Son muchos los estímulos del mundo que bombardean incesantemente los sentidos y además estos son siempre interpretados por personas (que igual que nosotros) toman partido dándole a cada cosa una interpretación diferente.
En la mayoría de los casos el tema emocional (relaciones) y material (dinero) son los ejes alrededor de los cuales gira la vida. La pregunta para todos es… ¿Dónde está y a quién le importa el Espíritu?
Fueron muchas las lecturas en las que compartimos una manera práctica para conocer lo Real pudiendo así Saber más de la vida y conocer el nombre de aquello que nos impide verla como Es, eso llamado “Ilusión” o “Maya”.
¡¡El Gran Espíritu, el Absoluto, está siempre!! Las relaciones o condiciones económicas (igual que los pensamientos) siempre cambian y pasan. Todo lo exterior a lo cual nos aferremos, tarde o temprano se irá y nos hará sufrir.¡La premisa es comprender con el corazón ya que la razón es insuficiente!
Ver “todo lo que cambia” como películas y al Absoluto (El Todo) como la pantalla (siempre la misma) sobre la cual se proyectan semanalmente en los cines, las diferentes películas.
Como espectador te ríes, lloras, celebras, te amargas, te enojas, te aburres, según sea la trama y sus personajes (igual que en tu vida fuera del cine) e incluso también te quejes al pagar por una película tan mala. Al final comprendes que todo eso que sentiste y lo “sentiste verdaderamente” no fue más que la proyección de la película y te alejas del espectáculo, dos horas más tarde ¡lo haz olvidado!
¿Qué es lo que hace que en mí vida fuera del cine no olvide todo “el espectáculo” dos horas más tarde? ¿Qué hace durar tanto los bajones, las angustias, los problemas y los sufrimientos?
1) Creer que la vida fuera de un cine es la Real, es mía y depende de mí. Eso es Falso, uno siempre depende del aire que respira y la vida es siempre Una, con muchas personas, animales, plantas, etc., que yo creo que son diferentes a mí.
2) Creer que lo que está fuera de uno (plata, pareja, trabajo, etc.) es la causa u origen de la Felicidad.
3) Deseo y apego. Viviendo del pasado o imaginando el futuro.
4) La Madre de todas las causas es la ignorancia respecto a lo que es La Realidad.
Tarea: Ninguno de nosotros dudamos de nuestra existencia, es decir, ¡existimos sin dudar! A medida que continuamos la práctica de observar y atender a ese “yo” se irá revelando la verdadera esencia, YO.
Hagamos todas las tareas y vivamos las relaciones siempre con la pregunta. ¿Quién soy? ¿Quién llora? ¿Quién quiere el dinero? ¿Quién quiere pareja?
No importa cuántas cosas se quieran, se hagan, se pidan, se pierdan, se ganen, se proyecten, se creen, se transformen, todo eso cambia. Lo que siempre encontramos es un “yo”. Solo ese concepto, nada más que eso. Un pensamiento constante de “yo”, algo que se piensa a sí mismo y es la causa de todos los demás pensamientos. “yo” solo se trasciende en El Presente. Trascendido el yo, dicen los Maestros, está la Felicidad.
Siempre Juntos. Siempre positivos.
Marcelo dos Santos
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