
31.- Sé puntual.
32.- No envidies los bienes o los éxitos del prójimo.
33.- Habla sólo lo necesario.
34.- No pienses en los beneficios que te va a procurar
tu obra.
35.- Nunca amenaces.
36.- Realiza tus promesas.
37.- En una discusión ponte en el lugar del otro.
38.- Admite que alguien te supere.
39.- No elimines, sino transforma.
40.- Vence tus miedos, cada uno de ellos es un deseo
que se camufla.
41.- Ayuda al otro a ayudarse a sí mismo.
42.- Vence tus antipatías y acércate a las personas que
deseas rechazar.
43.- No actúes por reacción a lo que digan bueno o malo
de ti.
44.- Transforma tu orgullo en dignidad.
45.- Transforma tu cólera en creatividad.
46.- Transforma tu avaricia en respeto por la belleza.
47.- Transforma tu envidia en admiración por los
valores del otro.
48.- Transforma tu odio en caridad.
49.- No te alabes ni te insultes.
50.- Trata lo que no te pertenece como si te
perteneciera.
51.- No te quejes.
52.- Desarrolla tu imaginación.
53.- No des órdenes solo por el placer de ser
obedecido.
54.- Paga los servicios que te dan.
55.- No hagas propaganda de tus obras o ideas.
56.- No trates de despertar en los otros emociones
hacia ti como piedad, admiración, simpatía, complicidad.
57.- No trates de distinguirte por tu apariencia.
58.- Nunca contradigas, solo calla.
59.- No contraigas deudas, adquiere y paga enseguida.
60.- Si ofendes a alguien, pídele perdón.
61.- Si lo has ofendido públicamente, excúsate en
público.
62.- Si te das cuenta de que has dicho algo erróneo, no
insistas por orgullo en ese error y desiste de inmediato de tus propósitos.
63.- No defiendas tus ideas antiguas sólo por el hecho
de que fuiste tú quien las enunció.
64.- No conserves objetos inútiles.
65.- No te adornes con ideas ajenas.
66.- No te fotografíes junto a personajes famosos.
67.- No rindas cuentas a nadie, sé tu propio juez.
68.- Nunca te definas por lo que posees.
69.- Nunca hables de ti sin concederte la posibilidad
de cambiar.
70.- Acepta que nada es tuyo.
71.- Cuando te pregunten tu opinión sobre algo o
alguien, di solo sus cualidades.
72.- Cuando realices un servicio, no resaltes tus
esfuerzos.
73.- Si decides trabajar para los otros, hazlo con
placer.
74.- Si dudas entre hacer y no hacer, arriésgate y haz.
75.- No trates de ser todo para tu pareja, admite que
busque en otros, lo que tú no puedes darle.
76.- Cuando alguien tenga su público no acudas para
contradecirlo y robarle la audiencia.
77.- Vive de un dinero ganado por ti mismo.
78.- No te jactes de aventuras amorosas.
79.- No te vanaglories de tus debilidades.
80.- Nunca visites a alguien sólo por llenar tu tiempo.
81.- Obtén para repartir.
82.- Ayuda a tu prójimo sin hacerlo dependiente.
83.- Si estás meditando y llega un diablo, pon ese
diablo a meditar.....
9 de octubre de 2013
SOBRE LA MERCANTILIZACIÓN DEL CONTEXTO TERAPÉUTICO.
"La
palabra terapeuta se está convirtiendo en un eufemismo tautológico que viene a
sustituir a una manera de ganarse fácilmente la vida trabajando pocas horas por
más dinero del que trabaja cualquiera de los mortales, en virtud a la cantidad
de trabajo y esfuerzo que cuestan las formaciones tanto académicas como
alternativas.
Si
bien esto último no deja de ser cierto, no es menos cierto que la carrera de
terapeuta se está convirtiendo en algo elitista que muy pocas personas pueden
afrontar. Para costearse una verdadera formación interdisciplinar uno tiene que
donar un par de órganos, sacrificarse casi como cristo, o emprender el camino
fácil que es coleccionar talleres de fines de semana y seminarios dispersos
para llamarse a si mismo acompañante o profesional de algo que solo se aprende
haciendo. Que la mayor parte de los así llamados terapeutas emprendan este atajo es comprensible. Un puede tener realmente un don especial, quiere disponibilizarlo, y no está dispuesto a pasarse la vida trabajando en cosas que no son su vocación, ganando un sueldo miserable, o haciendo algo para lo que vale pero viendo como otros más listos se llevan sin despeinarse todo el esfuerzo de su trabajo (eso si trabaja por ejemplo dando masajes en un spa). Pero la cosa no es tan sencilla.
Fuera de la disyuntiva de trabajar por cuenta ajena o tomar la decisión de convertirse en tu propio jefe, la tarea de ser empresario a la vez que terapeuta crea una contradicción muy difícil de solventar. Casi imposible, porque el objeto de la empresa (que es hacer dinero) y el de la terapia (que es ofrecer un servicio, según yo lo veo, que para ser impecable ha de ser incondicional) es muy difícil de armonizar. Uno de los hechos que ejemplifica muy bien esta contradicción, es que existe demasiada oferta (que aumenta exponencialmente cada día) de terapeutas para la poca demanda que hay. Y no es que no exista una demanda terapéutica con la que pudiera machihembrar, es que esta demanda se hace la mayor parte de las veces irrealizable, y jamás se convierte en hechos.
Esto lo he sufrido yo y lo sigo sufriendo en mis propias carnes. Creo -es un juicio personal- que esto se debe al tremendo abismo que hay entre las posibilidades actuales de la gente y nuestra necesidad (la de los terapeutas) de compensar la inversión que hacemos en energía, dinero y tiempo tanto para nuestra formación, como para promocionar y mover nuestro trabajo en sí. Esto crea una dependencia económica (necesidad de encontrar y fidelizar clientes) que condiciona inevitablemente el lugar incondicional desde el que deberíamos hacer la terapia. Las figuras o los roles de paciente y el cliente coinciden en una misma persona, y esto crea un conflicto de intereses.
Este conflicto suele apañarse, en la mayor parte de los casos, extendiendo procesos innecesariamente, vendiendo un servicio de naturaleza espiritual como un producto, o dando tal libertad al "paciente", que uno pierde al cliente potencial o de hecho que hay en él. Se produce, inevitablemente, por exceso o por defecto, una capitalización de la terapia. Una mercantilización del espíritu (aunque Giegerich no estaría de acuerdo con este término, nos sirve para este caso en concreto).
Habría, por lo tanto, que buscar otras alternativas a las "alternativas" que supuestamente ya ofrecemos, para liberar un mundo terapéutico que esta sufriendo la misma capitalización y elitización que el mercado de los productos ecológicos: algo exclusivamente para ricos, o gente en situación de superávit o bienestar económico.
Las necesidades de la gente, no sólo de tener acceso al mundo de las terapias alternativas, sino, sobre todo, de ser debidamente acompañado en momentos difíciles y de crisis, para poder atravesarlos más digna y humanamente, y poder crecer en conciencia, se ve colapsada por los tremendos esfuerzos que costear un proceso terapéutico requiere para alguien normal, con un sueldo que apenas le llegue para llegar a fin de mes. Hay que pensar alternativas a las alternativas, y ofrecerlas. No podemos crear más paraísos espirituales antes de habernos vuelto realmente éticos. La espiritualidad que florece de allí huele a chamusquina y no está completa. La ética va primero, la espiritualidad auténtica sólo puede nacer de ella".
César Bacale
http://rehacersehombres.blogspot.com/
EL PODER DE LA SENCILLEZ.
Lo
sencillo es poderoso. Lo sencillo se conquista desde la síntesis de la
experiencia y de la sabiduría. Lo sencillo es natural, es fácil, es amable, no
tiene pretensiones. Ocurre a menudo que grandes lecciones de vida, plenas de
sabiduría, nacen de conceptos sencillos pero a los que, paradójicamente, cuesta
llegar y aún más comprender cabalmente. Para
ilustrar este principio, reproduzco aquí un fragmento del libro que co-escribí
con mi queridísimo y admirado amigo Francesc Miralles, y debo decir que la
parte que se relata en las próximas líneas corresponde a la creatividad de
Francesc y a la actitud que tomaba él cuando, de joven para poder ganarse la
vida, trabajaba como camarero. Precisamente el capítulo del libro del que surge
este extracto es “El Secreto del Camarero” y relata uno de los momentos más
especiales que vive la protagonista, Ariadna, perdida en el Laberinto de la
Felicidad. Dice así:
Con la lección aprendida sobre los obstáculos reales y postizos, Ariadna golpeó el muro con las palmas de las manos hasta derribar una columna de ladrillos. Se había abierto una brecha suficientemente ancha para que pudiera pasar al otro lado, donde para su sorpresa encontró la calle donde había dormido tres días atrás.
Al pasar nuevamente junto al CAFÉ DEL LABERINTO, recordó que el camarero le había prometido explicarle cuál es el sentido de la vida.
Ariadna se sentó en el único taburete vacío junto a la barra y se sorprendió al encontrar ante sí las tres tazas vacías, como la primera vez que había entrado en el café. Eso la convenció de que la estaban esperando.
El camarero confirmó esa certeza al dirigirse hacia ella muy risueño y decir:
-Bueno, ¿qué desea la señora?
-Ya lo sabe: vengo a que me explique cuál es el sentido de la vida.
-Eso haré. Pero no olvide que el sentido de la vida es diferente para cada persona y es usted misma quien debe descubrirlo. Yo sólo puedo contarle lo que he descubierto después de trabajar cuarenta años como camarero.
Ariadna
contempló expectante las tres tazas vacías mientras el hombre se ponía bien la
armilla antes de iniciar, feliz y sonriente, su explicación:
-He
calculado que el contacto de un camarero con cada cliente que pide un café no
supera de media un minuto escaso. Es el tiempo que suman el saludo y la
pregunta: “¿qué desea tomar?”, lo que te pide el cliente, cuando pones la taza
sobre la mesa, la hora de pasar la cuenta y la despedida cuando se marcha. Son
muchos momentos diferentes, pero el verdadero contacto entre el camarero y el
cliente no supera en conjunto el minuto.
-¿Y
qué significa eso?-¡Significa que es una oportunidad! Independientemente de la calidad del café, que es lo de menos, en ese minuto el camarero tiene ante sí tres opciones o, mejor dicho, tres posibles resultados que dependen de su actitud.
Tras decir eso, el camarero hizo una breve pausa para buscar las palabras más adecuadas. Luego explicó:
-En ese minuto puedes conseguir que la persona se marche peor de lo que ha llegado, si eres grosero. O bien puede irse igual que ha venido, si le tratas con indiferencia. Pero también tienes la oportunidad de que salga del café mejor de lo que ha entrado, si le regalas un poco de amabilidad.
-¿Y eso es todo? -dijo Ariadna sin ocultar su decepción- Pero ¿qué tiene que ver eso con el sentido de la vida?
-¡Este ES justamente el SENTIDO DE LA VIDA!, y no sólo para los camareros. Todos tenemos cada día decenas de pequeños y grandes contactos con los demás. Nuestro reto es conseguir el tercer resultado: que su vida sea un poco mejor después de estar con nosotros. ¡Ese es el desafío, el premio gordo de cada encuentro! Al escuchar esto, Ariadna se quedó muy pensativa. El camarero entonces le guiñó el ojo y se despidió así:
-Y ahora debo irme: tenemos muchas vidas que mejorar.
Y
así es. Nada es menor en nuestra vida. Nada es pequeño en el encuentro con el
otro. Precisamente la mayor muestra de grandeza de un ser humano se observa en
su sencillez, en su humildad, en su calidez, en su amabilidad, en su ternura,
en la capacidad de mejorar el momento presente del otro desde la entrega que
busca regalar una brizna de alegría a quien tenemos enfrente. Porque en efecto,
tenemos muchas vidas que mejorar, empezando con la propia y la de quienes tenemos
cerca.
Alex
Rovira Oficialwww.alexrovira.com
7 de octubre de 2013
LOS AMOROSOS.
Los amorosos callan.
El amor es el silencio más fino,
el más tembloroso, el más insoportable.
Los amorosos buscan,
los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan.
Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran, buscan.
Los amorosos andan como locos
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.
Les preocupa el amor. Los amorosos
viven al día, no pueden hacer más, no saben.
Siempre se están yendo,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.
Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son los insaciables,
los que siempre -¡que bueno!- han de estar solos.
Los amorosos son la hidra del cuento.
Tienen serpientes en lugar de brazos.
Las venas del cuello se les hinchan
también como serpientes para asfixiarlos.
Los amorosos no pueden dormir
porque si se duermen se los comen los gusanos.
En la oscuridad abren los ojos
y les cae en ellos el espanto.
Encuentran alacranes bajo la sábana
y su cama flota como sobre un lago.
Los amorosos son locos, sólo locos,
sin Dios y sin diablo.
Los amorosos salen de sus cuevas
temblorosos, hambrientos,
a cazar fantasmas.
Se ríen de las gentes que lo saben todo,
de las que aman a perpetuidad, verídicamente,
de las que creen en el amor
como una lámpara de inagotable aceite.
Los amorosos juegan a coger el agua,
a tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del amor.
Nadie ha de resignarse.
Dicen que nadie ha de resignarse.
Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.
Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,
la muerte les fermenta detrás de los ojos,
y ellos caminan, lloran hasta la madrugada
en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.
Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,
a mujeres que duermen con la mano en el sexo,
complacidas,
a arroyos de agua tierna y a cocinas.
Los amorosos se ponen a cantar entre labios
una canción no aprendida,
y se van llorando, llorando,
la hermosa vida.
el más tembloroso, el más insoportable.
Los amorosos buscan,
los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan.
Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran, buscan.
Los amorosos andan como locos
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.
Les preocupa el amor. Los amorosos
viven al día, no pueden hacer más, no saben.
Siempre se están yendo,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.
Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son los insaciables,
los que siempre -¡que bueno!- han de estar solos.
Los amorosos son la hidra del cuento.
Tienen serpientes en lugar de brazos.
Las venas del cuello se les hinchan
también como serpientes para asfixiarlos.
Los amorosos no pueden dormir
porque si se duermen se los comen los gusanos.
En la oscuridad abren los ojos
y les cae en ellos el espanto.
Encuentran alacranes bajo la sábana
y su cama flota como sobre un lago.
Los amorosos son locos, sólo locos,
sin Dios y sin diablo.
Los amorosos salen de sus cuevas
temblorosos, hambrientos,
a cazar fantasmas.
Se ríen de las gentes que lo saben todo,
de las que aman a perpetuidad, verídicamente,
de las que creen en el amor
como una lámpara de inagotable aceite.
Los amorosos juegan a coger el agua,
a tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del amor.
Nadie ha de resignarse.
Dicen que nadie ha de resignarse.
Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.
Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,
la muerte les fermenta detrás de los ojos,
y ellos caminan, lloran hasta la madrugada
en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.
Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,
a mujeres que duermen con la mano en el sexo,
complacidas,
a arroyos de agua tierna y a cocinas.
Los amorosos se ponen a cantar entre labios
una canción no aprendida,
y se van llorando, llorando,
la hermosa vida.
Jaime Sabines
26 de septiembre de 2013
EL AMOR NO DUERME.
Donde
hay amor no hay deseos. Y por eso no existe ningún miedo. Si amas de verdad a
tu amigo, tendrías que poder decirle sinceramente: "Así, sin los cristales
de los deseos, te veo como eres, y no como yo desearía que fueses, y así te
quiero ya, sin miedo a que te escapes, a que me faltes, a que no me
quieras." Porque en realidad, ¿qué deseas? ¿Amar a esa persona tal cual
es, o a una imagen que no existe? En cuanto puedas desprenderte de esos
deseos-apegos, podrás amar; a lo otro no se lo debe llamar amor, pues es todo
lo contrario de lo que el amor significa.
El
enamorarse tampoco es amor, sino desear para ti una imagen que te imaginas de
una persona. Todo es un sueño, porque esa persona no existe. Por eso, en cuanto
conoces la realidad de esa persona, como no coincide con lo que tú te
imaginabas, te desenamoras.
La
esencia de todo enamoramiento son los deseos. Deseos que generan celos y
sufrimiento porque, al no estar asentados en la realidad, viven en la
inseguridad, en la desconfianza, en el miedo a que todos los sueños se acaben,
se vengan abajo.
El
enamoramiento proporciona cierta emoción y exaltación que gusta a las personas
con una inseguridad afectiva y que alimentan una sociedad y una cultura que
hacen de ello un comercio. Cuando estás enamorado no te atreves a decir toda la
verdad por miedo a que el otro se desilusione porque, en el fondo, sabes que el
enamoramiento sólo se alimenta de ilusiones e imágenes idealizadas.
El
enamoramiento supone una manipulación de la verdad y de la otra persona para
que sienta y desee lo mismo que tú y así poder poseerla como un objeto, sin
miedo a que te falle. El enamoramiento no es más que una enfermedad y una droga
del que, por su inseguridad, no está capacitado para amar libre y gozosamente.
La
gente insegura no desea la felicidad de verdad; porque teme el riesgo de la
libertad y, por ello, prefiere la droga de los deseos. Con los deseos vienen el
miedo, la ansiedad, las tensiones y..., por descontado, la desilusión y el
sufrimiento continuos. Vas de la exaltación al desespero.
¿Cuánto
dura el placer de creer que has conseguido lo que deseabas? El primer sorbo de
placer es un encanto, pero va prendido irremediablemente al miedo a perderlo, y
cuando se apoderan de ti las dudas, llega la tristeza. La misma alegría y
exaltación de cuando llega el amigo, es proporcional al miedo y al dolor de
cuando se marcha... o cuando lo esperas y no viene... ¿Vale la pena? Donde
hay miedo no hay amor, y podéis estar bien seguros de ello. Cuando despertamos
de nuestro sueño y vemos la realidad tal cual es, nuestra inseguridad termina y
desaparecen los miedos, porque la realidad es y nada la cambia. Entonces puedo
decirle al otro: "Como no tengo miedo a perderte, pues no eres un objeto
de propiedad de nadie, entonces puedo amarte así como eres, sin deseos, sin
apegos ni condiciones, sin egoísmos ni querer poseerte." Y esta forma de
amar es un gozo sin límites.
¿Qué
haces cuando escuchas una sinfonía? Escuchas cada nota, te deleitas en ella y
la dejas pasar, sin buscar la permanencia de ninguna de ellas, pues en su
discurrir está la armonía, siempre renovada y siempre fresca. Pues, en el amor,
es igual. En cuanto te agarras a la permanencia destruyes toda la belleza del
amor. No hay pareja ni amistad que esté tan segura como la que se mantiene
libre. El apego mutuo, el control, las promesas y el deseo, te conducen
inexorablemente a los conflictos y al sufrimiento y, de ahí, a corto o largo
plazo, a la ruptura. Porque los lazos que se basan en los deseos son muy
frágiles. Sólo es eterno lo que se basa en un amor libre. Los deseos te hacen
siempre vulnerable.
Tony
de Mello
17 de septiembre de 2013
Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos olas
y la noche es océano.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos piedras
y la noche desierto.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces raíces
en la noche enlazadas.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces navajas
y la noche relámpago.
Dos cuerpos frente a frente
son dos astros que caen
en un cielo vacío.
Octavio Paz
y la noche es océano.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces dos piedras
y la noche desierto.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces raíces
en la noche enlazadas.
Dos cuerpos frente a frente
son a veces navajas
y la noche relámpago.
Dos cuerpos frente a frente
son dos astros que caen
en un cielo vacío.
Octavio Paz
Imágen: Nicoletta Thomas
LA CONSCIENCIA LO ES TODO.
Este
Advaita, del que hablo, no es en realidad una filosofía porque no se aferra a
ningún principio. Es simplemente una recopilación de directrices y conceptos, y
declara que ninguno de ellos es verdadero en un sentido absoluto. Se trata de
indagar dentro de las limitaciones y los conceptos erróneos sobre cómo son las
cosas. Por ello más que una verdad absoluta es un proceso. Sus enseñanzas
contienen una serie de herramientas.
La
herramienta primordial es que todo es Consciencia; todo es Uno. O, para ser más
precisos, Advaita, si se traduce literalmente, significa "no dos".
Ésa es la directriz más esencial. No es una verdad. Y una directriz se debe
utilizar como medio para averiguar qué es verdaderamente válido; para indagar
dentro de uno mismo y descubrir la propia naturaleza. Es un proceso que, cuando
ocurre, se entiende como una parte natural del fluir de la vida.
Así
que la Enseñanza como ocurre ahora, ya está surtiendo efecto en este momento.
Si hay un "yo" autor presente, dirá: "Mira lo que he hecho. He
pensado, me he dado cuenta, hoy he visto y he prestado atención, y por ello he
obtenido tantos beneficios y resultados". El entendimiento es que es la Enseñanza
misma la que te ha hecho reaccionar de la forma que ha querido. Es la Enseñanza
misma la que, por su propia fuerza, tiene un impacto sobre ti.
A
lo que esta enseñanza apunta es a que la Consciencia es la autora de todas las
acciones y la que da vida a todo. Actúa a través de estos instrumentos humanos
de la misma manera que actúa a través de los árboles, los pájaros o las
cataratas. Los humanos están estructurados de tal forma que cuando la fuerza de
la vida fluye a través de ellos reaccionan de acuerdo a su programación. Por lo
tanto, hay organismos asesinos, organismos trabajadores, organismos perezosos;
todos están creados para efectuar diferentes acciones. Hay organismos de
perros, organismos de ardillas, organismos de peces, cada uno de los cuales
actúa de acuerdo a su naturaleza biológica y a su programación. La Consciencia
actúa a través de todo. Cada organismo humano está programado genéticamente
para producir una amplia variedad de acciones y reacciones. Tiene instintos y
necesidades físicas. El organismo reacciona a esta programación de forma
orgánica. Necesita aire y luchará para conseguirlo. Necesita agua; necesita
comida; necesita calor y cobijo; tiene necesidad de sexo; tiene necesidad de
todo tipo de cosas. Las necesidades del organismo le llevan a la acción, de
forma completamente independiente a cualquier "yo" egóico. Tus
propias investigaciones te mostrarán que no se necesita la presencia de un
"yo" egóico para que la acción ocurra.
Es
el ego o la mente pensante la que falsamente reivindica la autoría de la
Consciencia como "mi" acción. Vocifera y amenaza, sugiriendo que si
"yo" me voy no se hace nada. Lo que, por supuesto, ¡es ridículo! Está
claro que ése no es el caso. En la ausencia de este "yo" egóico, se
crea todo el universo. Todo forma parte del mecanismo de la Consciencia, porque
Consciencia es todo lo que hay. Ésa es la directriz fundamental de la Enseñanza.
Todo es Consciencia, por lo tanto, todo lo que ocurre es Consciencia. Pero la
Consciencia no es una cosa que pueda ser absorbida por la mente humana. Cuando
utilizamos la palabra "Consciencia" no estamos hablando de una cosa.
Si fuese una cosa, entonces podría ser comprendida por la mente humana; si
fuese un objeto, podría ser conocido. En esta enseñanza, la palabra
"Consciencia" es usada para señalarlo todo —la fuente y la sustancia
de todo— y, sin embargo, no es una cosa, no es un objeto. No puede ser conocida
en su totalidad porque no hay un "ello" que conocer. La Consciencia
sólo puede ser conocida por sus aspectos, y éstos son la manifestación del
mundo entero.
Wayne Liquorman
8 de septiembre de 2013
ME TIENES EN TUS MANOS.
Me
tienes en tus manos
y me
lees lo mismo que un libro.
Sabes lo
que yo ignoro
y me
dices las cosas que no me digo.
Me
aprendo en ti más que en mi mismo.
Eres
como un milagro de todas horas,
como un
dolor sin sitio.
Si no
fueras mujer fueras mi amigo.
A veces
quiero hablarte de mujeres
que a un
lado tuyo persigo.
Eres
como el perdón
y yo soy
como tu hijo.
¿Qué
buenos ojos tienes cuando estás conmigo?
¡Qué
distante te haces y qué ausente
cuando a
la soledad te sacrifico!
Dulce
como tu nombre, como un higo,
me
esperas en tu amor hasta que arribo.
Tú eres
como mi casa,
eres
como mi muerte, amor mío.
Jaime
Sabines
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