Amar
a una bruja no es fácil. Tal vez sea por ello que tantas de nosotras permanecen
solas durante años sin elegirlo o sufren de relación en relación hasta que
encuentran aquella en la que se sienten totalmente aceptadas. Amar a una bruja
no es fácil porque a nadie le preparan para ello, y nadie piensa que
algún día se encontrará inmerso en una relación mágica, de verdad. No es fácil
porque traemos con nosotras el recuerdo de mil historias de amor anteriores y
nuestro corazón late con la fuerza de mil vidas, así que la intensidad de
nuestros sentimientos y lo que esperamos de los demás a veces asusta. No es
sencillo porque lo que para otras mujeres son símbolos de amor, para nosotras
son cadenas. Los sueños y ambiciones de otras, para nosotras son prisiones.
No es fácil porque esperamos que quien amamos sea mejor cada día, tal
como lo esperamos de nosotras mismas.
Para
atreverse a amar a una bruja hay que estar dispuesto a darle la vuelta a todo
lo que creímos siempre que era el amor. Una bruja te querrá a su lado como
cómplice, como compañero y amante compartiendo tres vidas. La tuya, la de ella
y la que construiréis en común. Nunca alcanzarás del todo el centro de su
corazón, porque ese lugar sólo le pertenece a ella. Una bruja nunca se
entregará por completo a otra persona porque sabe que su verdadera esencia sólo
es suya. Una bruja nunca perderá su identidad ni fingirá ser quien no es a
cambio de amor. Lleva dentro los secretos del viento de la noche, el misterio
de la luna en la mirada y el ritmo de la tierra en su corazón, ¿Cómo podría
querer ser otra si ella ya lo es todo? Si un hombre no es capaz de ver la
eternidad en la sonrisa de una bruja, nunca podrá comprender del todo la
inmensidad de su amor.
Amar
a una bruja removerá tu mundo, te despojará de años de ideas equivocadas y te
hará enfrentarte con lo que se esconde en el fondo de ti mismo, te hará mirar a
los ojos del espejo para descubrir qué es lo que ella ve cuando te mira. Te
hará bailar al son de la melodía más antigua del mundo y te hará recordar que
no es la primera vez que danzas esos pasos nunca olvidados y que no es la
primera vida en la que la encuentras. Amar a una bruja te hará abrir la puerta
a misterios que nunca imaginaste encontrar pero que siempre esperaste
descubrir.
Cuando
una bruja te ama conoces lo que es la plena confianza. Jamás te mentirá. Nunca
te engañará porque sería como engañar y mentir a su propia alma. Si una de
nosotras te ama, puedes sentirte afortunado porque no hay nada más limpio,
desnudo y honesto que el amor de una bruja. Pero esperamos lo mismo. La
mentira, el engaño, la traición… matarán todo sentimiento que pudiéramos tener por
ti. Sufriremos y sentiremos un dolor profundo, pero sabemos cómo curarnos y
continuar adelante.
Debes
recordar que estamos conectadas con la tierra y sus ciclos, así que no siempre
nos comportaremos igual. A veces el aire nos llevará de un proyecto a otro y
resultará difícil seguirnos. A veces las ideas cruzarán tan rápido nuestra
mente que sólo otra mente rápida y curiosa podrá seguir nuestra conversación. A
veces el fuego hará que nos consumamos de pasión o estallemos como volcanes
ante lo que consideremos injusto. Puede que nuestra furia sea difícil de
enfrentar, porque no cualquiera puede medirse con la ira de una bruja.
A
veces el agua nos sumergirá en épocas de silencio y melancolía, y parecerá aún
más difícil alcanzarnos, pero cuando emerjamos del mar de nuestras emociones,
te amaremos aún más porque nuestros sentimientos estarán aún más claros.
Otras veces parecerá que la tierra nos hace preocuparnos más de lo
habitual por lo material, pero sólo estaremos creando raíces profundas para poder
asentar el hogar que creemos juntos en el tiempo y el futuro.
Puede
que alguna noche la bruja que amas no se quede a tu lado, pero allí donde esté,
bailando bajo la luna llena o explorando la oscuridad de la luna oscura,
estarás con ella. Porque cuando una bruja se enamora sabe que esa unión fue
forjada por su alma y la tuya mucho tiempo antes de nacer, así que podrás estar
seguro de que regresará a tu lado. Y lo hará más completa, más feliz, más bruja
y más enamorada que antes.
Si
amas a una bruja habrás elegido compartir tu vida con una persona libre que,
desde su libertad, compartirá su mundo contigo. Por eso has de saber que si
algún día ella deja de amarte, no habrá juegos ni mentiras. No habrá
engaños. Las brujas conocemos muy bien el poder del amor, la fuerza que
otorga compartir la vida con alguien que te impulsa a ser tu mejor versión y
atreverte a alcanzar tus sueños con la seguridad de que siempre habrá alguien
que creerá en ti. Saberse amado en este mundo cada vez más solitario es un don
que debemos cuidar y agradecer porque no está destinado a todos. Por eso, si
alguna vez todo termina, el último acto de amor de una bruja será dejarte ir.
Sólo así ambos podréis encontrar la felicidad y la vida deseada. Solos o
acompañados.
Y
tú, bruja, si has llegado a una época de tu vida en la que estás preparada para
compartir tu camino con alguien, nunca escondas lo que eres a la persona que
amas. Muestra tu alma, deja fluir tu magia y dile quién eres desde el primer
momento. Sólo así sabrás que lo que estáis creando es real.
Si
te Ama, debe amarte entera. Con
todas tus vidas, con toda tu magia, con todos tus sueños. Con
todos los misterios de tu corazón de bruja.
Hyedra
de Trivia
(Eva
Hyedra López)