4 de diciembre de 2010

SEXUALIDAD SAGRADA

El Maestro Satyananda Saraswati dice: “El tantra es para la gente común y el yoga para la gente no tan común. La gente común es la que trabaja, tiene responsabilidades, familia, etc. No puede retirarse a un monasterio a practicar el yoga. Su responsabilidad terrena, como padre, hijo o pareja están antes de todo lo demás. Pero eso no quiere decir que no pueda conocer la libertad física, mental y espiritual que produce el camino del tantra”. En este momento tenemos la oportunidad de practicar estos beneficios y enseñanzas, tomando la determinación de efectuarlos con pureza. Como occidentales vivimos diferente a la sociedad oriental, tenemos la posibilidad de practicar el tantra respetando nuestra religión o creencias. La palabra tantra viene de la raíz sánscrita tan, tejer o construir, y se utiliza en el sentido de tejer o construir la propia conciencia. "Es un sistema de vida y una disciplina filosófica según la cual, para conectarse con el espíritu, es necesario escuchar al cuerpo", explica el siquiatra Félix Cantoni. Es muy importante tener en cuenta que el tantra no es sinónimo de orgías, nos eleva al máximo todas las experiencias sensoriales incluyendo las derivadas de la relación sexual. Las experiencias orgásmicas se vuelven intensas y espectaculares permitiéndonos sentir lo que en oriente se conoce como Samadhi o estado total de gozo, una percepción NO DUAL de la realidad, una TOTAL DISOLUCIÓN DEL EGO y FUSIÓN CON LA PAREJA, fuerza masculina, orgasmos múltiples, frecuencia sexual sin pérdida de energía, entrega sin condiciones, y una conexión espiritual difícil de explicar con palabras. Hombre y mujer, pareja creadora del ciclo de la vida. “La mayoría de las personas consideran el gozo sexual muy importante y hacen un gran esfuerzo para poder experimentarlo, pero muy pocos saben cómo transformarlo en el camino espiritual”.

El erotismo cósmico es la fuente de la sexualidad sagrada. La unión de las divinidades Padre y Madre, se llamaba mithuna, que es la forma original del término maithuna. Ambas palabras provienen de la raíz mith, que posee un significado doble: "asociar con" y "estar en conflicto con", un detalle ciertamente significativo. Las dos palabras significan, por tanto, "acoplamiento" en general y "unión sexual" en particular. La sexualidad sagrada tenía un importe papel en los antiguos rituales védicos y prevédicos. Para un Brahman devoto, todo contacto sexual con su esposa debía adoptar la forma de rito sagrado.
La sexualidad Tántrica no es acrobacia sexual, sino un estado íntimo de la posesión erótica, cuyo sentido es un prolongado éxtasis mental y corporal. Todos los hombres pueden, con la práctica y la complicidad de su pareja, permanecer cada vez más tiempo en equilibrio en el filo de la navaja. En los niveles más altos del erotismo indio, el orgasmo se vuelve un incentivo del estado de continuo e intenso placer físico y emocional de la pareja. Claro está que aplicarlo exige conocimiento del cuerpo, control de las pulsiones y estímulos y, sobre todo, calma y paciencia, control mental, virtudes de las que carecen quienes se han acostumbrado al ritual del egoismo occidental. Cambiar de canal y volver la cara a Oriente no es fácil y mucho menos en sociedades como las occidentales, en la cuales el sexo es un producto más de consumo. Pero no es imposible. Para el tantra, el orgasmo no es sinónimo de eyaculación y por eso el hombre "normal" se desconcierta cuando le dicen que al menos 90% de los hombres desconocen el orgasmo. Como la eyaculación y los segundos que la preceden son el clímax de su experiencia sexual, están convencidos de que eso es el orgasmo masculino.La eyaculación aleja al hombre del orgasmo verdadero, del éxtasis sexual que lleva a niveles de conciencia superiores. Frena en seco la experiencia de la pareja y por eso si, como dicen, el 90% de las mujeres no llega al orgasmo, es porque el 85% de los hombres son eyaculadores precoces. La solución tántrica es prolongar la etapa última, la más intensa, inhibir el espasmo para permanecer indefinidamente en el punto límite, el que da acceso al "paraíso sexual cerebral". Ese es el verdadero orgasmo masculino. La experiencia de la pareja ya no está limitada ni es interrumpida por el desfallecimiento del hombre.
"El tantra es nobleza de sentimientos y experiencias, excluye todo exceso y va mano a mano con la sobriedad, es un sentido de los arquetipos, un retorno a las esencias y a lo primordial ".

Namaste.

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