La más pequeña unidad de
información que puede ser conocida en un campo de cognición constituido de
información diferenciada se denomina "yo".
No
existe actividad mental consciente previa al "yo". Lo mínimo que es
posible pensar es la idea "yo". La mente está imposibilitada para
reconocer partes, fracciones de "yo". La base del edificio sobre el
que se construye la cognición es el "yo".
Occidente
suele asumir que el "yo" es producto de herencia y aprendizaje. Eso
es cierto: el "yo", tan sólo es herencia y adaptación; no es más que
eso. El "yo", aparentemente, conoce, pero jamás se conoce. La gran
dificultad con la que chocamos al intentar encontrar la génesis de nuestra
propia realidad radica en el hecho de que obligatoriamente se parte de la idea
"yo".
Indagar
qué hay previo al "yo" es la tarea del vedanta. No intentamos crear
juicios de valor en los que el objeto asuma el carácter de real. Buscamos lo
más elemental: ser conscientes de que existimos, pero asociados al instante
Presente. jamás buscamos nuestra génesis en un incierto y manipulable pasado:
indagamos qué somos en el instante mismo de preguntar; inclusive nos deslizamos
al instante previo a la pregunta y allí nos afianzamos.
Buscamos
ser espectadores carentes de esfuerzo por preguntar. Somos espectadores de un
universo del que no deseamos saber nada. la cualidad de la existencia ya está
en él, la cualidad de la conciencia también es parte de él. Le permitimos al
universo conocerse a sí mismo sin que exista intermediación egoica.
Sesha.
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