La Radiónica es
una terapia exquisitamente acuariana, absolutamente no invasora, y capaz de
conseguir resultados espectaculares tanto sobre los seres humanos como sobre
los animales y las plantas. Con la Radiónica se pueden hacer análisis y
terapias a distancia.
El análisis,
que se basa en la sensibilidad radiestésica, en profundos conocimientos
esotéricos y científicos, y en instrumentos especiales, le permite al operador
radiónico de hacerse un cuadro completo de las condiciones físicas, emocionales
y energéticas del paciente. En efecto es posible llevar a cabo el análisis de
los cuerpos sutiles y de los chakras, de las condiciones psicológicas y de toda
la estructura física del sujeto. Es muy importante la búsqueda de las causas
que han llevado a los trastornos de los que se queja el paciente. Estos pueden
ser de tipo psicológico, físico (toxinas, radiaciones, venenos, infecciones,
anomalías, etc.) o energético.
La
posibilidad de observar desequilibrios todavía no somatizados o detectables
físicamente hace de la Radiónica un método muy importante del punto de vista de
la prevención, y el poder investigar y explorar zonas inaccesibles a los
análisis corrientes hace de esta técnica un medio de investigación interesante.
Al
igual que el análisis, la terapia se hace a distancia, utilizando un testigo del
paciente (un mechón de pelo, unos pelos de animal, hojas u otras partes de una
planta, una foto), y utilizando instrumentos radiónicos en los que se introducen
las frecuencias equilibradoras específicas, que pueden ser las de la estructura
energética y física y de sus enfermedades, o las de los remedios homeopáticos,
flores de Bach, piedras, colores, vitaminas, condiciones psicológicas,
minerales hormonas, enzimas, etc.
La
Radiónica puede aliviar o resolver muchas enfermedades. Es fácil comprender la
importancia de la radiónica en los casos de urgencias, por ejemplo para parar
una hemorragia, eliminar un shock físico o emocional, quitar la inflamación de
un órgano o de un nervio, dar energía vital, reparar una fractura o un
desgarro. Y todo ello sin necesidad de ver al paciente, que puede encontrarse
tanto en la habitación de al lado como al otro lado del mundo, y que a menudo
puede sentir inmediatamente la mejoría.
El
tratamiento radiónico puede ser muy breve (pocos días) o durar algunos meses,
según sea la gravedad de la patología, pero en cualquier caso el paciente no
tendrá nunca la necesidad de salir de su casa para ver al terapeuta.
Daremos unos ejemplos:
Con
la Radiónica es posible para una terapeuta italiano tratar a una persona que se
encuentre en Australia y que se haya puesto en contacto con él, por ejemplo,
para buscar alivio a un fuerte estado de ansiedad, utilizando unos cabellos y
sin moverse de casa. La terapia consistirá en enviarle al paciente, por medio
del instrumento sobre el que se ha depositado el testigo, esta serie de
“instrucciones energéticas”: Calma en el subconsciente, elimina el ansia y el
estrés nervioso, azul y seguridad para el cuerpo astral, Red Chestnut en el
plexo solar, etc.
En
otro caso, a un paciente americano, fatigado y anémico, le podría enviar
igualmente por medio de sus instrumentos, y después de haber valorado
cuidadosamente y comprendido la situación personal y única de ese paciente:
Vitamina B12 para la sangre, energía vital, energía en la suprarrenales y la
tiroides, aumento de los glóbulos rojos, asimilación del hierro, eliminación de
toxinas y cansancio, Gorse para el cuerpo etérico, eliminar el bloque emocional
del chakra del corazón, etc.
De
la misma manera se puede tratar rápidamente y con gran efectividad un caballo
para que mejore sus prestaciones durante las competiciones o el entrenamiento,
o para resolver eventuales problemas psicológicos, como un exceso de ansiedad o
nerviosismo, o físicos, como torceduras o estiramientos de los delicados
tendones de las patas, o fracturas y desplazamientos de las vértebras del
cuello; o un gato que tenga cistitis, eliminando la bacteria que le produce la
infección de la vejiga o normalizando la función de los riñones; o en un perro
demasiado agresivo o demasiado celoso, o que tenga por ejemplo artrosis de las
patas posteriores o hepatitis.
Las
plantas del jardín o de interior, y los cultivos más extendidos, a menudo
necesitan tratamientos psicológicos apra crecer lozanos y defenderse de manera
apropiada de las plagas. También las plantas tienen centros energéticos, y hay
numerosas frecuencias contra las plagas y las patologías que pueden atacarlas,
y otras para fertilizar el suelo.
Fuente:
www.radionica.it