31 de diciembre de 2012

LA VIDA DE UN JIVANMUKTA.


Los grandes maestros, como los budhas o jivanmuktas, logran que la mente finalmente se mantenga en un estado no-dual que jamás cambia. Al igual que cualquier otra persona común, son capaces de observar el mundo y reaccionar ante él; logran detectar los objetos de manera individual y tener la destreza que cualquier ser humano posee para destacar uno respecto de otro. Sin embargo, cuando perciben los objetos, y debido a la ausencia de ahamkara, yoidad,  los distinguen uno de otro carentes de sentido individual. El fluir no-dual que otorga su rango de percepción nunca ofrece un sesgo de individualidad; sus mentes, sin el más mínimo esfuerzo, “conocen sin quien conozca”, “hacen sin quien haga”. En ese fluir perceptivo viven de manera comparativamente similar a quien ha tomado alguna copa y relaja su psique, permitiéndole un fluir en la comunicación que antes no poseía.
En ese estado continuo de no-dualidad, la “alegría de Ser”, o la “alegría de Saber” fluyen también por doquier. Ver el mundo integrado en una unidad no-diferenciada se parece a observar un collar cuyas cuentas están unidas por un hilo. A la vez se observan el collar y las cuentas, tal como el jivanmukta observa a la vez las partes y el todo. La conciencia, como elemento integrador del conocimiento, fluye por doquier sin centro alguno activo, sin yoidad que se apresure a definir como propio lo conocido. Así, situados en ningun lugar de sí mismos o de las cosas percibidas, viven como agua en agua, espacio en espacio, saber en saber.
¿Dónde está el jivanmukta? Le vemos caminar, comer y realizar actos comunes que cualquier otra persona también hace. Sin embargo, cuando él observa el mundo, la conciencia sabe que Eso está pasando, las cosas ocurren sin que exista por su parte localización alguna en la que se experimente a sí mismo. No está ni dentro ni fuera de la cabeza, su identidad no se sitúa ni delante ni detrás de los ojos, ni a un lado ni al otro del cuerpo; su cognición se impregna de una ausencia total de esfuerzo, por el simple hecho de existir y saber que se existe. Ese modo de percepción prodiga tal excelencia en el cuerpo que no hay tensión mientras conoce. El sistema nervioso se mantiene absolutamente reposado, transfigurado, quieto. Es, en definitiva, la percepción no-dual quien provee el hecho de ser experimentador no-localizado del mundo y propietario de una realidad sin fronteras.

Sesha en Comentarios al Atmabodha. Sloka 50

29 de diciembre de 2012

SRI RAMANA MAHARSHI 2


Discípulo: ¡Maestro!, ¿Cuál es el medio de obtener el estado de felicidad eterna, siempre vacío de miseria?
Maestro: Aparte de la afirmación del Veda de que dondequiera que hay cuerpo hay miseria, ésta es también la experiencia directa de todas las gentes; por consiguiente, uno debe indagar en la verdadera naturaleza de uno, que es siempre sin cuerpo, y debe permanecer como tal. Éste es el medio de obtener ese estado.
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D: ¿Qué se entiende al decir que uno debe indagar en la verdadera naturaleza de uno y comprenderla?
M: Experiencias tales como «Yo fui; yo vine; yo era; yo hice» vienen naturalmente a todos. ¿No es evidente, por estas experiencias, que la consciencia «yo» es el sujeto de esos diferentes actos? Indagar en la verdadera naturaleza de esa consciencia, y permanecer como uno mismo, es la manera de comprender, a través de la indagación, la verdadera naturaleza de uno.
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D: ¿Cómo ha de indagar uno «¿Quién soy yo?»?
M: Las acciones tales como «ir» y «venir» pertenecen solo al cuerpo. Y así, cuando uno dice «Yo fui, yo vine», eso equivale a decir que el cuerpo es «yo». ¿Pero, puede decirse que el cuerpo es la consciencia «yo», puesto que el cuerpo no era antes de nacer, está hecho de los cinco elementos, es no existente en el estado de sueño profundo, y deviene un cadáver cuando muere? ¿Puede decirse que este cuerpo que es inerte como un tronco de madera brilla como «yo—yo»? Por consiguiente, a la consciencia «yo» que surge primero respecto al cuerpo, se la llama diversamente como auto-orgullo (tarbodham), egoidad (ahankara), nesciencia (avidya), maya, impureza (mala) y alma individual (jiva). ¿Podemos nosotros permanecer sin indagar sobre esto? ¿No es para nuestra redención a través de la indagación por lo que todas las escrituras declaran que la destrucción del «auto-orgullo» es la liberación (mukti)? Por consiguiente, haciendo que el cuerpo-cadáver permanezca como un cadáver, y sin pronunciar siquiera la palabra «yo», uno debe indagar agudamente así: «¿Qué es lo que surge como “yo”?».
Entonces, brillará en el Corazón una suerte de iluminación sin palabras, en la forma «yo—yo». Es decir, brillará por sí misma la consciencia pura, que es ilimitada y una, una vez desaparecidos los pensamientos limitados y múltiples. Si uno permanece quiescente sin abandonar esa (experiencia), serán totalmente destruidos la egoidad, el sentido individual en la forma «yo soy el cuerpo», y finalmente, el pensamiento final, es decir, la forma «yo», también será extinguida como el fuego que quema el alcanfor (sin dejar ningún sedimento).
Los grandes sabios y las escrituras declaran que sólo esto es la liberación.
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D: Cuando uno indaga en la raíz del «auto-orgullo», que es en la forma de «yo», parecen surgir toda suerte de innumerables pensamientos diferentes; y ningún pensamiento «yo» separado.
M: Aparezca o no el caso nominativo, que es el primer caso, las frases en las que aparecen los otros casos tienen como su base el primer caso. Similarmente, todos los pensamientos que aparecen en el corazón tienen como su base la egoidad, que es el primer modo mental «yo», la cognición de la forma «yo soy el cuerpo»; así pues, el surgimiento de la egoidad es la causa y la fuente del surgimiento de todos los demás pensamientos; por consiguiente, si se destruye el auto-orgullo en la forma de la egoidad, que es la raíz del árbol ilusorio del samsara (esclavitud que consiste en la transmigración), todos los demás pensamientos perecerán completamente como un árbol arrancado. Surjan los pensamientos que surjan como obstáculos a la sadhana (disciplina espiritual) de uno, no debe permitirse que la mente vaya en su dirección, sino que debe hacerse que permanezca en el propio sí mismo de uno, que es el Atman; uno debe permanecer como presenciador de todo lo que acontece, adoptando la actitud: «¡Cualesquiera cosas extrañas que acontezcan, qué acontezcan; veamos!» Ésta debe ser la práctica de uno. En otras palabras, uno no debe identificarse con las apariencias; uno no debe abandonar el propio sí mismo de uno. Éste es el medio adecuado para la destrucción de la mente (manonasa), que es de la naturaleza de ver el cuerpo como el sí mismo, y que es la causa de todos los obstáculos ya mencionados. Este método, que destruye fácilmente la egoidad, merece ser llamado devoción (bhakti), meditación (dhyana), concentración (yoga) y conocimiento (jnana). Debido a que Dios permanece de la naturaleza del Sí mismo, brillando como «yo» en el corazón, y debido a que las escrituras declaran que el pensamiento mismo es esclavitud, debido a esto, la mejor disciplina es permanecer quiescente sin olvidar-Le nunca a Él (Dios, el Sí mismo), después de disolver en Él la mente, que es de la forma del pensamiento «yo», sin importar a través de qué medios. Ésta es la enseñanza concluyente de las escrituras.

Siempre juntos. Siempre Positivos                     
Marcelo Dos Santos



16 de diciembre de 2012


Se dieron las risas nerviosas
después de tanta espera.
Entre las notas de un piano
y una conversación que no importa.
Una mirada que beso mi boca como ninguna otra
y el tiempo me regalo tu estrofa.
Aquel imán que unió los sentimientos y el deseo......
Revolotea por mis pensamientos.
Al Chakra de mi corazón le has abierto de beso en beso.
Derretido mi hielo,
no tengo miedo de que te vayas lejos.
Te amare cuando te pienso, y
vendrás a amarme en los recuerdos.

Adriana Veliz

2 de diciembre de 2012

FIN DEL MUNDO.


Pregunta: Tengo una hermana que cree que el fin del mundo está por llegar producto de un holocausto nuclear. Muchas otras personas piensan lo mismo. Tiene el Swami (amo de sí mismo) alguna opinión sobre esto?

Annamalai Swami: No creo que el mundo vaya a ser destruido en un futuro cercano. Pero aún si eso ocurriese no es algo en lo que deberías pensar o preocuparte. Mantén tu atención en el presente, mantente en la consciencia del Ser. Si te estableces en la consciencia del Ser no vas a necesitar preocuparte por el futuro del mundo. Si te realizas en el Ser, nada podrá tocarte. Puedes destruir el cuerpo de un Jnani (el que alcanzó el conocimiento, sabio, iluminado), puedes destruir el mundo donde él vive, pero nunca podrás toca o cambiar su auto-realización, su consciencia del Ser.
La desaparición del universo entero no afectará al Jnani porque el Jnana (el conocimiento del Sí mismo) es indestructible. La consciencia, que es el sustrato del universo, no puede ser alterada de modo alguno. Cuando el mundo aparece en la consciencia, la consciencia no sufre ni se somete a cambio alguno. Es así entonces, que incluso cuando desaparezca este universo, la consciencia permanecerá intacta, sin que nada le afecte.
Todo lo que aparece algún día desaparece. No existe la permanencia en el mundo de las formas. Pero esa consciencia inalterable en la que las formas aparecen nunca podrá disminuirse, destruirse o alterarse de modo alguno. Si aprendes a realizar, a convertirte en esa consciencia llegarás a entender que nada puede tocarte, nada puede destruirte.
La ignorancia nos causa esa preocupación acerca de una posible destrucción del cuerpo físico (muerte). Si atas y haces dependiente tu estado de bienestar al estado de bienestar del cuerpo físico, estarás siempre preocupándote y sufriendo por todo. Cuando sabes, por experiencia directa, de que tu eres el Ser, te darás cuenta que no existen esas cosas llamadas nacimiento o muerte. Te darás cuenta de que eres inmortal. La auto-realización del Sí mismo, del Ser, a veces es llamada “el estado inmortal” porque nunca termina, porque no puede alterarse o destruirse. Si mantienes la atención en tu Ser puedes obtener esta inmortalidad. Si logras obtenerla, en ese último estado del Ser encontrarás además que no existe el nacimiento, ni la muerte, ni existen los deseos, lo miedos ni las preocupaciones, no existe la mente y en última instancia tampoco existe el mundo.

Extracto de una sesión de Preguntas y Respuestas con Annamalai Swami, discípulo de Sri Ramana Maharshi. Del Libro “Living by the Words of Bhagavan”, página 294.

30 de noviembre de 2012


Nunca he hablado con otra persona en mi vida. 
Le hablo a la consciencia misma ingeniosamente disfrazada de "otro". 
Entonces, "yo" no te hablo realmente a "ti", para nada, a pesar de que sea esta una bella historia para contar.Detrás de todas las palabras, detrás de todos los sonidos, las historias complejas, 
los acuerdos y desacuerdos; detrás de esa historia que compartimos y de las esperanzas de un mañana, hay un amor aquí que no tiene nombre, un silencio que no puede ser perturbado, 
una intimidad sin tiempo con su inocencia siempre presente y fresca, un profundo descanso que perdura incluso después de la muerte del transitorio cuerpo. El Amor es mucho más fuerte que la muerte. Permitámonos reunirnos siempre en este espacio inmortal llamado Ahora.

Jeff Foster 

29 de noviembre de 2012

LA FELICIDAD.


El secreto de la felicidad es muy sencillo. Deja de pedirle cosas a este momento. Cada vez que le pides algo, o que te libre de algo, sufres. Tus peticiones te mantienen encadenado al estado de ensoñación de la mente condicionada. El problema estriba en que, cuando pides algo, pierdes por completo lo que es en este preciso momento.

Debemos deshacernos de cualquier solicitud, incluso de la más sagrada, incluyendo nuestra demanda de amor. Si estás exigiendo amor sutilmente, aunque lo obtengas nunca será suficiente. En cuanto pase ese momento, la exigencia se reafirmará y necesitarás amor otra vez. Pero cuando te relajas, en ese instante sabes que el amor ya está ahí. La mente tiene miedo de dejar de pedir porque piensa que no hacerlo implicaría no conseguir lo que desea, como si el hecho de pedirlo sirviese de algo. Las cosas no funcionan así. Deja de perseguir la paz y el amor, y tu corazón se llenará. Deja de intentar ser mejor persona y serás mejor persona. Deja de intentar perdonar, y el perdón surgirá. Detente y quédate quieto.

La realización súbita consiste en abandonar cualquier tipo de exigencia, tanto hacia ti como hacia los demás, en este preciso instante. Lo único que hay que hacer es dejar de pedir durante una décima de segundo. Si lo haces indefinidamente será muy sencillo. Pero si experimentas un momento trascendente y después empiezas a pedirte cosas, y a pedirle cosas al mundo, la verdadera naturaleza del ser se oscurecerá y regresarás a la confusión. Es como si estuvieras buscando la joya de tu bolsillo y siguieras insistiendo en ser un mendigo. Cuando dejas de insistir y te vuelves a meter la mano en el bolsillo, te das cuenta de que el ahora te proporciona una plenitud tremenda, y que esta plenitud no es el resultado de nada. 

Adyashanti - La Danza del Vacío

11 de noviembre de 2012

No olvides que las cosas
funcionan al revés en este mundo.
Las ciudades henchidas,
saturadas de gente,
son desiertos inmensos donde nada
podrás hallar, por más que vagambules.
Millones de fantasmas se arraciman
en cajas de zapatos
o en cuevas decoradas bajo el signo
de la moda. Se pasan todo el tiempo
intercambiando harapos o despojos,
burbujas de leyendas o pedazos
de nube en el mercado.
Los fantasmas se aburren hasta el tope
de tanto intercambiar todo por nada.
Pero tengo un secreto para ti:
hay un oasis de éxtasis perpetuo
y no tienes que hacer
ninguna cosa para conseguirlo.
Tú misma eres oasis:
tu mera soledad es sol radiante.
Busca en su pertinaz profundidad
hasta que asumas que no tiene fondo.
Y en cuanto a los fantasmas del desierto,
ya lo verás: vendrán a visitarte
y por un rato se hallarán en paz.
La paz que no ilusiona ni te aburre,
la paz que te devora y que te nutre,
es lo que puedes compartir con ellos.
No importa lo que digan,
es todo lo que tienes para darles,
lo único que eres de verdad,
un oasis en medio del desierto.

Vita Preziosa "Carta para mi hija"


8 de noviembre de 2012


UNA NUEVA FRECUENCIA DE AMOR.


Si buscas el Amor, tira abajo todas tus creencias y olvídate de las experiencias vividas. Empieza de nuevo por donde nunca se te hubiera ocurrido que anda el Amor buscándote a ti. El Amor es una energía que fluye libremente en todo el Universo. Hay que aprender a pedirla y tomarla desde la Fuente Ilimitada. El Amor “llega” desde el Centro de Amor Universal hacia el centro interno de cada uno. Ábrete, tira tus corazas y deja que esta maravillosa energía disuelva los sentimientos negativos de separación y soledad y logres estados de paz y bienestar ‘desde adentro y sin esfuerzos’. Nuevas formas de relacionarnos amorosamente están surgiendo en estos tiempos. En los últimos años hemos crecido mucho en la expresión de los sentimientos. Ahora, el amor se abre como un loto de mil pétalos y da múltiples posibilidades para salir de nuestras limitaciones y carencias.

¿Qué es el amor?

El amor es ENERGÍA que viene de la Energía Universal Creadora. El amor es un estado de completa felicidad, se disfruta cuando uno se abandona en el sentimiento y deja que todo fluya sin obstáculos. Los seres se están encontrando para activar la nueva conciencia del amor y así poder sacar lo mejor de sí y crecer espiritualmente, porque el amor es el camino más genuino para el nuevo crecimiento interior. Desde el amor sin condicionamientos ni expectativas las almas están sanando viejas heridas de soledades y abandonos y están creando un estado interior más pleno y seguro. El amor es amor y nada más, no se encadena a ningún contrato o filiación. Si deseas vivir con la persona amada, vive. Pero no pongas obstáculos en la convivencia, no exijas al otro lo que éste no tiene para dar, no le compliques la vida con reclamos. Deja que la relación fluya libremente. Respeta sus espacios, sus tiempos, sus gustos y que te respete a ti. No sientas obligaciones en ningún momento, ni sometimiento o dependencia. No calles lo que sientes, pero habla con dulzura.

Hay muchas maneras de comprometerse en las relaciones y uno cree que todo eso es amor, generalmente es dependencia emocional, necesidad de que otro llene tus vacíos y encima, los llena mal. No busques el amor afuera. Tienes que aprender a generarlo desde tu centro cardíaco, llenar tu aura, tu mente, tus palabras del amor que tomarás del Amor Universal y luego expresarlo. Todo en tu entorno vibrará en el amor y no habrá más carencias ni abandonos. Reflexiona sobre estos aspectos: ¿Por qué cargas al amor con tantos condicionamientos?: Te amo aunque…, te amo porque…, te amo pero….El verdadero amor no es nada de todo eso. El amor es un sentimiento que fluye puro, sin distorsiones. Una cosa es convivir y compartir la vida con alguien y otra cosa es amar a alguien. Lo ideal es que se den ambas cosas juntas. Pero si no lo has logrado y convives con alguien a quien ya no amas, clarifica tu interior, acepta la realidad y no eches culpas afuera, en tu camino de evolución estaba el desamor para que ahora busques el amor, que no es sólo tener a otro, sino poder relacionarte amorosamente con TODOS. Si en el plano humano no encuentras cómo llenar tu vacío de amor, comienza una tarea de crecimiento interior para conectar la Fuente Eterna de Amor Universal y entonces estarás vibrando también en el amor humano.

El amor está llamado a cubrir el Universo pero mientras no nos demos cuenta que somos nosotros los que tenemos que llamar, invocar, fabricar, ese amor y luego proyectarlo el amor no puede conocerse, no puede proyectarse, no puede operar en la humanidad, porque eso depende de nosotros y no de otras fuerzas cósmicas. Nosotros somos antenas cósmicas para recibir información, y difundirla y entonces de esa forma poder producir mayor inquietud por conocer, que es lo que está sucediendo en esta Nueva Era. La verdadera conciencia de amor comienza a entenderse ahora, en la medida en que salimos de todo tipo de creencias limitadoras. Los verdaderos sentimientos que restaurarán nuestra vida están fluyendo desde una dimensión superior de compresión de la vida, donde el Ser encuentra su resonancia espiritual y puede conectar el amor en su esencia pura. Para gran parte de la humanidad, en estos momentos, el amor está mezclado con necesidades sexuales, fantasías culturales, remplaza carencias. Depende de las creencias de cada individuo que el amor dé felicidad o produzca dolor. Muchos ya han comprobado que con la cabeza no se ama. El sentimiento amoroso es una energía, de determinada frecuencia vibracional que se condensa en el chakra cardíaco y desde allí sale y se expresa. Quienes tienen bloqueos energéticos en el centro cardiaco no pueden expresar esta energía con facilidad y se sienten solos y angustiados. Cuando este centro vibra en una determinada frecuencia y entra en resonancia con otro ser que está en la misma frecuencia se produce un intercambio amoroso pleno. Esto puede darse una sola vez, varias veces, por mucho tiempo, por toda la vida humana. Todo depende de la capacidad para mantener esa sintonía. Es por ello que el amor no pide ni da: se expresa. A veces encuentra resonancia y respuesta y otras veces no. Con la excusa de “lo hice por amor”, se esconden muchísimas formas de manipulaciones, resentimientos, necesidad de poder o de dependencia. ¡Basta de telenovelas!

Después de comprender este nuevo concepto de amor, no tiene sentido hablar de los celos ni de fidelidad. Se es fiel con uno mismo y con los propios sentimientos. Con el crecimiento interior se logra ser consecuente e íntegro con uno mismo. Sólo desde este lugar de armonía interior se puede fluir un verdadero sentimiento amoroso profundo y puro. Este estado amoroso pleno es el que se expresa en todos los niveles de la vida, no sólo en el amor de pareja. Uno ama LA VIDA y ama a todos los seres. La fuente de amor está dentro de uno y no necesita que venga a llenarla nadie. Si has sanado tus propias heridas eres amor e irradias amor. Sólo así se entra en resonancia y se encuentra quien comparta tu frecuencia de amor. Si logras solucionar todos los mandatos adquiridos con respecto al amor, podrás enseñarle a otro cómo lograrlo también y podrá acompañarte en el camino de explorar juntos las nuevas dimensiones del amor. Los procesos de transformación son internos y externos. Con tal celeridad se producen los acontecimientos que no hay tiempo para pensar. Estamos en las puertas de un gran cambio, inimaginable para muchos.

El planeta Tierra y nosotros VAMOS A CAMBIAR DE DIMENSIÓN. Es decir, está finalizando la 3° dimensión que es material, sólida y concreta, donde sólo existe lo que se ve, y ahora comienza a llegar a nuestra realidad oleadas de nuevas energías que corresponden a las frecuencias de la 4° y 5° dimensión, donde el tiempo real es el presente y la conciencia se expande hacia la comprensión espiritual de la vida. Toda partícula de vida está experimentando un proceso de transformación. Los nuevos códigos se introducen en diferentes puntos del planeta y desde allí se activan, modificando nuestra historia evolutiva, tanto individual como colectiva. Esto produce un inevitable cambio de conciencia en cada ser viviente que se registra en el físico y en la mente. Es por ello que necesitamos conocer y comprender las modificaciones de nuestro mundo interno y externo. Simplificar la vida. Liberarnos de cargas pesadas, vaciar la casa (física y mental). En aquellas cosas que ya cumplieron su función. Dejar espacio para las nuevas frecuencias de conciencia que vienen desde el Universo, son las que aportan el cambio y disuelven las viejas creencias que sirvieron hasta ahora.

Aligerar las relaciones afectivas, vincularnos por amor, no por conveniencia u obligación. Desapegarse de los dramas y crear paz, paz, paz. Soltar todo lo que limita y angustia. A través del sentimiento pleno y el amor incondicional el ser puede conectar las energías de la 5° dimensión. Si se te desordenó la vida en buena hora, estás en el cambio. Hay que rifar todo y “quedarse desnudo” para sentir que la vida está en uno y no en las cosas que creíamos que eran nuestra seguridad. (De cualquier manera, muchos se quedaron desnudos muy a su pesar).

Extracto de artículo “Estamos en las puertas de un gran cambio”

17 de octubre de 2012

EL SUPERMERCADO ESPIRITUAL Y SU EFECTO CENICIENTA.


En este mundo rápido y de consumo, hasta lo “espiritual” se ha vuelto una mercancía atractiva y apetitosa. Vivimos consumiendo todo y nos hemos convertido en consumidores espirituales también. Y no es de extrañarse que el mercado se adelanta a las necesidades del ser humano y logra captarlas y ofrecer justamente lo que necesitan. Una época en que estamos volcándonos hacia lo light, lo fast, lo oriental, lo espiritual, ya podemos ver anuncios en todo lado publicitando comida con posturas de yoga, publicitando felicidad y salud con modelos en meditación, mueblería y decoración zen, consumiendo cosas extrañas a nosotros y a nuestros cuerpos con el cuento de que son “de moda”.
Así tenemos dentro de este gran supermercado espiritual hoy en día toda clase de variedades y opciones para todos los gustos y necesidades. Tenemos yogas como panaderías, yogas de todos los sabores y colores, tenemos reikis como farmacias en cada esquina, spas, limpias, masajes energéticos, regresiones, canalizaciones, sanaciones de toda índole, cursos de autoayuda con resultados rapidísimos, iluminaciones y “maestrías”, en tan sólo 20 días ya podrás gozar de tu título de “maestro”.
La espiritualidad está a tu alcance y puedes accederla de diferentes maneras, diferentes precios, toda una gama de posibilidades, tal como si estuviéramos en un supermercado. Y bueno eso de la “espiritualidad” está de moda, es muy “chic” hacer tal o cual disciplina oriental, está muy “in” saber de la movida esotérica, y así vamos repitiendo patrones pero con otros nombres. Queremos emanciparnos de esta sociedad mecanizada y consumista y caemos en lo mismo pero con el nombre de “espiritualidad”.
Cargados de todo libro de auto ayuda que encontramos, repetimos mantras y afirmaciones mecánicamente sin ni siquiera haber podido primero integrar nuestros sentimientos humanos. Memorizamos y repetimos lo que dicen los otros adoptando verdades ajenas, dando nuestro poder a terceros y perdiendo así nuestra autenticidad, nuestro propio desarrollo y nuestra capacidad creativa.

Lamentablemente somos perezosos y nos gusta que nos den las respuestas ya hechas, nos gusta que nos digan lo que somos y lo que sentimos porque no queremos darnos el trabajo de descubrirlo por nosotros mismos. Es fácil acudir a alguien que te diga qué hacer,…que te dé haciendo, pagar una buena suma de dinero y salir con la receta mágica no?. Pero estas respuestas, estos efectos y esta receta no duran mucho… tienen un efecto Cenicienta. Pasa poco tiempo para volver a sentirnos mal, para volver a sentir dolor, para no encontrar nuestro centro.

¿Cómo es que caemos en esa falta de auto valoración y reconocimiento y llegamos a la adoración de lo externo y ajeno? ¿Y cómo es que no regresamos a nosotros mismos, a buscar ahí donde todo está al alcance y gratis? Porque eso es trabajo, requiere coraje y valentía poder mirarnos adentro y asumir nuestro propio camino con responsabilidad.
Entramos en este mundo espiritual buscando algo diferente, buscando una vida auténtica y nos encontramos consumiendo de un supermercado espiritual con efecto Cenicienta que sólo nos manipula y nos separa de la vida misma.
Tanta espiritualidad ante tantos desafíos actuales de la vida hace que nos separemos de la vida, del cuerpo y de nuestra misión real. Descuidamos y desatendemos nuestra vida humana viviendo en un mundo separado.
Nos quedamos anclados en la estratosfera, en pleno trance sin poder pisar tierra firme y accionar la manifestación de nuestro Ser. Triste espiritualidad que no se hace carne, que se convierte en un escape y en una huida de lo que somos y sentimos.
Gracias a Dios no se puede generalizar, hay quienes ofrecen a través de su experiencia propia, ayuda real. La ayuda real no es la rápida, no está envuelta en repeticiones de lo que dicen los maestros, no está pintada de sobrenatural, no te da recetas mágicas, no juzga sino que respeta y te valora por lo que eres: una chispa única y divina en proceso de evolución.

La ayuda real es la de alguien que te enseña a caminar sin depender de él, que te escucha y respeta tu propio ritmo de crecimiento.
Busquemos un acompañamiento amoroso que no juzgue ni sea causa común, que pueda enseñarnos una herramienta liberadora y no adictiva que resuene con nuestra búsqueda y nuestro camino. Usemos el discernimiento y la intuición cuando estemos en el punto de decidir por nuestro crecimiento personal. No nos dejemos llevar por el consumismo y esa necesidad imperiosa de pertenecer. Seamos auténticos con nosotros mismos y dejémonos guiar por nuestro maestro interno a través de esta búsqueda. Hagamos carne lo que aprendemos y escuchamos, dejémonos de ser máquinas repetidoras de todo cuanto oímos. Entremos a lo nuevo, dejemos lo viejo atrás, filtremos todo cuanto entra en nosotros. Quedémonos con lo que resuena en nuestro corazón, rescatemos lo propio y desechemos lo que no es para nosotros. Empecemos a crear una vida diferente, herramientas propias, métodos de ayuda propios que vibren con nuestra Alma.

¡Vivamos una espiritualidad viva, una espiritualidad en acción!
Susana Guerini

DECIDIR.



Asistente: ¿Soy libre de mi historia?

Sesha: Evidentemente la historia quedó escrita. El planteamiento no es si quedó o no escrita, porque evidentemente historia hay. El planteamiento es: ¿la escribiste tú? ¿Tomaste realmente la decisión de escribirla? Para contestar esta pregunta deberías preguntarte primero: ¿tú tomas la decisión de que tus sistemas (mente, prana y cuerpo) funcionen? O acaso, ¿tomas tú la decisión de que tus hijos te quieran? ¿Tú tomas la decisión de que salga el sol?

Deseamos tomar decisiones; queremos controlar nuestro mundo. Sin embargo, el Vedanta enseña que solamente emergerán posibilidades de decidir sobre situaciones que hagan parte de tu propio karma. Nunca jamás emergerá una opción de decisión que no esté hilada a un pasado. ¿Por qué? Porque la representación de tu propio karma no es más que la misma condición histórica que prevalece en forma de presente en cada instante.
Desde la opción de poder decidir sin la presencia de un componente kármico histórico, habría entonces la posibilidad que “tú” le pidieras a tu cuerpo que en vez de tener un color de pelo tuviese otro. En tal caso tú podrías tomar dicha decisión. Sin embargo, la única decisión que puedes tomar respecto a cualquier acción física o mental es la de creer que eres quien la realiza. Esa opción altamente egoísta es la única decisión que realmente tomas; incluso es la única decisión que crees que tomas, porque realmente tampoco la tomas. Finalmente nada haces “tú”. “Tú” no haces ni que salga el sol ni que él se oculte. “Tú” no decides con tus acciones si la ropa que usas se dañará o no con el uso. “Tú” no tienes la posibilidad de determinar nada, excepto la de creer que determinas algo.

A medida que pasa el tiempo, y si eres profundamente observador de los innumerables eventos que están aconteciendo a tu alrededor, algún día notarás que el universo toma dirección en función de tu karma y que dicha dirección se advierte independientemente de tu propia voluntad. La vida, por lo tanto, no es más que la expresión presente del propio karma, ya sea a nivel individual o colectivo. Nadie decide; el karma simplemente expresa en forma de presente las consecuencias previas de las acciones realizadas.
El ser humano debe obligatoriamente actuar, pues ello es parte inherente de la vida; sin embargo, haciéndolo, cree que es él quien realiza la acción, o cree que es él quien toma la decisión de no hacerla. Tu historia te hace creer que eres “algo”. Recordar tu pasado te hace propietario de él. Evidentemente quien es dueño de su historia es tan inexistente en el presente como la historia misma que recuerda y de la cual se apropia. 

El presente, que no es historia, no tiene dueño, no hay “yo”. Crees que eres “algo”, “alguien”, simplemente porque te recuerdas. Tu error es creer que al ser dueño de tu pasado lo eres también de tu presente. El presente es libre, simplemente ocurre, no depende de ti ni de ninguna decisión que tomes. Si yo te preguntase: ¿qué eres tú sin tu historia?, no podrías responder. Para definirte como un ente particular requieres de la historia, de tu propio pasado. ¿Qué eres tú? No me contestes hablando de lo que fuiste, eso no me interesa. Tampoco me interesa el qué serás. No hablemos de lo que serás ni de lo que fuiste, háblame de lo que eres aquí en este instante y ahora. Eres esa fuerza viva y consciente que no puede definirse. Eres la presencia atenta que sabe sin un entorno limitativo. Eres consciencia sin límites, comprensión pura sin limitante, Eso, es lo que eres. Pero ello solamente se advierte cuando reaccionas de forma sostenida ante el presente.
Si eres diestro en sostenerte reaccionando a las acciones en el presente, notarás que si alguien te pregunta: “¿quién eres?”, podrás contestar sin que alguien conteste, pero serás propietario de la comprensión total de quien afirma: ¡Soy Eso! Habrá respuesta, pero no habrá quién responda; nunca podrás decir: “yo hago”, “yo decido”. Tampoco podrás afirmar “yo tengo libertad”, pues no hay nadie libre, ni nadie que necesite ser libre; no hay esclavitud alguna, excepto la de creer que soy un “yo”. Sin embargo, ante la dificultad de reaccionar con naturalidad ante el presente de forma espontánea, coherente y verdaderamente discernitiva, lo único que puedes hacer es recordarte y así creer que decides. Creas un “yo” en función de lo que puedes reconocer de tu historia, o en función de lo que puedes proyectarte con ella en forma de futuro. A ese “yo” le das el nombre de Jordi, le asignas una familia y te atas a las arandelas históricas que recuerdas. Sin embargo, la pregunta previa es: ¿quién eres?, no quién recuerdas que eres. Tú reaccionas definiéndote a través de tu historia, pues la evocas para contestarme. Pero si, en vez de ello, no evocas los contenidos pretéritos y te sumes en lo que eres, en este instante mismo en que te pregunto, lo único que puedes hacer es quedarte en silencio. No tienes finalmente otra opción que un silencio cargado de presencia viva y no-diferenciada, de presencia intensa y profundamente consciente.
Eso sí es lo que realmente eres. A esa presencia viva, consciente y sin límite le solemos denominar Atman. 
Atman es lo que experimenta y lo experimentado, mientras ello hace sin hacer; tú ni eres libre ni decides nada.

Texto perteneciente al seminario del Bhagavad Gita Estancia Segunda impartido por Sesha en Noviembre del 2003 en Olot (Girona)

14 de octubre de 2012

LIDERAZGO EN TIEMPO DE TEMPESTAD.


Nosotros estamos en plena era de la competencia intensa, concurrencia, presión, búsqueda frenética de resultados…Ciertamente tu te preguntas:  ¿para qué sirve todo esto?.
Cuando miro a las personas procurando desesperadamente el éxito, abandonando su felicidad pienso: “ese juego no va a dar resultados. El final de esa película va a ser ruin…Éxito sin felicidad es el comienzo de la desgracia humana”.
Necesitamos ser competentes y competitivos, pero principalmente debemos intentar ser felices pues el mayor éxito es SER FELIZ!
La felicidad no es algo que vamos a encontrar en bienes materiales. El único lugar para encontrarlo es en el fondo del corazón. Mucha gente lucha tanto para tener una casa en la playa y cuando eso ocurre no la aprovecha. Cuántas personas se sacrifican para ir a Europa, pero pasan todo el día dentro del hotel.
Cuando yo era un recién graduado, tuve la oportunidad de trabajar en un hospital de pacientes terminales. Después de algún tiempo, el médico ya sabe cuando llega el momento de que el paciente pase “al otro lado”.
Como siempre sentí amor por los seres humanos, buscaba una forma de estar junto a las personas en sus últimos momentos de vida. Acompañé a muchas de ellas en estos momentos angustiantes y la gran mayoría veía a la muerte con mucha frustración y arrepentimiento, debido a la manera como vivieron y condujeron sus vidas. Algunos decían: “Doctor, siempre me sacrifiqué, y ahora que iba a comenzar a vivir, estoy muriendo. Eso no es justo…por favor no me deje morir.
Mucha gente piensa que la muerte es inevitablemente frustrante y desesperante, pero esto no es verdad. Cuando la persona vive plenamente en determinado momento ella quiere conocer la próxima estación…así como una criatura que tuvo infancia plena quiere avanzar para la adolescencia.
La muerte en verdad, es más un viaje. Pero a la mayoría de las personas muere absolutamente frustrada por no haber aprovechado la vida, y se arrepiente por no haber aprovechado bien el gran regalo que es la vida. Jamás vi a alguien arrepentido por no haber masacrado a alguien.
Todos se arrepentían por no haber amado más, por no haber gozado la vida. Se arrepentía por no haber hecho amigos, por no haber curtido sus hijos, no haber vivido un gran amor, no haber ido tras sus sueños. Y en ese momento, las personas percibían que las cosas más importantes de la vida son las más simples.
La felicidad es hecha de cosas simples como amigos, hijos, familia y compañerismo. Y lo más importante: EL MEJOR MOMENTO PARA SER FELIZ ES AHORA.
Siendo así, no esperes la promoción o la jubilación para comenzar a ser feliz. Sé feliz todos los días, aunque sea un poco pero todos los días. Al final la sensación de ser feliz es el mejor combustible para que sintamos que vivir vale la pena. Y cómo vale!
Si tu trabajo es tu fuente de angustias, para y reflexiona en los siguientes puntos: ¿Será que estoy en el lugar correcto?, ¿Será que estoy en el empleo que corresponde a mi talento?, ¿Será que quiero pasar mi vida entera haciendo esto?. Si no estás feliz, cambia de profesión, de empleo, o aprende más para conseguir un mejor lugar.
A pesar de los problemas que siempre van a aparecer, el trabajo precisa ser un camino para la felicidad y para la realización, nunca un sacrificio.
No hagas algo apenas por obligación, procura tener siempre mucho placer en lo que haces. Vive siempre con mucha pasión. Cuando haces lo que te gusta, los otros no percibirán si estás trabajando o divirtiéndote.
Éxito cuando los niños sonríen para ti, y los perros mueven la cola cuando tu llegas. Victoria es cuando tus hijos tienen orgullo de ti. Éxito es cuando te despiertas en la mañana y el día no pesa en tus hombros. Cuando consigues dejar el mundo un poco mejor cada día. Éxito de verdad, es cuando colocas la cabeza en la almohada para dormir y el gran Creador mira hacia ti con  dulzura infinita y te dice: “GRACIAS HIJO POR CONTINUAR MI OBRA”.

Roberto Shinyashiki



12 de octubre de 2012

¿Y EL AMOR ETERNO?


Ese es de inteligentes que estructuran y modulan los patrones de acción fijos sobre la base de ver al otro como la mano de uno. Cuidarla es mi responsabilidad y viceversa. Saber que no habrá puñalada trapera es la norma. ¡Nunca, primero me matan tres veces! Esa es la clave neuronal del amor eterno, la que mantiene el estado funcional activo y bloquea cualquier cosa que le sea contraria. Es una calidad de estado mental. Si se entiende no hay otra posibilidad que amar al otro; en cambio, querer acostarse con otro y pasarla rico no es amor. Amor es compromiso y cerebral-mente está en el cerebro truhan. Uno no se enamora de una mujer porque tiene unas tetas buenísimas, uno se enamora de su cerebro, porque con él se interactúa y se avanza, con las tetas no. Amar es cerebral-mente un baile y hay que bailar con el que pueda danzar con el cerebro de uno.
Amar es bailar, no hacer gimnasia.
Encontrar eso es muy difícil; hallarlo es un tesoro. 


Rodolfo LLinás





5 de octubre de 2012

ACEPTAR LA SOLEDAD ANTES DE INICIAR UNA RELACIÓN.


En primer lugar tienes que estar solo. En primer lugar tienes que aprender a disfrutar de estar solo, a quererte a ti mismo. En primer lugar sé tan auténtica mente feliz que si no aparece nadie no te importará. Estás pleno, desbordante. Si nadie llama a tu puerta, no pasa nada, no echas nada en falta. No esperas que nadie llame a tu puerta. Estás en casa; si alguien viene, estu pendo. Si no viene nadie, también estupendo. Entonces puedes adentrarte en una relación. Porque entonces puedes ser el amo, no el mendigo, porque entonces serás como un emperador, no como un mendigo.
Y la persona que ha vivido sola siempre se sentirá atraída por otra que también disfruta de estar sola porque los iguales se atraen. Cuando se encuentran dos amos- amos de su ser, de su estar solo-, no se produce una suma de felicidad, sino una multiplicación. Se convierte en un increíble fenómeno festivo. Y no explotan; comparten. No se utilizan mutuamente. Por el contrario, se hacen uno y disfrutan de la existencia que los rodea.
Dos persona solitarias siempre están enfrentadas, una frente a otra. Dos personas que han conocido el estar solas están juntas y ante algo más elevado que ellas. Siempre pongo este ejemplo: dos amantes normales, ambos solitarios, siempre están frente a frente; dos amantes de verdad, en una noche de luna llena, no estarán frente a frente, sino juntos frente a otra cosa. Alguna vez escucharán juntos una sinfonía de Mozart, Beethoven o Wagner. Otras veces escucharán junto a una cascada la música salvaje que fluye allí continuamente. Otras veces, junto al mar, contemplarán el horizonte, hasta donde alcanza la vista. Cuando se conocen dos personas solitarias, se miran mutuamente, porque siempre buscan formas y maneras de explotar al otro, de utilizar al otro, de ser feliz por mediación del otro. Pero dos personas profundamente contentas consigo mismas no intentarán utilizarse mutuamente. Por el contrario, serán compañeros de viaje, como en una peregrinación. La meta es muy elevada, está muy lejos. Los une su interés común.
Por lo general, el interés común es el sexo. El sexo puede unir a dos personas de una forma momentánea, superficial. Los amantes de verdad  tienen en común un interés más importante. No se trata de que no haya sexo; puede haberlo pero como parte de una armonía más elevada. Escuchando una sinfonía de Mozart o Beethoven pueden llegar a estar tan, tan próximos como para hacer el amor, pero en esa armonía superior  de una sinfonía de Beethoven. La sinfonía es lo real; el amor forma parte de esa sinfonía. Y cuando surge el amor por sí solo, sin haberlo buscado, sin haber pensado en él, surge como parte de una armonía más elevada, con una cualidad completamente distinta. Es divino, no humano.

Osho

HAY BESOS...

Hay besos que pronuncian por sí solos
la sentencia de amor condenatoria,
hay besos que se dan con la mirada
hay besos que se dan con la memoria.

Hay besos silenciosos, besos nobles
hay besos enigmáticos, sinceros
hay besos que se dan sólo las almas
hay besos por prohibidos, verdaderos.

Hay besos que calcinan y que hieren,
hay besos que arrebatan los sentidos,
hay besos misteriosos que han dejado
mil sueños errantes y perdidos.

Hay besos problemáticos que encierran
una clave que nadie ha descifrado,
hay besos que engendran la tragedia
cuantas rosas en broche han deshojado.

Hay besos perfumados, besos tibios
que palpitan en íntimos anhelos,
hay besos que en los labios dejan huellas
como un campo de sol entre dos hielos.

Hay besos que parecen azucenas
por sublimes, ingenuos y por puros,
hay besos traicioneros y cobardes,
hay besos maldecidos y perjuros.

Judas besa a Jesús y deja impresa
en su rostro de Dios, la felonía,
mientras la Magdalena con sus besos
fortifica piadosa su agonía.

Desde entonces en los besos palpita
el amor, la traición y los dolores,
en las bodas humanas se parecen
a la brisa que juega con las flores.

Hay besos que producen desvarío
de amorosa pasión ardiente y loca,
tú los conoces bien son besos míos
inventados por mí, para tu boca.

Besos de llama que en rastro impreso
llevan los surcos de un amor vedado,
besos de tempestad, salvajes besos
que solo nuestros labios han probado.

¿Te acuerdas del primero...? Indefinible;
cubrió tu faz de cárdenos sonrojos
y en los espasmos de emoción terrible,
llenáronse de lágrimas tus ojos.

¿Te acuerdas que una tarde en loco exceso
te vi celoso imaginando agravios,
te suspendí en mis brazos... vibró un beso,
y qué viste después...? Sangre en mis labios.

Yo te enseñé a besar: los besos fríos
son de impasible corazón de roca,
yo te enseñé a besar con besos míos
inventados por mí, para tu boca.

Gabriela Mistral



29 de agosto de 2012

AMORES IMPOSIBLES.


Todos los amores imposibles son eternos,
el tiempo no los toca
y no existen traiciones entre los amores imposibles.
Amo con toda intensidad, amo sin límites
a cada uno de mis amores imposibles.
A veces el olor del café trastoca el orden de los años
y voy a dar a la madrugada
de un resplandor que a mí me alumbra
o de pronto la voz de Janis Joplin
me ensarta en una noche cítrica,
de alambre,
la noche del hechizo,
puede ser una forma precisa de mecerse el viento entre los árboles
y la danza del cuerpo,
la eterna danza de un cuerpo eterno
entre la eterna danza de la brisa.
Los eternos amores imposibles
no se tocan, no se cruzan, no pueden verse entre sí,
no existen los celos entre los amores imposibles,
son perfectos los amores imposibles.

Darío Jaramillo Agudelo

SRI RAMANA MAHARSHI


Las enseñanzas de Sri Ramana no se daban en general. De hecho, el Sabio no solía dictar «conferencias» ni pronunciar «discursos». Sus palabras se dirigían principalmente al aspirante particular que sentía alguna dificultad en su senda espiritual y buscaba resolverla. Pero, como en la búsqueda del Sí mismo surgen las mismas dificultades y el método de resolverlas es el mismo, las respuestas del Maharshi a las preguntas tienen la cualidad de la universalidad.
Sin embargo, no todo consiste en poder formular las preguntas correctas ni en estructurarlas adecuadamente. Por consiguiente, las «Conversaciones» del Gurú no consisten simplemente en responder a la pregunta, como si se tratara de un examen por escrito. A menudo, el Gurú se mantiene detrás de las palabras que constituyen la pregunta y corrige a quien la formula incluso en el propio interrogante que se plantea. Y, cuando las preguntas que se le formulan son irrelevantes o fútiles, no es al Gurú a quien le concierne satisfacer la curiosidad ociosa de quien le interroga ni confirmarle en sus engaños. Sri Ramana no deja a su interlocutor en el lugar donde estaba. Como lo expresara uno de los devotos: «Todas nuestras preguntas son desde nuestro punto de vista, y las respuestas de Sri Bhagaván son desde su punto de vista. Las preguntas no sólo son respondidas, sino también socavadas».
Con frecuencia, quienes visitaban el Asramam solían preguntar a Sri Ramana sobre poderes ocultos y fenómenos psíquicos. ¿No es bueno adquirir poderes ocultos, tales como la telepatía? ¿No es el poder de hacer invisible el propio cuerpo de uno una señal de sabiduría madura? ¿Puede uno leer las mentes de los demás? La respuesta del Maestro a tales preguntas era que lo oculto y lo milagroso no son lo espiritual. Los poderes supranormales son más bien obstáculos que ayudas en el camino hacia el Espíritu Supremo. A algunos interlocutores les interesaban los temas relativos a los muertos: ¿Qué les ocurre a los muertos? ¿Puede uno verlos? Aquí, nuevamente, Sri Ramana enseñaba que estos problemas eran irrelevantes y que ningún buscador de la Verdad debía interesarse por ellos. Una señora aristocrática y distinguida que le visitó una vez le preguntó: «Maharaji, ¿podemos ver a los muertos?» El Maestro respondió: «Sí». La señora le volvió a preguntar: «¿Pueden los yogis mostrárnoslos?» El Maestro respondió: «Sí, pueden. Pero no me pida que se los muestre, porque yo no puedo». La señora preguntó otra vez: «¿Los ve usted?» Y el Maestro respondió: «Sí, en sueños».
La enseñanza central de Sri Ramana es: la indagación del Sí mismo (o autoindagación). En vez de querer saber esto y aquello, uno debe buscar conocer al Sí mismo. Uno ha de preguntar: «¿Quién soy yo?» en vez de preguntar sobre cientos de otras cosas. La indagación del Sí mismo debería ser la más fácil de todas las tareas. Pero parece ser la más difícil porque hemos devenido extraños para nuestro Sí mismo. Lo que uno tiene que hacer es simple: permanecer como el Sí mismo. Ésta es la Verdad última.

Éste es el estado inherente, natural y eterno de uno. Debido a la ignorancia, nosotros nos identificamos con el no-sí mismo. La más sutil de todas estas identificaciones es con el ego. Busquemos la raíz del ego. ¿De dónde surge este seudo-Sí mismo? Al final de esta búsqueda encontraremos que el ego desaparece dejando que el Sí mismo eterno brille. Así pues, la mejor disciplina es la indagación: «¿Quién soy yo?»

Siempre juntos. Siempre Positivos                                   
Marcelo dos Santos



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