“El
incesante optimismo acerca del futuro sólo genera un mayor shock cuando las
cosas salen mal; a través de luchar por mantener sólo creencias positivas
acerca del futuro, el pensador positivo está menos preparado, y suele
angustiarse más cuando aquello que sucede no puede convencerlo de que se trata
de algo bueno." Oliver
Burkeman
Es
hora de que la humanidad despierte del trance de lo positivo-negativo. El
pensamiento positivo es sólo la versión psicológica de la cirugía plástica del
cuerpo. A largo plazo simplemente no funciona, y sólo crea más sufrimiento. El
pensamiento positivo es realmente un pensamiento completamente obsesionado con
la negatividad, enfocado en la negatividad, en guerra con la negatividad… lo
que resulta bastante negativo, si lo pensamos bien.
El
pensamiento positivo es la mejor manera de distraernos y desconectarnos de
nosotros mismos, de los defectos, de las imperfecciones, de las peculiaridades,
de las singularidades que percibimos en nosotros, y de los oscuros rincones que
intentamos ocultar con tanto esfuerzo. Luchamos por esconder los aspectos
‘malos’ de nuestra experiencia sin convivir realmente con ellos, sin
enfrentarlos, sin abrazarlos, sin sanarlos, sin amarlos. Dejamos de ver la
belleza, y tal vez incluso el increíble potencial que contiene lo 'negativo’.
Rechazamos una mitad de la vida, y no es de extrañar que nos sintamos
incompletos.
Lo
'negativo’ es sólo un aspecto de nosotros mismos buscando desesperadamente
amor, no rechazo ni más sofocación. Podríamos sentirnos mejor momentáneamente a
través de distraernos de lo 'negativo’, pero en realidad, no hay ninguna fuente
externa de felicidad.
Todo
gira en torno a un malentendido primordial. La división positivo/negativo es
tan sólo una creación de la mente dual. El pensamiento divide la luz de la
oscuridad, la vida de la muerte, el bien del mal, lo santo de lo profano, y
después hace el intento de sanar esas heridas auto-impuestas a través de más
división, más guerra, más actividad dual. Pero no importa a qué tanta cirugía
plástica mental o física te sometas, seguirás sintiéndote incompleto y lejos de
Casa. La guerra no puede terminar con la guerra. La oscuridad no puede terminar
con la oscuridad. La luz es el único poder.
¿Qué
pasaría si tú no fueras la mente? ¿Qué pasaría si el pensamiento no pudiera
definirte? ¿Qué pasaría si ambos aspectos de la vida, lo positivo y lo negativo
fueran admitidos en la inmensidad que eres, como nubes en el cielo, como olas
en el océano? ¿Qué pasaría si ninguna cantidad de cirugía plástica, si ningún “cuerpo
perfecto”, si ninguna “mente perfecta”, pudiera conducirte hacia tu verdadera
naturaleza, la cual está brillando en medio de toda la aparente imperfección,
iluminando de igual manera tanto lo bueno como lo malo?
El pensamiento positivo no
sana realmente en el sentido más profundo de la palabra, el pensamiento
positivo crea el pensamiento negativo, y después, se opone a él. De esto puedes estar
positivamente seguro.
Jeff
Foster
Fuente:
presenciaconsciente.tumblr.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por dejar tu comentario!