Uno de los tres principales senderos para la comprensión directa de lo que somos, es el Sendero de la Devoción.
El principio de centrar nuestra vida en Dios lo afirman igualmente los santos de las tradiciones judías, cristianas e hindúes. "El Señor es mi fortaleza y mi escudo", dijo el Salmista. En la Imitación de Cristo, leemos: "Tú eres mi esperanza, tú eres mi confianza, tú eres mi consuelo... Cuanto contemplo fuera de ti, lo hallo inseguro e inestable".
Te invito a abordar el tema de la devoción desde la entrega aplicada en el Bhakti Yoga. Bhakti significa tanto devoción como apego amoroso a lo Divino, es una verdadera y sincera búsqueda del Señor; una búsqueda que comienza, continúa y acaba en el Amor.
En el Bhagavad Gîtâ, se lee:
De aquél que me ve en todas partes y que todo lo ve en mí, de aquél yo no me alejo y él no se aleja de mí (6.30) Aquellos que están en ese camino devocional participan literalmente en lo Divino a través de la entrega, devoción, servicio y adoración para, al final, ser arrastrados a la unión con lo Divino.
Un practicante de Bhakti Yoga se llama un bhakta (lit. “cómplice”) o devoto. El practicante es siempre un devoto, un amante, y lo Divino es lo Amado.
Busca sobre todo desarrollar una relación directa, intensa y personal con lo Divino o simplemente con la vida. Este tipo de persona es por naturaleza intensamente devocional y se siente atraída por la acción ritual, la plegaria, los mantras y la entrega a alguna imagen particular de lo Divino, o símbolo de la fuerza de la vida, mediante ofrendas de flores, canto de himnos religiosos y concentración en el Ser Divino. Además, satisface el deseo original inherente en el alma de todos los seres —la necesidad de amar. El Bhakti Yoga satisface este impulso dentro de un contexto espiritual, permitiendo cultivar el amor y la devoción de una manera saludable.
Por otra parte la devoción puede fácilmente devenir en un sentimentalismo soñador si no se equilibra con una sincera introspección o también en una dependencia emocional en algo exterior como depender excesivamente de otras personas elevándolas a la categoría de Maestros o Gurús.
Práctica: aquella que pueda surgir en ti de acuerdo a lo que el gran erudito Surendranath Dasgupta, dijo del practicante devocional: “Tal persona esta tan apegada a Dios que no hay nada más que le importe; sin esfuerzo por su parte, otros apegos e inclinaciones pierden su poder ante él. Tan inmensa es su pasión por Dios que consume todo sus deseos terrenales...”
Siempre juntos. Siempre positivo.
Marcelo dos Santos
Buenísimo VIVI!
ResponderEliminarEstamos conectados en los temas que vamos subiendo, es el amor el que nos une.
El devoto es sólo Amor,Amor que se ama a sí mismo en amado,Amor amando, siendo el más puro ser que puede y el mayor de los conocimientos.
Me encantó el final, porque es común leer que la contracara del amor no es el odio, sino el apego, que deforma el amor hacia el egoísmo. Pero si el apego es hacia Dios, hacia lo absoluto sin forma, entonces ese apego es liberador y finalmente termina en realización del amor más puro, del simple ser.
Gracias VIVI por tanta inspiración!
Un gran abrazo en el AMOR IMPERSONAL!
Willy un gran abrazo en el AMOR IMPERSONAL!!!
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