Trascender el ego es el requisito básico para terminar con el sufrimiento. El ego no es el malo de la película ya que muchos maestros nos han indicado que solo es una construcción de la mente, algo que hemos aprendido, ese yo, que se recuerda en el pasado y se proyecta hacia el futuro. El ego por su naturaleza mental desaparece cuando estamos: solo en el presente, cuando nos desmayamos o sumergimos en un sueño profundo sin soñar.
Existen tres caminos principales para trascender el ego, uno de ellos es a través de LA ACCIÖN, llamado Karma Yoga. Teniendo presente que cuando actuamos, lo hacemos con una intención, siempre hacemos por algo (motivación-interés) y para algo (resultado o fruto de la acción), se distinguirán entonces cuatro tipos de acción:
La Inacción: es así cuando no nos hacemos responsables ante la vida, impidiendo que ella (la vida) se exprese y se conozca siendo nosotros sus emisarios. Es así al oponemos al fluir y al constante movimiento que supone vivir. Ya que todo los que nos cause algo agradable o desagradable es producto de una acción previa y aunque estemos quietos, ni el cuerpo internamente, ni la mente están inactivos.
Acción obligada: es aquella que está impregnada de algún contenido moral o ético que la hace parecer Buena o Mala. Son esas acciones que creemos que nos hacen o convierten en seres buenos (dignos de admiración) o malos (merecedores del rechazo, la vergüenza y la culpa). Son las acciones que nos definen según los otros y varían de un lugar, tiempo y circunstancia a otro. Lo particular es que nunca nos detenemos a preguntarnos ¿puede una acción por sí misma ser mala o buena? O saber ¿quién las clasificó o porqué son realmente buenas o malas? Incluso en el nombre y la palabra de Dios se han cometido los más increíbles excesos.
Pretender al actuar (yo actúo y estoy en mí acción) para sacar un provecho personal o grupal (obtendré por lo que estoy haciendo tales resultados) crea una cadena o circuito así: Actor (ego)- Acción- Resultado. Este circuito es llamado Karma, ya que el actor se proyecta hacia el futuro esperando conseguir el resultado beneficioso de sus acciones. Cadena que lo haría (para los orientales) volver a nacer – morir- volver a encarnar, hasta acabar con la totalidad de Causas (acciones)- Efectos (resultados) que le imposibilitan Liberarse.
Acción Recta: Es la acción del Actor (persona) que no se identifica con ella, es decir: no soy la acción que se está ejecutando, ni tampoco tengo pretensiones o intereses de nada con ella.
Actuar naturalmente es Dharma, donde las acciones no atan a los actores con consecuencias futuras.
Renuncia a la acción: es la modalidad de los renunciantes, aquellos que han Realizado el conocimiento de lo que son “El Ser, eterno e inmutable” actúan sin actuar. El Bhagavad Gita (filosofía vedanta) lo expresa respecto al que actúa así : “Satisfecho con lo que quiera que obtenga sin esfuerzo, libre de los pares de opuestos, exento en la envidia, equilibrado en la dicha y en la adversidad, no está ligado a las acciones que ejecuta”
Tarea: establecernos en la Acción Recta, es decir, cumplir con nuestras responsabilidades diarias estando atentos a no identificarnos con la acción, sin sentirnos: buenos, malos, justos, injustos, magnánimos, tacaños, tercos, etc., por lo que se haga, ni con lo que resulte de ella.
Siempre Juntos. Siempre positivos.
Marcelo dos Santos
Querida Viviana.
ResponderEliminarMagnifico post me ha gustado mucho.
"Trascender el ego es el requisito básico para terminar con el sufrimiento"
Con solo la primera frase ya se dice todo.
Un abrazo.
Gracias amigo por tu comentario y por visitar de nuevo este tu espacio.
ResponderEliminarUn abrazo!