Aquellas pupilas oscuras, ay
mis simples y solitarios sufíes
perdieron el sentido atraídos
por la escucha de sus dos ojos
Vi que me recorría entera como una ola
como la rojiza pirámide del fuego
como el reflejo del agua
como una nube inquieta por las lluvias
como un cielo todo aliento de cálidas estaciones
hasta el infinito
hasta más allá de la vida
extendido
Vi que en la ráfaga de brisa de sus manos
se fundía
la materialidad de mi existencia
Vi que su corazón
de eco mágico errante
recorría mi corazón
Voló el reloj
la cortina se iba acompañada por el viento
lo estrechaba
en la aureola del fuego
Quise decirlo
pero me sorprendía
la generosa sombra de sus pestañas
que fluía desde el fondo de la oscuridad
como el fleco de la cortina de seda
por aquel largo muslo de deseo
y aquel temblor, aquel temblor mezclado con la muerte
hasta el final perdido
Vi que me liberaba
vi que me liberaba
vi que mi piel se rompía por la expansión del amor
vi que mi volumen hecho de fuego
se fundía lentamente
y ser vertía, se vertía, se vertía
en la luna, luna asentada en el hoyo, luna revuelta y oscura
Habíamos llorado el uno en el otro
habíamos vivido con locura
todos los fugaces instantes de la unión
el uno en el otro
Forûgh Farrojzad
aiiinnssssss..qué bonito!!
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Dayana!!!...Un abrazot
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